Inexcusai cunha durga, graba ancladas y risas halwai al ghee, ineludible frescura sánscrita plantada frente empuños y niños con cola y tantos color rosa atrevido, repudios de ternera y salsas palangres más a más al fondo, una desolación albahaca, per memento, y sorbetes de leche mussi, y empieza a levantarse la cosota y a decir que quiere oler la bombacha con flores y el sexo contrario y la proximidad que sale a recibir y espérate al vestíbulo que ahora pasan las chicas que solo tengo tres disponibles detenidas, que no se acompasan al paradigma caliente de la suite que quiere inundar la regatera y manchar la bombacha de semen notando el fuerte olor cachondo, el ardor de la vaselina y el devolver del viaje, de la mitad del ssssshhhhhhhhh perfecto, del orgasmo que no dura ni un minuto y pide a gritos que se alargue el placer y que guarden los pétalos rojos y los esparzan por la bombacha menos por el hule protector para no despedirse del episodio de la comilona como pica pica con pequeña introducción del trato de los clientes románticos; quizá haga como fab, de momento no suena el móvil ni el fijo, nada, a la espera de los acontecimientos, a esos asosiegos huecos y balanceantes o a ese sssssshhhhh de la testosterona que vuelve a avanzar y a mandar sobre el deseo de conejitos y leones y setiembres cerrados para la pregunta con todos sus fotómetros y acá, alto, ineludibles sin embargos ausentes, cerrados, inocentes respetos que se comen el mundo o a lo que se iba, se va, ya es la hora, son las seis, quedan tres horas para el sssssshhhhhhhhhhh silencioso que llora la salida de tian que ya se produjo como chorradas y moobings y después la duda del dos en el minuto cinco trenta y cinco que se corta el ruido mimoso y tira que te va; o una detrás de otros vales, espera un momento, ponlé una notita que hable de mamemimó, pista tal a éste, todo bén.
Inexcusai cunha durga, graba ancladas y risas halwai al ghee, ineludible frescura sánscrita plantada frente empuños y niños con cola y tantos color rosa atrevido, repudios de ternera y salsas palangres más a más al fondo, una desolación albahaca, per memento, y sorbetes de leche mussi, y empieza a levantarse la cosota y a decir que quiere oler la bombacha con flores y el sexo contrario y la proximidad que sale a recibir y espérate al vestíbulo que ahora pasan las chicas que solo tengo tres disponibles detenidas, que no se acompasan al paradigma caliente de la suite que quiere inundar la regatera y manchar la bombacha de semen notando el fuerte olor cachondo, el ardor de la vaselina y el devolver del viaje, de la mitad del ssssshhhhhhhhh perfecto, del orgasmo que no dura ni un minuto y pide a gritos que se alargue el placer y que guarden los pétalos rojos y los esparzan por la bombacha menos por el hule protector para no despedirse del episodio de la comilona como pica pica con pequeña introducción del trato de los clientes románticos; quizá haga como fab, de momento no suena el móvil ni el fijo, nada, a la espera de los acontecimientos, a esos asosiegos huecos y balanceantes o a ese sssssshhhhh de la testosterona que vuelve a avanzar y a mandar sobre el deseo de conejitos y leones y setiembres cerrados para la pregunta con todos sus fotómetros y acá, alto, ineludibles sin embargos ausentes, cerrados, inocentes respetos que se comen el mundo o a lo que se iba, se va, ya es la hora, son las seis, quedan tres horas para el sssssshhhhhhhhhhh silencioso que llora la salida de tian que ya se produjo como chorradas y moobings y después la duda del dos en el minuto cinco trenta y cinco que se corta el ruido mimoso y tira que te va; o una detrás de otros vales, espera un momento, ponlé una notita que hable de mamemimó, pista tal a éste, todo bén.
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