Sereales, arina normal, ortografía de la compra desesperada, encefalitis paralizado en la prisa para abandonar el discóbulode clames; permítense mantener las apariencias de pugnaciones taciturnas, panzudas, y aún no liberadas de sus cáscaras de babas editadas, bebés, bebés muy deseados y babas y encarnaciones, acción de gracias, adultos momentos de delirios, y ninguno conociendo a todos sus nietos y biznietos en cualquier chajá de paysandú sin estrenar en barras oxidadas de forte fiatartone a trocitos de zinc blindado a rayas sobre el terreno déspota de ambiguedades distintas, pendientes de si llegan mensajes o llamadas esperanzadoras del esperma irreal y hechos intermedios de disfunciones emocionales en los meses previos al crack para pasar y comprar estancias, hoteles, y hacer de motor de la economía, congelar sueldos y etcéteras de átomos y lástimas por todas las carnes y las panzas de cuatro meses y medio sin tipos de interés indubitable, flamante para empezar, digamos, que no termine aquí la party y haga pluralidades demostrativas mentales, para enbarcarse a lo definitivo y más preciso del envejecimiento mismo en su unidad psicofástica.
Sereales, arina normal, ortografía de la compra desesperada, encefalitis paralizado en la prisa para abandonar el discóbulode clames; permítense mantener las apariencias de pugnaciones taciturnas, panzudas, y aún no liberadas de sus cáscaras de babas editadas, bebés, bebés muy deseados y babas y encarnaciones, acción de gracias, adultos momentos de delirios, y ninguno conociendo a todos sus nietos y biznietos en cualquier chajá de paysandú sin estrenar en barras oxidadas de forte fiatartone a trocitos de zinc blindado a rayas sobre el terreno déspota de ambiguedades distintas, pendientes de si llegan mensajes o llamadas esperanzadoras del esperma irreal y hechos intermedios de disfunciones emocionales en los meses previos al crack para pasar y comprar estancias, hoteles, y hacer de motor de la economía, congelar sueldos y etcéteras de átomos y lástimas por todas las carnes y las panzas de cuatro meses y medio sin tipos de interés indubitable, flamante para empezar, digamos, que no termine aquí la party y haga pluralidades demostrativas mentales, para enbarcarse a lo definitivo y más preciso del envejecimiento mismo en su unidad psicofástica.
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