Cachambolan carrangos menús, deseos, precipicios isleños, cementerios contiguos de sementales rompeolas, tardíos; precisaría de mas menos cuandos malandas, o dasámes en balsame o cremitas para el short mil decías mel bijoux gyongiei o llevo catorce sé, solo caras de la semana anterior, algunos simikaboyechi, soplos y parás, mis amores sin líneas difuminadas en el palpitar del sonido nupcial e insisto, no dejo lo suspensivo entre comas flirteando de Tacuba justo dos cuadras antes patológico clínico cruzat, retrubo guiñapo, peyorativo brindis soltero, farrrufff...fantasia, aire, rapido, falta aire y flujos vaginales nuevos, rosas, verde-agua sertao con el zumbido continuo colapsando los preliminares en la cara para buscar el sentimiento de existencia culpable para el digladeo con el yoísmo y la unión familiar adecuada para escribir amaestros la imposibilidad insolencia casi desde todo el tiempo de pérdidas de cualquier flujo anterior entre putas obsesiones y batallas para mantenerla regordeta en una noche que me mira pidiendome sexo cada segundo de la obsesion, y que renueve pedos y gritos y lagrimas y ansias de azúcar y miel de desaliento seguro de seguicios erectos preferibles, muy acá.
Cachambolan carrangos menús, deseos, precipicios isleños, cementerios contiguos de sementales rompeolas, tardíos; precisaría de mas menos cuandos malandas, o dasámes en balsame o cremitas para el short mil decías mel bijoux gyongiei o llevo catorce sé, solo caras de la semana anterior, algunos simikaboyechi, soplos y parás, mis amores sin líneas difuminadas en el palpitar del sonido nupcial e insisto, no dejo lo suspensivo entre comas flirteando de Tacuba justo dos cuadras antes patológico clínico cruzat, retrubo guiñapo, peyorativo brindis soltero, farrrufff...fantasia, aire, rapido, falta aire y flujos vaginales nuevos, rosas, verde-agua sertao con el zumbido continuo colapsando los preliminares en la cara para buscar el sentimiento de existencia culpable para el digladeo con el yoísmo y la unión familiar adecuada para escribir amaestros la imposibilidad insolencia casi desde todo el tiempo de pérdidas de cualquier flujo anterior entre putas obsesiones y batallas para mantenerla regordeta en una noche que me mira pidiendome sexo cada segundo de la obsesion, y que renueve pedos y gritos y lagrimas y ansias de azúcar y miel de desaliento seguro de seguicios erectos preferibles, muy acá.
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