Haber elegido abarca muertos, mundos, mindundis inculcos, honkytong y papusas y pautas vocíferas, y callás en tres tiempos y te acabás resbalando afectós del impuesto noscornial, tendido ápsole teñido de nulos, de departir díxit en cápsulas de clorofila y chismes que maltratan el éxito adelantado y las babas del just me, algo again como cuando bailábamos al rato, al son del perfume que se desvanece y calla al sentir la realidad tremenda y las ganas con matrícula de honor e infiel al también; bolsillo, poesía, nota editorial, propuestas, no soy yo el año que empieza bastardo, abril, turista, gatubellita sin nombre, de anecdotista apático sin guión, para aplaudir el finiquito, o pueblo califal, sinlente angustiado, fritzland como los expresados excesos y sentimientos infieles del sí, opuestos a la maquinaria de hacer hijos y tetas, y los escenarios de otras etapas clónicas a la niñez inservible que cae del bolsillo con otras angústias relacionadas con cuervos a promedio y salus para amamantar cualquier destino inexplicable, clandestino, limeño y justamente frustrado por el vaticinio del ejercicio ejecutador encogido en este papel pequeño, o benavídes del do y seguidamente la batería y el banjo glam marshall, como la marcá de letras de insomnio y peliculillas a la papilloté.
Haber elegido abarca muertos, mundos, mindundis inculcos, honkytong y papusas y pautas vocíferas, y callás en tres tiempos y te acabás resbalando afectós del impuesto noscornial, tendido ápsole teñido de nulos, de departir díxit en cápsulas de clorofila y chismes que maltratan el éxito adelantado y las babas del just me, algo again como cuando bailábamos al rato, al son del perfume que se desvanece y calla al sentir la realidad tremenda y las ganas con matrícula de honor e infiel al también; bolsillo, poesía, nota editorial, propuestas, no soy yo el año que empieza bastardo, abril, turista, gatubellita sin nombre, de anecdotista apático sin guión, para aplaudir el finiquito, o pueblo califal, sinlente angustiado, fritzland como los expresados excesos y sentimientos infieles del sí, opuestos a la maquinaria de hacer hijos y tetas, y los escenarios de otras etapas clónicas a la niñez inservible que cae del bolsillo con otras angústias relacionadas con cuervos a promedio y salus para amamantar cualquier destino inexplicable, clandestino, limeño y justamente frustrado por el vaticinio del ejercicio ejecutador encogido en este papel pequeño, o benavídes del do y seguidamente la batería y el banjo glam marshall, como la marcá de letras de insomnio y peliculillas a la papilloté.
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