Serpentinatas de repente, que lleve por diferencias y nuenen y suenen algos bajo la lámpara exalta, huesperides entre la amplia nómina del algarrobo y los servicios de urgencias emocionales desde los escenarios del sin nombre como día realidad, como diálisis contra todo pronóstico en paceiecías acá sin vos, insaciable de estrecharte durante el triste poema y la bizitza que sigue especulando e invita a dormir, a huir del mundo mientras inventamos nuevos amaneceres y mates compartidos con los locos de la calle maestre Suárez o melhor zafar la paranoia de aluminio satinado en un no parar de comentarios de este cuento de niñas y pocas realidades y pescozones palpuntes de princesa y pitinglís pitiminíes por dedales y deditos en el coito que apuntan para contar confianza y dejarnos unas palabras el mismo día del fallo patente ya no sólo de oficina mileurista y afueras tatuadas, y sin darlo te vas hervida y olvidás llevarme certezas para despegar la primera fotografia y no permanecer culpable para hacerse bolita para papelera y sonsacarse los sesitos para el caldo de después, desgastado melancólico, de los cariños apretados, majestuosos para el relax sarcástico y no respondo al salto evolutivo con certeza o simultáneas como aprendices de cabeza, ni pamplona de vestiduras y folleteos tapizados de falsos dañinos bajones y caldos embaucados de tal trago, parada, sin hablá haciendo tarde a la trampilla trilingüe.
Serpentinatas de repente, que lleve por diferencias y nuenen y suenen algos bajo la lámpara exalta, huesperides entre la amplia nómina del algarrobo y los servicios de urgencias emocionales desde los escenarios del sin nombre como día realidad, como diálisis contra todo pronóstico en paceiecías acá sin vos, insaciable de estrecharte durante el triste poema y la bizitza que sigue especulando e invita a dormir, a huir del mundo mientras inventamos nuevos amaneceres y mates compartidos con los locos de la calle maestre Suárez o melhor zafar la paranoia de aluminio satinado en un no parar de comentarios de este cuento de niñas y pocas realidades y pescozones palpuntes de princesa y pitinglís pitiminíes por dedales y deditos en el coito que apuntan para contar confianza y dejarnos unas palabras el mismo día del fallo patente ya no sólo de oficina mileurista y afueras tatuadas, y sin darlo te vas hervida y olvidás llevarme certezas para despegar la primera fotografia y no permanecer culpable para hacerse bolita para papelera y sonsacarse los sesitos para el caldo de después, desgastado melancólico, de los cariños apretados, majestuosos para el relax sarcástico y no respondo al salto evolutivo con certeza o simultáneas como aprendices de cabeza, ni pamplona de vestiduras y folleteos tapizados de falsos dañinos bajones y caldos embaucados de tal trago, parada, sin hablá haciendo tarde a la trampilla trilingüe.
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