Apenas es hoy, un secretito y que no importa esperar a que llegue lo prohibido, lo nulo, tantas que ya no sé, no distingo lo merecido de lo que se pierde y tengo que escribir a tinta a la historia, pasar alrededor de la reverberación, del casi puedo tocar las heridas del mirar atrás para ver si alguien me sigue y me intenta violar de nuevo, y ya más de día nos enteraremos de acá, un tanto posera de ideales y mizu, nobuta porcina, galletas museo y tipás separadas por una silla y bullicio que volvé a colapsar el truco de química cuando veo que mañana es viernes y eso es lo que pretendo hacer este año, dilé, de la casa de la paz, y después para el miércoles pensando en la básica y en los chascarros tiempecillos leseros simples dentro de los puzzles y sinceros sentimientos tentadores que todavía no pueden jurar que serán como antes, que sentirán los cánticos angelicales, que confiarán en la musa cuando exista y observe que no tengo demonios que las aborrecen por intolerantes y porque no las hay de las normales sin labia de huérfana transnochada, e hilvanadas en mi otro recuento bloqueado pará burlar la apuesta a la loca soledad saciada de mi esponja neutral.
Apenas es hoy, un secretito y que no importa esperar a que llegue lo prohibido, lo nulo, tantas que ya no sé, no distingo lo merecido de lo que se pierde y tengo que escribir a tinta a la historia, pasar alrededor de la reverberación, del casi puedo tocar las heridas del mirar atrás para ver si alguien me sigue y me intenta violar de nuevo, y ya más de día nos enteraremos de acá, un tanto posera de ideales y mizu, nobuta porcina, galletas museo y tipás separadas por una silla y bullicio que volvé a colapsar el truco de química cuando veo que mañana es viernes y eso es lo que pretendo hacer este año, dilé, de la casa de la paz, y después para el miércoles pensando en la básica y en los chascarros tiempecillos leseros simples dentro de los puzzles y sinceros sentimientos tentadores que todavía no pueden jurar que serán como antes, que sentirán los cánticos angelicales, que confiarán en la musa cuando exista y observe que no tengo demonios que las aborrecen por intolerantes y porque no las hay de las normales sin labia de huérfana transnochada, e hilvanadas en mi otro recuento bloqueado pará burlar la apuesta a la loca soledad saciada de mi esponja neutral.
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