Amantecá pernol, muslito en un que saque a distancia renacer sin ritmos frágiles de estos corchetés amantecados, perná como en automático puberto y así acabá y no hicé nada para seducirte tu mente ni tu mantecol aislé, y cualquier otro entre tantos entonces y lo dicho y hecho para preliminares y entendí que algo vibra y te imagino eterna, ardiente, acá, casualmente en el escritorio asfixiado y me olvido del pensare y te imagino en oriso melodioso entre cosas prohibidas y bombachas y bambalinas sin saber que és cuando despierto a la ruta en el progreso y la plática de lo vivido léfrigo, fragmentado en paseantes marcás y dulces gozos de cuyas mamaderas y cosas exteriores que pasan y cambian a uno por otro entre tantás y tentempiés de parásitos o a sus siervós de ajo, y no en doce años, sólo pido el inmediato de la niñez y que vuelva la abuela para acunarme el estéril colador, y demagógias o al fin de la maleta de textos y sexos y pediré que se vaya el jefecillo y el sastre de mi caballo me diga que sigue y sea mi sentir sin suero de diazepan y descubrirme con proezas y desdibujo intenciones, el original, talés, lo de atrás de la carta interior, apenas un córpore en ruta de mínimos detalles y el cambio de atrezzo y de horás tras alfa y omega y diógenes que pronto transformarán trasfondos y pernás pubertos.
Amantecá pernol, muslito en un que saque a distancia renacer sin ritmos frágiles de estos corchetés amantecados, perná como en automático puberto y así acabá y no hicé nada para seducirte tu mente ni tu mantecol aislé, y cualquier otro entre tantos entonces y lo dicho y hecho para preliminares y entendí que algo vibra y te imagino eterna, ardiente, acá, casualmente en el escritorio asfixiado y me olvido del pensare y te imagino en oriso melodioso entre cosas prohibidas y bombachas y bambalinas sin saber que és cuando despierto a la ruta en el progreso y la plática de lo vivido léfrigo, fragmentado en paseantes marcás y dulces gozos de cuyas mamaderas y cosas exteriores que pasan y cambian a uno por otro entre tantás y tentempiés de parásitos o a sus siervós de ajo, y no en doce años, sólo pido el inmediato de la niñez y que vuelva la abuela para acunarme el estéril colador, y demagógias o al fin de la maleta de textos y sexos y pediré que se vaya el jefecillo y el sastre de mi caballo me diga que sigue y sea mi sentir sin suero de diazepan y descubrirme con proezas y desdibujo intenciones, el original, talés, lo de atrás de la carta interior, apenas un córpore en ruta de mínimos detalles y el cambio de atrezzo y de horás tras alfa y omega y diógenes que pronto transformarán trasfondos y pernás pubertos.
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