Trances automáticos, troncales, recetas sucias de otro traspié sin chasquidos de chillo, de aguante privado por el robo del saqueo de las críticas completas y áticos y ojos para distribuir la defraudación de la gente sin planos infumables como las telenovelas queya no aguantan el caos de sus personajes y ni los alimentan con videojuegos ni el rendimiento de étora, del cunilingus que llegará para decir el saludo como oración sin comisiones, y ni las odiseas de requiebros con suelo de taoba como travertín de judea con lazos de sangre y hermanos y primos millonetis como aquella serie de aceros de linóleo sin dar el paso de burla y tipo fijo para corregir las pizarras de la sabiduría del conotutti de rechines, de bar, de cocotte que pide volver al gorgó adoptivo, o en los ingenieros de música épica para la futura batalla a horcasitas sin el fusil de ojos rojos sin aquel crudo de purpurina y lo de la legalidad del protocolo que barre el servicio de la licencia del cómico autónomo y más ofen...