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Mostrando entradas de enero, 2015

Moiweurhieskfjxbkjghieruh

Patrañas, mesías, apio pulcro or hiesk fijado en oro, en la pájara mental del biciclo sin coste alguno en el légamo del largo aliento, o la silueta del súculo, del mate diestro, difuso, sin patas ni los ácidos que corrumpen la tinta roja de la menstruación a la mesa de café y posos de postres casi del siete, o del cinco, o del fiero negro ue besa el diente del orto, del doble de ases, del órgano compenetrado con los quilómetros de apenas, de apocos rozando hipotéticas balsas de untuosas distancias que cogen en el famón de crisófogos y menos sesteos y seserones en el serrón del piano verde, desnudo, u otro clase con menos apoyatura de críticas y líneas que intentan recuperar los manchegos nahueles de canículas y hojuelas de miel al uso que hace cortina de flores y recortes de los ochenta como varios artistas que retienen la cuenta al revés de la censura surrealista que se cae con el olor de predicados y pericayes vestidas en la lejanía del cascabel de la poca idea que duele entre matu

Chotoburrobuey

Ulular agazapado de litio, y el viejo, y las cartas de smith que ya no recuerda quién lo sacó del pozo, de la más mínima y elenca como una guerrera a punto de caber en el anonimato del interior que no puede corregir xanas o sorginas o manillas o pijas o divisiones del mismo llegar que las efemérides zorrozas que colapsan el descubridor de las disputas locales en diferentes quilómetros de raras llamadas con el servicio de frenesí colapsado por el entreacto de un nuevo golpe en el servicio de los estamentos mal calculados para calcar las vidas salvajes de maltratos y disputas en cualquier tarde como cuatro rasguños de la cifra del verídico conciudadano mártir y más o menos crucificado con la suerte de las féminas que frenan la chirría arrastrada al desánimo y al diazepan como pastel de la solución al poco sexo sugerido entre esfuerzos de panageas de líquidos como uno más allá donde todo queda y nada traspasa transparentando otra línea, otra vez la bici, la moza, la cuenta que la paga e

Chau, 2006 también era Aries

Parrotta, happy chibi, en atentas restauraciones que siempre crean la procreación del líbido sin pulsión del karma, de las piezas de puzzle de la confianza que se duda de si es ciega o examinada por la dulce atracción en pieles de Aries, de oso, de cualquier cuanto después de la herida resbalando por las implacables hambres de agarradas maneras sin motivar la forma de la tienda sentada en la primaria que regenta otro cómplice de ángeles y futuros fálicos con ocultas relaciones sin un húmedo horario de despacho, de pacientes laicos en otra cosa respectiva con el incluso abierto, sin novio que escucha la conciencia del nombre imposible, entendido sin la utilidad que sobrelleva hacia el disfraz de compromiso enfermo de contrariedades según la secuencia tuteada por la prometida derivada al peonaje venido expresamente del espontáneo privilegio de Judas; da lo mismo el cansancio de algunas tíbias frases azoradas con los gánglios de la vejez, en camas separadas sin los guantes por algo aleg

Giglipuf

Mache, dich, u tarde díxit, giglí, en este solista paraíso de coros teñidos hasta la punta del instrumento, hasta otra herida profunda en forma de siete que se convierte en la contradictoria de los puntos acumulados en casi dos intermedios de un corto septenio fácil, que escucha los seis que se llevan acerca de la circulación del traumado espacio de extranjerismos y paranoias dedicadas a las delícias del insuertudo maragote de trigo y bastardas en vez de grúas y armoniosos gorros de papel de lo contrario, contactado con el cupido que vuelve a fallar para rehacerse con otras ansias parecidas al ardor del principio cohecho de los diez aniversarios de novenos mirantazgos abandonados y por asumir los nuevos y pocos tragos de sol en las iniquidades y falsas, por veinte espaldas en las rebeliones de brigadas metálicas de extraña imitación a cobre y a la iluminación de angustiosos énclaves de salvajismos vendidos a un simple nunca a pie de oro y sexo cambiado por frívolas nupcias de ojos y

Eunuco

Nunca en las barras, en enunciar la pipirana de zeus, de la ida como mono de colonia y fragatas de otónomas en el retorno de la mala temporalidad del mejunje tras el mal de ojo de la miniserie del eurismo central del balneario en los jámines del jazmín en cervezas turcas y algún que otro foundant del sinoque de felaciones, de mai tai sin alcohol negro ni falditas escocesas de cuadros, de fraiolis sobre la sultana que continúa interviniendo en las relaciones del árduo torneo de promocionales anuncios del esbozo que no compone crímenes ni bienes para el condado de huellas dactilares entre hojas de cebolla, de cálculos y las cajas de bébek niní, de cada bostana que se anuncia con las fans del naufragio en vedas que toman por el ejemplo del lujo sin hipoteca, de ahí con halajabas y viajeros de la diligencia de un viejo oeste imaginario que opera en futuras entrevistas para la cabeza de cada bruja con imágenes de pistolas y aciertos y escasas dejadeces secretas esperando las arbitrarias d

Tiépolo

 El salgan verdades que no esperan las destrezas, las saúdes, los goles de nata yuxtapuesta con la mandarina y demás fruta del protestado número de vidas y amigables llegadas de la pena en la piedad arrugada, anuda, sin psicofármacos para disimular la soledad, la histéria y otra vez el historial de nubladas lágrimas en la billetera por no decir contados sueños húmedos ni hablar de ibarros y belmontes bordados en el agujero del no, en público púnico como amarillos espejistas de otro destrozo a destajo, de otro imaginario tsunami de ataques y muertes y latas de atún en conserva y bretzels y saquitos de lana siendo una ganga detrás de otras tíbias generaciones en las más centrípetas que apoyarán el duelo dificultoso cuidando el enojo hasta la plena seguridad del desentendido rol de soltar las pulpas de la canosa vagina que ya ha muerto sin atrapar el algo vibrante, los tebeos y tengos y pesados roces de banquínias y baños de otro virulento compás flotando por el fluír, por el glamour qu

Vínimex

Intentar agradar para desaparecer con la basura, con el nódulo inservible de civismos egoístas y tan faltos de razón, de miedos, de la única masa rota del kanka, de verduritas y más vínimex en el vaso, en el límite de la leche, del viento, del nueve, del diez, ya sin esperanzas puestas en llegar a varias cruzadas de crianzas y algo más para un número concreto de agonías y canciones repetidas como otro día cualquiera de fatal calibración que vuela con la ginecomastia insegura delante las damas de testosterona y sarcásticas holgazanerías con olor a melanzana que rompe los tacos conectados a los bafles de ortiz como segundo año raptado en lo mismo, en el aforismo del gol, del foro de edad, de mili y las leprocías en tres minutos para hacer la comida y el postre de chocolate fundido caricaturizado como tos, y nuevas caras de la pancarta del futuro como un a nube de gas que explotará sin el control de áreas de guerra en el napalm del sur, donde destacan las mútuas mayorías de manatí y me

Isagoge

Gego, así del mismo triángulo que trata el teatro sin papeles resignados al temido fin que no decía silenciar la castigada herencia de la soledad sin ventanas ni subrefujios en estado de seciedad, de la hora de aventuras y pegatinas en el centro de la veterana intuición como griegos púrrios de otra garantía de las novias abanderando las mezquitas del rupiu, marcando la simbólica emergente sin distribución de carteras ni las piezas de cromo y maco y marcapasón en las imaginarias camas de agua y alfalfa prensada como colchón de colofones y poderosos lambris satinados con las rampantes desde otro enfoque exhuberante corrugado con las diferentes angulaciones de sega y caguamas de tiendas, de falsos vestidos de estructuras tubulares en el calcado cuerpo de presentadoras con la estrella en el telehit, en el grito hacia la fecha por la zona extasiada de peligrosas y coquetas serpientes en forma de dama, en forma de muerte moral que remite al mientras bordeando cajitas de tres entre ideas e

Mefistófeles

Mefsá, o gelaciones en gel butaca, o fierros o sondas, la nelatón, o la rúa natilla de semen, de aprendiz de trobador sin la itawa que edita la gracia catapultada por la hora entre misterios y museos de idiomas en varios correlativismos de alrededor del diédrico de minus a guisa de la posibilidad pasiva de entonar botas y leggins partidos por las posibilidades a modo de mínimas partiendo promesas y funciones de aspecto de comandos y marquesinas de olor a palomitas y librillos viejos que parodian curiosidades al darle el caso grabado definitivo como los aliados desavenidos de las fuerzas sonoras del mal que vuelven a pinchar para cargarse la misión de años e informes iguales que los del público seguro con aquella blasfemia depañá tocada al desapercibir los comunes sentimientos sin operación ni sita burocracia recién pintada en la pata del máximo cerdo, y ni las razones de usurpación del picor que abraza otra enfermedad mental sin la llave de la personita que se resiste como viajando a

Periostitis

Perisós y permisos, y circulaciones, y áquelos siameses del mes, incluso cualquier lar de despedida, tocando en tensión, en amigos, en letras y demonios con alas como leyendas, y el mientras tanto en el ojo derecho, pegado con piratas y condones de fresa en el respaldo de los errores de la intimidad mental que pisan el después de las palomas en ascuas de algo inútil como narrador del cruel miedo que agarra las culpidoras potencias del bikini satinado, del guarro adelanto que huele el monorama de temas y asesores de clasificaciones de catamenta y cástings para decir lo de cada inquietud sin presto non, o otra letra de caqueñas enanas de veinte performance alteradas por el desplacer que causa el subconsiente como aramiño anoréxico en una bicicleta botulínica que se parece a otro hinchazón de labios y otro susurro más con final feliz y la fe que falta para conseguir los campamentos a las embestidas alienígenas, como de stargate, en sotu supurando las acojonadas sin guión geométrico de i

Grilagem

Grilletos, gemidos y pases para el siguiente espectáculo sin cuentos ni excusatos ni entrevistas para los nuevos discos de voces de perro escarbadas en los precisamente de infortunio y enganche y primeras cumparsas de la noche, en tres monaguillos y más o menos otra estrecha avecinada que desperdicia los peninsulares precios de atracciones y casi nunca las consultas para desprestigiar avatares sin razones gobernables para atraer otra vez la depresión de las soledades que se visten para follarme por el estrecho de la locura, por el tántrico endagado en el hambre prohibitivo, o por la ida de la voz de duró para recordar que nada dura y más que algo se escapa del control y se seca contra todas las razones de lo bonito y progresista que suena como otro baitai con panderetas y máximas sin la nevorita con conejo que combustiona el sexo sin las feas razones del no, sin besos ni invitaciones de ningún flan quemado por los pecadillos que entran en el suspense que se medita con la medida hecha

Lomilomi

Lomé, y luces y grillos fritos, amantecados y preparados para la patria, para resumir, para fornicar con el horno instantáneo que mantea la disposición del probable ángel de apneas sin costes de reparación como las baterías del medicamento que se resetean como cuentos infantiles de montañitas y temblores cobrando doce puntos por el pride, o por otro subjuntivo si fuera ciencia, o acaso extensísimo cuerpo de frutas y materiales bajo el terminal bidón de cisplatino y viejos periódicos hablando desde la perspectiva del año atrás, o del ocaso traidor que no ausculta la depuración del filtro del resto natural para proteger la autociencia del sobrevivir al no dormirse con un rayo duro para despertar el despeje del hereje sin brazo de autómata, de auras dormitadas en la bemba por parte de la trascendental montaña de prisas y pistos de una verdad hasta que se corta la rueda de dejar el ventilador con insuficiencia y tránsito hacia el brote erguido de inocencias violentas, de un amor imposibl

Buzbaz

Pedirían swing desde las tripas, desde una pizca de ropa tendida, fotografiada por el bombardo informe gore de lobos, casi abuelos por la nuca de la rúa lejos de la gasolinera y las sillitas de perro, de estúpidas esperas escupidas como santafesinos y pipí de emigrantes en una colcha de volantes y baldosas de lecheros de toda la vida disienta, desierta de sorpresas sobrepasadas de un virtuosismo engaño enclenque para recoger la vista  del visado de búzbaz y las cuatro afueras de cada multisala de recreo coom máquinas y góngoras y deberes de literatura china para recordarla como la lámpara de vóltios y algunos grados de más, o globos, o eructos de helio, de fino masaje como las aburbujadas montando chufla en galanes o rías o más erógenos bajo cero, bajo las faldas de la banda power lanzada en el año tampa, como nuevo y primer pirómano de traidores y restos de estudios sin disco ni turnos de papeletas, del maus y ocho camelotssin el manual de la historia en la página dos del último peó

Narachastra prayoga

Sacanagem o sarcasmos rudos, o ruidos de la pragoya del cáldentey de menos humor que las improvisaciones de las imágenes que huelen el concateno, el peatonal paseo acuático de puntos y cartagineses campamentos de palos y pactos y sesiones de cabos según otro método de las millas entre bordos e interceptados quejares depurados en una agua sobrante de presumidos seoanes con menos ironía que los residuos de antes; de obra, de papel, de auxilios y distintas líneas de naracha en el molino como la igualada que despista la posición como de fuera de la continuidad del explano marcado por la impresionante prenda de interior emocional que potencia un poquito la indecisión de encular con cola de carpintero o meter el calzador en la totalidad del alcance que muere por debajo el regateo azzurro capaz de provocar las vigílias del fallo de un cuarto espejismo del objetivo desviado hacia otros solventados por más previas obligadas a estar cerca del cucurucho con mejorables pases seguidos y puntas de

Xaopces

Járebs y márkets y desamor del defamer del siempre que resuena en la razón del éxito que cuesta mantener las folladas sin rencores después de la presoledad y los xaopces de jarabes de información agradecidos por los cigarros pasados por la máquina de liar otro logro de frutos y polvo con más certeza que la tesis pendiente de la versión final de la pendeja sin el ascensor de barra, de crisis emocional como para no penetrar con el patriota imposible y perverso como otro sencillo ras de menos tolondras que las gomorras de caligrafía tonal para la razón que altera posiciones y protestas que avanzan con el sintáctico trabajo de servicios y manos y persianas y párrafos de oraciones desarrolladas al lado del discurso que habla de providencia y de unidades omnipresentes, de hermanos de hormonas y argumentos que eliminan figuras interpretadas por partidos al lado del pertiguear veo de sopa de sobre y algunos decafeiné descentrados de la bebida de los dioses que apalabran servibles y gentiles