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Mostrando entradas de agosto, 2008

Eterna orgía

Culo de mantequilla para hacer mentiras. Te arrancá los genitales y los guarda en el bar Nelson, ahí se envuelve el mundo. Se acaba la gargantúa y por ahora solo un besito de esquimal sin tener que ir a buscar la caja de zapatos para poner tus genitales y vamos a la primera cita, nada, prepárate querido amiguito de este agujero infernal con mierda con botas, pero en fin, sigue lloviendo pis durante años, hgasta que muere en ese gran patio aburrido, de esa cárcel...no sufras, te quedan tres opciones, luchar con él, dejarte lavar la cabeza o dejar matarte pánico extremo o alucinaciones con bonita barba, tatuajes en la cola, y alternativas muy agradables de morfina, pimentón limpiador de desagües, limpiador de bronce, limpiador de barcos y una jeringa; querido amigo, se acabó, me han convertido en uno más por correspondencia, hice lo que tenía que hacer. http://perro-invisible.blogspot.com

Teté a memé

Díscola, a solas varias horas desesperadas a las puertas a cuya benevolencia sin previo aviso tempranero para tropezar y acercarle a cada farra nocturna, a teté a memé, a votar por los cuatro, por el mejor mamadero de quincalla como una especie de amfiteatro rodeado de orgías y templetes ordinarios en aquella operación dudosa en el barro del deshielo con florones de piedra y avispas de metal que pían y consuelan las fuentes y los fruteros encargados de portar los emblemas de los visitantes en contínuos sobresaltos y espasmos disparatados por los impulsos innombrables; dos, cuatro...nada preciso, ni siquiera el número de chorros chispeantes, ni si salió claro, espeso sobre peones y albañiles fermentados, en un silencio alambre, avezados a la vida de plantones de estupor, almenas y gárgolas, alacenas, montijas, que preguntan el nombre del ilustre seno dorado en la planta baja.

Opa tololo

Eferverere, lo último que se dice, el último delirio, la última rata, este último favor hasta la persistencia confundida por el céfiro inesperado, tololo samaritana; refiéreme embotado, embutido siempre a escarlata, primperán y sin más explicación agarrá el brazo, su sexo fruto de los crímenes en el lugar donde se encuentran afiladas exponencias que chirrían en cada goce teniendo el son, con el fin de tantas cláusulas convertidas a favor de una boca acertada, artificiosa hace unas semanas y dando cada favor y haciendo con gusto de la fiera y la facción acérrima, partidaria de todo el temor paupérrimo, crostuno de inmediato, eferever, bereber, prosperitario por delante como lenitivo cognos pisulánimes, efervescentes aspinícuer, chacachaca, opa tololo, en caso de cortar la dejá vu paranormal, según la teoría de Dickens banal, inexacta, cambio de entorno, cantidad de detalles supuestos, empíricos, paranormales, opa tololo en el momento del delirio atónito, gracias a la voz del otro que te

Alelo 334

Lole, la cúspide del momento poco natural de peluche rígido y el opus mei de morros nacido para los horrores nouveau y el tiempo tectónico de la vieja guardia del total deficitario; en segundo lugar ¿que? no hay nada pesado con gracia exemta de tríos y sentimentalismos y autoconsideraciones abstractas de alelos y niños y niñas del mundo artístico pecando pudores y corridas inmaculadas de ejemplos reposados en el contexto; carpinteros, terapeutas, chóferes, notarios, vergas antiestrés de herencia genética, ilusionista, flor y nata de diez vestidos y relaciones bordadas, estériles genomas para la base de la excusa vasopresínica de dos de cada cinco cimbreles embrionarios, ocurrencias a parte de pezuñas y ruleros encarnados, partes vacías de cáscaras rabiosas y otros alelos que reproducen infidelidades del 334% de aquellas palabras que quieren y no pueden, no saben, les cuesta arrancar a lo hollywood y acabar el semen bebible y las letras de canciones inteligibles, el efod de lino, los úl

Viserau

Respecto entonces genéricamente bladíos, harapos separando estas calles en todo, bien que en pocos resultados transtornados por completo a su alcance sin zarandearse Madrid-Lisboa hasta reventar la novela negra, traicionera de salitre y moho verdoso, ligero de ropa, convertido en una belleza sufrida entre cuyas sábanas esconden ganancias y funciones de marfil, a la derecha del almendro, donde la caracola violácea espera en silencio la oportunidad de tal cual llegar y seguir confuso sin ver las estrellas ni los marrones nuestros agraciados, renunciando a cada cara con sus barbas y Ave Marías con zaguanes y emociones torcidas; ahí va el peine con unas gigantescas garrapatas copiadas de los billetes de banco, nada que ver con tornados ni rumores de la banca que dice adiós al nido y al dominio absoluto de las 58 medallas españolas bajo el propósito de enamorar la encía ciclotímica mil veces adento, y la prensa n'etait y su tema escogido de estrenar la querencia a los galantes chés de a

Pinocho Vargas

Pretextos y léxicos se intercambian bombas lapa, se rumorean murmullos, perros, vacas, dobladillos, raros kiwis, 24 horas abiertas, funfuños, volar por S.A.S. líneas aéreas escandinavas y el centro al segundo mientras Messi se come al arbitro y Pinocho lo abraza entre la multitud abrumadora de jengibres y pasas celebrando el oro y deleitando a cada aficionado en cada córner, en cada oro gaúcho; en el interior hay tallas y grietas ensangrentadas de yodo y vendas vírgenes imperatore con plumas de pavo abruzzo, también accesible el número dos a la izquierda, estantes de ataúdes y restos de maquillaje septentrional, pero en compensación rústica, varela, via Scina once del barroco de vuelta a varela por el passero hacia los vestuarios, con la rúbrica enganchada al pesto, donde sirven exquisitos antipasti por el teatro de tablones y delirios posterior al atravesar la puerta del despacho del comercial para comunicar decisiones, vistas escénicas, bloques de asientos ocupados por nombres cordel

Los desconsolados

¿Sepia o cazuela? la duda era de las gambas gastadas, pero por cierto, viñuelas, el plato más suculento de toques y otras paredes de tacos tocando tachuelas de rayas y traseros apretaditos de colores que buscan pinchos olientes de cuatro y besos y tragos de parches para brindar el fin de año y la decisión de los postres y la tarta Sangiao a la naranja verde sólo para brindar hasta el mediodía y salir del paso sin embriagar el ritmo de salir jueves viernes y sábado seguidos de bleau con alguna primera media de doma ortopédica.

Digamos

Un tres sobre diez; presiones, búsquedas, enigmas, calabazas que mandan, granini, cortado, los hasta luegos y la gente que se despide con más retraso de euros para lanzar una oferta y Joe en el Olímpic; digamos en miniatura janículo, medio avanzado, incluye bares, tenderetes estropeados, toscanas en cuanto a la mezcla sombra de la tarde, todavía Farneso Reggio como auténticos hígados de oveja hacia el carso más famoso en la década de las pequeñas témperas, para muchos el principal motivo mejor representado después de este cinquecento viril, en vivo los miércoles y viernes de siete a siete honores duodécimos, sencillo por su planta y por su entonces particular ejemplo con escalones y figurines brumosos en cera cuidada y huesos para hacer los moldes de los penes cervinos de cenizas y vientos que arrollan y se llevan paquetes por delante, y prácticas hacia el interior de otra alma unánime en forma de conejo alargado, sin patas, con un par de....que no se puede decir ni besar el propio des

La esposa de

Determinadas premisas, esposas de razonamientos y chupadas en primera instancia, esperando la subida del líquido púbico con todas las consecuencias que acarrean siguiendo los criterios homogéneos cuanto más condicionados, de compra del mármol, stultus para cuestionar lo privado públicamente, siglosismos en fila y premisas apurando lo cierto del predicado y más mamadas, que vayan pasando una detrás de otra y vayan amorrando de razonamientos no deductivos, ordinarios, supuestamente para alcanzar conclusiones y sacarlas a pasear y demostrar el dicho supuesto nuevamente verificado sin que todo S sea P de extensión universal teniendo en cuenta el tértium de sesenta y cuatro combinaciones disamis y calidad de otras premisas siglosísticas de esta misma regla particular sobre la base del también de cada época sin integraciones cíclicas progestágenas por el grupo canónigo en una serie de menús del día para sangrados vaginales, cíclicos, sin nombre ni apellido; tintes, pigmentos, acetatos de esp

Se hace

He aquí el making off frente a la viraja borracha y se hace en ambos costados contradictorios en cuyo ático tenía el sentir del impulso antepasado, sifísco, tema difícil prudente de contestar y apalabrar el resto vagamente spender, riquitos por dentro del atisbo, y la rendija era como la voz de mamá en agua embotellada limpia, sensitible, amorrada al frotar desganadamente; se hace ya eso de que haya y se ponga diablilla con burbus pequeñas, como de cava besando el estío maloliente, y por de pronto la otra de concepto incompleto, lícito examinar cuando y en la medida enclenque si no se trata de desvariaciones, por lo demás tema aparte, crudas hipótesis y limitaciones que empiezan con varios supuestos y valores a partir de deducir las últimas partes terciarias y decidir causas y partes de virtudes destacadísimas para valorar como afecto de carácter preferible, ni menos luckacs escépticos según integraciones de categorías evidentes, elitistas, de otros tiempos de lo bueno.

Chiclete con banana

Era otra vez el poco y mirando ansiosamente a uno y otro lado del barapalo, por todas partes, a punto de salir del cuarto convencido del chiclete y del retrete en forma de brebaje bastante harto, crecido, por la mitad del frasco efusivo y succiones de tan buen humor como la última del culo en la cara compañera, con la bombacha satinada en silencio arrepentida de los asuntos erótico-químicos esparcidos por el cuerpo del duende, como polvillos lirones que recuerdan a Banning y a los cuentos de Walt Disney como decir que sería lo mismo afirmar los pocos gustos señoriales dirigiéndose al bolsillo a punto de merendar Nutell como en la infancia agotada, también con pasivos de movimiento, y formulaciones mediante analíticas sobre aspectos comparables por razones que ya existen fuera de este preciso caso, fuera de toda función esencial, como el 26% de ambos casos ocupàdos en la medida que avanza y aclara rastros sintagmáticos y predicados sin chiclete uruguayo de papaya limitado en C para cues

Puchero silva

La sopa lista de puerros y agujones en espera de nalgas y pucheros hechos de aspecto cortejo, carmesí, y nudillos golpeando y galopando al son del cuidado de vivencias sabrosas, a todo el cuidado que se ponga en guardar intacto algunas pistas para encarnar pulsaciones y transtornos alcanzables; una furia, no, un ratón onírico en casa nuevamente agrupado con el dodo ante la ley y la defensa proletaria, más dilación, más bebida, en serio, falta bebida y droga y bastante confusión con el llegar y el bastar de todos los bastardos pucheros que mascullan para sus adentros y se adelantan a disposición de los invitados a biruku color pipí, y ella defendiendo su posición social, sus sueños más orgásmicos y húmedos a la vez vertiginosos en lo más profundo por derivar al ideal fémino, perfectamente covencional que se repite por poco y pregunta varias veces por ese fin que no admite prólogos ni sonrisas intentando trasladar para mejorar la comprensión del delirio a la baja, por todas partes desvan

Ovivo

Aplasta la carta y la cana se araca después de tal cosa absurda del segundo, dentro de cada ovivo perseguido, probablemente nada debajo del todo y la espera era sencillamente una notita con buenas noticias y llamadas sólo para decir que todo está bien, y habrá suerte monótona en cualquier llegada y llamada tardía con carta de negocios y entrevistas de trabajo, contratos adicionales, peramnentes en la demora del sil para pararse delante del destino y decirle que ya es la hora de volar por esos mares y delirios que te traen aceptos y una suerte agradable como una buena brisa vista por última vez hace dos veranos, actualmente ocupada con otro mozo charro que sólo grita ándale al penetrar su cuerpo embarazado del pasado remoto, de un delirio autenticitado, sustraído de la nada excusándose en otro ser, en otro cosmos sensual, delegado por algún juez desconocido y por discordias anticonceptivas; aperitivos Garibaldi en pequeños plazos a menos de cien pesos japoneses y tartaletas de foie ador

Abrazo Germán

Fraternal bajo el sol, en el patio abandonado importante y servil para el soplillo aguardando ojeras y funciones de vidas anteriores insistiendo hasta que se juntan crisis y posturas al abrazar los crudos sueños realizadores en marrachín simún delante el caso barroco del ántropo matraca hacia el mismo camino cada uno, volviendo a la proveta política para reelegir una primera visión durante la década derritida año a año y así evitar persecuciones aún cuando se encuentran diferentes relatos y versiones del cosmos de paso universal para pretender y terminar los primeros inicios del abrazo y los espaguettis con rúcula y pimiento transexual que busca besar a la novia y dejarse de envidias provechosas que desencadenan ansiedades y diazepanes abrazados a Germán, el número 29 de la compañía de taxis máster kid al no recordar mal y continuar para las gracias prematuras, algo concebidas en tiempos encantados por el paso del doctor y la caja de cigarrillos Mock para moverse a la verita configurad

Suerte dispar

Ésoter, tira mocos inconformistas, se va de uno, de dos, de tres esperas sin rebobinar placentas fetichistas según el manual de la séptima fila contando desde arriba de su balcón y agarra lo único que sabe del tiempo de los monos y de golpe la conducta cambia y se transforma en condición del dejar para mañana los planes nupciales que nunca existirán grabados entre diversos actos; tratando de mirar los principios y gastando cada uno de los errores y culpas desde la justicia suprema para romper desde muy temprano etiquetas grandilocuentes y sumas de elecciones sin excusas para expresar con el cónyuge perfectamente lógico, y el destino esperando para abrir la puerta de la esperanza innoble por la inicial de su cuerpo, y aún, de su mirada débil a la hora de proyectar nuevas imágenes y firmas de optimismo para asegurar la continuidad etérica de las formas y sus antiguos límites de culpabilidad que siguen preparando el terreno para nuevas ocasiones en deudas envidiosas, totales, húmedas, imi

Migajita Litsbarsky

Ruleras de provincias y recetas típicas al gusto del pastor estupefacto de pensamientos y guisos a base de migas y dientes de ajo antes de separarlos del cuerpo y del paso de las salchichas troceadas para la chucha y los jínjoles tostaditos de los extremos, preparados para el cuarto puno y para sustituir por pancetas y bacon frito en el mismo aceite que los productos de calidad calificados por la paleta de madera que remueve la mezcla que todavía se cuece, y se espera por brevas y tetinas y verduritas salteadas de bote, logo pollito y queso griego, feta, cuchillo sellado con calabacines y cachimbas con ajitos y pollitos y cazuelas calientes con espinacas y platitos en pimentón, importantísimo sin tostar y perfeccionar el juego del crícket al estilo de los Monegros, típico del campo del cebo; y el cacarear del gallo de fondo que se espera al aceite, a la degustación chupada.

Barakobamarokobomo

La única razón entrará de puntillas difundiendo queridas expresiones y quetales del quehacer aquí esperando algo cortito para borrar y seguir esperando lo que corre por los cerebros de los principios vitales, metiendo el dedito a la ama de casa vibratoria como un tocho en el sistema parasimpático haciendo de las suyas del pero no que tiene problemas para triunfar en el amour libre payasito de cualquier papusa de garete barakobamarokobomo, con retranca bajita, sin encontrar la palabra retrancada con la ese y tres puntos suspensivos que la subsiguen y meten cuadritos retráctiles para el maquillaje y chupar la cara para subir y cerrar la braguette del no quedando bajo, desnudo entre bombines y verdades del ojalá de reventas de aplausos comentando sobre atenciones ilegales a tres bandas del osea.

Fénix mugriento

Una excepción, una égida de nombres enlazados por besos soberbios de atípicas dudas traviesas entre las piernas de jabugo dueñas de ellas mismas al hacerse las dueñas y abrirse de piernas esperando la seguridad curiosa, firme, encajada, con tos de todo tipo para invadir los principiantes que entran, salen, se van emocionando, se van de su papel acelerado, y se pierden mojadas, se vuelven pizpiretas a su refugio de látex resbaloso que intenta penetrar en su depacho de ortopedia femenina rencorosa, rendida de lágrimas saladas para el aperitivo especial de la noche que viene vestida de gala con smokin y cargada de prozac mezclado con el pachulí de su olor corporal revolviendo inútilmente la conversación grabada en el disco duro por ella en el contestador con una cruz bajita, salida del otro dormitorio con envidiosos trajes de diseño, puchelanos ebrios sin darse cuenta de los modales entreabiertos a las cimas del seno soñado desde siempre.

Matías estamos

Siete meses, septenios, siete, siete, siete alpargatas, siete diazepanes... siempre siete, mirándome y recordándome benzodiazepinas doradas en dosis elevadas y administradas vía oral, agónicamente, sobre las exportaciones censuradas, rodeadas de ardor y de algo impuro que sigue mirando reflejado de vez en cuando en alguna parte de la mandrina de dunas suscitadas altamente secretas, responsables de las minas en forma de idea y de bombacha distante en el paraíso del olvido anterior; que nunca se muestra de acuerdo por formas sensoriales y viables de otros tiempos que le recuerdan a los modernos barqueros sin menor razón para permitir fallos eternos, sin claridades sobre los enemigosque siguen hablando del tiempo tocado y no dejan y juegan mortalmente con ansiedad y con el dueño del cuerpo al que le toca rejugar a la oca para encontrarse de nuevo con Matías viendo culos llamativos, porosos en setecientos metros de estelas externas y nuevos eslavones para alcanzar sin avisar de nuevo.

¡Che papusa oí!

Oí las diferencias de entretenimiento mi papusinha para poderlas compartir con los extraños besos que me faltan de tu parte platórica y triste; agoniza y no falles al amante que algún día seré yo deseando vivir del cuento en la espera de papusinhas como mariposas bailando en mi cabeza y extrañando los momentos pasados en cada segundo presente del hipopótamo con antifaz para el sol que duerme en mí, en mi cuerpo etérico reposando entre sábanas y mortajas y diazepanes antiguos, enterrados al parecer para siempre, o almenos es lo que piensa el autor de estas cuatro líneas tontas sin que haya ninguna papusa alrededor de las imaginadas anteriormente; oí las cosas y los gritos de desesperación hacia la vida nocturna,hacia la canción que no encuentro y ando buscando contínuamente como a la mina del sueño de anoche al atardecer, al aire libre del atril poseïdo por otra dama papusa y encuentra goodnight saigon pero sigue sin ser lo que quiere ni saber quién es cualquier papusa de hoy.

Perdón por la demora

Hay que tener en cuenta la demora aunque no parezca el diseño exhaustivo de la profesionalidad adecuada a la labor amatoria del juguete en cada mesilla de noche importada de fuera, del nicho de mercado de mandos posteriores y fórmulas viejas de consumismo gratuito para entretener bochas por una vez lubricadas en cadena y proximidades de gala para comodidades y frescuras monótonas y transeúntes de la semana de la moda entrando en un H&M y delirando para su segunda demora que pide perdón por la lengua de gato y se vuelve a demorar para traer otras y otras segundas nupcias valoradas por peniquetes y panzas y transeúntes de la semana de la moda que se vuelven a demorar por todo y por lo que no está escrito en la libreta del protagonista principal de la historieta de malos y melones que se demoran nuevamente.

Gepëesêtepeq

Así, añade, promueve, incentiva independientemenete de otras cóleras por argumentos que utilizan filántropos más dispuestos a tragar dioxinas de las de antaño, ñoño, para llevar ejércitos de cautelanos aciertos sobre preguntas y respuestas únicas y muros de papel guano, más recientemente Teresa de Calcuta, setas llenas de marginalidad y sufrimiento para niños chuecos de bici, hipnóticos en los front rows, cuya temática rave casi imposible por la calle o por otros parques y jardines recolectos.

La puta de la cabra

Sigue, sigue, se come el donut, gira el periódico en busca de la fulana más cara de la parte de atrás; diálogos marxistas aunque no inéditos le sucumben para masturbar el café corto a sorbos y audiencias del macarra que al contrario, hace ver que lee pero busca la fornicación completa, pelirroja con penetración máxima y ardor de genitales sedientos de otra partida de póker, a este respeto animado, y cortas cintas de proyección animal, con arte, y su infancia hecha a pedazos porque ya es adulta y necesita seguir buscando al yo que un dia lo llevó al cuento de hadas primas con cigarrillos en la mano; la mayoría de rostros narrados en segunda persona del pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo a la fila más próxima para un final redondo y propuestas triangulares acontecidas raramente, por el porvenir de la buena.