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Mostrando entradas de diciembre, 2013

Disquisín

Procacidades con la jeta, con el liberador porqué, limpio y dedicaciones a la discusión de anquilosar el olor a recital de autoridad con los giles viejos en la original que aterra en la predecible típica carrera de quinto forro como el típico punto de gusto musical que extrema la duda a nivel nacional con el grado de los libros y la releída viñeta de diapositivas y pseudos de omnisapientes almas aguantando la indolencia omnisapiente de la parte mental que controla la voz del recuerdo de cuando los tiempos eran sanos e inocentes como los años de la infacncia sin el pésame arrojado al color de después con el festín entre adornados silencios de la omnívora espejuela colocada por multifunción de los paños posando entre huellas y forenses de tinta y malhadada cuca por lo que gusta en la primicia de zen, del inocente apelativo que se intenta aquejar como cálculo de momentos de quejas al espacio dedicado al irreverente avíspero estirado en las armas de la firma que acarrea el bobero de ot

Alípori

En norma constantes fisuras reemplazantes como polos y mapuchos de la sala de nimiedades al fondo del suficiente café con mil libros y robustos clavados en tiempo de la irreconocible abrazada al ardor de la transparencia energética en la extraña bomba de hamburgo dejando el polvoriento espeso con el alípori confirmado, sin el arrepentimiento de la bebida y del pego quemado sin forma de casi todo espeso ni sin densidad de caer al espeso a medias en la oscuridad de un pedacito desgarrado junto al contestador psicológico pensando en la descraga metafísica a la mansa simbólica del afiche dúctil en el segundo vodka como girado en la mala prestada sin la culpa de la suerte de esconder para no asumir el cruce de la vendida mirada hacia el desprevenido apático de entretejer la pregunta máxima de salud y dequeísmos del personaje que pregunta sin leer los destinos sagrados sin el bloqueo levantando el dolor del par de ambos párpados de recuerdos y desdibujos nacidos de subterfugias directament

Deliquio terminal

Delís, esmento, memorias de otro cristo, menos calvo que el feo, que el terminal crisaldo de noche, de rimas boreales que estrellan la teoría del erupto hacia otras, urdidas del teorema de otro epónimo más en forma de necrometeoro que ya no se mece entre los culindantes carlets, ni entre las hojas del club molinillos que matan el pizcueto despertar en el posible regreso del corazón al sitio de risas y quilómetros de propietarios y pinos y despedidas de la pequeña y futura parcela que se anida con el cyan y el otro mobiliario de móstoles en el después de antemano que incrementa otra parte del crítico de banderas y hediondeces de cada behemente existente en la equipación de la mortaja seleccionada para ocultar la mancilla del capricho que se ensalza a patadas del caciquil doctor menos oncólogo bajo el grito del epíteto oligárquico y más gualdo que los horizontes del fondo sin simbolismos a la espalda de la oposición inútil que grime con estrellas y linfas en la semejanza de comprobar e

Juro subrefugio

Hasta el ante, de noche, de ferias y despachos de pizzerías y terribles ambientes del hechado en el buón de ideales y hormonas para la radionía de digamos un tumulto de usar la ordinaria racha de nunca en el tan plano bosque de picos filosos y trequedad a cuestas de la peste naufragando en las payas de más y tantas veces sin tentar al subrefujio de existir en los vanos de entrega y milagros de promoción seguidos de maullidos y algas de promociones que defienden obras para sacudirse cada estrés que se pide con el impulso de la pesca de bien que entra por los momentos de juramiento y madrugada ficticia que busca el contrario de planetar pataletas sustentadas por ataques de aparatosos instintos instruyentes de enredos y focos en la noche enradada bajo la prehistória de las corridas insas nihilistas que cuentan más con el carburo de vieja imitación explotada en la caída futura del eternizador disfrazado de berneque digno de guayabal junto a celosías de cortina y puteo en pie de humo sin

Probóscide

Probando la vóscide del bosco, de don coronato, y pulpas de cada mitad de la cuenqueña salud de salitre que cuenta con la voz del enemigo absurdo, de la prueba de resistencia e interpretación del otro papel cóncupe, sin el sexo ni el olor a fornicación y stroganoff a la plancha con las defensas en cada jeringuilla de lejos, sin el cercado de otra flor con la trenza en el aparato reproductor medio capado por las otras labores de incompatibles almazuelas de una sábana desde el punto de cada hilo de vainicas y matales de hilvanar los cuatro centímetros de malañas y autogestión entre residentes veteranos y útiles manuales de trechos implicando el plan de la plaza, colgándolas a juego de té continuado, para otra valissette de bebé casi en el orgasmo comprado para los tal en preguntas de cruz y servilleta sin la custodia del texto que se azota manualmente en los cincuenta y seis primeros minutos de leche manual, para visitar el viaje sin que fuera el mismo que el de azafrán y rombos de un

Pañales toronjil

Tronos esporádicos, de solamente las dianas del simmer, del otro más coriander, bocón, sin el saber del jugoso decir, de la mamadera empañalada en la severa línea new chinese, menos toronjil que la sábana celíaca de rojos en el body de surrealismos y juegos de expresionismo y más pensamientos que yugulares y lugares para freir con la tostadora de moscones y bámbiles y dátiles de cristal azul y celofán de muestra como los románticos desayunos de menos escupitajos que la hermosa chambina de shitake y toronjas envueltas del trote y del azafrán de minchia en varias esponjas de ajonjoli sujetado al surrounding estilo las primeras consideradas parejas de menos baile que la provocadora que acompaña en la posición horizontal del papel en serie que cronometra las remotas chelas de contratación de la noche estancada por las veces vencidas que se dignan a la miniatura coraza de otra pesca canina entre distancias y pradeles de aparecidos espantapájaros en la contienda de señalar con los tiernos

Nematelminto

Etilogía quisiera, o la fanática raula de nemás o sinceramente el prototipo literario regalado con las preguntas al rato para formular la jermu de las ladillas que entran con los sentimientos de andar y aproximar los quilos y tientas y tiestos con menos lanús que la borrachera desprende del soporte de alerces y bosteritos de corta fibra celeste de largos 29 tomando la incentiva a prejuicio del detectado proceso de tolerancia que trata la realidad con el sistema optativo de muestras y futuros de importancia ante el nuevo aliciente de dedicación a líneas de diálogo y postalitas para el versátil número de divididas en medianas propuestas de parodiar el drama defensando las tácticas de tragicomédia más el estilístico ataque de cierta maravilla que engalana el preparado plan de acercar hasta el corte de curiosos servicios de flecos doctorando todo lo aprobado del transporte sin el débito de hacer la autóctona encareciendo varias palabras de semestrales detallados al dedillo masturbador de

Talobeít

Desdoblando, adivinando la eterna y todavía menos mejorada adaptación del pajero moderno, sin ser auto leído como para buscar el retrato del nuevo trabajo de páginas y volanderos que ilustran otro nomeolvides de carpesanos y maracas que acarician el dulce propisto de alabancias y tableros de judas ni otra pantonimia que protesta con la nada de igual como en la escena del furtivo lío de cada millonada, de cada atala del privilegio de más carochas que la letra del genio que resbala como el popular tumulto de yucos e hijos de compartir propósitos y punteo de medea y queridos de inmediatez amada como algún cargo de placer numérico en el vermout de grog y siempre asesinando piratas y tanta colaboración por confirmar en el sistema parecido al dolido de ahí con los nombres y apalillados secuestros del sexo y por la parte de la línea de paellas y el nanai que nanai o las migas de pan que gachean y menos vuelan como los cojones duros en el satín dibujado en la mente del retrivére mal aparcado

Cocolimbinoideilic

Montones de aveces como si yá se diera el hecho del no necesitar el malinterpretado final por las hormnas de hormigas que pican sin leer el recuerdo del cual impulsa el apaciguado oír que pispunta treguas y mitos de una futura y temprana biopsia del néctar de los genes de aquella histeria desde cero y medio idiota para el adelanto de escribir hasta cien de ningun sentido común para heterotizar la solapa sin conciencia que conecta el púnico con el gusto del vino, del agresivo con la misma mamba de la regalada extensión de la diálisis embravada de monstruos y palabras por cada rastro rojo, de las demás pilinguis dependientas del orgullo de fornicar para hablar de la gente de bang bang y lucha un tanto en potencia del embrión sobreactuado por la conclusa indecisión del look de la vida de juguete y terceras inercias de poemas inesperados agarrados al níspero escozor de cebos y derredores de abrasión desesperada, de las ningunas de modelo arquetípico sin tópicos de tipo soberano sobre dís