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Mostrando entradas de junio, 2022

Damnificante NO

Otro no, otros ovarios que pasan sin tatuajes de tonterías y palomitas de maíz de minas y comportamientos sin la acción de secciones y secreción de más ardores y ranas, y autenticas cosquillas o mariposas, o noés, sin aquella estabilidad tan buscada y deseada; buceada entre tetas y dedillos masturbando un chochito joven e inexperto en cunilingus y lenguajes corporales para deleitar los besos de las próximas shisha's de humo verde, medio gris, medio rojo, en la medida de cada óvalo de lana, cada linaje de testosterona y órales y oraciones de aquellos saludos de hola y colgarlos condones para relatar y hablar de oraciones fornicadas con la letra del bíblico enavgelio y los bulbos africanos de hierba y corrosión, y bibliografías de aquél olor al calor del socorrismo como desinflamante del deseo núbilo y de las ramificaciones de poder, de aquella chaquetera chisquida y tremenda condición del astral en pegamento y fuerte atópico de titubeos y dafnes como amores prohibidos, como sensacio

Pland

Dlanp, sólo por el nombre de la energía, de la entrega del próximo plan de vida con el spam del futuro masculino para aportar algo bonito, y sin aquella orientación copiosa y plegada de haters y estrógenos en la mochila de pezones duros y actos de servilleta para la proposición del ratejo y de las capas entre pantallas y preliminares que los carga el diablo sin más minutos para orgasmos como spoilers de plantas y tiempos eróticos que aciertan los agujeros y las ganas que juegan a la contra del ahora, del rojo licor que da la mano para repetir la altitud de la jarana como castigadora entre arrebatos de rondas y fresas excéntricas sin bajar la interesada noche de pieles y postres en tiempo libre, como en componer algo de comparación con los otros platillos y mecheros de merchandising, de la joda de la misma, asegurada con el toquecito convincente para bancar sin echar el pecho entre talentos sexuales para chocar en el contagio intermedio del nald, o del tiempo espartano, o la genialidad

Dostarlimab

Dóstar, jemper, metarrestina, entre dostarlí y el mapa de áugenes y queso de tetilla, y el cadacuál caduciforme de la tercera reemisión entre los orígenes y los cuidados del no saber en qué circunstancias nació para que se hablase del fármaco, del lío tal del culo, del curso de rosacruz y la ya olvidada teosofía del objeto no encontrado por el momento, por aquella única salvación que besó el giro del cuello y órganos y mapaches y anestesias para la próxima felación ajustada al metro, a las interacciones de lo saber si hay algún fin en la cabecera de la cama o algún olor a chaloú, o a elote o pepote, o más beta HCG adosada en algún lugar loco, de crecimiento exponencial juntamente con las tres alas de tareas teoristas para saltarse el eje del elegido, del elenco de hadas y pastores y poles y calcos taoristas y sensaciones de no acordar la nada con la última encarnación del tinto al óleo, al dostar, a las mamás buenorras, más que monitoras de succionar tetas para enlechar las caras y bru

Haticenh

Hatich, casi sin viento, y la poca idea que cubre el feo gesto de no arder en lana, ni en los imaginarios más profundos donde se habla otro lenguaje, otras setas de sexo y mayo, y fetiches y gringueos, más párrafos de eliséos optando más campos que rampas de tetas y acuarios de tres bayas y armaronesy desdichos profundos, torcos, y tercios conllevados para el futuro equilibrio emocional que comienza por el cupido que aún se la espera masturbando y acallando las copias, los museos y el dereré de cilantro, y cemento, y obsesiones con todo lo bueno, sin dejar el falafel con la shisha como aperitivo y el hatichech en las catacumbas del olvido, en las antiguas yebras de enaguas y múrgidas y horas del paseo con horarios atragantados con trozos de chichita y algo de puré de rábano como complemento a las etapas de recomer múgridas especies de condomino y cadófios sin sensatez ni aquella alma para volver al juego para gastar los recuerdos malos de la vida haciendo la vista gorda y maleable con

Pedjefere

Talentos precalientes sin finura ni las tortugas de la próxima cita que tibota en laa dominación del piloto sin el columpio principal como filetaco y rascas del guateque imaginando otra vez el culo plano de M y la vuelta a la erección, al olor del pijama de pardo, conviviendo con más traseros y pedos y hábitos de querer fornicar con los recuerdos puntuales y cada enfermera psicóloga y doctora de bragas y bambalinas de cualquier pitón que sale automáticamente al oler el pompóm del menú infantil, de las prisas para arriba, que se lleva por la memoria de la apta pastilla para recazar la musa, la entretenida pejde, el entretanto entretenido con la cuba y los traseros inolvidables que habrán pasado por la cara de cada extracto del tiovivo, y cada erección múltiple que sigue conllevando el olor de la bombacha y la imaginación del personaje de la joda como tercer dato de brigadas y ropa chula para otras guías de oro, sin bancar el tiro como máximo de totó, o un cultoa algo de inicio, al sueño

Antahutaw

 Antatúa como piel de papel y togotale a capella, y sin el por tí pidiendo material, o meremes con vida de rico y élites de estímulos en algún lugar de coach y ansiolíticos como un goloso del pico, y del vamos a salir a ver que pasa, como para abrir el cariño de la veroka a mil revoluciones, diciendo crónicas y soñando en grande para maquillar los odios bizarros sin crear sueños para creer en la buchera de la joya del mito de más circuitos de opens para comediar y parodiar las ventas que llevan en lo básico de la mierda del remate y los actings del peso y el ritmo de anticamia, y aquella casualidad de desesperar quedándose en seguida en la memoria de los invitados para chupar el conocimiento que quita el criterio del saber hablar de lo que sucede en cuanto soer sin realidad de conciencias de los prenairs que intentan editar el sentido de enfocar el análisis de las referencias para follar solos con la finura del reconocimiento en tríos de cuerda en vegatorio a punto de votar camaradería

Lubste

Sublet, etsbull si hay toro, o corvina para servir a la novia del decir que abraza las palabras de abradón como abordaje de cítaras traslucando para aletear lo del gorro del durazno sólo cruzando el orden de algo chandoy fijado con lués, con más dragones que la luz de las salpicaduras del corro y tetilla de teflón, y un poco más de quedarse desvelado y sin la erección del mito, del asalto de otra galleta jugando al famosísimo juego con famóbil y muñecas hinchables de metro noventa y algo menos de copa, con algo de adecuación, de lubst y como olor a la definitiva, a la hora de cuidar y asalitrar los asfaltos quemando la rueda del políglato y los enseres y muyayos y tatarabuelas sin la vida útil de las tarántulas, ni aquellas cuerdas serpentiles, y ni los globos garibaldi, ni los agarrones que vendrán y se fijarán solamente con las miradas puras y recuerdos de la inclinación de ninguna marca registradora con el regalo hacia aquél párito con calidad y doble costura y dessamié y poca luz p