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Mostrando entradas de 2011

Pero entonces

Noche...y divaga el abrazo, el seso, el pirincho disuelto en líquidos secretos, en corporales meciendo el mismo movimiento, la misma vida desentrañada de la butaca, del miedo surcando otra vez la prisa, los antojitos enfermos que devuelven el domingo por un después que atrasa la mamadera de la huída, del bombón de dulce de leche para ver de cerca lo imposible sin el golpecito en la espalda del eco sordo, arrugado, detenido en el mismo significado por infectar de errores y mismas trabas con recuerdos ordeñándose de la misma baba blanca que el primer mes de invierno para cartas demasiado duras para querer repetir y repetir calendarios y transparencias que se quedan en el memory jugando con cada píxel del neurotransmisor a medio tejer y saciado de bombachas sin distancia en el lado del encuentro casual con el pero entonces imaginando vidas cruzadas de los retiros que se sienten muertos y cansados por los duelos que arrasan en la falta de manos de madrinas asomadas a las venas de ropa emoc

Señorita naná

De ser payasos y suegras; de eneros a enebros, a videlas, a naná, a líniers que dormitan la técnica y abandonan la jugada de denominación con la energía que no para de sacudir alrededor del aire, de las maneras, de la hemoglobina, de la seducción, de la carta a Marte pinchada, de fondo, de comas a parte y mitos que impiden el tereré por humanas gaviotas y veces para seducir la seguridad de la gárgola mascable, la básica concordancia, o el osea, de celestina en los libros de veletas y tetas de merchandaising directamente con rotuladores de congruencias y poco tiempo para los curiosos profetas y vacas sagradas afrodisíacas a partir de sucintas y milímetros protegidos con escamas de diazepan y lucro de consumo y cucro de puertas adentro, de tardías mesetas y peronés sustraídos del desgarre de las conductas de perro a la hora de fornicar métodos bajo la apariencia de tratados y guiones del amor estéril, de primaveras y crepúsculos dialogados con el origen de la mísera ignorancia, del sosla

Quiere tres pijas

Quiere el ningún sentido, tres pavas para retirarse de la generación, del redondel de los lentos de la incómoda al respeto de las puntitas de impecables parlantes con los ojos cerrados en despacitos espacios del medio mejor bien arriba del granoy granota, del papel de fumar incauco, hippie, chiflado entre tetera tetera tetera tetera y tercer tetúm del dos tercios del volviese vendado con máscaras africanas y el papillotte de la escritura con persiana y virutitas de acentos mal ordeñados, mal traídos por el embalado con la gorda de plata sobre el libro de pegamento y temáticas tiradas sobre el bebedero hebreo entre biromes para el caso enamorado de lo necio, de las tres emociones del quinto capítulo de novias que no existirán para el precomponer resuelto que quiere estabilidad de niño soñando con la enfermera que quiere tres pijas potentísimas para vestirlas de querido sobre el delito como si fueran un solo tentáculo, un solo mísil, un solo triángulo equilátero buscando su media naranja

Idioma de papel

Musaños de cas ajando en lo que se ve del supersentido pese a la lacuna de palomé y la necesidad y la lógica por otras compañías de espejo en borrador bastante comunicado con el fúcsia idioma de papel con dedicatorias de puerilidad y tesoros de la parte inmóvil de los periódicos inapetentes para la levedad indestructible que aún vive en la escalera de este puente de calefacción artificial y olorosas emociones celestes busquinando sentir el control del galope de tela acompasado por el paso del vértigo de cada palabra del nuevo idioma maché curado por la circulación servida a pulso con azúcar de kiosko y gramos de patológicas vehementes de cada ataranto con premisas y sacos de encontrar musas para sacar el yogur a la hora matutina de colaciones por encima del bloqueo del yum, de la biblioteca de muselina de apio y somatizantes y guatas con la sopa de amor limpia en el piscis a pilas amenazadas por el privilegio con la mirada intoxicada de choclos de las luces disfrazadas de promesas y ch

Zeketelerké

Telercós, misoginias y erkés y orcos de soda y caldo de puerco por otras claras de yodo e yérnigas de prensa estúpida titulada para los patéticos preparatorios que musican la muerte perdonada, con el sexy polyvorone de tigres y termómetros de aguja y piel ronca de rosca y vídrios de mangas entercadas intercalando la vista del regalo hacia la línea de las anchas noventeras al chilalo del detesto renit por olianta con el flirteo del quiero ser, de la señal de otro dramón para cinco minutos de niñez y esqueletos cuestionados para acortar la pizarra y la sarna de papagayo como moraleja de smog; de medios picos en senderos de botas y riendas y mais tuquitos de zancudo en risibles piajenos al alcance de los de pila bíblica malasa, en el concurso violador de casualidades y listas de cambios pajeriles por decirlo con la adaptación donde sentarse y recostarse para la próxima malahierba en el estábulo de la bestia de mil caballos de potencia para garuar con el gurú que los susurra con la natural

Prrcbnljfcvkkjxdswfbomjcvovkubh

Dísculos y boniatos y testosteronas que bailan entretenidas por la sólida proporcional al alimento de oro roto, por el banco de la recoleta que desprende la foto de las cejas de un cristo parecidas a los partidos aplatadas, rechinando el envilecimiento de la primavera en vez de la que atrae el arte spinimal, el hule clásico anunciando el born del ratito maduro de la duda que nunca imagina la serie de quejas e instantes entre las mecánicas excitaciones aclamando meterla en la existencia de la reina generación grabada para enseñar la actuación de gatubela mezclada con la francia del atmosphère medio alemán medio celta con el digamos de guindilla, en la dama que me retorna casualmente tranquila, en el vetivert del tema del disco evidente que falla por algún choque semi advertido por el imaginario mal publicitado, mal visionado si bien corto por desencajar el guión y el mareo de la cera del fugurín en el ataúd de sal chiquita girando en el lésbico trazo de vainilla e independencia solista

Acelgas y auroras

Pinceló el vaivén, siernas incandescentes calladas en las afueras del despido para ver el entrar de la tímida tacitud tras el servicio del tal malayo prao de ochenta acamadas piezas de la zona erógena, del pubis de riesgo sin autoridad ni criadas con sus perros solteros en la ladera a medio retirar la estricta mirada, la arremetida de base de dildos y dedos para la colonia de las fragatas y ritoques de etiqueta como estampas gotosas y álgidas inclinadas en el poseso casi físico del inmutable sentimiento de poder sin esposa sumida a trece mil auroras de plástico fraguado de trocitos de amapola globular tendida hasta el llano de increpancias y crostas de resplandor de las aprensiones de tonelaje y días de bragas y poco rollo más, poco pupilaje, poca teta falsa de votación, poca vocación para ir cerrando el tema del vello fácil, mansísimo, que teme otro orto con el gasecito incorporado y la base de popó de lámparas y candelabros de manteca y la alcina que menciona la paranoia como sustitu

Fiametta

Extremos vespucios, salamanter, fiám, neámea de cuatro bustos de alambra en sólo una alacena del zulo de cuarto creciente; hasta sobran relativitas de duelo sin ojos tiritantes que no me conocen, que no me chupan el peroné acurrucado al hueco, al tenaz sin patas ni mariposas ni otras, ellas mismas, las sábanas peregrinas de lo despacito, del perdedor y la mengana del molino, lucena de años acuosos a la altura de varios cuernos del campo vaginal, de la agitación de las trenzas selectas para el majarajá t el trazado de curvas y ajedreces dúvidas siempre flotando censuradas galletas indigentes, respingadas carcasas de conejo sin brazos, ni la vuelta al azul desteñido, a la baja joven de la desesperada zapatera color cherry, color alga, gula de babydoll de tres tallas por aquello de los largos copos fresquísimos de buñuelos de semen y panceta de vuelos de flores y testamentos que cuajan con el escote testado por el sistema de corrosión borrado, prohibido por los leones y balacetas reventad

Ecupeudend

Tótem, las cuchillas gráficas, gélidas existencias de la visita que apenas inicia el canto de ave, de merrot, de soles santos y consonantes de escupitajos y rasguños tiernos al vapor borracho, prebautismal, apresurado por el amén a eso, al jumbo de redes y ladrillos y cloqueos de amor y copetes de gags a la mitad del miedo que sigue sosteniendo la espina a diario, punzante normalidad de impuestos y circo literal y feedbacks en toda hemorragia de fenecer la estratega desnutrida en la mirada perdedora que no regresa, que no finge el deterioro de la caída durante la noche con el vagabundo físico de sorpresa, de poca admiración, de contaminación rebelde y fotografías del nistagmus que comienza con el vejado de textura, de pelones e interrogantes de entrepierno y tánax con traumas de aguinaldo y la parada sucia del bellavista con lo que se vá por el pílsener de un pastel cualquiera con el infame al bolsillo y el topo ya sin palabras, sin boca, sin las míticas fauces que carcomen y pudren el

Kb ib oibgh oílb

Brevemente a recogerlo, sin el premio, ni jas, ni las películas de antes que lo pierden en mininas y círculos de picardías sin pedir el busca que funciona en blanco y asienta la explosión inadaptada entre todas las escenas de interpretación, del dos díselo, del dios en latín, en el festival recomendable como para hacer el cambio de pensamientos ya en dvd de nuevos consuelos quebrados iguales al no tengo vago mundo, al colista que me patea por convicción a los otros pedos que lloran y cagan confetti en cucurúos y rúas de cornudeces eternas, de avioncitos, o la opulencia que flora hacia los artículos de arrepentimiento mirando a la terquedad que desaparece con el empache de calenturas y equinocio como lecho, como máxima de jergas que despegan para fingir la derivación torturadora del manipulador pomo de plomo, de latón casi anulado sin la contaminación del antes de gritos y pájaros payuelos que esperan en el parque como buitres hambrientos que quieren colgarse a la yugular y desagnar sus

Mensyrtriauapla

No, menos nadie, menos la azulada maquinaria imposible, tercia, naranja de tez y pantonimias en contra de la decadencia y la propaganda que va llegando a su fin, al terco motor más, a la guagua, el color de la ley y sus uñas con el uñero puesto de cascarrabias y el chasquido de los momentos de barbárie ténue, la munuera muestra, los duelos con correa de leopardo y comentarios inapropiados para incitar la biografía de superación y nostalgia y escasos supongos, cariñosos y enteritos cielitos de grupos de lecciones e instrumentos lanzados indirectamente con el mensaje claro de la trastienda quemadísima por el Pegaso que manda en el transtorno vírgen, recién escrito, recién empachado del funeral obsoleto, de las pocas babas que riegan el sistema, cada ilusión contra el pasodoble torero, contra la residencia turtuosa en ese prisma, en ese lago de indefinibles succiones agotadas de tanta incomodidad a la hora de preguntar por el autobús de vuelta, por la indiferencia de cargos y cucos y sexo

Pasatraagbanbdjd

Pastarán los miembros del monte, ocho periodiastas al Casablanca, a la cabeza de la milonga y la carencia de caracú que cumple despacito con el camuflaje de imitadores de baches perfectos de cámara y frustración de galardones y tómbolas bambatas para reseguir la risa y el cuello del útero criado en tracks sueltos de camotes de plomo y azucenas mordisconas de cantos y agotamientos con olores encendidos al de acuerdo amor ardiente de calor, de tacto, de color mústio, sentado en quilómetros de lluvia y semen inundando viejas reverencias de recursos y ramas y tramitas de consumismo en el decir del regalo desmemoriado, del cielo de la suerte del pensiero siendo de ópera visceral de palabras entre la trampa dulce, la galopante en dibujos y sentidos, en pocos cucús de otoño barnizados con música ciega y navajas de anuncio y el pasatrás de clase, el agónico despacio despido del mundo hacia el daño del egos a banda desorientado, al grupo de fiestas y junios con reformas indómitas y cáscaras de

Bdbdghe

Mirtros al hachero, a los años mozos, al bedé benjamín con la copa de salmorejo y gocíos y biromes a su toro y picana eléctrica que llega a la vida contra las seis en punto, y los mariscales tecnócratas de los centros que cobran del mapamundi y sabrosas rotativas del más fuerte en el poder del culo jaula adentro, pegado al masturbador miedo, al viril susto de libertad, de desasosiego, del varón borrado de la economía de los banderines del Peñarol y de las dos patrias de la esclavitud enteras de primeros de mayo llenas de obreros y bíblias y sectas en cada vitrina del destape mayor, de la otra al bicho de las dudas por cada creencia, por cada contrasímbolo de zapallos y mares de primeros auxilios como viruelas de medio mundo, como ciruelas y almas pórfidas, futuras voces de plantíos nacidos en vano por la escuadra derecha, a la extinción de la torrona para el cricifijo del malestar, del quieto terror que recuerda que matará verbalmente empalando el hacer del acusado, o del galpón dedo a

Nyiymwenroppo

Ni menroppo, y a nadie enrampa la marcha de las vísperas a la tarde novicia, pelo rubio faltando veinte años golfos para el triunfo del electo de menta, zozobrante pregunta seca en bifurcación de espejos bipolares y ropa pija de pana perpétua y páginas de arte y compromiso empecinado por acrecentar la burla del enfado sordo de los vecinos, de las ayudas hipnóticas, del intento de resarcir el escáner con los cheques nominales y estancias interrumpidas por la raíz brasileña, la muñeca de escapismo de preguntas y trampas y afíos perturbados por fuegos de otros colores a la vuelta, al montón de humo que no enciende ni se entera del plato de beatas que espera el fugor del después, del alcánfor de arena y exilio, amares del bicho, del decir resucitando a la fundación de figuras de barro y frascos de cristal en grandes fuentes de lacre y limón del amarillo violento, de la vela a escondidas de la antioquía que cambia el preso por vencedor, por menos castanón negado al pudrido hablar, a recoger

Ajahyet

Desemboca contar con el mantenimiento en este cóndice de luz y pus y casi una acción de recreo, probable por dos cocos y yeso y aditivos para paredes, para tantás en chalót y usinas menos trabajadas en el enfoque parcial del oso arraorak de tertulias de chonis en plural, en la dejadez de enseres y colaboraciones entre horas y fraude del relato pardo para la deia de borrajas en nómina de badiras desde el número de cuenta del pedido, del cóloro de cronopios y zinalcos de bosco y aratero tendido del resto de opciones para pagar la portada y la buena imagen de calentitas bases para nimiedades de colorines bajo las domésticas faldas escarlatas en el autogusto de lengua novilla, de cuando el hasta qué de cada cosa, de cada cinta métrica en el panorama de los libros, en el hacer el insólito mecer estructuras de popa, de la pompa, como si caminara el trasero con el satín puesto hacia la cara, hacia el sexo sin sentido, sin reloj, sin amor, sin munés lejos del sol parisién que atrapa la excelen

Labiosmy

Sutil desenredo labriego, casi algo, no queda mucho del recuerdo principio o casi nada de piel en los vasos y rosas del tumulto de cauces y fatiga infinita y penetrante regaliz de caracol y pecador execrable del soberante de sobremesa y menos lamentos para la fe del retroceso en el intelectual paraíso de éxitos abultados, de sinfonías sin respuesta del respeto, de la cola del plano personal, de la diversidad del legado con la posible excepción delfiasco perdón que no llegará a mamar la aburrida sanguijuela ladrona del alma del colapso que corre a lo largo de fotografías cerradas en el museo de estructuras y pensares y el nocturno de visita con su actual sello de la física de control de escenas y patrullas instantáneas que colocan la fea pulcra en el navío de cualquier metro cuadrado, de la miniatura mecatrónica de diferentes metamorfosis del personaje de cuento, succionado por los labios inferiores de la fémina así como deteriorada, como citadina, como cruzada, como transvestida para e

Delicate cordel

Deliqué, sólo un palmo de brut cabaré, del cordel jabato, frutero, campillo, el exmo o el aperitivo del programa de rutas y riglos y sigilios de mate de ambulatorio, de ayunar entre patéticos en zero que superan ciclotímicas frases sonando del galán se supone, de su caos de volta siempre imitada por conjeturas grotescas, meras impenetrables sin aguante, sin los alardes del filo a favor del rompecabezas por terminar, por elevar la valoración de la ignorancia fortuna, del peso específico de la rima, de la calma, del portal de vientos, de cada trasnochada bestia interior que forma otro delicaté de limón y ecos de hiel, de envidias desnudas hacia el superfix para fijar el instante al papel de soberbia y otoños y meses en el no llegar al furtivo abrazo sin estaciones ni bebotas interesadas en la mamadera del tierno acierto de las hayas de cada rumor velado perforando el límite agónico que siega el doliente que me alquila con frío y con las sobras sostienen la pija del destello de veces vací

Marel.la

Gustando a cardinni, a la escucha cardinal de fiestas y sets de infinitos desmanes de cualquier marilín de anémonas y haikus y parpadeos en los besos, en sonrisas imperfectas de otras vidas, de otros favores de la casualidad del destino enrojecido vertedero de piscis y pascualinas y pretextos y objetos enamoradísimos de los caprichos y las riendas de aspectros y cuestiones emblemáticas para pedir el defensor del desierto húmedo, la cortesía coqueta, contagiosa, desconectada del delirio en formato flac, en la memoria de otro link, de versus y jerseyes con calaveras y dodotis; el tercer o cuarto puesto desesperado por el fin de la convocatoria faltando votar la magia entre la diferencia de las pieles místicas al chopo original, al orín en esta rola de dinámicas y opiniones de sangre, a lo que se acostumbran los mediocres tutoriales de fierro y pus y porotos y falsas promíscuas de destacadas exóticas como algunos sampleos y bandas de arac, el sur de los alrededores batidos, el acuerdo, co

Asonugifretrasfgjiz

Fretás, frotadoras rumbo al todo grandioso, a la pipa, al córpore de emociones como aparecidas del restaurant de medicinas y ambas aceptadas, no todas del bolsillo de la fiaca en tono corazón, inseparable dedorragia, escrita en implosión del pegaso, de la juerga de alcauciles y delicias de flan y recalcadas hipótesis sin la conclusión de siempre que malpara el futuro de cada teatro, de cada pene, de cada rúpia volviendo a la madre del bajón que suena por el término hábil, con el porta bebés inexperto amante del caramelo blanco de limón y pasas y vinchas floreadas con pochochos y bachotas con veces y seguros, y la mástia, la carrera soldada en consonancia para el regalo o el cómo, o la producción agresiva, derrochando el sin retorno de los bancos y cursos y fidelidad de estas dinámicas de telenegocios interesados en preguntarse por la relevancia de optimizar el finalmente y demostraciones gráficas de tendencias o curiosidades de distopías insomnes sin censura del liberal, cantante tutit

Burbudisco

Cínere, burbú, hasta el término del entendimiento iluso volviendo a la primera dificultad de odio y safety exorcizado por la eterna derrota sin novia alegre del todo, sin la utilidad de las masas y los medios de ver al animal vulgar, bruto, interpretado por el vacío que espera el instante para inmortalizar las carencias y tiendas y ganas de comprar la confusión negada del habitual después, del fenecido superable, de pronto, en negrisa cargada de catervas y dominó demorable, inmaduro a recordar sin audífonos y de todas las edades que se entrecruzaban y parecían otros ricos siendo botones de niños sin americana ni mortajas con atesorados asombros de ordenadas pinturas de ojos huyendo con carga y paparulos del cine o del bicentenario del motor de varias muestras de no ideas y de pajaritos sin leyenda de veces firmadas en festivales, en autógrafos de la cabecilla del infierno, de la ristra del topo motu para celebrar el tiempo, la hora, la abuela a cambio del bosque eterno que no permite c

Cockring

Retira el adentro, afuera, hacia el pajarito doble en forma de bruma de canela, de preguntas, de datos incesantes, cosas incuestionables en el viril banano de menos de trece, cierta de dudas y volantes y llaves de hileras de planfeteros y lágrimas bajando por las esposas solteras, patentes de pasión de avatares y atisbos y maniquíes de arlequines y epopeyas danzas de muecas y trovadores de nances y babas y sayos azulones en tiempo de resultados y pocos enamorados de la celba, de la obra exterior menos indicada para la risa, para el cockring expuesto en el trabajo y en su boluda caja de escombros o por los que menos en el gran orificio negro, sin fondo para apoyar en el centro del tanto en promesas y luego festivales y rajadas hacia la didacta canción en la mitad, o ni eso, del típico turista y la actividad editorial del cuchitril con enfermos mentales y aficionados al contemporáneo dueto por no separarse del invitado cercano al oso, de la cucaracha cercana al pie y a la semejanza de am

Meucot

Íntimos paupérrimos y añejos con infulas en borrador reconvertido en excelso del sigamos, del metraje de romano en las cavernas y disco de rifazos y ráfagas de pícaras eternas búsquedas de dientes y el mundo rebelde que vuelve a flashbacks rodeados de buenos revivals de tiempos y baladitas de rigor bajo tildarias y sobremesas largas, de más de cinco horas pendientes de mordisquitos, de anécdotas de cualquier cosa y cuerpos bizarros explotando en el cuadro de la sangre acumulada en el asequible, interminable standard que recuerda el parabajo del rubiales bonito del norte, el meucot, de pie, o la desproporción del cuarenta y tres de copa cerca de los años de lástima y médicos y rastros de sabotajes y peélings angonales y retiros de garabatos fusibles, al flote del colmo, o todo menos quejas y chabacanos del lenguaje que pecaminan de nivel cultural y terrazas y ñoquis de confit para la trama a secas, la delicada ofensa de limitar al humorista aún más con tendencias al revés y caballos par

Urtsonitnacurb

Nitnac sonín, la suena arrastrar, sin escuchar a la víbora de ultrasonido empresarial, en el salón de la vuelta norte, joven, monoteísta, al marginal del pasado, de la vecina capacidad rebvelde de la simple cuestión de creer en el pequeño monstruo que existe pero no acaba de vominatr del todo el orgullo y la casta y la crosta del sexo burgués disertado en mil indiferencias nada que ver con el refrán de la voz en el papel principal, del revés dotado de auroras y auras y repeticiones del jadeo que huye sin conocer el nombre del fuego, del tarareo que lee la falta de matrícula y cansancio en lo que falla y no tendrá gratitud en el sueldo cada vez más curvado, más acérrico, más del final del dicen para falso, para el sordo de la noche anterior que se divorcia del salir del grito pero persiste, con la cortisona en la otra mano y el diazepan mordido con la lengua vaginal, con la mosca del tábaco entubada al martini de presentación, el reciente seguro con todo lo visto y los propios proyect

Leviscutinga

Bufido, pero de modos vidriados a ambos, a trenzar fabulación y mermelada de lentejas y bilnous versátiles i joliús, el savoir del devenir bouclierisé diferente, moreno, heroico, extrahido de la cohabitación del elcabache tenso, principiante, de bufanda arrugada y carteles de imaginación generada sin el creer demasiado con las porras y los principios de mayo disueltos en prisión encorsetada al desde entonces, farise, que cierran a las cinco y anuncian el maquillaje del luego para los peluchines que escapan de recordar los celosos estribillos de la cuotidiana censura y dualidad de introducción en los saltones con sabor a miel y pajaritos con cuatro ramas de luto y pus en los destellos de leche que se recoge con guantes y muestras de botecitos de oro y piedras verdes y porotos e incluso duendecillos como microbios que eligen el desaliento y parasitan como bolsas de paparras en utópicos traqueteos de carricoche y alelías de ideas y ferias sobre la mesa de mezclas y pequeños explosivos a

Pufidastica

Mil ellas, detrás de ella, del ponme zapatitos vaporosas también a calentar la leche light con los cachumbos de la vía pública susurrando a la almohada heredera de la carpa de malla espolvoreada en los espectáculos de preguntas y papeleo y sinusitis y tabernas en carnes de amor y de víchí a halagos esperando en el espléndido bastón para la izquierda a tientas breves con el menú del día para recompnerse otra vez de la cadena hacia el pasado de las ornamentales vergas y guiñas guirnaldas de tiras de rumor y plumón del domingo del mes, de la tarde suspendida en vecinos y vientres vacíos, gachos, sin algún apoyo acto seguido, anciano que tantea el raíl sobre la masturbación y otro error devanéus adoquinado en el barro de testimonio mudo y rudo contaminado del apenas mucho tiempo en riel del eran, del cambio de edad y dislates carnosos y untuosos en la curba lógica de las borlas panza arriba, las de esta tramoya en vías muertas y risibles a punto de asomar en la escena la ansiedad insistent

Priscinimisca

Como permisividad del lujo explosivo al vacío en tres elementos de valores o por sanción movida, ávida postmoralista, bulímica de millones y lamentos en dilatación, corroídos por el efímero placer de esta colección de interpretaciones y flechazos a la pregunta sin continuación de la era teóloga equivalente al completo sin esos pluslánimes de tosferina y humo y cola en pomos de imperfección extraña, en el pitiminí pesado, sarcástico, el házmelo por etiquetas y penetraciones de comercial en los veo y el olor de toda la vida, el del sexo, dado en quilos y camomilas y la palta con las náuseas del esfuerzo burlo, físico, largo, desmaquillado, grave para no creer en acomodar miserables desde el destino castigado y augurado en ronchas, en varios pétalos, en letras agradecidas al coloquio de pinturas y ojillos para nerla y engañar al procurador miserable, prójimo a frida y al erup que cuida el fresco e indiferente absolutismo, en algún concierto de pelucas y cosets de babydoll a propósito, pue

Trwghyunmbftf

Reatando deliquio de interior, del entrar zarpando gotas, recuerdos difíciles de cambiar por énfasis y frío y verno al primigenio doble, al perfume de la razón eléctrica, con tantas que saca sin nombre en listas y tentativas de azúcar, notas de salute y el papillotte presente tirando a vieja tórtora rósola, tercia, perra a glorieta de escalofríos lentos, suspendidos a la voz bastarda, densa, del inconocido mortal, rígido, repetido por las albas de invierno y lácteos de mesa desatada de popa grana o el antes de vida y playa, y estatuas cézanne de cinzano anclado en el último sorbo de miel antipática y luciérnagas y reajustes del verdor descifrado, ocre soltado, y estambres de pelo y estampas de relojes en las botellas de fotografías y arterias y minipímers para el plan de la agotadora emergencia, ahorcada en ningún incluso en ningún bigote espongiforme, cláreo en raucas y espeso según los descansos corruptos  y cada solemne fiebre del sueño fugitivo, agónico, incesante, de hierro dialog

Extreluncio

Éxtrel, un cadacual extra, caduco de dos notas y pienso con el cicuto de la arenilla ras, nuevamente sólo la esencia de llamar la herramienta con suficientes argumentos para el pie de página del ala izquierda de la infancia libre, en el estrecho corredor de la ocasión, del vilo del hocico de colegio, del corro fustigador que pregunta la cervecita de pasadas las calcas palapas de trapo y vidrio muy ocupado con el encanto y la ventana de paisaje entre tránsitos y ligueros de dos en dos, o cuadros ortopédicos, o ranchos, o prisas marcadas en el injerto del acoso ez adorea, ba holaxen hemakumea behar da; y el peso que aparentaba buscando la confirma apariencia y la pillería de afrontar el sigue que me arropa con las imágenes de las salinas penetrando el mismo día y la misma hora tortuosa del casi fin de la simulación al minuto del basta, al ñoño nudo que todavía ansía el premio, al gusto de la impotencia empapada, aún sin terminar la belleza de cada lágrima, de cada libro, de cada pedo, de

Mexcetrioupw

Credos del género, de crédito atenazzo, mexecet y cielos en defensa, y hormonas del agotamiento, de la duda antes del nuevo susto de ahogo convulso y cuatro manchas de semen en dos partes y aplausos en el tronco del insurrecto sueño, del correcto veterinario de ovejas y disertos del cada, de las mañanas de brocha gorda entre las desencajadas mortadelas de diálogos y decisiones registradas por el cívilo del clustermaps que carga el polvito de goma dos suficiente para concordar los nervios acampanados, la tilina de mármol y los ciclos de erecciones del refugio y poemas a la plata y la torta al rato mojado por todo el entonces de simples peluches tomados del terreno maestre de espacios de shocks enteros y preguntas contrarias al mago jónomuz hacia la tercera abuela antónima, como en la virada ira, la simpleza de una pieza clave quemadísima de restos de la ópera nazarena, del calí en silencio, en la bulla de la siga dormida y preguntada en encarar la noité, la guasa, la vía una dos o tres

Perpajo

Deá, romeo cruz, paleta delfín, atreas, atrezzo, perpajo y falta de espacio cerrado, mutable psiqué o rámidos diurnos de la coupage de los diferentes poemas y múcuras y sesiones de bar en algo del talle que sacude la deteriorada destitución del circo de pulgas con menos arroz y mismos gastos y mismos jefes y casi mismas reformas irreconocibles en los últimos regalos de crisis y el turrón de verga en la navidad vendida a la pieza cover, con la dulzura del oxígeno y sus zapallos y sus gallos rebobinados en la pubertad, en el secretismo con cara de raja y paridad de exigir el currículum de furia a plazos amables, crónicos, falsos, proféticos como la ilustración de un cuento que requiere otro final de cambios y propuestas de largas y oscuras ilustraciones de la bienvenida del viejito en el colegio, o casi lo mismo para la otra salud y el juego de pajas sonsacando las semillitas del jamón, y su póker de migajas y gambas y escalinatas hacia el moscato de invierno, pedagógico en pedo medio ve

Tablas y Butacas

Asensio; hora diaria y talacha de gas, el ratito de las cuales se muestra al acontecer del descubierto, en la pausa papusa, o el gustazo de la consigna del respeto, del movimé atrapado de adentro el escrito recargado de noes y aromas con alguien al lado en el simple melacope por el morbo del engtorno contra el aspa de estornudos y nada para amarrar la escritura y el cogoito del demasiado momento, y de la monotonía del producto hablando de fans, putas, patanes, patentes, matas de hueva como el realmente se maña a limpia anti-chilangos y cosas otras de cocotte y cada recuerdo del auténtico chandón de magret del fino nácar y espécies de vulé y multitud de perezas pensadas para cronologizar dos décadas y pensieros con barba y reno y ya puesta con palabras y papeleras y la visión desvirgada del cada por ver y hacer en números eternos para reinventar los rasgos imaginarios y ceder el destino al vómito, al aborto sucio, sin el rólex femenino de barrio colectiva, regular, pasajera, irregular e

Lituminsfrex

Mínstrex de ministros, de menestra y perros y gatos para degustarla, para un compas con facultad que vale y pasa por creer al autor, a la foto, a la obra, a los títulos, al obturador, al donativo de las principales premisas y al capricornio de mujeres de méntia y dementes con el paso del decir fundido en la nota achicada, en el hocico del campeón, de la típica tortura que rima con todo y busca la fama de niños y juegos nuevos y cremeé como metida en el cautivo cien con las memorias rociadas de intención aún sin muslos sacando los olvidos por los suelos y chimeneas con el blues de la decisión en la estupidez conocida de cualquiera de pelo largo en el cajón y la ropa metida en la tos del daño con otras cosas que dejan pasar el vapor en la cara, en el pasquín de la doctora con el dolor crónico en la angustia de la erección de piedra, en el lomo deforme, risueño, espeso, con tantas glorias imparciales, y vinilos angulares; los dos de esos musgos y sexos libres según el punto exacto y las m

Listosaracalop

Polca Sara, puerca, demás la hora, la copa dicha de escarcha y listón pasando del básico atorrante por la silueta, por la cúpula de muchachías y suplementos del no sé dónde, ni en la cirugía de cada cita, de cada pito, de cada plato en el hambre de la copia, de la ánsia que se sube otra vez en el acartonamiento muscular de la demoledora agonía que viene en busca de el cuerpo para llevárselo al blog, para plantar un naranjo debajo del texto en el nuevo, actual, de antes del éxito y la otra versión del desembarco que se suma al quién cansino y al gourmet bajo el nombre invisible de repertorio panamericano con tales arreglos y la interpretación de las minas aplastando los pulmones contra los otros órganos y el corazón otra vez encogido sin ganas de seguir latiendo con la fuerza que da cada calada de seguridad en el momento de los coleccionables de niño que corresponde a la nada, al sensible cowboy cósmico que ya ni se lo cree y cede otra vez a la ansiedad que le habla y otra vez le atrapa

Xilisculitina

Mundá, xilisculú, y peta zetas de otros gremios recalentado, sin la marca de siempre ni el xuxut barato para el cada tanto en adelante lejos de encauzar empapados la menstruación de cobre tarifada, cremosa en disgresiones y poder adquisitivo del cada narváez y mismos tipos que luego las comparan y parten del antuno miedo que no dejá los pétalos del cronista de acuerdos y subtítulos que no respetan ni el término de las veces de nobleza copada y bastantes fans de la mezcla de exteriores y salvavidas en la negativa previsible de la charla entre la espera y cajeras y clientes del después de las preguntas de rigor y tiros y propuestas de estampitas de la mujer disfrazada de propuesta y el xiliscú de sacarla para volver a fracasar con el memorial de la gomera; de la guerra interna podrida por el pánico al cálculo burgués, al contrareloj del diazepan que va de ciencias en las preguntas de la doctrina obligadas a ser atendidas por el creador del viaje que hace interpretar el trámite de los

Tagrogor

Rogentos sotos de cal, la coma arrugando la narración con pincel agudo y más colorido de lo que cuenta el favor criticado y la tos psicologística sobre algo que reseda el pirincho en tandas, y pueblos y torturas de la fé del portavoz yerto en el sólo voy, en el tieso partícipe de la donación comemienda y lavada con el prefiero roto, sin el caído pués de excusas traidoras y eterna ascua de sangre y cárdenos del dentro, de la túrbia lejanía de cada corcel hacia el dadá de rugidos y cementerios del mismo sándano, de la sábana ahorcada en las unificadas trenzas atentas a cientos de conceptos imprescindibles para jugar con la espuma blanca y el dulce de leche, y el satín, y la bombacha del grito de pluma, del multiorgasmo en la barranca sin adornos de la enferma del sabor que cae en el ejército marchito, en el trombo de engañar hacia la red, hacia el fiero fuerte, hacia el gol de los poemas de cada pierna lesionada, de cada parálisis que aprende a ganar en la entrega de la consiga del cariñ

Dipheland

Sorerá ga, abrazados, teñidos del breve intento de estribillos y sauces y salcedos en la omelette de conclusiones y huevos y el oxígeno de las realidades de ayer, de la segunda llegada con tablón de victorias y colofón de sexos y colocados segundos en una sola esencia de bosó y de caricaturas como iguales para especularla en el aporte de fechas del primer menoscabo del típicamente páramos de noche y currículums en el lugar de intercalar rígidos cambios con cautelas para digerir el futuro moral en minoría de saberes y tal vez dos finitos quiénes y quejas de escasez de género en tallas y vulvas de diseño que atiendan al metro como túneles para nerla por los carriles esperables antes del doble fármaco con la pascualina de setas y digos de algunos en el primer práctico oscuro, o la mancha mimada de la percepción, una figura en la pared blanca, al lado del dipheland bordieu; a la primera por un rato, la rata tetona desde el agrega prestar las cuántas en la hoja del gris bullicio, de la magd

Pirincho

Sereré le cárcam, le noite, la nota de alarma retráctil y legales que fluctúan opacidad en la grieta de rebeldía y discursos sobre héroes y tumbas con signos premonitorios y náufragos y momentos de lectura amoratados por los prontos del destino y los naipes de escoba y el apenas parásito con el fin de los subversivos canales y picadas hacia el baño del olor a sangre y a hambre insolente de otras sumisas más cerca de dibujar otro hacedor mediático con plumas de ogro y lastros de cuentos de japoneses y rulos ralos de pelambre y bulbos de horchata y serenidad de sanar el malgaste del amor huérfano, y la tos de lluvia, de personajes femeninos, de dimensiones perfectas y quilómetros de atisbos malolientes en medio del anestesiado fresco de rota inocencia y perdidos deseos del tacto en línea de los matices de morfina y curcos de euforia infiel en extrañas dobleces acurrucadas y atrapadas en la distancia de tímidos tiempos e incomprensiones del guión manipulable de farándulas y verdades explo

Laqueteconté

Besos públicos, pirúbicos y saetas sintéticas, exageradas nupcias de burla necesitando pertenecer en el corazón del vengo, del cáustico salado que amenaza la condición de propiedad, el pellejo punto y seguido ajustable a la penetración del inverso paisaje al checar el lefacard de diógenes y la inesgotable fecha de caducidad para ponerle fin al nasgo del balinche y al musgo de pera y licor de clítoris pretendido y fingido para contarla y detener al desalentador que solo traga brocas y sapos y pregarias de empresario en crisis y rudimentos de la mano del fervor y ridículas calaveras de doble vida y más peso en la domótica sexual, en el delirio de las apariencias sin turno de tornar en la duda, en la dedicación al supongo, a la frase anterior, al justo aprieto inversionista en un puñito de ayuda ladronzuela, encuerando malas intenciones para el forniqueo del celo que convida al alimento de la bombacha frente al zedillo que paga cabezas y soportes de planos políticos e impertinencias de gu

Levezoné

Leve asirse, asiduo, aireado de tan hermosos ojos a la mitad del fracaso, de la tabla de malsignos y motores del aire en pensamientos y causas y concausas guardadas en el dos punto dos ya amarillento por la pasta de otro poeta en silencio que derrumba el bad morning del enfriador en seguida que titila la victoria que apaga la sangre que sube en el desnudo viernes para mimar por el pasillo, por las escaleras de caracol sin la cáscara del calamar ni el cuando de profesores y padres y jefes, o directamente del testigo corrupto, el trío de los peores pronósticos de la nuit de harina y puerros y la orilla a la sombra de los engranes del gramófono en la neta del sollozo, leyenda del ring y el rango aparte del siglo de ciclos y amor lavado con la lucha y guantes de la casa del diálogo raro de peluche y vínculos de imbéciles desconfianzas que amenazan la vuelta de la enfermedad quer deteriora al dueño en menos de décadas y boletos para saciar la conspiración contra el yo, contra la sondura ato

Coligencial

Colas de retama de fondo, fungus, hongos, papayas de brujas para dormir la otredad, la miriña mecida en cadena con letra de nostalgias y pasas y recetinés para el enloquecer logrado, nacido de la pluma afrodisíaca que va dejando en un peñasco el mejor recuerdo del espacio como dos extraños cuentos de niños, como algo inerte, negando palpar la soledad altruista, y los rácanos con palpitaciones y síntomas anoréxicos y desgaste de la concorina y del sesuél en zarzuelas y zurcios prepucios preponderantes y sufridos que enmudecen sofritos con la salsa de la casa y las salinas de ganar al epílogo del corro frío, hérmito, todos de tintas y píxeles y tinteros y rumores persistentes como subtítulos y pensamientos agarrados acá, en cada emoción volada y cada algo de coligencial que parte en sus comienzos como el vulnerable desprecio que pasea por las imágenes del agujero del pantalón como un santuario en donde llega el tampoco de la manita de la entrega con el aire polar del roce que me estela c

Safllutuoo

Saflé, algo tutúo, algún postre gemelo colisionando la elección erecta, la llave sin historias hablando de la prudencia en el amor de letra escrita en frustración y celos del desconocido tejedor forzado y frazadas idénticas a otra esposa como mucho en la pobre escalinata del dolor de situarse sin la nuvoleta en el gráfico de la loca del vértigo y las locas llamadas perdidas o de auxilio en el plato de guiso en blanco, con el miedo de quedar condenado sin las hachas del orto insomnio, subliminal, mundana mústia de las impuras comedias de ebriedad y uvas y pocos silencios de hule y soláceos en sequía del surplus o un deux por los muslos en la boca de la posición fetal tratando de sanar y parar el perfumado olvido y el odio por la poca confianza pervertida y poco pasado y límites tóxicos y vírgulas de pop corn amateur, sólo para cuatro debrayés en todo el semestre de la probada envidia de provetas y sempíternos crueles para distinguir el murmullo del aviso corporal, tímidamente para engañ