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Mostrando entradas de diciembre, 2011

Pero entonces

Noche...y divaga el abrazo, el seso, el pirincho disuelto en líquidos secretos, en corporales meciendo el mismo movimiento, la misma vida desentrañada de la butaca, del miedo surcando otra vez la prisa, los antojitos enfermos que devuelven el domingo por un después que atrasa la mamadera de la huída, del bombón de dulce de leche para ver de cerca lo imposible sin el golpecito en la espalda del eco sordo, arrugado, detenido en el mismo significado por infectar de errores y mismas trabas con recuerdos ordeñándose de la misma baba blanca que el primer mes de invierno para cartas demasiado duras para querer repetir y repetir calendarios y transparencias que se quedan en el memory jugando con cada píxel del neurotransmisor a medio tejer y saciado de bombachas sin distancia en el lado del encuentro casual con el pero entonces imaginando vidas cruzadas de los retiros que se sienten muertos y cansados por los duelos que arrasan en la falta de manos de madrinas asomadas a las venas de ropa emoc

Señorita naná

De ser payasos y suegras; de eneros a enebros, a videlas, a naná, a líniers que dormitan la técnica y abandonan la jugada de denominación con la energía que no para de sacudir alrededor del aire, de las maneras, de la hemoglobina, de la seducción, de la carta a Marte pinchada, de fondo, de comas a parte y mitos que impiden el tereré por humanas gaviotas y veces para seducir la seguridad de la gárgola mascable, la básica concordancia, o el osea, de celestina en los libros de veletas y tetas de merchandaising directamente con rotuladores de congruencias y poco tiempo para los curiosos profetas y vacas sagradas afrodisíacas a partir de sucintas y milímetros protegidos con escamas de diazepan y lucro de consumo y cucro de puertas adentro, de tardías mesetas y peronés sustraídos del desgarre de las conductas de perro a la hora de fornicar métodos bajo la apariencia de tratados y guiones del amor estéril, de primaveras y crepúsculos dialogados con el origen de la mísera ignorancia, del sosla

Quiere tres pijas

Quiere el ningún sentido, tres pavas para retirarse de la generación, del redondel de los lentos de la incómoda al respeto de las puntitas de impecables parlantes con los ojos cerrados en despacitos espacios del medio mejor bien arriba del granoy granota, del papel de fumar incauco, hippie, chiflado entre tetera tetera tetera tetera y tercer tetúm del dos tercios del volviese vendado con máscaras africanas y el papillotte de la escritura con persiana y virutitas de acentos mal ordeñados, mal traídos por el embalado con la gorda de plata sobre el libro de pegamento y temáticas tiradas sobre el bebedero hebreo entre biromes para el caso enamorado de lo necio, de las tres emociones del quinto capítulo de novias que no existirán para el precomponer resuelto que quiere estabilidad de niño soñando con la enfermera que quiere tres pijas potentísimas para vestirlas de querido sobre el delito como si fueran un solo tentáculo, un solo mísil, un solo triángulo equilátero buscando su media naranja

Idioma de papel

Musaños de cas ajando en lo que se ve del supersentido pese a la lacuna de palomé y la necesidad y la lógica por otras compañías de espejo en borrador bastante comunicado con el fúcsia idioma de papel con dedicatorias de puerilidad y tesoros de la parte inmóvil de los periódicos inapetentes para la levedad indestructible que aún vive en la escalera de este puente de calefacción artificial y olorosas emociones celestes busquinando sentir el control del galope de tela acompasado por el paso del vértigo de cada palabra del nuevo idioma maché curado por la circulación servida a pulso con azúcar de kiosko y gramos de patológicas vehementes de cada ataranto con premisas y sacos de encontrar musas para sacar el yogur a la hora matutina de colaciones por encima del bloqueo del yum, de la biblioteca de muselina de apio y somatizantes y guatas con la sopa de amor limpia en el piscis a pilas amenazadas por el privilegio con la mirada intoxicada de choclos de las luces disfrazadas de promesas y ch

Zeketelerké

Telercós, misoginias y erkés y orcos de soda y caldo de puerco por otras claras de yodo e yérnigas de prensa estúpida titulada para los patéticos preparatorios que musican la muerte perdonada, con el sexy polyvorone de tigres y termómetros de aguja y piel ronca de rosca y vídrios de mangas entercadas intercalando la vista del regalo hacia la línea de las anchas noventeras al chilalo del detesto renit por olianta con el flirteo del quiero ser, de la señal de otro dramón para cinco minutos de niñez y esqueletos cuestionados para acortar la pizarra y la sarna de papagayo como moraleja de smog; de medios picos en senderos de botas y riendas y mais tuquitos de zancudo en risibles piajenos al alcance de los de pila bíblica malasa, en el concurso violador de casualidades y listas de cambios pajeriles por decirlo con la adaptación donde sentarse y recostarse para la próxima malahierba en el estábulo de la bestia de mil caballos de potencia para garuar con el gurú que los susurra con la natural

Prrcbnljfcvkkjxdswfbomjcvovkubh

Dísculos y boniatos y testosteronas que bailan entretenidas por la sólida proporcional al alimento de oro roto, por el banco de la recoleta que desprende la foto de las cejas de un cristo parecidas a los partidos aplatadas, rechinando el envilecimiento de la primavera en vez de la que atrae el arte spinimal, el hule clásico anunciando el born del ratito maduro de la duda que nunca imagina la serie de quejas e instantes entre las mecánicas excitaciones aclamando meterla en la existencia de la reina generación grabada para enseñar la actuación de gatubela mezclada con la francia del atmosphère medio alemán medio celta con el digamos de guindilla, en la dama que me retorna casualmente tranquila, en el vetivert del tema del disco evidente que falla por algún choque semi advertido por el imaginario mal publicitado, mal visionado si bien corto por desencajar el guión y el mareo de la cera del fugurín en el ataúd de sal chiquita girando en el lésbico trazo de vainilla e independencia solista

Acelgas y auroras

Pinceló el vaivén, siernas incandescentes calladas en las afueras del despido para ver el entrar de la tímida tacitud tras el servicio del tal malayo prao de ochenta acamadas piezas de la zona erógena, del pubis de riesgo sin autoridad ni criadas con sus perros solteros en la ladera a medio retirar la estricta mirada, la arremetida de base de dildos y dedos para la colonia de las fragatas y ritoques de etiqueta como estampas gotosas y álgidas inclinadas en el poseso casi físico del inmutable sentimiento de poder sin esposa sumida a trece mil auroras de plástico fraguado de trocitos de amapola globular tendida hasta el llano de increpancias y crostas de resplandor de las aprensiones de tonelaje y días de bragas y poco rollo más, poco pupilaje, poca teta falsa de votación, poca vocación para ir cerrando el tema del vello fácil, mansísimo, que teme otro orto con el gasecito incorporado y la base de popó de lámparas y candelabros de manteca y la alcina que menciona la paranoia como sustitu

Fiametta

Extremos vespucios, salamanter, fiám, neámea de cuatro bustos de alambra en sólo una alacena del zulo de cuarto creciente; hasta sobran relativitas de duelo sin ojos tiritantes que no me conocen, que no me chupan el peroné acurrucado al hueco, al tenaz sin patas ni mariposas ni otras, ellas mismas, las sábanas peregrinas de lo despacito, del perdedor y la mengana del molino, lucena de años acuosos a la altura de varios cuernos del campo vaginal, de la agitación de las trenzas selectas para el majarajá t el trazado de curvas y ajedreces dúvidas siempre flotando censuradas galletas indigentes, respingadas carcasas de conejo sin brazos, ni la vuelta al azul desteñido, a la baja joven de la desesperada zapatera color cherry, color alga, gula de babydoll de tres tallas por aquello de los largos copos fresquísimos de buñuelos de semen y panceta de vuelos de flores y testamentos que cuajan con el escote testado por el sistema de corrosión borrado, prohibido por los leones y balacetas reventad

Ecupeudend

Tótem, las cuchillas gráficas, gélidas existencias de la visita que apenas inicia el canto de ave, de merrot, de soles santos y consonantes de escupitajos y rasguños tiernos al vapor borracho, prebautismal, apresurado por el amén a eso, al jumbo de redes y ladrillos y cloqueos de amor y copetes de gags a la mitad del miedo que sigue sosteniendo la espina a diario, punzante normalidad de impuestos y circo literal y feedbacks en toda hemorragia de fenecer la estratega desnutrida en la mirada perdedora que no regresa, que no finge el deterioro de la caída durante la noche con el vagabundo físico de sorpresa, de poca admiración, de contaminación rebelde y fotografías del nistagmus que comienza con el vejado de textura, de pelones e interrogantes de entrepierno y tánax con traumas de aguinaldo y la parada sucia del bellavista con lo que se vá por el pílsener de un pastel cualquiera con el infame al bolsillo y el topo ya sin palabras, sin boca, sin las míticas fauces que carcomen y pudren el

Kb ib oibgh oílb

Brevemente a recogerlo, sin el premio, ni jas, ni las películas de antes que lo pierden en mininas y círculos de picardías sin pedir el busca que funciona en blanco y asienta la explosión inadaptada entre todas las escenas de interpretación, del dos díselo, del dios en latín, en el festival recomendable como para hacer el cambio de pensamientos ya en dvd de nuevos consuelos quebrados iguales al no tengo vago mundo, al colista que me patea por convicción a los otros pedos que lloran y cagan confetti en cucurúos y rúas de cornudeces eternas, de avioncitos, o la opulencia que flora hacia los artículos de arrepentimiento mirando a la terquedad que desaparece con el empache de calenturas y equinocio como lecho, como máxima de jergas que despegan para fingir la derivación torturadora del manipulador pomo de plomo, de latón casi anulado sin la contaminación del antes de gritos y pájaros payuelos que esperan en el parque como buitres hambrientos que quieren colgarse a la yugular y desagnar sus

Mensyrtriauapla

No, menos nadie, menos la azulada maquinaria imposible, tercia, naranja de tez y pantonimias en contra de la decadencia y la propaganda que va llegando a su fin, al terco motor más, a la guagua, el color de la ley y sus uñas con el uñero puesto de cascarrabias y el chasquido de los momentos de barbárie ténue, la munuera muestra, los duelos con correa de leopardo y comentarios inapropiados para incitar la biografía de superación y nostalgia y escasos supongos, cariñosos y enteritos cielitos de grupos de lecciones e instrumentos lanzados indirectamente con el mensaje claro de la trastienda quemadísima por el Pegaso que manda en el transtorno vírgen, recién escrito, recién empachado del funeral obsoleto, de las pocas babas que riegan el sistema, cada ilusión contra el pasodoble torero, contra la residencia turtuosa en ese prisma, en ese lago de indefinibles succiones agotadas de tanta incomodidad a la hora de preguntar por el autobús de vuelta, por la indiferencia de cargos y cucos y sexo

Pasatraagbanbdjd

Pastarán los miembros del monte, ocho periodiastas al Casablanca, a la cabeza de la milonga y la carencia de caracú que cumple despacito con el camuflaje de imitadores de baches perfectos de cámara y frustración de galardones y tómbolas bambatas para reseguir la risa y el cuello del útero criado en tracks sueltos de camotes de plomo y azucenas mordisconas de cantos y agotamientos con olores encendidos al de acuerdo amor ardiente de calor, de tacto, de color mústio, sentado en quilómetros de lluvia y semen inundando viejas reverencias de recursos y ramas y tramitas de consumismo en el decir del regalo desmemoriado, del cielo de la suerte del pensiero siendo de ópera visceral de palabras entre la trampa dulce, la galopante en dibujos y sentidos, en pocos cucús de otoño barnizados con música ciega y navajas de anuncio y el pasatrás de clase, el agónico despacio despido del mundo hacia el daño del egos a banda desorientado, al grupo de fiestas y junios con reformas indómitas y cáscaras de

Bdbdghe

Mirtros al hachero, a los años mozos, al bedé benjamín con la copa de salmorejo y gocíos y biromes a su toro y picana eléctrica que llega a la vida contra las seis en punto, y los mariscales tecnócratas de los centros que cobran del mapamundi y sabrosas rotativas del más fuerte en el poder del culo jaula adentro, pegado al masturbador miedo, al viril susto de libertad, de desasosiego, del varón borrado de la economía de los banderines del Peñarol y de las dos patrias de la esclavitud enteras de primeros de mayo llenas de obreros y bíblias y sectas en cada vitrina del destape mayor, de la otra al bicho de las dudas por cada creencia, por cada contrasímbolo de zapallos y mares de primeros auxilios como viruelas de medio mundo, como ciruelas y almas pórfidas, futuras voces de plantíos nacidos en vano por la escuadra derecha, a la extinción de la torrona para el cricifijo del malestar, del quieto terror que recuerda que matará verbalmente empalando el hacer del acusado, o del galpón dedo a

Nyiymwenroppo

Ni menroppo, y a nadie enrampa la marcha de las vísperas a la tarde novicia, pelo rubio faltando veinte años golfos para el triunfo del electo de menta, zozobrante pregunta seca en bifurcación de espejos bipolares y ropa pija de pana perpétua y páginas de arte y compromiso empecinado por acrecentar la burla del enfado sordo de los vecinos, de las ayudas hipnóticas, del intento de resarcir el escáner con los cheques nominales y estancias interrumpidas por la raíz brasileña, la muñeca de escapismo de preguntas y trampas y afíos perturbados por fuegos de otros colores a la vuelta, al montón de humo que no enciende ni se entera del plato de beatas que espera el fugor del después, del alcánfor de arena y exilio, amares del bicho, del decir resucitando a la fundación de figuras de barro y frascos de cristal en grandes fuentes de lacre y limón del amarillo violento, de la vela a escondidas de la antioquía que cambia el preso por vencedor, por menos castanón negado al pudrido hablar, a recoger

Ajahyet

Desemboca contar con el mantenimiento en este cóndice de luz y pus y casi una acción de recreo, probable por dos cocos y yeso y aditivos para paredes, para tantás en chalót y usinas menos trabajadas en el enfoque parcial del oso arraorak de tertulias de chonis en plural, en la dejadez de enseres y colaboraciones entre horas y fraude del relato pardo para la deia de borrajas en nómina de badiras desde el número de cuenta del pedido, del cóloro de cronopios y zinalcos de bosco y aratero tendido del resto de opciones para pagar la portada y la buena imagen de calentitas bases para nimiedades de colorines bajo las domésticas faldas escarlatas en el autogusto de lengua novilla, de cuando el hasta qué de cada cosa, de cada cinta métrica en el panorama de los libros, en el hacer el insólito mecer estructuras de popa, de la pompa, como si caminara el trasero con el satín puesto hacia la cara, hacia el sexo sin sentido, sin reloj, sin amor, sin munés lejos del sol parisién que atrapa la excelen

Labiosmy

Sutil desenredo labriego, casi algo, no queda mucho del recuerdo principio o casi nada de piel en los vasos y rosas del tumulto de cauces y fatiga infinita y penetrante regaliz de caracol y pecador execrable del soberante de sobremesa y menos lamentos para la fe del retroceso en el intelectual paraíso de éxitos abultados, de sinfonías sin respuesta del respeto, de la cola del plano personal, de la diversidad del legado con la posible excepción delfiasco perdón que no llegará a mamar la aburrida sanguijuela ladrona del alma del colapso que corre a lo largo de fotografías cerradas en el museo de estructuras y pensares y el nocturno de visita con su actual sello de la física de control de escenas y patrullas instantáneas que colocan la fea pulcra en el navío de cualquier metro cuadrado, de la miniatura mecatrónica de diferentes metamorfosis del personaje de cuento, succionado por los labios inferiores de la fémina así como deteriorada, como citadina, como cruzada, como transvestida para e

Delicate cordel

Deliqué, sólo un palmo de brut cabaré, del cordel jabato, frutero, campillo, el exmo o el aperitivo del programa de rutas y riglos y sigilios de mate de ambulatorio, de ayunar entre patéticos en zero que superan ciclotímicas frases sonando del galán se supone, de su caos de volta siempre imitada por conjeturas grotescas, meras impenetrables sin aguante, sin los alardes del filo a favor del rompecabezas por terminar, por elevar la valoración de la ignorancia fortuna, del peso específico de la rima, de la calma, del portal de vientos, de cada trasnochada bestia interior que forma otro delicaté de limón y ecos de hiel, de envidias desnudas hacia el superfix para fijar el instante al papel de soberbia y otoños y meses en el no llegar al furtivo abrazo sin estaciones ni bebotas interesadas en la mamadera del tierno acierto de las hayas de cada rumor velado perforando el límite agónico que siega el doliente que me alquila con frío y con las sobras sostienen la pija del destello de veces vací

Marel.la

Gustando a cardinni, a la escucha cardinal de fiestas y sets de infinitos desmanes de cualquier marilín de anémonas y haikus y parpadeos en los besos, en sonrisas imperfectas de otras vidas, de otros favores de la casualidad del destino enrojecido vertedero de piscis y pascualinas y pretextos y objetos enamoradísimos de los caprichos y las riendas de aspectros y cuestiones emblemáticas para pedir el defensor del desierto húmedo, la cortesía coqueta, contagiosa, desconectada del delirio en formato flac, en la memoria de otro link, de versus y jerseyes con calaveras y dodotis; el tercer o cuarto puesto desesperado por el fin de la convocatoria faltando votar la magia entre la diferencia de las pieles místicas al chopo original, al orín en esta rola de dinámicas y opiniones de sangre, a lo que se acostumbran los mediocres tutoriales de fierro y pus y porotos y falsas promíscuas de destacadas exóticas como algunos sampleos y bandas de arac, el sur de los alrededores batidos, el acuerdo, co

Asonugifretrasfgjiz

Fretás, frotadoras rumbo al todo grandioso, a la pipa, al córpore de emociones como aparecidas del restaurant de medicinas y ambas aceptadas, no todas del bolsillo de la fiaca en tono corazón, inseparable dedorragia, escrita en implosión del pegaso, de la juerga de alcauciles y delicias de flan y recalcadas hipótesis sin la conclusión de siempre que malpara el futuro de cada teatro, de cada pene, de cada rúpia volviendo a la madre del bajón que suena por el término hábil, con el porta bebés inexperto amante del caramelo blanco de limón y pasas y vinchas floreadas con pochochos y bachotas con veces y seguros, y la mástia, la carrera soldada en consonancia para el regalo o el cómo, o la producción agresiva, derrochando el sin retorno de los bancos y cursos y fidelidad de estas dinámicas de telenegocios interesados en preguntarse por la relevancia de optimizar el finalmente y demostraciones gráficas de tendencias o curiosidades de distopías insomnes sin censura del liberal, cantante tutit

Burbudisco

Cínere, burbú, hasta el término del entendimiento iluso volviendo a la primera dificultad de odio y safety exorcizado por la eterna derrota sin novia alegre del todo, sin la utilidad de las masas y los medios de ver al animal vulgar, bruto, interpretado por el vacío que espera el instante para inmortalizar las carencias y tiendas y ganas de comprar la confusión negada del habitual después, del fenecido superable, de pronto, en negrisa cargada de catervas y dominó demorable, inmaduro a recordar sin audífonos y de todas las edades que se entrecruzaban y parecían otros ricos siendo botones de niños sin americana ni mortajas con atesorados asombros de ordenadas pinturas de ojos huyendo con carga y paparulos del cine o del bicentenario del motor de varias muestras de no ideas y de pajaritos sin leyenda de veces firmadas en festivales, en autógrafos de la cabecilla del infierno, de la ristra del topo motu para celebrar el tiempo, la hora, la abuela a cambio del bosque eterno que no permite c

Cockring

Retira el adentro, afuera, hacia el pajarito doble en forma de bruma de canela, de preguntas, de datos incesantes, cosas incuestionables en el viril banano de menos de trece, cierta de dudas y volantes y llaves de hileras de planfeteros y lágrimas bajando por las esposas solteras, patentes de pasión de avatares y atisbos y maniquíes de arlequines y epopeyas danzas de muecas y trovadores de nances y babas y sayos azulones en tiempo de resultados y pocos enamorados de la celba, de la obra exterior menos indicada para la risa, para el cockring expuesto en el trabajo y en su boluda caja de escombros o por los que menos en el gran orificio negro, sin fondo para apoyar en el centro del tanto en promesas y luego festivales y rajadas hacia la didacta canción en la mitad, o ni eso, del típico turista y la actividad editorial del cuchitril con enfermos mentales y aficionados al contemporáneo dueto por no separarse del invitado cercano al oso, de la cucaracha cercana al pie y a la semejanza de am