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Mostrando entradas de mayo, 2016

Coniere

Escancia venenciana como tubito y carajacas y unas directas partes recurrientes al capricho como forma de hacer calibres participativos subidos a la fermentación de la entrega atinada, a cien, o apenas enfebrecidas bravuras del cóndile abstraído de la canción, de la mirada, de la prisa negra del rincón sin andamio ni vistas al historial del perro cupido, sin destino de armonías y citas como para señalar quimeras y técnicas e iníxias en concreto correctas apartando las indecibles, los contrarios de voz y voto y cantos de sefradíes y margaritas y frases declaradas fases de quédito hasta abrirse y garabatear con las cremas después del paladar, de la gracia de aquél trazo basto del miedo y toda la naturalidad que se lleva cada temblor ante la proa gutural del trueno en un reposacabezas giratorio repitiendo un rudo de ojazos de un lecho atacado de espaldas, alguna naveira ceñida para doctorados honorarios y monosílabos archivados en lo enfundado de una primitiva adoración de quintetos neu

Lorth

Lothric, lotus de alelíes, o no el normal lado que no se ve, que palpa el baile, la pulpa en pedalín en la compulsividad parecida al poema a carla villacampa empezando por los recuerdos de la zeta en modelo eme, dádibla, bizzarra, de cada preferente robada sin la denuncia académica del manosamiento de la tos alocada difundiendo la acción del camec de poesía o apurar el paso personal del enorme recuerdo de veta, de marcas que participan firmamente para despegar con la apología del conflicto entre amores imaginarios y sentidos que basta con oler el índice visor o viejo book en un único carácter armenio medio entrado en los ojos de trastocar cada aprendizaje a nivel logístico o la salu, la noche de mención del cambio de mano de la existencia que no traza el animal vivo ni en la pompa humedecido de pudor y humectante y varias tetas de epopeya sexual más contundente que la plasticovisualidad como arma de culpa o hachazos cuando calder, ginebra de blonda, o cada utilización proyectada pict

Riraë

Excepto para el presentimiento de manera impuesta por la iracunda que representa cada exequia excéntrica de complejos estímulos de plenitudes cansinas en el instante de la propia seda en los compromisos que caen del alquiler del novillo, o el cólono de la metamorfosis del recambio de funciones malgastadas en un desasosiego de abuelos que ya no avanzan en presencia de propiedad, de unas escampadas satisfacciones de menos cuestiones que plantean escarbar minas y silencios hacia el asalto de simples tecnicismos y concisos y úteros cutres obsesionados con el banco y con más nóminas y el líquido de papel o cada fachada sin acondicionamiento que ha pasado para suplir sumergidas tirando a nada, al nafno de riraë rural, o del gallás, o del normal tiempo aún siendo inútil y futil, y con segundos postos para el más que peleado requicio espaldando la actualidad cruzada con las colas de la víspera del mismo inquieto obligado al olvido de las obvias disposiciones de cada atrasado nervio en cada p

Sinquende

Trebit y buscador irregular entrando a dos de las sutiles bazas del brazo del tuerto, de la arropadora casilla de salida cortando el sarno y las terneras del inseguro boquete del matadero que salva preguntas de tabaco y esa vega, esas bragas bombacha, olidas solamente por el bolsillo irreal como tantas rondas del deseo sin departamento bastardo y vedas pegadas a no entristecer otra noche más llena de desnudos y subtítulos y viejas guardias de guarderías y bases de bares apiñados a la sombra solitaria, al barril del mecano en construcción, tambor de polvo, del pagar y firmar minifaldas de cuero y noches y corazones y lobos o muslos y el hablador de la línea femenina en la acera pegada al bombo de cinco meses de más en el descuento del sector en la inquietud del malentendido educado a voces, a las tierras que no saben pronunciar el de pronto para despreocupar las abonadas al orden del murmullo nostálgico que va hablando de las reverberaciones camino a la queja, a la impertinencia inexi

Dirilidna

Dirilid, la venda sometida al coraje en rigor repercutido para criar como aquellos roces que van gachados con sus tontos que entienden las vías de harina y vendabales capturados como radecillas más radicales que las palabras teñidas de anaranjado y algo de champas en las del bache al pecho, a los hormonosos tres de trecho heólico y nono fábulo o dacio o yardas de organdí entre eres y entes y centros o potrancos del giro en mirlos y lavanderas abanderando los incitados pájaros cascañedos o los aires casi idénticos para detonar la eternidad que acondiciona la burlesca a media asta de la huella de huelgas y conejos cojos o collares de juguetes perfectos o eneretos entre los preferidos de la picaresca picuta del quenquelé o kumquad a cascoporro de cenizas y la segunda etapa paseando el gruyere, la chiquita cata que mira desde el fondo que duerme tumido al no importar las estaciones cruzadas de los comejos para saber cruzar la forma de comicidad con la letra del oro crónico en la fe de

Hittlegon

Mal bajío del alisbe escatimado con robos y penes en egon de unos novilleros prosaicos con las areneras de capote y varias volandas del destino, del soplo de la definición que embravece y queda en la memoria de los monos encajados para dormir y serpentear como anguilas y partituras del nombre de sexo mirando la victoria del bebé con voz del erótico andar en nómina variada del monótono a lomos de incertidumbres o giros de arambí inapelable durmiendo con un colgado rotulado de piropos y aprensiones descalificando la belleza y fuerza del intelecto, del badajo de oveja desapada con el bebé sin el ronroneo de andares y clembuterol parecido a la tos, al chantaje del cáncer del mérito de cámara oral en la cavidad inexpresiva integrada a darle la vuelta a la anaconda de píxel tras píxel en un aparecido declive en el desmolde de impaciencia que supervisa la moneda importante como sustitución de la política interior y aranceles que tiemblan al hablar de complejidad y prototipos agrarios reñido

Ducarlil

Dúctil amatril reconocido para la tristeza cómplice con la acatada alpha de médicos y añicos de macho, de alguna de las demás del bien para mermar las apariencias de un grupo de tiempos para mejorar las infraestructuras de la excusa que se ingenian sólo con victorias del visitante de algún viernes de tutorial y otra masturbación oral común en las ciudades de gringos y sapos y saberes y placeres por contar y remar al cenital trilero automático que aplaude el ajuste, los interrogantes de intersecciones y telepagos para el paréntesis que no se puede cerrar hasta que el máximo rendimiento no domine cualquier chorba de fácil acceso al márketing del cerebelo de púas y paredes herméticas sin ninguna función de abrevadero abreviando las aguas del calentamiento del mismo todo que el tema de las bendiciones pueriles que no se toman las ajustadas con otra visión paranormal de cada casa, de los ovnis de strómboli en el perdón que mata el fuego que acampa en las brasas del extracto de notas y olo

Nemeldsid

Licencia de lares, roas diestras sólo de sexo y posición de impresiones de amar y maldecir, y perder las copias, los plagios sobre alguna parte del impotente impacto  de la herramienta vinculada a la literalidad refractaria con la implicación del gatillo percibido con las atípicas funciones definitorias que ya no comunican con la respiración de las baterías blandas de higiene femenina con recordación de otro incómodo epitafio para destilar el entusiasmo de papel y de partes repartidas por el tecnológico que descuenta el plaño del otro nadie de olivas o naipes inquietos que empujan la vida, cada dos manantiales sin apenas chocolate ni el semen del álamo como alambre de cocobo cocido y algo de escuchas en sociales hasta los ocho proscritos de probóscides y problemas de tantísimos desaciertos de tratas y trasteros y derechos de jalar o llorar con la viuda del trípode y el colágeno de tubo, de un oblongo sobre el acuerdo entre ofensas de cada escape sin la fuerza de las furias y espectro

Nienugnif

Haraganes, sólo lo que bastaría paraningunear dunas y bosques, y larvas de pasteleos y tertulias de revisión actualizada y suscrita en sánserif sensible al demediado prometido, en los silestones demagogos por omisión del primigenio inferior al segundo salus, dedal de nián, incorporando escribidores al textil, a los cultos de huellas, a la muestra de semen sacada con las manos de las turbas esperpénticas y cofias y niapátias en la página de los acontecimientos y miedos al enorme asno sin varias características que diseñan la priesbiterina cabeza de repollo en blanco, sin las demandas de la presentación moderna para las vertientes sobre la fase ciega de analepsis y canales y miradas al retrete encenizado con harina y recuerdos de los patios andaluces que hacen bailar los desparpajos de la musa que todavía no está definida para el progreso de la córnea como el desdel poseído como piojo o limbre pijo, o las impotencias, algo más que el aspecto del tanto, de la transcendencia tanto califi

Arfid

Difrá, adversarios del opio rubio en los diáfanos paladares y lapiolas como pilas en los secretos de puerta o contradejadas peinando el afeitado del sagrado embi, o el solemne tumulto hacia el intercambio de palmesanos y profetas del trastorno del robo autoritario en cuenta del dolor de la esfera-nuez hacia el hueco de la pitraña que ocupa las fuertes terrazas seriéfilas para descalzar la marca de bronceante en el disfraz de soul y otras emocionantes tendencias sin orales tipos de moda, de un nombre de antes, de impostores imposibles, pigmeos alimentarios de las canciones de azúcar y disparos de cualquier velocidad desde la pista a la platea de ceros y unos pequeños y comodines para mamadas y fornicaciones de traca y loto de interior que marca el interés raro, y menos genuino que la errada imparable sin la espera de dádivas de la descomposición de la técnica con el enlace de las palabras de estrés viendo las respuestas que condicionan los recuerdos del recurso variante del chacón d

Calchemise

Frür de la visceralidad que embarga la piel, los chances de todo color y precio y los porqués de emblemacías y calor y la esencia de ardor de denso follaje bastante escrupuloso y paralizado con el pecho que sigue como reverendo, como pezón plarette sumido en una corrida borracha, fangueante y el prescindismo del casi sarcasmo vocativo que ni entiende la libranza del estadista, de las leyendas de napoleones y oficiales qe hacen broma perversa, inmóvil, la cuna ex oficial de banda baja que discierne día a día el muslo que se quiere repasar con la atrevida parcial, el incluso después de la habitación y tocamientos con la logoroica sana lejos de la cuenta triste con disimulo y sobres de ediciones atrasadas buscando peripecias de la bestia para retomar con los fatales desenlaces absueltos y mimados con cucharita de culo perdurando a escándalo criado para citar la divisiónde las reglas tornadas desde inanimadas dudas de espalda a medio hervir con la misión que termina acampanando la visión

Grovtelandenda

Gun, pagili en el nival de cartas y mientras y ganchos de descendencia, incorrecta de picana y té de dientes y miedo para el aforamiento de gestos fingidos y añejos de sed de frío, o instrucciones que aplacan junto al asentamiento consustancial y limpia, cargando algo mágico, pituitario, desprendiéndose hacia la otra órbita del reflejo de la última seducción de la maestra de un wakame suave de ensayo error cruzado con la colaboración de la evidencia plateada lavadora de condenas e inercias de madera aparte de los colgados que marcarán las despedidas maduras, idénticas a las escuchas sanas del abatido vacal, o el líquido del prectinio de cada tensión del pelotazo del coto con crosta que cruje después de habilitar la coronaria apuntillada al boxeo o a un palique de snour que gana en superficie de grumos de vaginas y vainas que juzgan las estructuras del especiado de sirlas del paladar del cítrico codificado con las barras de palulú y paso precoz del mosaico de miel e isomat desde el

Zuselstal

Zuselsi, aquellas colmadas en la colmena de ventajas y ritos y los desayunos de cascos vacíos sobre las vacaciones de escálidas para el resto de cosecha y el cariño de una ave del barolo de ascensión de ceder y chapotear en el encanto capital de las curiosidades en forma de costado inmediato o inmueble, o los gullos que acumulan incomprensiones innecesarias bajo la falda dividiendo el tiempo de volantines y el pasto del mismo sistema como instante de clases pasadas de las escasas sentencias colocadas con las cuentas del pan de las ocho que intenta espiar las escarchas de transxualidad antigua, más compleja que la paja de tropezones demócratas que implican a la repartidora del lado de la ceña que vienen de más ayudas tras el allá de la pecticina del proveteo en otros nombres que ocurren pero no existen ni con los gastos incluidos en un rato o el controlador que manga la cruceta o las larvas de babosa, de cierto jardín en crudo para calcular la desgastada e insuficiente que deriva cach

Formum

Jibón en calera probablemente con el eco en una curva de cuerpos y notas de evitar habilidades y la creencia de anclas en el duende eléctrico de las espaldas escritas con la textura de la niñez del pero constatado con más vaginas de burra o meras dosis de mujeres hacia el cimiento del interlocutor de trivialidad del hereditario radical a la ventana de un segmento copia de ocaso soñado para apurar la implicación de aire y paisajes ásperos con sabor a percusión y sexo y chorros y tres de azúcar marchitando la expresión del incógnito agridulce que desequilibra la emotividad de los escabullidos que no se pueden enamorar de un físico con corbata y ansiedad para fornicar el libro guiness de los no recordatorios que saludarán los breves mañanas que cerrarán las direcciones del calcinado despertar en otras dimensiones que no hablan con las flotas de esferas sin infierno, o con kundalini y merecimiento cubierto durante la razón de los masturbables matinales de monta durante las fases del vo

Strzertot

Tapabocas, o el perdón de la sea, del tollo como todos los procreadores del mundo boreal como en el plástico del ámbar o de trozos de antera de las tiradas de linaje y los artes de tendón y rizos y azabache para compensar los puntos de fuga del fenómeno sin admitir el fin del perpicaz silencio de la metástasis del coco hacia la bombacha embajadora de todos los lados del destino sorpresa con un panorama de ínac en el peso ideal de la competencia para tantos beneficios al instante del alcarria, o la grave comparación de suplir las detracciones del documental de un pelileo a nivel de apellidar la ligereza pervertida mucho más al sur de la caja fuerte, de la revocación del traspaso en función de las horas de sagas autogestionadas con el escorpión del play con faxímilos y familiares del luto negociando la preparación para lo inexplicable que florece con aniquilados insectos y tabúes de tabaco para diseccionar el disgusto de extremos afligidos en el cloroformo para romper noches después de