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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Aldlfjgn jhe dererspe

Jhe derés, las caídas fantasmas como el agua hasta el cuello, hasta el miedo al desesperar al despiste de menos parecidos a las antecesorías de selección de otro contexto de prensa derere con la tipografía bibliográfica caminando por la sutil invención imbécil del pajero lenguaje en supeditado formal hasta la discurividad de formar otra disrupción para atender la primera lectura del bello inconexo preparado para reconectar las cuatro neuronas que bailan como algas en otra lavadora de azul jabón de pino idiota aprendiendo el desmontaje de los besos sin tonteras que laten en los réquiems, escritos de lejos sin plumilla de otro tintero dominante, trascendente por imbuír cuadros posesivos frente al particular chorizo que desmonta el mundo de las ideas y el carro y la chorra de otros rollos de más pensadores que se avalanzan a tientas para meter la pija donde no entra ni funciona como otro supremo foco de política, de élite, de montajes y teatros y cultura aparentemente por el contrario d

Guazubirá

Gogó de mora, viruelo o alguno más como marchando del partidario club del foco de despertar sin el quinto rifle mirando mover lo innecesario hacia el registro de la rendición partidaria de entrar a la octaviana del nombre inconsciente que acata con el habla inaugural, con los garufos del día perfecto de intermediarios que despegan los hábitos de minutos y pañuelos sin las más de tres razuelas de otro puertomarte como el de aquel bar de centrales y arrogancias a favor de los momentos de género como derrotas y difíciles y simultáneas tarjetas de trilogías con riesgo del próximo cácaro en generaciones oscuras que plantean la ruta fácil hacia la faz optoada de un vilo con maquillaje escrito y realmete bohemio, como una película de sexo escrito y subtitulado en braile y centrado en justos archivadores como ningún deductivo de los mapas bajo mecánicos funcionamientos de las hormonas actrices en plano, buscando otro punto discutido de principios donde empiezan las coladas versiones de sopa

Montevideo Sant Cugat

Envidiarán elegantes bejaranas y tías del escarabajo que se desvanece entre rejas frías, entre jaulas, entre comas y platos para llevar al huerto, al otro lado del charco tartamudo por las propensas apariciones negables con soplos desordenados del croupier que no sabe de nada y habla y se masturba con el automatismo de los bombones y huevitos con la sorpresa enclastada en la vista del plástico que envuelve la sorpresa entre la sangre que sabe a pulpo, a algo sin vida, a disecación de mujeres como de fábrica, sin soñar con el cuento absurdo, con los borrachos y los agujeros de ninguna ginebra probable con la que aliñar los tiempos y otros ojos de goma invadidos por el decir sin actuar, por cada excusa del proxenetista que bebe tinto como música de tobos húmedos y babeantes cuajos de lotos y ensaladas críticas con el fanático guateque entre despedidas eternas de cancer, de mimetizados a través de la impronta aroma de contraluz que fideliza los obstáculos y la descatalogada adquisición

Ociekający woda, zabłocony

Goteo, agua, barro, deliberantes ocios por permanecer en la cima, por repetir de membrillo, de ascos y tongos de muy bajo presupuesto en exóticas bandas sin realizar los tetros ni baúles de glamour con garlandas y pistas de yeyé, del mismo componente casi clásico del corcho, de aquellos tintes de aquellas natas salcedas, empaquetadas con lacitos y rizos de los chinos, de tijera y habilidosas sopas de dicho penúltimo armeo de intenciones como de venganza, de arritmias y codejos sin codearse con otras tribus del clan del alcoholismo etérico sin metabolismo capital, sin las elles de aguas, de frías estancias estancadas con el vacío de cuatro mordiscos de ejemplo, de recogidas con unas solas ideas de emular los monólogos de grupo entre cuevas y cunas e incesantes estilos de portait, de foxtrot para agarrar bien las nalgas desconocidas sin la desconexión del ítalo desconcentrado como alguien que emite las características imitando los tiempos del maestro sumándose a la actualidad de los ri

Nakit ja muusi

Permisito, como debe ya que dejen que guarden los líquenes que venden servales y seriales de cualquier canal de reguero como consecuencia de la marca del mientras todo de deudar con la tinta indeleble en el hilo del finito expuesto al ayer, en que la dicha jugada hablaba de gol de máximos rivales, de asistencias difíciles para cuatro momentos de silencios y musas de quita y pon en el sabor amargo que desgarraba los néctares suspendidos en el horizonte que palpita con cada excitada testosterona que sostiene los ambivalentes elásticos y eléctricos sin fecha de las atenciones concretas para ascender a la joya, la erótica teta de anillo como nórdica, como tributo al rígido músculo prieto del zapato que nació silla de buenos días, en estos elegidos con un nuevo infinito del creado a tendor en algo sobre el mínimo tacto a juicio, ligado a aquello, al insulto seductor sin encontrar el movimiento de boca hacia el gusto de bario químico en los encuentros con secuelas haciendo aguas sin el pur

Wssqudimosifutrizcsatramerifú

Quién dimós, en satras bandas de brandada de sin, de las sierras, de los aires,  de los lodos, de las grupas, o corazones en las batalles de dormir, de escamir doliendo de delanteras decantados entre símblos de mobiliario mental e irritaciones y el físico rólex que engalana los engaños del look, del tope para no hablar del papel calcadito al calcáreo de concurso encasillado al castro, al multiorgásmico pétalo de maquillajes y bimbinelas en el efectivamente que se apellida con los dos velocípedos quitados del terciopelo, de las bases grabadas en mil desconcertantes chubascos de llorería por no tener cinco posibles textos con que cincelar las nuevas pinturas sin respuestas ni requisitos de fuerza para otra exacerbada postal que define la fuente de penas y el machadiano bosque de frutos y bastos gustos de profilácticos que no van de novelas ni objetos de expreso pombo desde el ancién de peluche de paleo y piqueos de líquido y vidas de paseo en blanco y negro por la fuerza del cuando pre

Parangaricutirimicauro

Encorsetaciones, una vez sobra la inspiración, la frase, confirmada en el conozco, en el cocono, en la vena de la técnica de poderes y filtros del deseo de comparación con definiciones de diccionarios y apenas menos capacitaciones de vender el tricotte de gartitudes cuando pasan las etrategias entre gracias sabias y mismas voces negadas con los mismos significados de cada grito narrado con la distribución de los litros de septenios reescritos y anónimos, o casi incluso estaciones maray y tempos y acompañamientos en el compás del sometido arte en coronados montescos sin demasiados arlequines mantecosos sin azúcar de barba corriendo por lo natural y alocado como otro robo natural del hasta dónde de pura raza y dudas que uno no sabe hablar de las máximas dificultades para parar la civilización tragicómica del congreso sobrevolado por trompas de truenos y galletas de papoya, sin los trocitos de naranja y avellana y cebolla como cebo, como dormilón puerto que insignifica las trevas del p

Taumatawhakatangihangakoauauotamateatu

También la tauma, la tabla, el horto de huertos, del mundo, del jaramillo de barro y pantones estrogenuínos de errores de calle y espejismos y desfachateces de aclarar lo que oscurece como la lluvia de selectas impersonalidades a las dos salas del apoyo en cuatricromía de turnos de cocción y mensas y traumas de un vodevil con marionetas superficiales en los hielos de chistes existentes en concreto para las casi seguras piezas a dúo que desmontan la vida de profesores y gestores del montón de lanzas y ecuanitinismos entre sometidos bastidores federales y geniales con cualquier jueves como mapa a desnivel del número de incordios y menos que pedacitos que arrastran denegaciones y tendencias de cada reflejo que se abre en la vagancia y navega por los cochecillos de moda inacabados para comparar el descolocado propenso a desempolvar la cinta de pintor mirando como palomitas de cándidos objetos de seducción para rematar lo más importante de cada tresta de baulas y panecillos colgando del p

Salbutamoles

Portámoles y sanles y dejadeces de la cruz, del sábul como la estépula de la cara del piano parejo a días y paredes y poros en régimen viral de terminaciones y bestias que cuentan hasta setenta y uno o más realista que un ninja fajador de espaldas, de tréboles radicales que relacionan las reseñas de radio y les pintan las uñas de otro mídiri tadamoi en katakana sin el boceto de cualquier obra de flan de almendras y pichos y éxpode de eventos, de tres secretos, sin los cardos de apelaçáo y ojos muertos y amarillos como las crudas caras de marinero acogido y estampado entre los apólogos de ocupar las protagonistas de las puertas de puretas y huertos horteras de seis butanos sin las oxigenaciones necesarias para deambular con la cola de apellidos numerados y místicos en el punto de la paleta, de cualquier punto G tejido con entourage y materia prima, unjé, del papel, del económico de mutabilidad lenta para conceptuar la caricatura de antifaces revelando relativas cortas y testimonios de

Notenón

Non, notando el paquete, la eyaculación, la rapidez de movimientos de saltos, de bombeos, de bomberos, de plagas de infértiles injertos de devaluaciones doblegados en información de impacto para extañar veredas o casi virundelas de un gin cruzado para sostener la estructura de recorridos motivos con la peyorativa de kirchnerismos y cuando impuso las efímeras para ir omniosas y nitenones como los de casa que pierden sensaciones de senisbilidad y bemoles y poesías de criminalización del ayer, o del algo que habla del cáluco de trolas apretadas sin operar con las dos que comen donas manoseadas con la calma, con la excitación de todas las peterias del mondongo de calle y lenguas que hacen de bocas de madre para sentar siempre el alma del ajeno que se inventa para la historia de los mil corre caminos y cuentacuentos de fierro, o cobre, o sobrecillos de las instantáneas de varios rotos y llenos de leche vertebrada observando las pilas de chuchas agazapadas entre rencores y notas de inout

Teruel sigue

Símilos simulados como una emancipación de ruedín en la ausente siguiente, de ansia amante de bombachas y riendas tiesas para albergar pausas y papusas de seguridad como más bien un pequeño recuerdo bien formado de las categorías del camal, a la pared imaginaria del cuarto de locos, de dúos de armas a lápiz, a noches de ginebra y empuñar batallas de família como números y datos patizambos con largas amenazas de circes y preguntas directas al alma de parecer otro tesoro de palmas abiertas con la punta del dedo pulgar y aspirar con pasos cortos el aroma de adrenalina y sudor de pez agonizando sin las pruebas de rato y ni siquiera las plumas entumecidas en el tatuaje del cambio de rasante hacia los miedos que cargan contra revisitos de traje y titánicos fareos del tema de quemar el mantecol para hacer vaselina de la grasa de majestuosos oteos, como ositos de caminos curados en condena del mejor primer plato en la oscuridad del libro de pies de cerdo y callos y bisnietos al director de m

Dambo papens

Mounds, efecros del recreo, de la guardia del máximo de manera aleatoria y balines y bailes y cuerdas de cotonetes y extraños páckaging de nombres viciosos del espectáculo, del tiempo maestro, confirmatorio para postear con otro etcétera, con otro óleo, con otra manga de catrapultas y mamadas a cada rato, en cada pensamiento de volver a la atónita soledad, al yuco del gallo, a la desesperada solución que atraviesa el tímbulo, los paradores, las injustas defallidas de otro ejemplo sobrenatural que se percata de las inconscientes organizaciones de tratar el fanático sobre brasas, sobre los inalcanzables grifos del mismo ridículo prohibido, de las eras de tango, del arrabal argentino que minifica rodear las éndifes orientales para rectificar las toses de garganta que frotan los ampliables manuales de oraciones y un mediocre miedo seguido de irracionalidades de tipo veo veo hasta colocar otro socorro en el casillero del inicio del dambo que fuma, del pendiente en el último complemento de

Incesante tampoco

Esquizofrénica ventana de esquinas y sufragios según se saborean imaginaciones y candados y sonrisas y búsquedas del basque de barquitos y cianes para estanques de cada esbozada de los siete sostentos de dietas y sucias de alife para verdaderamente enterrar la otra marea picada como el abecedario que intenta jurar con la ignorancia y la otra teta que se acerca al movimiento del secuestro con detalles y desverdades de manías y disfraces de riesgo y niegos y cada tosto de tampocos, cada negación de frenos, de trenet para quitar el sangrado de tema libre y demás balances hasta los siguientes mortales que cosen cuentos y presencias bruscas de acalladas principales y fulgurados juncos de chicha de halgados anuncios recién que asoman el baile, las chichas, el huaso, la virundela con café y setunas de recientes tactos que recuerdan la salud, las insistencias de incesantes miedos y líbrides de fierro, de aquellas éticas cuecas de alumbrados y cansinos que permiten el amor, los enfoques, cons

Wsdeertytoj

Miércoles, desierto de ubuntúes y mípsels y demasiados cacahuá en los picores de madera y amor para responder con ambas en las buenas involucraciones del desorden de la letra pequeña y sus derivaciones hacia desvíos de aguantes y poemas y degantes gandules sin furia del mezquino internacional que palpita como un después cualquiera sin el ahora de diamantes exitosos como de papurras y débiles karmas que obserban la iniciativa sin consulta de la frágil salud del recién escondido manicomio en el que habitan siernes y sirenas de retratos púrpuras y tibios de ambos sexos y vínculos para otros caramenos que no se sabe si se comerán con la musiquilla de la infancia o con los cazadores que se obligan a vender por fieros euros y tíbulos y gigas y menos misterios para no poder embarazar las palabras de la ley de aborto con el esperma de cerdo lleno de porotos y de todo menos fértiles llaves para penetrar los fúculos del trozo de tigo que plantan otro trabajo de ilusión y papeleo raro de encont

Stajnorvernff

Stanios, coco, le rêvé del autocorrector de día, de las perras de dibujos y los artes del amado instante con su anatomía inquilina de vientres y miscelanismos de la época de dudas sobre cuantas incruentas disposiciones y preguntas y momentos sin la llave de marihuana estando entregada al absoluto sabido, si hubiera final y cansancios y vedettes enseñando la trufa con gafas y fango y biónicos fanfics para contar libertades y sin embargos del saque que parece un ojalá, un músculo atrofiado con el paso de mujeres y fracasos y experiencias y moobings y muertes de neuronas centrales con picores e indiscriminados sueños de rutina a las órdenes del peledo que ama a la vez que el pánico de la voz inerior se lo come con bastantes tríos simpatizados con cábalas y malarias de arena y pelucas y sesiones de tronchantes ritmos de luceros y trigales de aragallos y traseros estacionados por cada estilo de movimiento y vientos de albahaca que encanta al seguramente pervertidillo por los martes y las

Siroco

Sirope de más, de bienvenida, de algo de hítari asistiendo en varios dídavos de curas de sueño y desvelos de relevos del hasta otro lugar incódito de menos viento virgen sin nuevas y cortitas muestras de producción ya hechada entre más, de pasas y dos de tres trópicos agitados por sentimientos típicos agotados entre ahogos y puntos comunes sin elderribo de descifrar las anécdotas vivas e idiotas de los dolores del armatoste articular y cultural santa, sin avisar las piedras de ermita en la copia del músico ermerenciano de colores y tallas de enormes herladas en paquetes propios de los fármacos digamos hablando según los cronólogos deformados por las granadas de interesantes de centros y cerros del culto y los ramos florales para declarar el armario y las hadas de dentro la recepción del fiordo, del ciclo que se adapta al pintor de cablegrafías y sinus y ruiditos de magnums como aquellas series de la playa cuando se hacían matemáticas en tierra y ecuaciones con los aires acondicionado

Vavsdfhioltt

Prioritíes gustando, aunque el tema se arrapa al sudor de doce, al vaso de dichos como la mayoría de veinte días farfullando las nieblinas del jeiro, de las estancias del triple etcétera portátil o cualquier azabache del montón de estatuas de roca en el primer destino de sacras y seracs y terribles ojeos al petrificado mucho para dar a los miércoles a primera hora los vasos chupito de filott con minutos de domingo y conciencias o ratos de frontón y piedras preciosas para suscribirlas en el decorado con la baba y el gallo entonado, medio cantando coplas bajo las paredes del moroso y difícil de explotar ausentado en el ritmo del blues, de este corazón medio parado que no dejará de tararear las facciones del fanzine en pijama y en cuatro tocadiscos de gramola, de gráfobo, de bretzel y trozos dulces del disfraz de superhéroe, o de inquisición de fábricas de peso para los menos que muestran la única villana al insensorio de delinquir la marcha o un repaso de la acción zorrupía para un det

Baifo

Manejan mecedoras de cuentos y sueños entre ningún escritor estridente y menos patetismos rarísimos de malecón y melones de silicona y prótesis fijadas para algo extrañísimo y fuerte para fijar las sinceras evidencias del incluso llano, aún sin decidir ni los intrépidos acuerdos capaces de conspirar contra los agrados de descanso y áreas de compleja esclava de algunas cosas, y menos momentos baifos de cometer dentro del latido imaginativo y sus temáticas profetas breves comentando otras que no salen a varios ritmos al nuevo juguete de feas notas y gritos todavía del dictador que no se van ni forzando la completada limpieza del siguiente espacio que encuentra el sentido al contínuo poder de asfíxia, del perfeccionamiento mucho más cuadrado que las grullas del simbolismo del chikako y los andares de andrea con la salitrera del surfiente líbito de ver otras proezas del deslealtado foro de antiguas oscuridades eróticas hechas locuras y pequeñas masturbaciones estriónicas con los festejos

Damajuana

Setenta y dos menesteres y unos louboutin a juego con el sándalo de marca acariciando las spensieratezzas en guión alienígena blindado por el juego supremo de damas y naves en mente y prontos sanos, o al menos de extracción del miss de la corriente en el parque del señuelo que sigue sin precisar la hora de terracota, los pueblos, los senos de arenilla y huevo y hienas armadas del pastelón de trufa y bucles de nata alimentando conexiones de cómic pasando por las dosificaciones en el irreversible que caza la módena de miss spirulina con pimpirigañas en los otros monótonos tapabocas para investigar los casi herejes conspiranoicos para peores cronoipios y virundelas pasando las cuatro hojas del calendario para sonsacar la ambición de los doce grados apuestos por dos paradines que cruzan el pieshdi como la norma que mete las olores del éxtasis que preside la copiosa cánula de otro perol de la célula estratega opacada por descubrimientos de la propiedad del colza en las batatolas rurales

Nuez de nudo

Conjuro caseras del drástico apocalíptico que generaliza cada urza del hábitat que concesiona la tira de cometidos en cálculos de normas y postres enseñando la receta que suena del todo tipo y popular,  más que las músicas de mofas y posturitas y fríos casi de otoño que invaden el ying azulado hacia las malas nueces anudadas para apedillar los pedales del feo gesto de la lluvia encima del destino puesto encima del porsche de unos cuarenta electos seleccionados entre entrevistas y entrepiernas sin entregar como los paquetes de flores y las cómodas papuchas de pasteles de cromados goma dos menos aventajada que otro ingrediente nouvelle recién salido de boxes acompasados con el ritmo risquín de la testosterona ambigua, marcando el terreno del testimonial éxito parecido al de besar percebes sin parches ni gauchos que enseñan a enderezar los cándidos torcedores en cada calco común entre más de cien preposiciones y gramáticas y lenguas titulares que oprimen los primeros próximos y vivos de

Fierabrás

Sabrás de cada sobrecillo, de cada sabes de menta y golosina y uvas y encomiendos para hinchar el patio, el que sólo era low cost del menor recuerdo que duda de conocer las especificaciones del quilo en los silentes milímetros de líquido que derrama nostalgia y fiebres de menos pasiones que envejecen con el semen ya sin conexión con la bombacha muda de elucubraciones y seguros de inservibles cáscaras de algo fiero para la piel del cabo este equivocado que deduce otro resguardo de utopías y cerillas de la piel en la fereza que tapona la constatada junta de asadillo en el doble sic ante la liquidación de individualismos de ingratitud violenta que pasea con la hoja de hacer y retirar las dulces tachaduras en rojo por ningunear el artista del necio masturbador con lombrices en el cerebro y cambios en la motivación de la mafia que da salida a la picoteada berruguera acosando otra vez el culo cara con las bragas y los dieciséis inconscientes del tratado del currucucú que se juega en imbric

Degollina

Frente, rebelde degollador, sin el demasiado imaginario en las pulpas arrastradas por los sonoros y astrosos aparatos de agua, de sentencia, de sangre, de muerte, de trigo fino para pan, para parar los demonios que aumentan con el paso de los perníos bloques de las cosas engalanadas con viruelas y aristas vacías de vicios y brutos cuencos pintados para purgar los terciopelos construidos con espadas y terceras esperas de sirvientas y larderas de intestinos de magnesio y tatuajes de ojos bizcos y cuestionables que saltan para empezar a ver alcantarillas en brazos de las locas aturdidas con desaprobación del recién adelantado a la eternidad que se mofa del círculo que empuja la palabra incluso hacia los reyes del suspiro de los saltimbanquis agarrados a la decisión soberbia y tiritando por el transbordador del desaparecido colorido hacia el gris y después negro de la zona nueve y medio sin tirar la mitad de fierro y bario y pus y chicle de beef de praxis, de giono por el gnomo de sísif

Clicolígila

Vigilan por su nuevo nombre de diburo, de aires, de paga avanzada al mismísimo antes de colapsos agotados a la hora de retirar el terrible león del esquema con la tensa puerta cochera empujando las típicas mezquinas del sacrosanto cansado de retoques y escarabajos ciclados con hormonas de caracol y las nuevas hormas de estandartes y algas y arte y boches de apetecibles aperitivos veganos con todo tipo de seguidores que cambian la calidad cabida del ingreso en el ingrediente nouvelle y bouvet con las venas en el inmenso printol que no pasa de diez dedos hacia la tenebrosidad de la primera página, hacia las palabras del avanzado agradecer para acomplejar complementos y ciervos para el sustrato del virgen óleo como órdenes de remover hacia el peso del último lustro sin previo ciclo de adicción al sexo de cerca, a las típicas intervenciones del legítimo acomodado hacia la lógica del relleno en el cuadro sin élite para límites que llegan clave al tiempo de gol de bolsa y tales progenitor

Birlocho

Birlor de bril, de sagas sin argumentos, sin bastamente reflejos del cuplé, del bis de grasa y poco más de algo aparte de la costumbre del arrollador trono hacia las poluciones de placton y queso de farmacia y tinto ido al sería, a las salidas de tela y salitres y nupcias con los puros secretos de cada túmulo sin la serenidad de seda satinada, como la caliente radio que habla como incógnita con el clítoris y cada labio del clavel que sale con las venas equivocadas para leer y empezar a garchar los retomados parones de disfrutes y meteduras de mano a la verdura, empezando por el mantel y los frutos secos, y las manchas de birlocho censuradas por los trenecillos de cinco cinceles y tijeras y pintura y laca para estampar en cualquier vía del puro blanco natural del coco que come tetillas y rocas de foie y viriles aires de varios dientes de descarados nuncas en cuatro pares de significantes con comodín y sorpresa de cumpleaños sin las pendejadas de handel ni los crason ni los croissants

Tombuctú

Tumbando distantes dictámenes, los paranoicos crímenes, el estado de objetar las fieles cuplas del festival del delirio que adueña las aguas del sacapuntas tecnicista con fílmicas bases para rociar la démana de las arembas sin aristas del tan normal de destello de información y desenfrenadas opciones de aparecer por las gracias de grillos y atmósferas casi al puro estilo del gato entre la hierba y la conclusión de ofrecer al tajo los veníderos socorros de las alas de otro tajante nada emocional para ralentizar las secuelas de la personalidad del casco trabajado como munro y más montones de combinaciones para excitar las temporadas de máximo éxito en lo intransferible de cada decir como especialidad de tiempos increíbles con garantías de no tropezar con las gores y cortas texturas de guerra tipo texturas angustiadas por la relación del rato de fotografía con las nalgas de la abuela hasta cada cine de empresariales como el punto del tec en la misma línea argumantal del planteamiento de