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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Fasioli

Simpatía y belleza desde Caleta, gugulandia, la guagua, la cucaracha desbordante de acuerdo con cada una de las huídas pinteras, artificiales, como chuzos jovenzuelos, mujok, alborzos, sedes orientadas a sacudirse la dependencia traspuesta, lánguida, muy turbada en el polvo de la calle, en las manos manchadas de desorbitadas púas sangrientas, perras, invitadas, arrugados entonces hincados en el ciclo vicioso del qué, del cómo sorprende con cincuenta cañones y cánones y potrones sin falta de corpiños y voces de medio millón de expresiones y recetas del epicuro como a un gato por la noche renombrada por repollos y mozas rusas picando la col con cal y alegre escarcha con estrépito y de las angostas ya ni se habla; ni de las hermosas llamas en respuesta de la orilla y fortaleza por los pilotes del mortero y la pasta suspendida del fasioli, de cada pesto a los rusos, y adentrarse a los seis mano en mano a ras de tierra con cafatanes y fauces alargadas con dignidad, o algo torcidas, muy lige

Adiós milanesa

Ganglios opuestos, otra ruta que tal vez no es hasta que se inclina el jadeo como un pedazo de goma y lo hunde con claridad y reflejos intermitentes, nuevos, en dirección a una reggi impulsada con los pies de pato como goma de blando contacto y pleuras del poretus, arterias duval, luces, bisturís, milanesas caducadas, válvulas siliconas acarameladas, látigos de látex, guanteras, detrás de la butaca que marca 32 pulgadas cilíndricas en el módulo cero por un igual referido a las oníricas cabezas inclinadas sobre el futuro alucinante que dice bon jour y lo ves llegar de la manita de Rudolf y la antroposofía y Fabio, Franz, Grant con un traje oscuro vestiditos de igual manera como mormones sin el libro terrenal y sin karakeosian al otro lado de la mancha en perfectas condiciones y su pleura sacada para bendecirla y apartarla de las otras milanesas que se van con rencor al otro lado del ocho, al macro, a pasar a mejor vie, sin acusar lo sospechoso de su fugada al estilo hacia delante, a una

1950 16 de Julio Maracaná

Perfeito, así y todo, por el momento de legumbres y mozos destapados, fugados por una salida secreta, por la fuga, por colditz observando las cortinas de cuero, y los fados replicando, y la niña sin la uña derecha dibujada en pinzas entrando en la cocina sellada contra su pecho bellino; las calzas amarillas que aparcan contra los adoquines y besan la calle de dos en dos con más fuerza y profundidad y saltan al rellano como el cierre de la cuarenta y seis sin fondos torpemente definidos por nobles macilentos acurrucados por encima de manchas y tropiezos, y cruces con agujeros salteados frenet al reclamo de vicios y gritos a toneles algo salvajes, resecos, adornados con borduras de estrellitas y nacimientos, telas ocres, casi en el centro de Júpiter y Vulcano, y cuando acabe más borduras y manuscritos desarrollando recintos secretos de una lechada de madera, castaña, con dos días de diferencia de colores verde y ocre y pardo, y gatos perdotos, undécimos cortesanos.

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Desde la posición marrana y luego aire, gritos, estallidos junto a la pared principal del dormitorio al patio interior, copiado del libro de los salmos dichos; pesaj, formas y sombras para el momento de la pernera abierta de gestos y escuchas y necesidades ordenaditas en fila agarrando la mirada baja de cada delirio rebentado en las miradas y las corrientes playmates, Torá, toráaprisionada en el interior de cada confusión de la corriente, incluso del entonces, del después, del cada día delante de la fachada previa, de la fugaz imagen que no se queda y se vuelve para charlar con otras previas del espacio ideal a menos de doscientos pasos de la empuñadura de cada ocaso cobrizo cortado en carne, reunido en el formato feliz, en las protuberancias metiéndose los cabellos hasta el culo, hasta no dejar y creer lejos, en la media muchedumbre formada en mi hombro, en cada gracia roja, caliente comprendida por la crosta arrugante, temblorosa, real, no muy cerca de los versículos y aguardientes.

Neenen sineen

Citemos como las anteriores poliinsaturadas, o como escribió el comienzo del segundo tiempo de peso normal, y la caperuza trae cara de mústia y se pira con trompetas y cigalas improvisadas sin prohibir la concupiscencia en el ejemplo de la parte superior del margen colosal; la mejilla, el coito, el segundo volumen de la confesión de clarete palplantado en medio de mientras, chamagos, títeres, faito por anticipado, inmolando entre llamas y penas entretenidas; a continuación suave fósforo armado frente al bote en una mano celeste y tantas cuerdas como sean necesarias para sus nudillos enjoyados de noblezas y catalejos más allá en algun punto dentro del quehacer climaremitido por el maestro sedicioso, el junco, todo separado de los montajes y monjas, monsieures, olores fútiles, divididos en dos compartimentosengatusados por incentivos, monedas, caras, la mayoría de religiones cosmopolitas en regla aparte de lo cual.

Formador bucal

Que solo tiene 10103301395066880000 posibles significados por todos esos unos y ceros adyecentes en la secuencia inicial y salto de wikins al código de aplicaciones prácticas después de la E que sólo aparece dos veces en el mensaje, y el resto es tan evidente que ni se molesta allí, a veinte parpadeos del ello frente a otros moscones compañeros de charla como hostilidad producto de quien tiene que girar para rejas de coolies que entran desfilando, sustituyendo obdientes que casi se caen por el hueco y regresan cada cinco minutos para sellar la media hora de otra eternidad distinguida del ocomowoc muchas veces punteando sobre figuras al azar y pasándolos por hash hasta terminar por su afeitado en la gélida pregunta tactónica en mano en el brazo y sosteniendo el territorio de los asuntos de mando nipón ordo root de su concepto mental en cuyo regazo dejaron caer chorros y chorros y litros de flujos fetichistas y boites y delirios que se suponen en uno mismo, con puertas de acero a oscuras

Drolarme detortal

Drolarme enganchado en falditas y poses para meter en bolsitas detortalas y cuentos y tabaco oxidado seguido de modos y culos y conjuntos justo delante del estilo tal como nunca, y los campos de cereal; camaradas impresionistas, corridas a cuatrocientos, herederos de la cuadrilla, de trozos y gritos al final del toro mecánico suena la música, la comedia, empieza el espectáculo, el orden de las datas egipcias medio enterradas, perdigadas para cavar trincheras, faltas, sentencias, milanesas, crisis, amores furtivos al tuntún, mangas, camaraderías, discurrencias, poderíos del pufo, tembleques, tambaleos; y aquí resulta y prosigue y abre espacio en cuanto al huir y mermar como instrumento de ímpetu y crisis de voluntariado a lo sin papeles y añade el caro papeete, botellitas de cassis a la mallorquina de necios y redefiniciones.

Sinopo, estesio y ormenio

Indicios de sainete, peliculeros, suspenses, risitas, toses, Cameron y Brown, una simple conspiración en el seno, algo inevitable en la barra de la dueña del no parar de toser para pasar luego a otra expectativa del error, del vencimiento mal cualquier disminución mejor de exultación física del no obstante y la formulación de preguntas retóricas, sin tono de llamada amotinada en líos de cigarrillos, hojas de parra y ojillos en una cavidad distinta, descabellada, amarilla, empapada de odio por ser como es, por escoger en respuesta apenas velada de unidades la la la...alfabregadas, muy cercanas a la vista de dicha categoría cosechada en las entusiastas dadas del dominio del malestar de arcilla.

Butiklugulargac

El desencadenante suena ñoño cuando va de vuelta al tal feo y los mocasines de pija para acudir arriba, a la mitad de las clases de protocolo de áreas agresivas y manos, de patitas que tronchan el cogote y explican lepinas y retretes menores, algo realquilado, como la almohada, o casi nunca en los círculos para siempre y ni siquiera en las ramblas por las mañanas extraordinarias respingonas de ginebra y de fracaso, oxidando la hojalata por completo y se quedan ahí sin ser almas comunes, y se quedan ahí medio muertos sobre ella, sobre los salcedos y las ovejillas a más velocidad, más, más, por medio del tanto partido por menos fuera de nosotros, y ajeno al mismo futuro, por delante de algo exterior en que provoca inseguridad y carreras perdidas del salir por salir mosárabes descubiertos, consolidados, propios, ojos, círculos, búhos, pelos, barbas, lo que deberían hacer en precisa y querer con lo mismo, tal vez el porexpán en caso de perder puntos.

Doppelbedebunden

De medio riajus hecho una única vez del cuarto trasero, de pelo en pluma, como muchos por la inmensidad de imaginar los libros rebozados de un 6% y soñar que matutinamente se daba más de un periódico anarama y repetía el colapso en Cala Brito; proyecciones fantasmales, surrealistas, libro de Celati, aún si cabe su ritmo a propósito del compuesto, en parte también el efecto hacia la toast pecatus, burroughs, fetuccinis donde elegir entre infinitos y mimos abrazados como peluches hinchables, afelpados, con cara de sexo, de hambre de vergas de cuarenta ppp donde parecen mañanas y boludeces irguiéndose con esfuerzo, chillando el duradero vinifan para forretes y minerías sobre la blanca del colchón de crin, del cuarteado anaquel, en el sorbetón de cualquier pilastra al caer sobre la deslúcida negrura de la lividez como una chorreante clapa, en la cuneta al mes, y los sábados con cuidadosos barrotes entretejidos sucesivamente al ruido del bar, ayuso, más hondo, un agrio empellón de bilis ten

Bisibuelong

Entre nos, y vos, y lo que es estar cenándote realmente con fiebre sin dejar de mirar y sentir imaginaciones extrañas que miran sin voz, se quejan al pensar en las noches solitarias de mejunjes y buenos y mensajes saludando los au revoir preparando la semana santa depachada de emoción en cualquier terevi y canal autónomo del auto éxito del nunca creer como que ya no es lo mismo que nada, mártier y los buenos días con la taza de café y la tostada sin nada en la otra; baja, sube, recoge labores hogareñas, vagas de la verdad que pide para reservar las tardes románticas y rolas agotadoras de tequila y juacoliche, y la edad, y la angústia de no saber quien abrazará cada noche las preguntas que acechan y auscultan el paso de los culebrones y la interpretación con la cara maquillada para dedicar cualquier parte a la musa vagando garras desagradables de ginecólogos espías sin cabezal epson que excede la sugerencia en el culo y una cazadora dutti free, con recuerdos propios, ajenos al rapapolvo

Dahuergel

Backmaggon, un bulbo rodeado para sostener las cápsulas Meier, mapuches de la estepa, gabardinas quietecitas, olor a calderilla de ripio gringo muy pegada al permiso de la ira, condenada en el viaje de los espejos blindados por dólares y estamos en la distancia acuclillada of the record Santiago sin vernos después de todo lo paranormal que se acecha y tose ajada en voz grave tras movimientos agudos de pereza y varias arcadas, botellas bien habladas, de pie, para cubrirse nuevamente la última patada cicatrizante de Dahuergel y horas lo que allí, no lo de la nota, no pasa nada, sin dudas ajenas; y de la rue se borran y deliran en el sentido desesperado y melancólico de la siempre incómoda, como se ve el dietario del también, en la misma terraza rancia, derivada a otro dietario dedicado más lejos, ajeno al inventado, ya partido hacia un trasfondo de luto, deslumbrador, excitado por cada efecto sin disco duro, perplejo, Montaigne, cada tiempo lento, inmóvil que tratará de vivir en el polvo

Sifon y tul

¿Un otoño? Y sin mis ojos en la tercera parte andante de la servidumbre vacía, embozada por el coñazo, igualmente la petaca de la afonía, y el pues del no ser alitósico seguido de la clave del tiovivo pelele, masturbación televisiva de sorpresas y tiros que no van y avanzan diez casillas en la morte improvisando muñecas rusas y targets de encaje, acoplé santificado como un madelman en segundas falacias hirvientes, y en verdad Montoya, Zaratrusta, Nietzsche, Rudolf en otros tiempos guarros, locos por la copa enamorada cuando por primera vez sienten vértigo y algo caliente actual, críptico, pillao para fanfárrias y tules reeditados que declaman las dos opciones decantadas a la vista y retornos para nadie.

Kesoman berreta

Inclinado, suscitado en realidad por respeto de los capataces de los regimientos, cocheros que se envuelven de rodillas y se miran con gambetas cayo y gambatte hasta donde la mirada embelesada de oro puro incluido en el deber y las carantoñas finales abiertas sin debastar besospara todo el imperio, para implorar la protección del azufrete cuantío, algunos asuntos antes de llegar a Rudolf y los fetvores bajo privilegios cantantes, silvidos, abdómenes a trozos fuertemente armados, relatados halos y no menos de mejores postores o sedas automáticas en la marcha de técnicas cualquieras, chauicas enteradas del ya, de los centinelas de Colditz en Palace de cada letra de fado, en cada partitura del campamento que deja la actual citación y se abandona al yo no supone de inmediato a punto de avanzar Maroto.

Ananaes

Totora, el cóndor del pronto lo sabremos, quizás dentro de pocas horas espera el silencio y las costumbres abanzan y derrumban la antigua evolución azul, que hacía angústias y a la vez esperanzas, cuatro desde el siguiente cóndor probable, la próxima seta hasta el extraño personaje con monóculo perturbado, desesperadamente la base guapa a cualquier vacuno, tirado como cualquier tableta de chocolate a la corte de la mueca marinera, el logístico de los diez dólares, brivalis malolientes, molestos, callados, de goces y respuestas que de momento facette mámmeta y se instalan al presidio entre polvete y polvete con la estrella y las cabras al mercado del o sea correcto, impecable para una que pasa la piedra consigna, ananaes de la lástima misma de tenerlos cerca y besarlos como a la novia invisible del mismo calvario.

Kaurak

¿Bueno? descansá al emular cualquier duda de espacio y los sucesivos literarios sin dejar báculos de mármol en jerarquías por falta de silencios como demonios y báculos y gigantes murmurando Lola de la época del sentido figurado en una península, o quizás no, disertando sobre temas y tecnologías con la idea putrefaciente definiéndola como tal, frontoccipital y deformando su pregunta de futuro próximo a la ducha, a la mortaja, a la cena contínua que resulta ser la hora de la verdad para seguir mirando dibujos, y la parte superior del pico de Kaurak, cualquier edición escéptica y progresista atusada por cada báculo narrado fikisinkama.

Similitud anafórica

Icon time de un largo sueño antibalas segur français, ladrando, chirriando, un ruido de voces bestial encendido por el odio circe, por reclamos ancestrales de pelo largo y cielo y mar y fuego...ninguna voz redonda, ni ectoplasmos sepultados, geométricos, fluídos, espiritistas extraños; no aquí no levanta su detrás para la síntesis de datos forzados por el ridículo ardor con otras cosas enfermas, raquíticas por la mitad mientras las imaginarias trabajan para cada cara incierta, clavada en el gran reloj del destino, de cada pasta base donde los radiofonistas toman y se meten opio en los muelles, y estupefacientes blancos al salir del extraño comedor y mirar el mapa sedentarista socio cultural hasta cualquier espera insoportable, cualquier delirio non stop con bandera tricolor y un canutti de exasperación y champiñones de aire , de ruido, de cada tic tac, de cada pulsación, del respeto que se sienta casi treinta y tres segundos para ver si se hacen las orejas de todos, las bombachas trico

Flato

Profecías in bezzo arrancan en flato para no decir nada y tumbar la manga cónica, sólo un par de minutos más y un par de besos por parte de ella, que ni tan solo existe su dan, su código genético, su bombacha satinada, su taxi, su evangelio que todo el día vigila sin irse de copas para proteger al prójimo y cuidarlo al máximo, para la mayoría y vigilar todas las profecías ocultas en los centros de cualquier Margot medio raro, en el fondo críptex, criptonita, río Tinto, fictício, en el lejano de la substancia verde; krypton, tabla periódica incolora y reseñas siempre sin sentido cunt, ni bien acaba de ojearlo para sustentar la postura y complicar la vaina sin techo. ¿Normal? Al terreno cultural del estado del asiduo en relación al abrazo fino y a tantos días y tantos simbolismos escarlata de cartón piedra, antojitos, alusivos, consecuentes de la descoordinación oral del fuera de lugar.

Hwjng

Quiebra, quiebran 47 millones de millones, se afloja la estanteria de la crisis de una de las cosas que no cuentan con vender, dar la fecha del papel inercio, y un hilo conductor que no vale para nada entre los moldes, prostíbulos y crisis de cinco en cinco, y la ostia del 75, del banco abierto de piernas, quiebra, quiebra, remesas tal como van los viernes de los industriales rojos hablando de Múrcia y de tetas magulladas por los intereses de juaque, no, no, no, Eulear al 100%rebajado, igual al anterior, al cero de la mayoría de los balances a sesenta días mas día tal 120 íntimos con bombacha loca provocando ceros serviciales y proveedores acertados, y clientes a dos y medio punto sin riesgos ni uno y medio al contrario del descuento de cada saqueo baratero, crisis cuerda, camiones en cheques corridos y cansados del forreo.

Los polvos de Elizabeth Arden

Escarlata, radio rochela, pargula envenenada de haraganes y snobs medio raros, pegadizos como chouchouters de morfina en rama para atragantar el rastro del caos más falso, y la alfalfa incómoda por cambiar de ideas, espectros colectivos, narradores restituídos, variantes pieles tatuadas postergadas en cada prólogo, en cada instante, en cada morcilla francesa en forma de wea embrujada, lechón largo, vicios elásticos, granas, distorsionados por los tiempos para adolescentes y almas sin dueño, sin patera, sin profetizar el tango de repente oscuro, frío, como si llegara la muerte en busca de la cocina, raramente al pie de las matemáticas monumentales, sin ningún orden de recelos en baser para llenar pequeñas conspiraciones conversando para consumir menos diálogos sin problemas para comprender impresiones y palabras retiradas en jaque incoherente, necio, cagrador de muelles y polvos de cosméticos y categoría commons, malamente llamado maquillaje entre las mujeres y manicuras de Avon para di

Putrec

Gracias Padre muchas gracias por este placer desdentado de pasarle el peine al sultán a veces cuando duerme como un ángel, de sentir el acento llegar a su pectoral como un carajo y devorar ese remiendo del amor todavía en algunas razones que hablan a los gritos con el sofá, con la tetera, se sensibilizan con una mamadera y se quejan de todo tocándole los dedos de los pies a la basura que esta desnuda como una diosa esperando el maté, esperando la muerte hasta lamerle las caladas putrefactas mollejas repetidas mañanas después de cada ducha electrocutada de remolinos de niños de muslos de cadena perpetua, de dedos saliendo de la tierra y propuestas amorosas podridas. http://perro-invisible.blogspot.com/

Fulano de tal

Hay nombres raros con rostros de adivinos que se asemejan a un niño con ochenta y cuatro huevos, la carrera de Indianápolis, y servicios anales para empanadas a domicilio. Me devora Burdeos, queda así, con cuerda para rato, con ese niño envuelto en la vuelta de señoritas envueltas de labios a trescientos metros de dónde girando a la derecha del bravo lovis grosso de todo el dia; empata el gallico culombiano repetido Droopy y tiran diez córners re buenos y el otro la fué a parar, tocó Gargano, el cinco pendejillo por el retrovisor de la parrillada bimbo de los dulces recuerdos debajo de la almohada, la funda del churrasco de la palma de oro, de la grasa interior chivito, chajá de Parmalat, Gardel de Tacuarembó.

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