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Mostrando entradas de mayo, 2008

Patatada hut

Verde, Vegan, Peta, a voces de los factores o rasgos o variaciones por factores primarios de instintos sin duda intachables si hablamos entre el objeto y su predecesor sexual, y de otras numerosas disparidades, entusiasmos y planes matrimoniales más abajo, como incitándola al placer fácil, agradable, sin preferencias estéticas homosexuales, sin patatadas ni partes peculiares del sentido corriente, alterno, immaduro, un signo de apasionamiento letal, aun cuando el fenómeno universal atraviesa el borrar las diferencias sexuales sublimadas y las convierte en soutienes que tapan la mer en forma de cogollos de tudela y los venden free a Peta para bocadillitos libres de cocaína y más toxicidades de artistas convincentes por algunas diferencias de precios comunes experimentadas por el sexo opuestos, por ellas, o los dildos que se meten y se comen media pulgada de babas de perro con champagne francés y luego dudan, tangiblemente.

Brito del pino lo sabía

Lo sabía, lo tenía preparado en papel de water y lo dejó escrito en unas rayas en un espejo en la herrería blanca de la nuit con sus enfermeras. Yo ahora lo sé al desaparecer también en la pared blanca del tiempo que se esfumá también con su vejez flaquísima en bañador rumbo para el sol en proyecto de aniquilación. Ahora claro esta también la duda relaxada tomando un kir royal que parece que ha dejado la boba melancolía de aquellos tiempos de hipoteca y grandes decepciones de ciertas esperanzas para recuperar aquel Montevideo por dejar un ejemplo de aquella calle cuando éramos los mejores del mundo en caferatas. Y hasta aquí te dejó querida infancia ya olvidada del monopatín colachata vermellón que tenía el récord del barrio en caída libre y que te deja su reverancia para siempre en esta realidad apenas arañada por el entusiasmo del silencio que es un faquir. http://perro-invisible.blogspot.com/

...nng

La forma de presentar su enorme verga sin nombre de pila abultada en gomitas de dos pulgadas en el desierto de las bombachas, desde la barrera, como muñecas delante lo vivido sin experiencias supernormales asociadas con el nada que ver con el hermano del jefe de la monada del niño David de la segunda generación de la cadena de bómbolas y tómbolas gordas, continuamente juntas, que besan a la típica pareja joven que busca horas para las circinstancias del osea y el sexo opuesto del momento tarado, duro, sin nada que lleve el hoy del no se qué de los quince años claros, pasados, y en el caso de que no la capacidad augmenta por mentes y matices a la contestación anterior, libremente son distintas aceptaciones de evoluciones para aguantar reacciones ante cien sesiones de culpas y metaduras de pata bien hechas, sin saber de la vida de los hijos y de hechos fuera de control como con casi todos los valeros que juzgan a lo parecer, al márgen de lo que hace la orden tartamuda con tres copas de m

...salé un olimpico, mesa 8

K J V I, aPO corporation, Uri Betteredge, las chicas de boxeo de Centenario y 8 de Octubre y nuestro correspons en la mierda, Gustavensens Di Venturkur vuelan con la antorcha entre los calcetines agujereados del nido de su lata de berberechos y ante el planeta que se esconde en las colinas, declaran abiertos estos quesos de cuartirolo que es la gloria y en este ocho del ocho a las ocho empieza este bazuko mojado de los tres valores del sanguche olimpico, excelencia, amistad y respeto. Y arrivé a mi cabeza el legendario campeonato olimpico de tenis de mesa en el estadio de la villa olimpica Berlin "Serg Santiag" cuando los higos cagaban la cancha y habían otros cuetes, como no recordar la medalla de oro de Sir OTTO al robarse una lata de oro de sardinas "Coqueiro" en el Chuy, como no recordar el récord de caca en plena calle del bombero Luigi frente a todas las estrellas que arrugaban la ñata, son tantos y esta todo pronto...16.400 parejas se casan en èkín hoy ocho d

La baffe de juju

Empezamos con los inicios karakeosianos ante el inesperado desenlace de no saber, buscar entre pinchos y braguetas que aprovechan que ahora dejan cuatro chipirones y algunos buñuelos de bacalao, los restos de la pataleta añadida en la vichyssoise por un dia marciana, en ayunas sueños ardientes, en los instantes con el rostro descuajado y la mirada perdida en el horizonte blanco, sin cal de serpiente, tan solo sonriente, demacrada, con manchitas y bultitos afrodisíacos, a la menta, por el doble del triple barbero de su pobreza, como una costumbre, por dinero, para aprender de las ruinas en presencia del llanto despeinado, que pudiera admirar a pesar de ello, al número f de las amigas desconocidas que estan por abrir puertas y cerrar otras negras, de seda, con remos y cañas de bambú hechas con remos y vicios del ayer que se besan entre dos pinchitos de atún.

Ajandharamalat

Hola susurro...y comparado con esto suspiros poco después y poco antes gases expulsados por la fabada en la tetera imponente, inclinada hacia sus manos, siempre ardientes, como la vergüenza de arañar y callar la estantería de la cocina, al lado de su cabeza fina, confesada por sus órganos sensores y sus fragmentos de piel quebradiza que sujetaba uno de los índios de plástico del antiguo forajido, sólo con una chaqueta de pijama, sin plumas ni flechas para atacar el rancho baquero con tejanos estafados y rotos por las suscripciones dosel y firmas chin chin, sin afflelou, pero con suscripción de acciones por lo exacto y millonario tema del tipo de interés con respeto a la identidad caída del árbol y obligada a ir.

Le temps des cericés

Prácticamente desconocido lo que hoy se publica al corazón de la nada; desgastado, sentado en el salón tras otro con la misma elegancia, corta, toda con suerte de privaciones y estrecheces destinadas a la foto autorizada del molino, con el bonito cuello de pico de cisne, y la segunda parte por empezar, sin saberlo sobre sus alas antes de posarse y volar, y dejar llevar la imaginación en un lugar obsoleto, oscuro, lúgubre al acabar, y no darle más cuerda ruda en la habitación des cericés, en otros tiempos que no vuelven a ver que iban a salir al menos una hora suelta, a tomar la leche del mediodía, como un bebé amamantado por cigüeñas y cebras en celo, en mil pedazos imponentes para no comer en la casa del cerdo que se larga con una fulana y resulta ser un tío con dos perolas de silicona punzantes, medio arrugadas, pálidas de fragmentos y memeces testiculares, por los suelos vuelcan y se llenan de miel, y ella chupa convertida en zebra; entre sus labios azúcares y glicerinas perdidas en

If

In farandis. Próximamente, en exclusiva, a cada momento un movimiento súbito, y la ventana con un rifle retocando frente al tocador para no buscar nada en la charcutería. Sólo hielo, hiel, alguna herencia de la futura difunta bajo ansias indefinidas por mil intentos de salir oculto, en contra y tres cuartas partes de más, del frasco envenenado junto a la barbie embalsamada a punto de hacer trizas y obsequiarlas con restantes, chirriantes ruiditos extraños, sólo uno de los dos. Volados, dorados, en compañía de perfectos endecasílabos blancos, más fervosos, tímidos, discretísimos, casi en silencio, sin apenas añadiduras, sonetos, corresponsales editados dirigiendo cada paso, sumado a su perfume incauco, desaparecido, o peor que eso, gozando bajo el chorro de leche condensada con galletitas de mantecol al dulce de leche, leche, leche, leche, cuatro veces, cinco, seis, ochenta, y más chorrillos profundos a la garganta que penetran su sabiduría y la transtornan variándola excesivamente para

Nisperungus

Como viene como perico por su casa en babydoll hace casi tres pirulos este diario me baja a escribir como amigos con derecho a roce enloquecidos con el bolsito que no ocupa nada de espacio y pasa de todo; solo estudiándo el movimiento de los dedos dentro de su flan de pasas y kilómetros de estupideces y su personalidad y su interior y su culo lleno de rostros y las caricias de perfil de esa mezcalina del pubis y los canelones caseros de este regalo que te besan hasta sacudirte las tripas, solo ellos los araños cucarochongus ojos tienen Visa para follarte el cuello de nobuk de la cocaína y para pasarte la lengua en las varices a punto de suicidio con todas las truchas del Caspio que esperan mesa y bravitos de pollo y te sacan el tumor con la punta de la lengua y nadie entiende nada, estas ahí, estas radiente, preciosuris divinuris trago de leche y comienza la Marianne Faithfull a cantar en esta playa que los cocineros abuelos me han traído desde Erevan a patadas en el orto y naturalment

Aperitif

Fritepa al revs o algo parecido al carpaccio de salmón, e lesoleil comsá, e la mountain comsá, no recuerdo bien si era así, sólo papelitos rosas esperando el postre acaramelado de po, lacitos también rosas, entremeses, Roncesvalles al revés, trechos, truchos, por eso vuelve antes, no sé donde aparece anata, ni el wasabi, ni el watashi opuesto a la sede n32 , la solana vacilona más exigente, frase repetida, obcecada, patatas dobles en la paranoia más pequeña, de bota guerrera, empapelada en aluminio transparente, como nocivo, sin el cien sobre la mesa.

Mamerus clausus

No es un trabalenguas, ni tampoco una pregunta con trampa en el área 51 de la tercera temporada, lo contrario. Quiero creer que no para estilográficamente entre bichos grises, ni la vida del creador Dimitri from París, iniciativa un tanto cañera para el tiempo que hacía bajo su penetrante mirada gatuna, bollera, detallista, soltera de lujo, en pleno tachado voyeur con medias divas firmas de oriente en boca del autocontrol recurrente en los cosmos repentinos y sexo lou lou con complementos y conchas unidas al traje nupcial que no se sabe para cuando ni se adelanta para anunciar que falta poco.

Sweet relís

Cambiará el sabor agrio del efárbago con variaciones y olores del flujo antes del batido natural, antes de la tetita en mantecol, finísima, sin ser de silicona, ni hinchable como medios dentro de fronteras que pican y se enrojecen con rascaduras de uñas gatunas procurando mejor sabor, a manzanillas rotas por el silencio, capas de ropa, placeres boquiabiertos, necesarios para actuar con serenidad, en plan boliche de juguete, quieto, sin ningún tipo de asco, para no terminar nunca con poquísimas ideas, y sigue la jojoya y avanza el celuloide cada vez más rápido y no se sabe nada de las cintas de nueve y medio, si llegarán a tiempo para proyectar sombras paralelas u otros flujos langosos, directamente pesados por salmonetes prácticamente marcando la maternidad desde un sentido contrario al de las pésimas acusaciones de los de siempre de coco, plátano, banana split, fresa, cantidades de sabores no citados anteriormente acerca de la cámara y los contenidos de la ciencia oculta.

Paradoj

Estás justo. Música, música, entrevista, the kills, tendencias, motor, diseño, motos, sexo al aparato, arranca, atrapa en la red el mejor invento después del a partir de ahora o del poco de sí mismo, como una especie de tótem blando, ya para caldito y manta, aborrecido de malas costumbres, espejismos condenados a entenderse desde ya mismo, sobre la condición fantástica incluso velocidad de un vértigo de sus cinco riéndose de facturas apenas en tres milésimas, con el tiempo al acabar.

Hongos, espasmos, directamente a las carnes

Directamente a cualquier precio, a las carnes ahumadas, delirantes de cirios y lirios, no sale, borrá y empezá de novo, con cinco euros sobrantes del zozobro quebrante del café decafeinatto con alguna sacarina que otra, mitad por mitad, doble carajillo con 103 más pocos hongos del desdén de los pitufitos, centauros centenarios en otro desdén y más desdenes y edenes que saltan partes, y especulan sobre el camino correcto del cuerpo etérico, benéfico con otros cuerpos e ideas etéricas, interrogantes a la carta, postres deseosos que chupan la creme de vainilla dejando paladares y dentaduras con un sabor dulce, en conserva, y pocas palabras que quedan para deleitar, para los postres, para las carnes...

Almuerzo con epitafios

Íntimas girando y gritando 24 horas 15 minutos y algunos pocos segundos en plena vorágine aguda para apostar el plus determinante, la voluntad inteligible que no pasa ni atrae susurros en cuanto nacen y se multiplican y derivan entredichos por docenas ni otras cantidades que derivan a otras y otras y así sucesivamente hasta encontrar epitafios escritos con tinta china azulada de colores celestes, marinos, rojos pardos absorbidos por brochas de madera de pino para el mejor papel exprimido con cualquier aliciente rosarino, fuera del puesto, del sitio más común ocasional, y el siguiente moho, tatuado, que asoma por el cinturón ancho, de algodón, mientras el otro enloquece al pasar y no sabe más que decir.

Lachorra

Chorradas, sólo chorras, tonterías, paranoias, semillas de burujú campo sana, renace, sí, en cualquier justicia de éxitos capricornianos para intentar arrancar duplicaciones y sus espacios estrella de otra época o quizás más cosas sensibles que tampoco salen al abrir para hablar del entonces; del sí, del no, del ya es tarde, o del que no sale, o del que el libro no entra, o quizás ustedes se preguntan ¿de qué estamos hablando? falta un rato para que todo termine, un buen rato, pause, chouchouter...

Tampoco hoy

Los sensores suben como los niveles, nuevamente cada vez más profundos y Rudolf sigue en la mente del andante y la puerta escrita en la mente, sin estar al interior, del todo, no, al interior. Bueno si, no sé el paroxismo del gran salón dividido en cuatro estancias individuales, como obstáculos y divisiones en otras palabras raras, en un momento de silencio junto con el triste regulador de sacudidas sentimentales que constante es igual al cero de una variable trabajada con sueño y deseos para mejorar dividendos obliquos, exponentes de ciencias rígidas como la bucovina matutina, severa, seductora como la que busca la fórmula de la vida, también igual a cero, de cara a la marcha 56 encima el cristal del punto rojo.

So quita param

Según hasta la doble entrada, hasta el sermón de la tele que produce eco y retumba en todas las paredes y partes del club rojo vestido de damisela, pero con excesos fríos y cosquilleo en el vientre, como mariposas voladoras que sienten algo entero y van de compras para ver si son cazadas o terminan encarceladas por egos y horas bajas, ya de vacaciones escritas con letra pequeña, contractual, inclusive consistente en coger todo su paso interrogado pensando o después de llevar los moños y las coronitas del super a casa consumiéndolas preferentemente antes del fin de la fecha del envase, como cualquier cosa que caduca en el exceso en el que incurren inadecuadas posesiones del estudio antroposófico que se verá alterado unos días y no sucederá nada de lo dicho por el paradón único, enquistado en capsulitis de pus y pororós rosas.

Mr. Betteredge

También, como algo extraño todo el barniz de pintura colocado en parte para aliviar lo que importa de razón carnal, ameras temblorosas que intervienen y prestan la oportunidad de salir por la puerta grande y resulta que salen por la pequeña, no señor, no es justo cargar al mismo tiempo con dos sacos de cadáveres por más a la ligera, no es divertido poco antes de que se inhale el menor interes pecuniario, tampoco la trama del decurso versionado hasta fecha caducaque conduce escaleras arriba, sin vuelta anterior ni posterior mientras estas palabras se deslizan por sus labios y poco a poco se devoran como dientes de león con menor resistencia, muy poca, momentos montesinos, agridulces, y de ocupar su lugar sobrepasan límites y ganas del todo; de la fiebre detectivesca que encanta a mútuo acuerdo sin dejar rastro de aquellos dibjujos infantiles que hacían de showman vestidos de hormiguitas y se comían las migajas con pan con Nutell y se cerían que un dia iban a ser los reyes del mambo y vo

Tampoco, apenas, allí

Hoy queremos abrir con pocas palabras ordenadas alfabéticamente tras un curro de treinta segundos más pequeños detalles y escrotos desgarrados por cualquier marca de cuero y la vida de la casa cantera, más que en las vaginas húmedas que se levantan y azotan los adornos cerncanos de cualquier bocadito de jamón ibérico entre pliegues y cortinajes plateados como fuentes, de repente mentiras ocupaciones, inconveniencias, fiestas el sábado por la tarde, ¿sabes? y de pronto afortunadamente la línea azul y la roja, y los detectores de mentiras que responde y ven y sospechan de 4.000 euros gastados en piernas y díselo quedarse con el fracaso a su bola vendido por los justos y la gracia aportación habitada a otras canteras según el análisis para el apretuch decente.

Duro despertar

Basta de engaños, del 37% retirados y anulados en el último intento, principal partido que sinceramente se entera para que el grado de mierda se ponga en venta a tan solo diez euros entre otras prioridades de lujo, más abundantes tierra adentro, para no decir mar, y asociarlo con edificios nobles, catedrales gigantes de chocolate, vencimientos de dos y tres y cuatrocientos con poca práctica y cualquier duro despertar que te pega con un garrote en la sien hasta guillotinarte el cráneo, hasta ahorcarte falseando sin delirios, sin la propia vida real, sin el mundo de Rudolf, otra vez la misma mierda que te traga sin poder apoyarte tranquilamente con Ru en el mini desconecting de casi tres semanas o más, casi un mes aparte, los dos envíos con el nombre de pila se han perdido con Ru, llegan tarde para felicitar la máxima prueba hasta ahora, hasta la última semana santa que se despidió con aleluyas, ya era hora del todo contra el todo, pero no de repetir el duro despertar del sueño profundo,

Abu

Nunca hubiera podido imaginarme estar contigo en este perro que es parecido a vos que sos parecida a esos corcovados viajes dentro de la ferocidad del amor y sus chispas condimentadas con cápsulas cuando éramos soretes. Y sí estamos cansados, se nota en el sexo que no arranca ni con todo el oro, no hay quimica ni fisica ni beso negro ni lluvia de oro ni con todo la frula, cuando la copa se cae se rompe el cristal del amor que nunca fue amor ni lasagña ni tarta tatin, no hay ostias, te tiran su filamento de la abuela cuando dejaba pasar a su enamorado en aquellos tiempos de gaz en la cara, y la abuela sale saludando desde el placar con los cucharones y algunas tetas de caricias del supergas que me lleva en brazos entrando por la nariz hasta el chorro de miel en el Gino-Paoli y no hay mas, eso es todo. http://perro-invisible.blogspot.com

Bosquíamos

Apretados por cornisas, dogs y cuatro cactus. Igualmente después pasa la participación en los beneficios y contestan a los miércoles austeros, en función de presagios y prespectivas marginales y diferentes ensanchamientos bajo la toga rugosa hacia varias horas además de su reputación con brillo histérico, con exaltación máxima, la sala con la mirada absurda, enfrentada a la opción cósmica del domingo anterior, cara a cara, en el radiante pasado simple que se pone nostálgico como siempre y revisa recuerdos y álbumes de vinencias y se van acabando las ideas voladoras para hacer espacio y llenar lo que queda del día con amigos imaginarios en contra de su voluntad y tukis sentados esperando el rincón de la comida para perros imaginarios y situaciones rápidas, completas, provocativas, penetrante al borde del sí ahumado y bilateral que varía con los celos que no quedan aparcados acá.