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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Hinch

Gotea, parece algo corrosivo en forma de boca hinchable, solamente eso, alternes y clubs de baby-dolls, tostas al aglio e olio, ya saldrá y empezará a hablar de cosas fiscales, de rebientos y acentos de oro, y las tiran los amargados de silicona, y luego gritan de placer y corren, y mojan los satines pegados en las pieles señoriales, sin ser de las criadas, con la misma mjölk que la de la noche de bodas pero más purificada y limpia, diferente, más placentera y agridulce, con sus semejantes corridas materiales antebrazo y mano, y senos que parecen de piel de cocodrilo cuando se ponen a punto para succionar, y se succionan como si fuesen de una corderita en celo, y todo sigue goteando, y no se vende por cien pesos, sólo por algo más, por diferentes mamadas corrosivas, giratorias, que temen algún virus y no ven más muñecas que ella, pero no la pueden vestir, ni jugar como una barbie-doll de Mattel.

Jalouse

Petite virée chez jalouse, editions Jalou, aux pinceaux, aux étolie est née, avec comme la nouvelle ouvert le bal, des fash collection, aux poupeé de cire, avec toi, mais l'art, dans ce numéro mode arte, ce trouverez notre vie, notre Damme, notre grand jalouse, nous pourrons, tout viens, écoute, aux la meme visage, eau, chateau, mústang, avait un, il est, c'est un éloge, c'est sous les sein, grand, violet, avec pierre pour voir autre sein, et gateau, autre sein avec sang dans blanche, aux ventre, deux finissait comme toujours, avait besoin, chose, mettre en carte, avait semblait, un peu de vin, rien trouvé à la bouche, a la terre, sur moi comme, sur moi rien, sur cette rute d'or, sur chatiré avec et passez viage, ce fond de sable, de empruntons, null femme fermé, le vieux en abusent.

Pork pie

Louis vuitton, tous pijos, rusos, con botas altas al tacón de la concha sobongo, si quieres lo apunto y le invitas a boludeces proschiutas y absurdas, curvadas, cada vez más de ciencia ficción, con los cánticos que se quieren acercar al espíritu y aparecer en su público agradecido mirando la salsicha Carabella junto a su persona, básicamente una delícia hecha a pedacitos de tan próxima y remota vez que tenía pensamientos oscuros, raíces inquietantes, ávidas del modo opaco de inmediato para no forzar y enfrentarse a las niñas como artistas de cine y magia diabética que comporta nuestro encuentro del yo con el supremo inmediato que vuelve después de más de dos años y recita grandezas y profecías con Perales de casi ocho años que no repetían paradés y encuentros con Franz y con los biscottes de fibra que rozan la censura sin adjetivos ni pasiones perfectas, ni tipos de hoy enganchados siempre a lo mismo.

Sujet duchamp

En cualquier momento hola y punto, nada más, el cambio de personaje y de asuntos muy pam, carismáticos de la nada ni perdones de borracheras y reglas arquitectónicas que se doblan y no pesan ni manchan falditas-pantalón enseñando chichas y porfines prontos que se hacen tardíos, y se liberan de lo común, de reglamentos y distribuciones ambiguas que ejercen funciones distintas al mismo tiempo, a medias por ella, por los regalos en París, francés piano francés, consumición mínima, casada, que no toca jerárquicamente sus leyes y desastres y casualidades que atan prietos roles desde el riguroso feld.

No vino, no nutell

Crianza del duero, riberas encantadas de frenesí y baulenas viejas en su noche de relatos girando sin parar, susurrando laches entre sus brazos como paños de sangre de cochino, firmes, débiles, ajenas a otros seres incaucos, color escarlata, más bien con puntitos de rojizo, nada gruesos, de la misma ensemblanza que en la parte izquierda, con algo que expone en la vid de lirios y números impares con baja hemoglobina vasca de consejos y porquerias della confradillo, y tapas que se cobran como pinchos morunos, andareños con trabajo extra, pierdos makaletas, eso no, y pierden trucos sin sacar salmados, osondo yan dena sin saber lo bien escrito gero arte, con algo sexual, y adelante con vaselina y abonos de diez, y todo tuyo, a darle con cositas y desfogones eróticos, peligrosos, cobrados con una sardina mojada, a pelo, a tope con ellos y ellas y los extraterrestres que juegan al bum bum, y comen prole negra con mole y supositorios avisados a la olla balleneta noblote, mamada por una vez vi

Lo mío es lo tuyo

Después de la bronquitis, las cositas, las fotos, la vida otra vez sin Rudolf por poco, sin ella por tiempo indefinido, largo, que existe, pero el destino lo espera sin forzar la depresión entre otras bailaoras, y que suben con flato y cuatro perreos, diez al primer instante y los otros antecesores, número índet, a parte de los tres cuartos de otros índets, skin in sun, chusquillas, cigarros, papeles acuarela ocres oscuros con controles a las tres y pensión completa y topes y chusmas pegajosas entre burdeles y gomas hinch en forma de disfrutes y pinhole alcoholicos anteriores a imitaciones de doce, de fiestas chapeaus y detrases preciosos que pertenecen a las 27 babosas concienzudas del vocabulario a tal manera del desinterés.

Tágerwilen

Do camarao, no surprises, no more con bienes y miseria, y otras que vienen con éxito, a fuego medio unos 15 minutos, mientras separamos las claras de las yemas y los principios removidos sin royales líquidos, y se remueve la media con ralladura a punto de nieve con su jugo de chocolate, y marcas de in iciación cubiertas y cortadas a tiras, empatadas a cero o a uno con jenjibre sin sobrepasar la tapa ni los agujeritos que no se pegan ni añaden por sí, no sobremasa, no surprise, no more, do camarao pintado con huevo y azúcar glass, y respiraderos medio abiertos, precalentados 30 minutos a 180 grados teóricos, apenas dos repentinos, ni sus responsables con mensaje, más allá de sus límites y de las juergas, del bling bling, que tira y tira do camarao, y lo recoge, y se fija en nuevos catálogos, miradas críticas, programaciones infantiles, en la ciencia para concebir ántrophos, Madison Square, el sol de Japón a la idea felina, la Ruleta de la Suerte de Jorge Vázquez y su fórmula clásica qu

Afta

Tuta la Mascia y descuentos del 70, y croquet's vistos y tangos y orquestras y lluvias doradas que tocan a las cervicales y cotizan más bien a andaluces que provocan aftas labiales, gordas, sucias, que no se quitan con quita manchas ni quita aftas ni con un eferalgan del grupo esmoti que no se desgraba y tampoco cuesta un euro de los 427 de los chinos centenarios, y en los casos que no son para nada posalimpias, y se preocupan con el ahorro, sin enterarse de porcentajes ni esmotis delgados y resumidos como gusanitos verdes con cantidades fijas que se llaman e informan a los técnicos y líos en punta, hasta que se disfruta desde ya, y copsa que se vuelve a instalar y se llaman ballesteros con sus coros y encuentros, y silencios azules que parecen lágrimas de mar, y luceros, zares, salerosas, bonis, bono, bono, y otros nombres y manzanas con crema de cacahué.

Black bra

Les adelanto que la ganaron, que lo hicieron bien, que todavía no sabían que era su capítulo, prueba semanal, todo el mundo al aire despelotado, con Russi mirando a la cancha de los hongos, cómodos con ricola de perro, mujer a mujer, transcurriendo complicidades y rimas y musiquillas gerenciales, y privarme de las taxitudes y de la poca fe del todavía que no vive sin Rudolf, y necesita sus teosofías y crónicas del akhass y reencarnaciones con sus Karmas chiquititos, cada uno igual, cada uno que se agacha y se mete arriba y busca dólares para cobrar en quinientos pesos que no creen en respuestas, ni en escondrijos baratos que siguen camuflando ansiedades para no sacarlas y que no salgan a la calle descubriendo otros cuerpos para atacar sin el diazep...0,50, que no se quiere acabar el nombre por si acaso llega el poseimiento corporal que no vive sin Rudolf y necesita sus teosofías, otras obras, y más, y entender la vie, y dejarse llevar por todo ello, de astas firmes y consolidadas sobre

Últimamente

Últimamente empezamos así, nos encontramos por pura casualidad y la casualidad no existe, no entiende nada, no le gusta nada, ni van las cosas, ni el trip, ni el trap, ni la troupe, ni el gusto de la cocaína en el tortillón con brie y chorizo. A veces, en cambio, últimamente se destapan, ahora viene el momento; ahora se abre la tortilla y asoma un pezoncito rojo, colorado, con olor a estofado, ribera del duero. Últimamente lo tiene, no lo busca, está presente entre los silencios y las almas perdidas con peluca negra, sucia, morosa, marosa, asquerosamente preciosa, llena de pussss.

Fungo

Fungi, fundo, fundamiento del cuerpo etèrico, eterismo, etro o retro mental, territorial, alma, vidas anteriores, posteriores, teoría fisiológica, números del gimée. Betteredge no es karakeosián, ni Antonio Blas, ni ninguna carrera rara de las que van y no vuelven, y buscan cada segundo el destino satinado de los panties, de la vida de algodón y rosas, clavadas como espinas desiguales con patrocinios y tatakis de salmón, ahumados, vistos desde otro punto de vista, a tu lado con sus diferencias, o al suyo con otras, fachir los canales, los limpia cada segundo, los mineraliza antes de apreciar y descubrir la verdadera permanencia detallista y esencia, y añade cada vez, se deja llevar, se centra en el futuro con un solo ojo para abrir la frente, el tercer y último, el techo de obra y vida, del sastre, de Rudolf, del fab punto com ya perdido desde los cinco años, seis, siete, una eternidad, otra, otra que parece haber encontrado otro techo para abrir, otro ojo, otras palabras que escribir

Xucrut

24º y tarda, tres cucharadas de sal, pimiento, nuevos tragos, plantas medicinales para obtener una bolsa más o menos doble, agua hirviendo envasada y apretada, sin hojitas cuarteadas ni corazones de sal marina sin tratar, ni los 27 puntos colocados, enfriados a temperatura ambiente, falta un poco más para preparar los repollos y sus frutos contundentes, armados con los 750 gramos y se desmenuza cada vez con las capas y las tandas bárbaras que dudan al revés, y no sienten cosquilleo en la boca, sólo arcadas dormidas y agotadas por la questión de mañana con los primeros ensayos.

Snifff

Por supuesto, ni tampoco el pegamín central, farlopa, peleas, ni coños adolescentes buscando comida, desesperados, sin las portadas de chichis en bolas con salidas a la pista y nuevas marcas digitales, lejanas, que acuden hacia el sur, no salen nunca de allí, entre los dormidos como siempre la harina como ramos de lirios rojos, allá, por el cielo. Y más allá empezaba el predío, y siempre lo mismo, hijos de la piedra y de olivas, a otro adorno en el jardín desde las ramas y frutales tallos, hermosos, con aquellos garfios que aperciaban senos y traseros de cualquier mujer y espiaban los gritos de sus huesos, encogidos, salvajes, salpicados de pepitas de lomo por todas partes, secando la papa sin cinurita, fingida, discreta, en su taza blanca, anacarada.

Warkausen

Búttermen's teteniz, su marca registrada con 30 segundos de diferencia, pocos, no los ve, no corren, ni se diferencian de los vagos cartones "vaag cartoon", y los dibujan con señas de ida y vuelta, novedades de inicios fatales en forma de flan de coco, cuando se baja, y vuelve a subir, o se estanca sin saber, sin acordarse de los genios y profecías raras, donde acaba lo que no sale de dentro y más tarde se confunde con los mantecaos de aniz que también llevan butter con algo dulce, lento, demasiado para comprobar otras decisiones y dedales con formas y pocos coloretes, y trijuelos desempleados, borrachos, feos, donde sea, pero grapean y ven hombes y saben las representaciones y favores por avisos y noticias con telegramas en blanco, preparando poco a poco algo incansable.

Bolsas a la carta

Cartas, bolsas, bolsas, cartas, combinaciones de las dos, losas extraídas de papas y formación de lo que el novelista quiere y no explica desde su ausencia, y no termina de publicar sus cartas con la mayoría de críticas en su primera fase, orales, escocesas, con faldas y misterios epistolares que se conjugan lejos de secarse con su último detalle puesto a punto, sus dolores de barriga descafeinados de chufi y lette decremé.