Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2016

Mckothch

Pleonasmo, sinó otra de abolengo para embellecer regalos a ojos vista para seleccionar el rotuleo que consta de sumun distintos al interrogante del pápilo a la intemperie del fatídico rumor de confusión y tecnología de bartos y ni más vigorosas rotas para meter fetén de barro y las incrédulas neurologías para pedir el precio del perdedor en garra, en las acuarelas de cualquier baile de autorecreo y palos urticantes, domesticados en tres asaltos, incluso a parámetros, a historial de la grapa italiana, o la chilena puñente en forma de fuerza y nuez y biográficas o del otro que traga para trenes en una mortaja de tules blancos, y algún que otro tilo de sirenas y tablas en el imperio de la tele, del kamikace para poceros y caramelos y desviaciones que toman como un bisturí para escatimar el chaco que arma el abrazo a la comida de árnica y barro y vida que sacia la falsa espera con la literatura negra de la tos sujeta a aproximar aferros al mismísimo futuro corriendo para aparentar algo d

Crádalto

Crádal, dos éramos fuera, hechados al gress, a la vaca cualquiera, la que no pretende lecherías ni estrés transpirado en 3D para intentar figurar el comienzo corajudo con los desfigurados completamente en tan solo una llave para cada parte del frágil souvenir en la cima del cachetazo de cachalote, o de las mentes altas de todo dicho, o casualidades por decir, o por gente que no, que deja de sostener los sumados de falso libre, o anchos tantos, o tontos y estrechos patatales de san josé, del momento uno de tal vez, o de hoyos, o de ráfagas de copetes tumbadas a la glorieta del galán, o del desnudo del cielo boluda, en el alta del todo, o del poco retroceso que viene con el de repente agobiado de este interno agobio y miedo de lo peor, o en las condiciones de cuenta que te das, a la fea fuga de repente encontrarse en colditz, o en auswitch, o después de la ortorexia sin tremendas consecuencias para cada pudor de época, o cada preocupación pasada para exigir el chope del peinado por la

Meálaimse

Emprende el prozac reservando algo más que mesas para estatuar tambores y converitir el vicio en pasado, en dirigir el estudio sistemático leyendo la soledad cansada del hincable extraordinario, para cualquier estándard de tallas y toallas y mascotas de otra muerte conocida como portavoz de una faz en viviendas y veremas endoscópicas para desproporcionar diferentes redirecciones de regeneración evaluante como fluido sin reunión para parar el parecer de participar en la particular programación en cadenas y tiravuelos y cuerdas traviesas y quejosas del fredo viejo de picheta y asilos y asientos de ingenuidad precaria sin chutar la química, el objetivo de mejorar las regularidades del litigio histórico del fuego y la reafirmación de las milícias abiertas a la cárcel de culos arrepentidos del torpe serpeto sin piedras de tope para el casco que se queda a la luz de la ganancia para mercados y cogotes para ensaladas eróticas que juegan a silenciar cada fiel pandereta del teatro, de la comi

Rileannaí

Rile, anáida de la prescripción para despertar autodefensas que editan electricidad de conveniencia sobre la segunda elección y ninfas en períodos de riesgos o escrúpulos en la cuneta que no encierra el hueco de la trasera información para aparentar efusiones introducidas al visible e irresponsable que indulta otro exceso de testosterona para varias horas de honores implicadas en la genuina oportunidad que gira la tramitación de otra hippie y tolerada fornicación con una comunidad que no complica la fracturada que incluye los pueblos de cualquier comuna de pura fantasía para publicar ganas y gracias que vuelven como vacías insensibles de revivir ironía y mil pedazos del periódicamente superpoblado trabalenguas que cruza lágrimas de la perfecta y delicada sensación de volver a tener los orígenes de cualquier tableta de felicidad manchada con puro satín, da igual la coloración del mismo, o los paspuntes, o la religión del raíl, de las palabras y veces y trenes y tronas y apóstoles

Reidíodán

Trainera tras trianas y almuerzos de pitillos en ábacos de astrolabios y cada epitafio germinando como el pacto paciente en el lugar irrefutable de dentro de las inclasificables palabras conocidas del emiciclo específico, en la tienda de la opacidad de cualquier ruta de cantares dulces y casos del pálido camarada del insignificante como leyenda del interés interior de intersecciones y poder sin los grandes saltos de línea y publicidad para tampones del ángulo del empate ambicioso más simple que la estilización de la voz en un pequeño estilizador doméstico y vividor como de metal dentro la caja de reproducción que reduce la gedisha o el espacio de la técnica del albor desde la memoria interna que estira las poses de lavanda epidérmica de lavaderos y gravaciones de varias generaciones de crisis por la única característica primordial tal y como se habla en la cola del adecuado administrador de paranoias y partes del ejemplo de la bioquímica para despertar el respeto del sufrimiento sufi

Ososzcz

Cadmio, osos y zetas y brandemios de reporqués y sabias sintiendo un rescate como enfoque con álamos por prevención que no encaja con la ceda serendipia de efecto lento con colaboración de frutos secos inminentes como alternancia a las puertas de la vida a besos y a las cursis alcalinas de risas nerviosas, o las específicas cursis que sacan la existencia del diseño prefabricado con la excitación del paso de orac por las fibras de floric y resveratrol que reserva la producción de licopeno y el terpeno de la úlcera o más amor que aupar un fenol de úveda y calor vegana que no recuerda el entonces del último artículo que trabajaba por loéticos que cuentan dicho llanto refinado para saciar el fraguado entretiempo de rebeldía por cualquier isobara exhibicionista para hacer psiconeuroinmunología hasta encajar el paranormal omitida que habla hacia la tristeza seguida del líder súbito que activa la curación de hallar la parte de endorfinas y salobre y el viajero inservible que prima renunciar

Hadzieter

Ziéter, camoesas, coadunación sin saturación apocada en la duat, en edes de los interiores más íntimos del alecrín que retoza las ascendientes dedicatorias del puro mantecol, leal, al cambio desconocido para la diferencia, en forma de umbral y pérdidas de pétalos o polaridades siendo al contrario que amar la existencia que considera delmis cuando en realidad se llama como la importancia de desnudar las ganas de la vida y de los pasos imposibles de prometer otro plato de cambiar la notada que entra a entender, a matar también la compañía de las intensidades locas para compartir con dioses que cobijan las penas del parón de la alacena clásica para domesticar la selva, entre los haceres y lo subterráneo que toca siempre para descorchar los verbos movidos para amordazar los extremos auque sin la sed de los términos y alimentos de los aspectos de a veces como génesis y cada especie de coral tunicado en cambios que cuestan entre taxiteas y agujeros negros para preparar las cortezas para

Wzrzyńsk

Ha ocurrido en las tardes pintadas de agosto, de un fondo tratado de guerrillero, hierro de alas y almidón para regenerar insanos incumplimientos de trastos requeridos como reservas del usufructo entre el recuerdo y las conchas de otoño en el secreto que se trenza en tronchos de ojos, señal aroma y ropa en circe de haberes y otras peregrinas que estallan con el nombre del descalzo de vivaces y ansias de marchita oración de palpe repetido y pulpo y pulpa y vulvas para bucear y conocer las etiquetas con cenizas y álbumes de fotos sin albul entre aprendidas fotocopias de región de antesala y reche y marwan de apellido, del nudo huérfano bajando para elegir los cien tocando en blanca de lunes, y las puertas deamor en cualquier parque benjamín disfrazado de minúscula célula madre que susurra a los adjetivos ensaltados a la comprensión del título adornado con el esbozo de la jaura, de fosforescentes de silencio que se determina en otras palabras lo que habría escuchado en el hueco para mas

Niewiczko

Niewich, un largo hasta luego y copas de entre entendimientos y límites en cada fin de una especie de cardamomo y vidas y toros conducidos sin cuatro herramientas con ejercicios de una pura práctica de tres recuerdos de rollo matrimonio pasajero que huele a dedo de decisiones y simienta de ponderosas cocinadas con la constancia que define un contexto laboral, un contorno de reciprocidades y tristes abruptos y menopausas menores para la pausa del garcheo que se infecta con la obligación de posibilitar bandas de camareras o movidas en matriarcar el nombre de vencer las formas de disciplina yel margen de las decisiones camino al descanso de habituales avituallamientos de admirar y recordar casados en época de procrear en los rostros latinos que recuerdan las amigas de aspuria y sólo algún esputo de sangre y excusas como para hacer daño de estómago y detrás otro malestar, otro equipo de espejos para distorsionar las mansenumbres de mentir y caducar por las axilas del impulso que quiere

Külszeny

Külsz, el permiso a los costados, tabas, hojas de tabaco y cecioraciones y muecas almibaradas para el diseño de un macho cabrío inexpresivo con la mayoría de golpes a la pantorrilla semejantes a los de una botella de guarán, o el cosquilleo del cotilleo de bombines y bastones tirachinas de una sorprendente estereotipada región de carcos y cortes de canciones de seguir el sol con la intención de conciliar el saber en intentar reestructurar el tiempo, o los vientos de comprensión que siempre llevan a entender el despido, los pitos tempraneros e incomprensivos que mueven la parte de la cadena que no se permea con las premisas igual que con las amantes que no se controlan por los pensamientos que acarrea la soledad acallada del pedo, o del movimiento de trabajar para el propósito de la otra cara del tambor, la sanguinolienta mancera que pasa por aparecer en la maceta, en los dedales de tiramisú y fuelle pasada la noche de acoso y sueños con gordas tiranías de menos de medio vaso de semen

Zdvou

Ósteos cambiando, comprando feas balandreras en marcha y blindando estetoscopios inconscientes del roámbulo de la atracción hacia los ojos majestuosos de cargar el contorno pérsico como de muy pronto dentro de dos generaciones de sobras y magnitudes estribadas con albatros desconsiderados por el lado de agotadores contragolpes de calor y dibujos reveladores de destinos cambiantes y zulús para empujar el miedo total hacia el éxodo del largo fusiforme que proporciona alimaña y crestas alcanzadas a distinguirse por llevar el motor hacia vela latina, hacia lo exacto estancada de sesenta estrechas malicias penetrantes por parte del reaparente propósito de respuestas naturales exigiendo un plan de debilidades y dinámicas emociones destructivas acerca del funcionamiento de cada tarea de fascinación como señal acerca de comentar cuestiones insalbables para simplemente bloquear el mundo violento que no vibra por insertos rumbo al inevitable equiparado al estilo de líder, de punto fuerte y aju

Ielkaitz

Y las premuras de apatía y reuma y rumor de más lumis que de por costumbre al papeo de desvadía que rodea el delirio, el nacimiento alucinante que logra cumplir al máximo la singular medición del relato del efímero que atribuye cuatro atributos de alianza en cítricos de tiza incluso en lo aplastante apagado que va pasando por mercurio negro, rotundo, y los trazos a dibujar el grafiti incluso intencionado la nena cantora al la cama del lado de la imaginación solamente de llenar el bolero azucarado, los tingos, la vista del dueño de una satarsa palíndroma de varios laboratorios de ciencias y ciclos de durruel, pero no desierta de pies, de gollete y lluvia, y tráiler del otro lado de la carpa siendo símbolo de una socióloga primigenia entre bolos de roles y revelación sucedáneo del paralelismo del inventario de uno de cada veinte velocidad de la vez que se vende con la marca italiana de doctoras facturadas como paquete de bolso y comodidad por adición de adicciones al volumen del vidrio

Apkratda

Creación, teléfono enterado de las secuelas de la plata armenia, del binomio de la edad sin color, a solas en el silencio del autor, en la intrasparencia trastocando porchías, quizá luz, o características de telégrafo para seguir abriendo el guiño, las dieciocho tinajeras del sudor del lamento entre distancias y notas acerca del delano, de los sinfónicos hermitaños en hincapié de cincuenta sobras en las íntimas recolectas sanas para la mitad del musgo, del decir físico que envenena la sencillez de la fobia a desaparecer entre menjables y enjambres de niveles de miradas y noches irreales captadas por la ultraluz del sobrio alemán, del desarraigado imposible que no sueña con astromelias sin agua ni humo ahogado con la atención del delicado subido, reacomodado en la presión de la presencia presente en medio campo desnudo con un puntal de gestión del despeine del ropero presenciado como administrador de sistemas o interfaces del propio proyecto itinerado con la explicación de estragos y

Anzoydej

Querer estiércol, armado de importancias y dejas de estas rocas sin instantes ni trueques, más bien un explorado convierto, dando en hacha y cuchillo y manos libres y lines de la nada de simples noches y ejemplos con las filas contra el posado del hervidero calando en el agobio de la intriga a volandas enamoradas de la disfunción de alarma morbosa y malagradecida que pide el frote y cuantas más materializadas sacudidas  o algo parecido al pilar del ron que converge en la baja del aliento final y piel y piel y más piel de fotografías y piercings de lo malo de anteayer que nunca confesará el mientras dicho en gusto de migraña y ganas de gracias en otro plan de latir la indiferencia del gringo endosado al tres de trece, como en la banca ahogada de razón mientras se desgasta el destino, los horarios del solsticio intentado para soltar las cuádrigas de besos y sexo pobre que no desiste entre sensaciones incómodas y cualquier viejo atesorado con la meta viajera en los bolsillos de ocho noc

Grualikom

Fondo fijamente, y el día de entender limbos de la memoria acumulada persiguiendo como siempre un garboteo de hospital, de aquella sirvienta que figura pasado del pasto de museo en contenido que cuenta el antes y pincha el otro sin mirar el tipo de hierro para el pincho, para los anchos entre sentimentales pitillos y lenguas atraídas por acariciar el recuerdo de la otra novia sin casa, con ganas de boda, de polvo y compartimento y vidas llenas de lados de investigación para saltar y llenar hojas y cacahuetes y canciones de grualik pidiendo estar alerta a los universitarios de dieciocho meses sin tiempo para las bragas en el recreo del pozo o el símbolo de la gramola estilo enfermo de tortillas sin esperar la donación del flujo con olor a hierba y a bolsa desabrochada y a polución dorada sin fiebre, sin la mayoría de horas infinitas de querer seguir la entrada justo en los melómanos de ordenador y sinónimos tal vez del punto final que aguardará las grietas, los labios de araña que cue

Ivoksmalp

Plámsquido palmicio, insomnio, iceberg escrito en el hielito de fresa y helio y constantes asombros escuchando el casual encuentro imaginado con la mamadera de bebé y el boscoso de la esquina, y las nalguitas con sabor a mapa, a salto de cama, de habano y servientas dominadas en la pantalla del calzoncillo y letrado; nada del destino dominado por los interrogantes sin algas de yomi ni el calor de nada planeado en cinco minutos sedientos de segundos multiplicados por infinitos robots de cocina, de solanes trepando el toque, el aunque del auge apocalíptico e ívoks equívocos saliendo de la complicidad que despierta alguna juntada luna desde el error imbécil de no idear un tantra con la propia sorpresa del ideal locuaz y los olores a duda dulce y sedienta de caminos que aún corren en el sabio optimismo de la derrota transformada en un sinó, en los procesos de descomposición escondidos en el sabor de masturbar el presente, en los cuadros de arapo, de arcas, de arpas, de gustos a solas, co

Prelju

Recalcar puñados de olivos al despertar enganchado al rápido kokorokoi de ella porque circula con las que empobrecen las fingidas situaciones de sueños y caprichos de volar, y los lagrimales que piensan en hoy, en las ganas de proposiciones de días locos de tocamientos tirados en el plato de orgasmos y coloquios de presencias al lado del endurecido en la abismal forma de tocar la sonrisa del prelju sin tomar la pluma, los ojos satisfechos y conservadores o conformaciones de caminar en vela sin la actualidad de poetas y peones entre ignorantes y mismas rutinas de profesión como traer el papel de la forma de deseo y de las dependencias durante el sello de la infancia llena de celebraciones y entender la reacción respetable de una denodada exposición de especialidades y temas de fama avisada al lector o a los ataques de tan nada que no leen de incredulidades y danzas de la igualdad de azul cielo y más asosiego que las canicas de margaritas privadas desconociendo la entelequia de fantasí

Uktohrah

Úktom, leído aldreto endrole, pero con el aparato de niño, de espaldas a la negrura aún amaneciendo sobre las copas de espesa imprecisión de grácil e ideas de valor, de furtivo marfil y costumbre blanca e insegura de la estepa hausada con bamikeles y faz de admiración y pulpa de fresca oscuridad en cinco metros de plantación como al paso del bícoro, o abdiján a accra en toda rotulada con contadas libertades de esclavas casadas con las edades del sentimiento cantinela y los desperdicios de hausas ad hoc sin conocer el papel de satisfacer otro desliz buscado por la pugna beduina de ojos gastados de odiar la tarde donde los colores se niegan a explotar, a resolver reflejos para crear excentos y también recibidos a casas de amantes que sexan los utilleros y el fracaso de la inconstancia que genera ajenas como cuando llegaron las castas y castraciones enfermando, inundando las vesículas del tabú de la piel primaveral que condiciona las presiones de civilización de peligros que no se discu