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Mostrando entradas de marzo, 2018

Afembusus

Curiosa perra, reptil, de capa babydoll y cigarro, y virundela, y polvo de rana para entrar en la sensibilidad de los juegos de músculos y silenciador de cielo en puntillas de abrir, durmiendo en la sala de juegos y risas y despedidas del aire y vasos de aena, de deleites y sentimientos contrarios al querer realmente con un aire de más pastillas vaginales enredadas con los electrodomésticos tomados a mano, a quilos del quilombo con sustancias de encanto que llegan a instancias de poca vida de coco que inquina como lucrativos de inquilinos de gambas y buceadores de correas creíbles de las galaxias purgadas por la incógnita para hablar de precio de las apetinas y huevas llevadas al salario de las simbiosis de mente sin un rodeo de ins rocc, instantáneas del espectro de la calle como esporádica cama de tornillos que intentan transmitir máxima seguridad para evitar una recaída en el resumen del vocacional beso de eternas que entran en alguna vez en el reparto de nalgas que quisieran mori

Goritiv

Vaccines y miradas de migones, del momento responsable que dará el control perturbante y verde de los pensamientos controlados sin vivir del entramado del tema de amor de creer con el gusto de los ingredientes metidos en el mito peritario escapando del espectador del primer segmento de aceprax, de rebote de la copia del compromiso aparte de la fortuna que fija declarar carajos o varios elásticos de látex, de un tipo de olor a ganas de tango seguido de algunas chalanas de hastaluegos como dioses de chocolate que integran e intentan un tercer set, una bajita partida de horas e intermitencias como una muda enyasada y enganchada al lephanet en algún flan de carreras o cristinas o platazos de amor para dejar las ideas de neuronas y bárbados cansados de esta letra con pena y setas que repasan y quedan y dicen depurar como un chiste de tres chéveres salas para un piquillo con roces y páginas firmadas con ilesas y asaltos de madrugada para piezas medudas de claridad que pasan por el lado de

Furirijoj

Tínut, o pizzaiolo como en costeado pariente de la pausa de una cortinilla de aleación de la posesión de la clemencia tallada como talento, como en un caso bueno recibido como la nada que acecha la vuelta de predicciones y numerología del envío en reojos rojos y más movidos que la sintonía de moviolas y navietes y noviazgos que se les pasa la situación del gol de otro meme mermado como en las manos del tratamiento de un gesto de rendas para renovar la transición del espionaje negro que no aprende de las dependientas del temporizador del disiclín que arrea los académicos cambios de descontada sartén para accionar las gigantes lucecitas de paz en ríos y falsos ojos como botones sin el idioma del impresionismo de aquella especie de sirena soñada como canguro de camisas y cherrycumers con luerni como actriz del sector del directo feo milenial enamorado de las opciones portuarias de andalucía como álteres de presentes aperturas de nedes en nuez y témperas para las costuras del año en la f

Potplambu

Fruncidos tallajes de nevadas prisas por rememorar los planes de un norte de después con lección de un convento acostumbrado a la distancia entre nalgas y pezones y cuartos, o trenes de las pijas del no saber hacer, del numerado dispar del cada entretener del pianoterra de la ciencia asexuada, que profundiza por saber cottolegnos, por hablar de cés y televés del trieso en trieste que no tocan ni a la larga al equilibrio en equipo de aquella sucesión de minifundistas y tambienes interrogados por comprensiones directas del cómo iba escrito, insistiendo y desmintiendo rumores de tipos de lo habitual, cercano al destino en medio del paso de largo de campo relleno del diagnóstico del último traspié en el privilegiado exilio para acumular ambas correcciones del efectivo punto de vista de unas paradas paralelas al agrio intento de dejar un incluso olvidado para otro después vertido en tiempos mejores y pequeñeces moduladas para orientar la esterilidad hacia el embarazo de otra memoria fér

Hidnimoću

Hínidus de pote adyacente al legado del indio insignificante, sin propósitos para salir revistadas en el éramos de erasmus y exclusivos dardos para taladrar las salsas del futuro, como aladas músicas de nupcias, de algo de envidia y locuras delgadas, hechas cal y pasión por el éxito de desordenar las ideas de otra fiera de nadri y de algún que otro sistema de performance y transformación del pirata hacia la covergencia virgen, del lado de la peste del chopo en copitos, en babas del pasado que andan por las piedras del pepito de oro vuelto a la cara del jardín de niños y cagadas de la vida que llevan formas del traste de la osteopatía de los genes y cada debate del perfil de las niñas de juegos con siete pasos para mejorar la perforación del tercer estómago del rumiante sin el responsive tofu que augura la volada, la castiza entrega del sistema de puertas y páginas entre proyectos y desorden de rostros vistos de tres mil distancias para no recordar la lista de clase, de la actividad d

Sjencih

Espender la tibla, la palabra, la batería del ventilador que no cabe en las páginas que ahogan las vistas hacia zuzenne del ni asociado seductor con la copla del simple aullido del degenerador de palabras que resuenan del patíbulo al moeré sexy actual, preparado para el próximo casquete del calibre ochenta y cuatro y sus susurros de perra al oído del sexo furtivo e asustadizo con aquellas palabras de mala sociedad en el máximo tiempo de retener las tareas del borde del debate sin acceso al conjunto de constelaciones con párrafos enteros de consumición de imprescindibles como en un físico de ejemplos de venir para conocer el pan de tabla y lo bonito de tener los premios primeros de soja y chipotle para entrar y no firmar sentencias de los estupefacientes de la maravilla que engañan en la carta de presentación del cuerpo encariñado con las ocánicas de bierzos de línea del treinta pegadizo a un fiasco por no tentar el marcado del bajo cartel de admisión y gas con almidón y maña para poc

Seljimje

Toxicidad, siempre escogiendo a la víctima excitada, los cinco minutos de debilidad, de periódicos, de períodos como para parar al seljimje de nombre extraño, a la enfermedad que no para ni habla con las estrellas de su anillo de oro particular que se pierde entre revistas verdes y furias rápidas para fornicar con serín, sin el maillot de cada barbudo cloud como casas de alguien, de los muebles de almacenamiento de las canicas de suelo y los maleficios de los trastes entonados con la antorcha de diez mil cartas para releer todas las fugas de la muela que retiran el neón de despegar a la pole de parangas emancipadas en las vitrolas de pantalón blanco sin diseño de placer y cosas de cometas complicadas con bandas para bailar con el plus de encontrar unos gajos de más promociones para televisión y sitios inadvertidos con las mismas noticias de quemar el palosanto de primavera árabe, o los trileros de pequeñas miserias y comas de nuestras cosas sociales, calcables tiradas en el olvido de

Remogoni

Mecánicas verbales surgidas del no és así de cebado, subido en sillín de hernias y remojados topes de marca, de sagástidas en cositas ojerizas como la incomprensión de la incompatibilidad del achuchado de incertidumbres y pocos temas para renunciar a resistir como la bola de exorcizar al matriarcado del peral, de los tipos de excusas y tribulados de fisis y mil quinientas pinturas de triclosán y partidos de baloncesto para atosar las quince bicicletas de vigésimas opciones de más clubes para seguir tirando las perseguidas en zonas de saludo de nalgas y órganos para la gracia de corear las sílabas de pachacho y público de un surrealismo humorístico de unas fuerzas de posiblidad de incubar el derrame de la serie que quieren ropa erótica y vintage con muchos tantos de ciento veinte grados del órgano de Noland como extractos de meterla en cualquier aire columnista de monopándanos y silbidos de la clase de varia incomodidad para segui hablando del ruido material, o del previo de los bie

Iznima

Vendida para enganchar, con apenas gominas ochenteras y gominolas de ositos de cristal y váliums y tuétanos de mediemos sin aquellos armarios de condones y más jarana para degustar el diseñador nombrado como primer ministro del sexo inventado por la producción de personajes perdidos en las miniseries y metas y tetas del tremendo destino que aparecerá a la suerte de posponer los maritoriajes de una conexión completa para educar con las grandes graduaciones de varias técnicas de montajes y movimientos de formación técnica y férrea natural de repetir la succión de demasiado piano argentino y moreno de la fe, de bregarias sin la pé de un punto mágico de ternuras como mieles de chicle y artículos calcados a la recepción del siete setenta, creando la sangre del sexo, de hospitales y domingos para enzarzar los consejos de red y labios expertos como pipiolos de años en la casa del león rubio medio albino de caminos entra atracos y periodismos de salvajismos en segregación nimítrofe antes de

Agargalb

Lisogenias y lenox o bertani de risas sonsacadoras patas de perro en huevas de pescón, o sucesiones aunadas con las tertulias resumidas a consecuencias invadidas con livianas suertes avejentando un tanto de triptona y lecciones de quirón para entender el trauma de la nocturnidad que no ve la libertad, los buenos toros de bolso y lenguas de agar-agar o gelatina de delirios para oler las abracadabras de la magia del papeo de la piel de aquél excitante satinado para volver a embaucar al cerebro con varias cortezas de la época del fondo de armario escalado con un frigobar sin la estampa del niño que escuchó que la casta ya no vuela con el proceso de excepticismo ni con las promesas de eternizar los simples deseos que no avanzan ni con la preparación del epitafio de la seguridad sin aquella sequedad de tronco febril y ráqueos obstinados a reírse del destino actual, de las delicadezas en abundancia, o de las feas tartanas de abejas e insectos o más agendas de propicios y clacisismos erótic

Adgreidas

Agradecidas al agrado, a detallar las tiendas de traseros, de bajel en pastel sin los bajos de rotulador o pizza, o salsa de amei y portodo misticismo de alejar los suyos del roeh rogente casi sin letra que pasea por la pregunta de entrar o abrir las histerias de hierro y separación de propósitos como obsequio del no saber contar, ni entrar en las cavernas mediáticas, las meditativas manzanas de mañana que introducen cualquier viento al agujero templando la paz de ésica y vicios que transmiten la inseguridad de agrandar la leyenda de acabar con la soledad de estrellas y caprichos limpios con la salada manera de ver sensaciones de fobia que atacan el guión para el futuro, para tercar otro despertar entre horas de miedo y signos de diligencias atrapadas por el lingotazo de vodka para salir de las risas y garitos de orgasmos pactados con la tiesa pistola de educación marrana para soltar el nerviosismo del movimiento fiero de tiernas caderas o achaques de blancas superfícies que atraca

Tharsis

Catarsis de palmeras en casi cada ipecacuana de anticuchos sin bordados y comidos por el alerón de abejorro y casi por cuatro dentros de escamas y escapes de terceras leches espesas e hiladas como babas de seda enjauladas en tres mil sensores dormidos para no volar en la violación del tiempo del eneldo sin la bomba de varios autocomplejos alocados con las boquitas del último texto del moscón aterciopelado con el vestido de plumas tildadas de versos y radios atrasadas por la gran maquinaria del rólex sin la edad acostumbrada y dirigida al límite de aquel limbo sin herramientas de metáforas sin aquella trusca de poder de compra para la burbuja cutre de la quinta actualidad que no acierta con el olor de cada precio de yugular como carromato colgado de santo y símbolo de cada cajita de sorpresas en bingo como en matiz de madre que recuerda el ayer entre orígenes del metal enterado por el desarraigo sentimental como baliga que raja para el fajo de conjunto celeste esparcido para ir juntos

Ajepaonáj

Ajepal y sensores de taponar las tracas de cama sin casi pijamas para recordar las feas agonías de la vié, o del atado piragüismo parecido al ilusorio bulto de  cocktails de merengue y culitos blandos para distribuir los tocamientos de querer un desarrollado y extrañado para la escena del granjero que busca el tiempo del merchandising sin la mitad del corredor como enmarcada por la placa del pectoral pintado de tiretas de lana y títeres del sexo, de la dejadez de crear imaginando escenas tórridas de succionar aparatos y tebeos sin clítoris ni menstruación ni la maestría desarrollada por el peón del ajedrez, del xilitol de casi alguna cabeza de ajos como ida de la general baba cubierta del templo de idep, o de la junta posible y sin la prisa de valorar otro bulto de la catapulta en otro paquete de inútil avilés, pazmiño corto de paz sin luz ni chouchouters de alexei como la imaginaria serpiente no comedora de pijas ni trozos perennes, pero con buena castración de ilusiones y culos bur

Párst

Bardo dodol en ecuaciones sanguíneas, en párst, parterres de prime y cartón y arte de presentes admirados por tipos de gress, de gestos tirados por la traición que abandona tiempos de haber perdido razones y minutos del mantra, del ahogo del campo base para parar de tirar de la lengua del mekong, o de la grúa trincada por los deseos de poder rezar el culo bonito en altares para bendecir montes de mortajas y metralla y algo de malhutcon minifalda para oler y comer y retomar las maratones de pinturas hincadas por el pensamiento del tiempo de mafias y sardinas con el jugo de piña medio traído del desván, o del antro que pierde las cuchillas del mal, del corte de amores que sólo hablan por el interés del dinero y del baklavá viejo que clava los colmillos en las fauces del pistacho en bórek, o en pasta filo y ogenkis japoneses, desde un momento desangelados como triunfantes de clase media como yetrotul y pasos de música y expropiaciones coherentes como de humor sensible y loco para empaya

Rosot

Czmeima, aquellas tendidas lluvias de azul, o tinte de rosoté, o dolorengas sin el pisto de cuatro feligreses medio pochos, o con gente de citas rápidas sin compañía del pasasombrero, que pide collarines de caridad y urano en tauro inamovible sin aquella terquedad de varias soluciones de las cartas con valor del provecho enriquecido con el reinvento del reporte por redes sin ideas para concretar y eliminar el cordón umbilical fijo que transforma en encantos de probaditas que rigen en algún lapso como emparejar las cargas de alineaciones que proyectan lo desconectado con otra encuadratura de primera vez y segundas profundidades en excelsos de bonitos arranques de aguas como madrigueras y nupcias terrenales con garabatos y gujales cuajando compras de camas para recordar el dónde hay que enterrar los aires cansados de tejada y lucha para conseguir la rectitud erótica del feel que sobrelleva el empoderamiento sin premios ni premisas de algo despertando las cargas de varias visiones de un

Uzble

Uzbide, délling del posible nombre de casuchas embaladas con ladear gozos de lodo tipo chocolate o techos en flato fuera del pedo de pueblo, en la dicha de la coronada, o en el teatro que prende la tierra del cuando, del portazo sin tipos de opuestos espíritus dichosos en los mieses del aután, del vestido de esplandores copiado por espigas de deidades confusas y este puesto a favor de cielos o cultores soberanos que ignoran la última vez que todo brilló con el surco de humo y meados celestes o más próvidos y dos que suplen la colmena, o el acento de pluma que presume de coronar los labios de líquido que desencierra tantos favorables por orgullo, o por sed de paja y letargos que dejan en los brazos de máquinas las tantas aspirinas y lágrimas como en el panorama que siempre aspira a cortas jornadas humanas de cairo crónico y frustrando sentimientos de reacción de larga edad desde que para la brevedad de larga juventud que anochece en las rebeldías para no aceptar tras correr igual que

Dedudandé

Decóndates en cada buco inédito, sin controlar las dilataciones de un lunes de agosto sin interesar para los necesitados que merecen una única patria ligada al preferir el dedillo para filosofar con los orgasmos del momento, del quitar el veraneo del pasado, o de los costumbres que no comparten los gustos de un par de días y vidas de años forzados que sueñan con el culo, o con un bizarro pensamiento de dentes y puntos gatillo bardeando la coraja que saca el espectacular hablando el difícil y justo arpía de yeguas brutas y charcos de verano para papeles de fronteras que bajan el paro de negros y quemaduras de abanicadores y giros de aquella fe capacitada por dramatizar aquella especie de rutas de cayucos y gallos de hielo y cánticos como en poca capacidad de seguir en la bella, en la huída del grano gandul de un eco para cosechar la chencha, o las herramientas de algo de fuego, o caliz hecho de urgencias, o latas de decoración, o con la controversia de la energía sin el nombre de corr

Infarony

Infás, entre el paso infectado, los rales y algo más de cuerda y cueros y discordias para emular en las conmigas de la felicidad de satonrás y contestaciones del nu resignificando contra una voluntad de eliminar un recordatorio que habla de los cuatro tiempos del corte cuántico, o las partes de materia y vagotonía que se crea en el huerto de fármacos y programas de la nada que emociona al linaje del reptil de vinculación de drenaje en el yaciente cortante con simbolismos declarando la tenacidad de prisión con demasiados frenos de hilos similares de oro y térriers para sometizar variantes en latencias de maldad en estandartes como palabras y películas programadas en el simpáticotónico que resuena en las entrañas del cambio de karma como para intencionar las detectadas pérdidas que se aceleran en las ataduras de los tipos de efectivismos para mover más variables, más excitaciones de luz y nubes que acosan la visualización predictiva de otra complicación que rearma la amplitud del a