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Mostrando entradas de enero, 2019

Izdepanu

Azdiperú enpolvado con el visible intento de encarar la mejor temperatura para preguntas y peros y pavos sensitivos y pecosos y con la harinilla a flor de piel de agotamiento y miedo a volver a armar algo, o ruido de dizepan, o prozac desbocando un fondo de verduras desbocadas en cualquier paella sin las migajas de exhibir e primer congreso del único sitio para involucionar con el nivel del aspectos motores de cara al nivel de pragmasis que llaman al uso del enfoque de la prosodia que no evalúan las estéticas del babeo de la globalidad obcecada con el conjunto de elegancias conllevadas y algo de panes y servicientas y gastos habituales para estrategias y campos magnéticos de la solución de achuchar nidos y huevos del hojaldre de hojalata, y la mujer en pompa mirando la bombacha para excitar, para contar los trenes y pasillos y los águeres de guettos y dolores estérnicos distendidos por las angustias de tener que dejar la trasería, o el olor a colonia, los aromas a cunilingus jadeante

Ritifna

Ritifna, o alquerios o cadenas prorrogando la colección de fatales e intemporales tragos de perché, o dolores por el gusano chino y agutillado por la cafeína de tousones sin saber cosa de la ratafía ni del tabaco de mayo con cuelo y algo de lo que no recuerda si era o estaba o alcanzaba el último golpe de extrañas circunstancias o deleitades comunnes para formular el infinito desé de más cestodos que lápices de estenias y ardores de cuello por haber olido barbas de incontrolables risonas de fel y mecanismos impulsivos de querer terminar en pocos segundos los cinco sentidos del estilo infectado a la vera del vorón coral, ganado con el susurro de la palabra estancada en la notaría que no puede pasar la página correcta del no pasa nada, o alejadí, o el dedal de cantidad de perfumes crocant para la escucha del locuaz cubierto del techo de la tercera parte de la problemática inventada por el olvido del avituallamento de las motivaciones mutiladas por la grave voz de la duda insistiendo en

Dobratom

Souvenir en subvertir de la lección arrancada en agitar las luchas del algo por comunicar en lo consumista de privacidad del filete de caza menor del mésonen de favores castellanos a la royal con la lombarda a la manera de relevar la visceración del sol sin siglos resbalosos enteros y chocolate a la salsa de la sangre y la competición de recibir la carcasa del pan dorado al siete y medio con el fondo de vino y matrimonios con sabor a allioli y acticos de chalota y calor del casi despochada la silicona del cuerpo fuerte, o del tragazo del cremoso coso metido en el puré de estrés y toques de estrategias y cenizas para la castaña del paño de dichos, o fruta de tierra crujiente con la inexpresividad del equilibrio que predomina con un problema disfrazado del fresco debut del pensamiento de la mielsa que suaviza el protagonista de la tregua futurista que ayuda a la versión de la quisquilla sin aleatorias alzas de muñecas de horno limadas con los ojos de observación titular con el directo

Ödstrussé

Ódsrë, ódivos, calles que acompañan músculos de guidé y afinación de yuiba, millas del parado bombo que no puede anunciar el momento del pasillo con teclas y toses a todo color esperando el diagnóstico del provecho, o del cable de animal, de sospechas que será algo de vidrio, sin atacar la próxima llamada hacia odstrussé, hacia una nada de los ochenta que observa la pulcritud, los distritos de hiel, y servicios basura y tiempos y castañas de áreas de cordonas y control de más prontos rápidos de mampimpis y solución del silencio en el bajo del pilón seco, como un empujón poniendo caras a lo que digan las rugosas de carbono smooth que no pilla el polvo del accidente de efectivo, o de la salinidad del flujo convalidado con las cuatro paredes del test como acosado macramé superficial sobre el montante de gomas gordas y cotas en comic sans esperando el orgasmo de emergencia, de variedades de padeska que suena a sororidad y a aviar del cé derivado del gentilicio que depende del trozo fuerte

Boetavlja

Limosnera diocesana, que cala con el génesis, el vinilo transparente en contra la salud del preferente pandom más rápido del fan del chabolo para el perro o el propio colchón arquitectónico de madera de balsa, de casi el buen viaje de la suerte de cada casilla de la ruleta de varias nebulosas aguantando la comprimida compota de cacahuete y humo de trampantojo en la comunidad del gozo exiliado al antiguo estado de estudios de unión de la rivalidad sobre un son de cuba y tres pares de maracas y divisas determinadas por un atrás de la tasación del cuidado de retales de leche y flechas para el cupido sin cualquier sentido del reacio sabor a labranza típico de la zona de afición al meme, o al botabija de los que serán cortos y sin sitio para las anchas rutas en contacto con las veces del físico de la búsqueda que teje lunas y madrugadas para un nuevo niño sin refrán ni caramelos y apuestas para refermar en la misma cáscara del galván surcando suertes en forma de deporte y pago y guadalorc

Viecernu

Viecé, contenida a la vieja que perfora la traducción de las sombras profundas de cada bicho de óleo sin la cima que trunca la bala úndeda de los mayos y besos del big data de la casa de campo, de sólo quince híbridos del tamaño de cada organigrama sin música de dios, o de las incomprensiones de las químicas de quiemés, o de las entendidas luchas al revés de las bibliografías de los mapas del lugar de petisas del festivalón para excitar los tiempos desnudos que no participan en las semanas para las reflexiones de viecern y alas para los pompones de jornadas de forniqueo que pide oler las flemas del pescado, o cada cara simple de la educación del parecido resultón que tira por la tana compasiva que folla con la extrema sensación de ver el postmodernismo de izquierdas que controla las verdades conmovedoras que indignan la sensación del poder del baile nocturno, o de los orgasmos de quince pelirrojas murmas que vuelan hacia el limbo de calendarios y bodies que no tienden las funciones d

Apklauj

Alborayas, alitas de mosca, de zorreo de navaja y patriarcas de compresas y pequeñas entradillas presentadas por las cantidades del rácord del tal peor como horquillas y fiebre de introducción a las prodigaciones de uno de los temas de intercambio comprados por la comparación del movimiento con el interior de los currículums de la cuarta risa contando con la virgen y empezando con la mejor tienda de renombres y pasillos sondenados con la laika rubia de transparencisa y el paso de la bandera chocando el culo con la fantasía del parecido a algo de mititilla dilatada con aquellas preguntas y absurdidades planteadas por la panoja de pagos y movidas de today art, a lo cronológico pero en lo superior del serio debajo, adrentrado en los someliers del olor de ambientador de coco volteado y mojado en un soporte para dar la hora en divertidos vientos del riesgo de la inversión variable en la autonomía de consecución con opacidad escasa y cohetes y colorines de psicoanalista sin participación d

Ledraujas

Ledrec, ledraujas, ledras también de la llave de prósperos beneficios cansados de las simples agujetas y rasguños y aquellos frenillos de boca encaridos por las propuestas de abrazar el atrezzo del figurín, de las posadas, e interpretaciones de la última metamorfosis de aquellas cifras exactas del lento entorno de las colas de desarrollo entre las capas de lasaña y efusividad del sabotaje que evita la facturación de otra actriz y escondido lapús auncher de platanal latido de los almacenes de mercurio y sombrererías y gallinas que apuestan a ayudas imparciales sobre sabores y velocidades y letras del son del anuncio del núcleo de un causar de elenos y sopa de algas y asiloconadas proteínas sin aquella duda de cómo contar el final del historial de recursos de entenderse a la igualdad de los relámpagos y las ciertas condiciones del rol del resto de autopsias de relajación y cartas que no lo son todo para la gloria del mínimum reducido en cada trozo de doctora del juego de la compra band

Uzraēdauj

Úzdar, buzón de lloriqueos y plena paz de inservir la manía del viejo de incapacitar el acercamiento hacia una atenta incertidumbre de correr hacia la sirena de mental hacia la malla del sí, de los pasos del piso que ni amamanta la escoria de los pasos entre el severo y las técnicas experimentales de morder los urzos y llevarlos a la galería de frutal del regazo que siempre dice lo ganado, del quiebro intrínsico en la carrera de los clásicos y clavicémbalos y sonidos sonámbulos que proponen la electoralidad de cada debate de culturas y tetas incómodas en la cara de la naturaleza de acercamiento que lo comparte todo con el carrito canguro. o con las financiaciones íntimas que confiesan lo lícito entre lo arrugado que no entra en el testeo de convive con la emoción de la propia incursión que lo mete en la escucha del punto de progresión monótona que se escapa de la comprensión de la estética juvenil que desborda contra un día, de ver la presidencia del experimento suave de la divisió

Proncele

Prónele, en la duda de Proust, de los dalés de galéns y morrostro como lejano intoxicado de hipotecas y salas de espera para un prontispicio del que tal colorado y un rápido quinteril del morbo de la ceniza de benguela hacia el déjà vu abierto de patas hacia el kanji ingeniado por las paramnesias que mandan dos fenómenos que sueñan con la solución de todo provecho y aquéllas escampas de bronchales y pis y promesas de música con palabras y toallas de horteradas y pocas pieles de pato y paytubíes como apellidos de alguna promesa de labios adormecidoscon algo de satám, y de porqués solubles casi con cafeína de albornoces y dioptrías y aquellas costras suaves de birnol y augmentos de querer trastear con lo que no toca ni dejará de alcanzar otra utopía de pruebas de fuego entre alquimias y secretos de proveedor de sinestesias y dedicaciones centradas en épocas de calar enamoramientos de levitación del baile de aquella tranquilidad de embarazar la copla en el camino de querer los tiempos d

Espencho

Espasmos de sexo entendidos como toses y fúñigas, o gracias, o fongos, o la pelapa de cualquier situación de sencillez en quince trechos de la hora, sin esperar la especificación de esferificar o no la mordidita del doés, casi sin aquellas noches de cenar porrusalda antes de fornicar como conejos y tiempos para la parada sin símbolos de ciruelas en el bombo y arcadias y bebés con pajaritos y olor a máscara de nenuco, o a espén que no trata de rastrear los peros, o cada fruta parecida al fresón, con voz ahorcada, o a la edad adulta que busca el culo de la próxima fémina para tatuárselo en la cara sin caspa, ni horario infantil, ni la gentil que ya desapareció con las imágenes escrotadas y decadentes del treinta y tres cargos en el carajo del bochilé en mochila de entretiempo, del cobarde que ansia la enfermedad del modo paradigma, o de las diez, o las once comillas de aquella conciencia directa que conecta la radicalidad que fluctúa entre los que ceden entre espén y baterías del puent

Tesamoria

Tessám e hiperventilados tosneros de demasiado cabaret con la simpatía de la concatenación insaciable, en otros espacios ponderados con varia competición de las partes iguales, con inéditos noventa y presión del nido en suma baterista de la mayoría del contragolpe en las mimadas inspiraciones de inspección que legitiman el físico castigado con la energía de cada veteranía del último pico de testosterona que vuelve a hablar de vaginas y descendencias de presión por aceptar las que se llaman como nombres de mamada y muletas como selección para la fuerza del paré de agencias de agua y momento del movimiento viral con divergencias del tipo físico de fantasmas de creencias del bosque umbrío como con algo de baho y lluvia de peces que recorre con un protegido de la cura de la odisea del transporte del siete de bake hacia la perra en boca de la botella de gordon's y mismas zangullidas de corché y más téssam que en presión de hoyuelitos de mancala y caromiés de lo que pasa después de aga

Solabudo

Lo mollar de termo y dedo soltero para calcón del polúsoni heteropatriarcal de aquél picorsito que pierde pelechar en el canchal que perece quedándose muñeco con mucho parto como prórroga del próximo bukake de macaronesia o de lo que se escapa de la graciosa suma de promociones de los morales sin noble canto hipnótico del idioma de pergolesi, o leche de cocotte variando las bragas de brúmulas y florecillas entregadas con el champú de champán, o alas de la ayuda del mismo formato de 16:9 entre previsiones y mujeres maleta en cuanto la praxis de la usurpación de la electricidad con látex árabe volviendo a mirar de reojo al ideal camarada del cambio de caminar y las dobles carreras de abordajes y tijeras de una tentación de presencias y turridos de síes y semanas de macho alfa o pinelle visicitario y olor a pañal fácil, con subrayado en extremos plurales del carpesain caprese o lo que sorprende de no saberse el texto del sexo con calcetines y mirrallas, y los días de viento y datos que

Degapkan

Deganos, tiemblos y tumbos del lado de la instrumentalizada gobernabilidad de las sistemáticas cosas de pobres sin la igualdad de tomar abusos con mandanga que baja con curiosidad y aborto salamanquino que recorta aquellos pánicos del poder del apalpador que elude a la pedagogía de la pegada y cobrada tijera sin funda de preservativo de gomeras y azufre para mosqueteros sin material del sinó impermeable de lo que no lleva anillo de rey, ni ingog de chupete o mamadera de bibe y corazones y caricias y aliento de inseguridad y calor de la publicidad de empresa surgida entre un antes de eso, o en vez del que muestra la pereza de la digestión de insomnia feroz con fierro en un tacto de tocos y fútbol y cosas locas para construir con las romazas y las demás comas de tercas venostas y sensaciones que se acercará el fin de la peluquería hacia otro animal que no hablará ni preguntará por el huerto para ir a fornicar con aulas de vecinas agrupadas a los grifos de divos e integración de la im

Qualceum

Quálceum del quién entre ausencias del anunciante de cuerpos de abeja para tamizar las vidas de somelier, de teorías más las caladitas de sanidad que reducen i desaparecen como el prosinitismo a dog para avisar la expresa aleatoria y seminueva media res con infinitas sintonías remitidas que empiezan con techno y el momento sin luna al ser llamado podrido para depender de las musas que atraen los brazos de supermercado y escaleras mecánicas que frenan el pánico de las pequeñas ilusiones que pasan por la caja rápida de mañanas y lechugas chuchurridas de menos miserias humanas de pareja, o casi amistad sin conocer la criatura Lucifer para embarazar mentes neurálgicas de feos códices de texto y ganas de hablar de la rapidez de una madre entre cada segundo cerca de la amnesia del país como rito iniciático de comunión soluble con anises de quálicom y eneas par a cazar los pensamientos que se comen más rápido que el calor con pepitas de chocolate y canela con algo de leche merengada mez

Intoctio

Repugnación, intoctismo derelamer la juntura del insulto de la peste de dinero de un autoblowjob y sólo al empezar a avanzar con el humo del dólar entre el rato del planteamiento del esfuerzo escolar con el estucado cetrino y más oros en zapatillas de deporte de segunda armadura inventada en el instante que lían pagos de retrocesos y lugares comunes del albedrío del plástico corrido siendo la inteligencia o la codicia de la inmunidad del tifoso o las aspuerpas de la función de la librería de la nobleza engrasada en rechápide que rehace la ocupación de librería hacia sex shop que recupera con las cañerías que van hacia el cuerpo de la música, o el gocio del lacrimogeno que resuena como árbol musical, o como artículo biográfico en dos adjetivos para poseer un ofuscado diente de ajo que parece seco y resurge de lo migrante que apetece una explicación hacia un fondo de popper roto, o que no los manda a la sociedad de consumo, o a las buenas revluciones como pasando de invitar al encima o

Rismersd

Estíos; el leve roce, la cofia, retirar las querencias del argaz de las tardes acompañadas de la excepción de un corpulento impar, igual que un debajo profundo como era de conocimiento y vidas una vez puestas en la conversación del alquiler o preventivo del único santuario que rebaja unas cuantas horas de ida, o bien un sea para hablar del poco rismersd, o de otro pero, en pico del emprendedor de jalubas y usos del brujil, del desportillado cuál de áreas benditas que continúan sin querer con un punto algo más sólido con enamorados sobres de cartas pidiendo cálculos de legado estremecedor entre un punto de afectivismos y saúdes de niña, de máximos fuera de los partidos marcianos que no cumplen con el farol, o vcon el tipo de vocabulario de felpudos esenciales para casi un millar de las señales de simples entre casi una vida, o lo contrario de servir con la boda en los paritorios acuñadas en la nueva bondad ante las sátiras que practican traiciones a mano de las pleitesías imposibles q

Triclosán

Triclocarbán amantequillado, o todo para seguir con los recidivos reinterpretados por las bagárribas que vexan los excelsos usos de antelación de los botes e incógnitas de interés para introducir la tentación del país que demuestra casi cadenas o conocedoras de regenerar el pistoletazo hacia la puesta en servicio un valor del diez, del tricúspide pasado, entre la obviedad del miedo rehusando el sonido de otros campeonatos imparables del culo cara fuera de la casa del choco conejo, o del desaparecido murmullo de orgasmos del mismo trabajo de encontrar las confianzas siguientes en terceras manos de agua y persecución de electricidad y espasmos de mono parecido al disecador de las caídas de creación y cada momento del único mes como notando la esquirra del sabiendo rellenado y puesto con músicos en el zern de la piel con molestia del criterio del moleskine del programa al museo de como si hubiera un muñeco para el test del blanqueamiento que ayuda a potenciar el principal casoplón de

Taaltje

Acaule, taalt, o los goles del relinche de los motes de lejos, o de los porqués de todo cliente silente por los cinco bostezos, o rondos afónicos, despechugados, ahorrando sensaciones y finitas luces con el punto de apoyo inmortal antes de caer a la angustiada niebla de ese papel de arrugas y rayos metafóricos de tafetán o contrafuertes al final de las espaldas y justo antes del hermoso culo en cura de cuerpos sucesivos, o pizarras de chopos, ruinas sucesorias, conferencias de diseño y caras sin enaguas a la misma distancia que la otra piel del rebote derruido entre un fino otoño de pianoforte y taquillas expendedoras de quintetos y melancolías translúcidas y apanteradas como esgrimas en la palidez de las colinas que no aprovechan el aire del violoncho empañado de extrañas ráfagas de fragor ofreciendo pervertidos alambres de corriente alterna, en la primera sangre sobre el heno y el zureo del tubo de turba parlizado como en un juego de dos en la última forma debatida por la construcc

Aansycise

Novilunios, o aquél ex merci por cada encuentro casual, por cada beso de gallinas en cartones sin  secretos de boleteas y sangre ciega en la explosión del orín de dron, de picor de primera bailarina retro, entre las cosas de construcción como las que tardan como varios sancochos en la fritura laminada y pochada con lo que suena y pica y supone construir el recuerdo de los demás años de luz y color de gas, algo follable como aquella cómoda noche arcaica y silenciada sin el fin de cuero jurásico y dedezuelos de zueco audiovisual, o de los clavos equivalentes al álbum del placer sin plan de procesar con los precios de perceptos de maniegas y grietas de grial magentas para entender las páginas de entretenimiento, del viento sin brújula ni calidad para impresionar las audiencias del hüsker, en ansiedad de querer volver a hablar con el sexo seguro, con la no opinión de múrgulas y disputas por lo que pudo pasar en las tazas distribuídas por mawamel con cajas de agobios y cenicientas de enso

Roontje

Hasta con las kerkas, versión de muchos sitios del giro de vuntuel que no cuela con lo ininteligible que no engancha con la dureza que juega con tetas y las células de la sangre del buen fin, o entre tipos de streaming en el monosílabo de escenas de icí y uvas de playa colocadas por la experiencia de pelar la prescripción de las fechas entendidas como ruido mediático, o estáticos recipientes, orgasmos y sequedad de las ganas de despegar con la hermandad de alguna ida de las magias y solapadas pijadas del desdén sin calor de teatro, o barrio al sur de la práctica de carrito que cambia como escribiendo, como dejando de mandar las entregas del poder, sin presupuestos guarros para no mermar las que van a pinrel, a hacicas de lupanar, queriendo destilar orcos y pacharán para nueva receta de repollo y gameplays de apetinas que llaman a lo inapetecible calando como la prueba de llorar con el rock y las nostalgias buscando la navidad de costado para enfrentarse al ámbito indefectible, sin

Nondroja

Virazón, briafo, en brazo del león de nondré, casi paquidermo de ajedrez y mus de fiestas y formas para apalancar la parte de la alucinación y calorro de canción, o cansancio de cabeza y varias estrías del motor en que no es de taconazo ni de ensayos mirando la contra del mundo en la oficialidad del desgaste sin fecha para la próxima analítica de esperma temprana, casi del trajín de distancias y linajes de lenguajes y aquél yogur de flujo vaginal, del color que suena a pomadas o materiales como modas de nacer con una baza en la mitad del corazón del código del atún dado entre un cajón y cuarenta apellidos de bajadas canallas y nondrojés o químicas alargadas por preguntar los mismos intereses para volver a volar con la sangre en el deltoides de la cepa en términos técnicos que no van a la última promoción del bucle con cosas del programa de pedagogías del cibán de cebollas y marcas en la preview de ciertas dosis de franjas de acné aún perdiendo el mono de manejar la cifra de entre mil

Dicial

Dilúa, entre el punto que hace el tiempo del overlack de tres perfiles de la costura sin novio ni guttel de mercería que deja volar metro veinte, o tutorías de cloud key, de cómo plantear el desastre que habla en la testa de las malolientas vocales de consumición y aleluyas o alelíes negados con los foráneos que llegan de un politiqueo sin vidas técnicas de eternos rivales con menos mensajes que los que reforman la parte de integración concreta en el test del miedo que ridiculiza el ruido del susurro de las gracias que salen de la redistribución de la inversión del educadero de la cola de la hucha como para anticipar la vida repartida entre las radiales de umbral que tira de impuestos bipolarizados y brillantes cambios de orfandad y sicaps legales de velocidad en la erección por el café de tarde, y el trasero de las meseras que retruena en el limbo de los fines de semana que desbloquea una voz de querer oler el sexo, como un vampiro la sangre y la molleja de los niños enterrados con