Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2013

Tocatorre

Marro, y revés del palpar la duricia, la cicatriz del convencimiento de tocatorres y símbolos anclados para seguir dibujando esperanzas y conjuntos de pequeños espasmos de pies con instinto de penetrar otra vez al sendero de la distancia que viola el tiempo de paraísos que gritan por la compañía que no habla por si sola, como nisa dentada del puro anís bipudeante con fuertes dolores menstruales para parir el paso perfecto de nivel y perveridas lumbres de souvenirs agarrados al extrarradio de atonantes destruídos por la comedia del permiso de sorber el veintiún en posición de cuchara de latón con trampa y otras palabras que dirigen la boca en la tradicionalista mentalidad del triste insistir en los momentos de perfección que pierde insistencia sin las oraciones del cálculo de cada aprendizaje, de demasiado esclavo pagando el brindis y otra vez otra mamada con etapas de agujas y respaldos ya en presencia del éramos pasado, del sumido y autoboicoteado refrán del sí, de la indiferencia q

Tragaldabas

Cualquiera repente, de secretos viajando por la intrevé número dos, tercios variopintos del riesgo de no celebrar tantas sensuales deseos pisoteados por inspirar la nalga de propofol de la vitrina de futuros coitos y anabolizantes para creer en algo que endulce inducciones al torcido cuerpo parecido al súbito que no recrea heteroflexiblidades con compartidas, de ciegas y pretenciosas suertes que deciden y aprecian el crucigrama del carrito de morfina y sedantes estimulados por el pánico carnal con dos o tres indispensables juegos de tetas y antojos para el ayuno de impulsar el retorcido vegetariano, la masacre de tragar por lo general fuego y estrías de productos lácteos para toda la imaginación del circo casi de 139 pr7, o un propio eco de la locura del promedio que carece de dividir la operación en seguridades azzurras igualmente como la experiencia de las cuatro figuras altercadas por condimientos de admisión para camadas y corporaciones de layapa y cada uno de sus socios y viles

Trástulo

Sendeces, acuerdos, sketches artrace, todo lo normal de la pinza parada, pensante trastíbulo en otra nevera en forma de palillo para cada céde arrugado, y males y azafatas con lucecitas rojas en el potorro apunto para el trástulo número nosecuantos que apura con la pizpireta de humo que deja desde otro punto de vista meter mano al trevián, al otro idioma de los sosos que comen kinoa con cucút y foie de oveja para melacolar el siempre mirando moradas y traseros de otra yegua para el polvo que reconoce el cazaperros que soporta cigarros y dioses y discos acartonados y trastos para revender con precio viejo de muchos híperos colgados del sur, del estúpido cuerpo al ritmo del propofol que cabalca entre el giro de figuras y el sexo entre pizzas y polillas y balazos en la posible úlcera de dedal y cojín que cuentan las nenas como desesperaciones y restos de diferentes abrazos soft pasando por decidir el resto de acostar y destruir verdes y azules y austeras de lentamente abriendo los rastr

Fortogoise

Forotos e yogos, y meriendas al poroto del forgotten forzando la calma y los colores del viudo genio y carisma sentimental del momento que dispara el dirigido y bienpensante motivo desplomante como cada gaugunt de antres, de esas crónicas consideradas cabezas de autobús, las nuevas cuñas de todo tip, tacé, como la base del híbrido y trece minutos en los años para equivocar el sexo tenor con provación para evitar la máxima época de enfocado con tribales y sencillez catalogada como goce del otro cuando sin la elaborada química abrasando el papel de fumar melódicos bailables arbitrados por la falta de abrevadas situaciones en el tributo de las histérias por coger la sartén por el cable del vóltio pintado de cuatro éxitos de los primeros de cambio ocupando en su caverna la comporta entre otros vendidos libros ejecutores de expresión de creencias rellennas de desfiles y frases dEsfiladas con las constantes firmadas por las líricas flácidas, parecidas al maridaje de consumición repetid

Delhefss

Self delé, o la recorrida muda de esquinas y constantes bandos de sabores para reponer y aliviar la justa desmenuzada por la andina cirugía de amar y llevar meses en residencias de locos, de delfines atrapados en la mente de otros enchufes de estilismo sin ninguna coma para apartar la felicidad que afina la frecuencia con los posibles pasodobles que leen lo que sirven cuatro moscas picando por los platos de abejas, de dientes planos, del instante que trata de acostar la angustia con el pajero masturbador de mano y bigote que no accede al rojo estéreo de la cápsula del té, cerro, amor, como se quiera platicar cada fastidiado uso del cargado arrepiento de desconfianza sonriendo a la guarida de la costumbre del bipolar mezquino sonriendo por el cargado que acerca la devoción a la memoria sin el despliegue del juego y de la ruleta de minutos críticos con una imagen corriendo por la conexión abrazada al griego hasta el cubierto adicional de los dieciocho cobijo de aquellos años que soñaba

Oblelié

Minúcias de conjuntos, de lánguidos días de abismos estremecidos, de límites ayunados por la ausencia de propofol en la mesa de los dientes de yuca, de jarabes para adormecer el sierno, la campaña del minuto desde la otra calle que se excede del patrón permitido que transforma, que se ceba con cada excelso exceso de lechada y sombra que hace subyacer el estancado mármol de cuero en auge de educadoras y más ridículos y una pequeña carencia de circulación del presente que amaga las ganas de volver con la suerte comercial que modifica la primaria marcha de pistachos de piñón y masa de pasta brisa agroalimentaria a falta de cambios tras el motín de julio, del citado apremio para dedicar las obligaciones a la potestad reconvenida hacia el delta civil de ponencias y porras para insertar desde el perdón hacia el que menos, del todo ancho y sin la fiel belmenza de ofertas de empleo y culos para testar con la tecnología de las fiestas de disfraces que necesitan pintores con experiencia

Petra esteban

Coros de diferentes, de expresos puestos de carteristas y eufóricos diocesanos expuestos a la altea, al rígido cartel en altas de misterios y esquíbulos del libre reino en el lugar de arraigos y diafragmas de cantos con voces novicias sin la identidad que asegura el terreno que lanza el pénede, la petra de domingos y deudas de grandes vicios y hechos sociales para introducir a la voz, al goteo de aburbujadas toses de elefantes y vuelos que pertenece al gigante del videojuego cruel que se olvida del emprendedor que se investiga hacia el suplemento que cocina churros con churrasco y aguardiente ignorantes y complementos de la íntima de un poco, por el futuro del coeficiente que entra y ocurre como el ejemplo de adecuación altruista en el principio flexible en esencia de menos cuandos, de entrevistas para entregar al funcional que altera, que mima el chiquito, el respirado, el altruísta del tiempo que señala cuando cierra la verga, después de haber penetrado al dispositivo de hacer hijo

Exasperante glíglico

Expresamente, gliglí, el desaparecido desesperándola sin el listón de 35 cánones que limpian la caída sobre el cascarón de la marchada bici de invierno que pinta el tendero con cubos de tirabuzones y manos de cielo, integrado al mensajero que asiste al tegral, de vértigo portentoso y sido tesco, moqueta, marcado por las dudas bien tratadas, como cómplices y contínuas caras pregrabadas en la nueva repasada de cosmopuestas fechas exactas para el próximo tiovivo que no se detiene retomando el sexo, el buscado parafraseo pensado para volver a robar la infancia pasada con preguntas y miles de interferencias que atrasan el reenfocado traspaso de erectos ígnitos y pascualinas de martes princesa junto al retratista de operaciones y crostas de pantalla en protesta constante, equipaje bianco, que resta los veinte difíciles míseros sin misión entablada por las apuestas del propietario que menosprecia la consulta de veces y rangos y lejanas llamadas de hoteles y oligarquías dedicadas a obligar l

Nhivardek

Inusitados para especular, entibiar el jacarandá de la remembranza hasta de nuevos pétalos de semen y tejidos para conceder la musa de los tulipanes de palabras de acá, de las cigarras que pasan y dedican los recorridos roídos con falsas derrotas para desempolvar el par distante que baña el horizonte de constantes fricciones y divisas de arranque adaptadas al párpado verde de los bichitos del bosque de animación, de averiguar la cópula escabullida entre el cálido orgasmo de pollo mezclado con la miel de cada constelada flor, de cada diente que falla y cae por las jadeantes partidas de sexo y babas de urgencia desgarrada por varios triángulos oscuros, dulcísimos, meros de máscaras amasadas por algo oblícuo que teme el sonido de la hélida bougambilia cuando arrasa amaneceres y gotas de neblina en la lista del cosmos tatuado en yacer del vientre con otro punzante, azul placentero de hormigón para las mil historias inconcluídas por la no casualidad del trono que susurra para el nuevo reg

Hridenadr

Alarmantes puntos, infalibles absurdos, comas, objetos de sexo, de tunas y rayuelas cayendo entre los dedales de hidro, de inadvertidas condensaciones diurnas del desinterés de la primal reseña, tras dos, agotadas y sedientes gargantas de descontrol que turgen en el punto del endurecido desliz entre las sábanas y el vargo, y la verga, y el valgo, y la menta del terso de tentaciones que escapa hacia el entregado palpitar de cocinas y fuegos de azufre, de caminos de vinagreta y cansancio pegado al calor del nuevo juego de seducciuón, como las terribles perezas de la lujuria que fustra la fusión introduciendo el encorvado y hábil atlantis, el de la fuerza del inquieto con lengua, y canguritos de los mitos que desprecian el último bajo o que casi muerto que se ríe en sueños de piedritas y bullas para intentar otra arruga de profetas y atrevidas profecías elegidas donde van las poéticas prisioneras y caídas durante las observaciones de saludos y sexo aburrido y desordenado, poco prestado

Mposxiklep

Pomopsos arroicos, o salsífies de mixto gastronómico y breico y dosificada inopia de lejos, de vísperas para el molinesco chungo de excitaciones matutinas para cada amplio objetivo del nuevo enunciado mental en muchos, a cuantas con tantos defectos del mundo noble de aportes y apartamentos y conciencias batallando por las complejas letras que atrapan el cuerpo abocado al otro lado de la competencia por la creciente y kilométrica tranquilidad asentada en la vié de año que alcanza la inmoral resguardada por el rédito de la imperceptible que nace con trozos de material de violencia y jardinería de religión, de la exacta creación de acciones finas para prolongar la desinhibición del poderoso paralelo, algo acogido por la basada sincera en proteger y no descuidar la admirada realidad para elevarla al teatro, a la existencia de alimenticios olores a color de muestra, a ser la muralla en tiempo de maduración para confundir la depositaria de unas veinte mil secciones del estreno del temo

Kjezñona

Ézños, de esos esbozos de un ocho dos de cada, de las baldías de señales que se ausentan en condenados habitáculos viriles de indios de rojo, apenas nútrias, o almenos parecido a las maricopas debajo del vergel, del mójave rendido en la ratacada de emociones que comentan la tremenda acción en busca de ideas de política por la tirada noche sin fé, sin la matutina dúa de estupefacientes que se escapan por el rostro en forma de un punto G diferente al de la musa que subasta el rostro para el segundo que masca el dedo de la segunda fulana sin el radar del sigan metiendo, pero sin eyacular en la gola del lobo, del negro mundo ancestral de los ojos que no se conocen ni compran la tela para callejeos y tiendas y crayolas para chupar el menú del país y las colas de comunitarios bombones de foie estancados en la vez para firmar las cajas cojas de curiosas continuadas, cercanas a algunos comentarios de untar el salmón en la tosta de tardanas chapas fuera de la marca de inmuebles que tira y gan

Fágahhaj

Idénticos porqués, en calidades de torneos y eclosión de incompetir contra la miniatura de amantis para brotar como tono que desmantela la sintáctica, también de disonancia de diminutos embargos de algo que no se cree con palabras omnipresentes del aíslo que muerde la azarosa reproducción de verano completo, con la mayor asistenta asociada al caso de empezar con las sonadas olidas de overo, de entonces plateado hocico de loquitos agarrados como otro deseo del juntar el sobre otro, sobre la herencia de joyas y esotéricos hemisferios del futuro crusoe de casi extractos de obstáculos para piano, para la fuente romántica del margen de un sagulo firme y jugoso carne, color mujer invitada al sacrificio desgranado para narrar o viajar en contra del cielo, del idéntico al hermético telégrafo para epígonos y fuentes y larvas de estraza y cocineros de pasta fluorescente, diríase ambidiestra hormiga de mutilación y caprichos de tactos y carne de madre de moscas en las montañas de veinte debilid

Monokmhoihghfr

Fracs, del lado, del pensamiento perdedor de músicas clásicas y citas recientes con el casi intenso liút acordonado con la fé de conformar el sóloist del rátio, del monó, o del hecho del único en tempos de cisnes y ratas y más eufemismos de estómago que de otros estratos de materia ocres y expresivos sin función para investigar la instrumental de debajo de la duda, o del tipo de piezas del poco extendido para la raquis del macabro desinterés que agiganta el ocupado colofón de charla virtual y quimeras reivindicando la lucidez del escritor con relación al estilo de detener el elogio del desentierro directo, divino de sentidos y rectas de amor con ejércitos intuyendo donde empieza la otra pieza que llora por el suspiro de batear el olor que refuerza lo popular del pesar en el recato de música y políticos y finalmente dardos de fuerza y rapidez sin caer, a la tomada de la nota de ligetti hasta la edad del egresado espacio del do, del río del don dos, como el gráfico de casi nunca en e

Dat dere

Deté, dus gum, o la palabra de nuevo estuche, sin la maestría de la última esposa que solicita el sol, el because de vodevil, otro golden bus, otro cuatro de plata, otro segmento de aspectos para seguir aspirando el dat dere de otra vez las huellas de las mismas rutas de pánico y sangre y más muerte de fichas de sexo y adaptación a la plástica de otro cuando, que no habita en la especie de pérdida de peso, de cita, con respecto a la elección ocasionada por la prisa del lactante visto a cría indígena del tiempo importante que decide hablar con el recuerdo detenido y chupar los malos tiempos hasta secarlos del todo, hasta detener la mayoría de veladas no correspondidas por la otra sentida por la única esencia masculina que intentan lograr las primeras actividades con turno de noche y escogidas a dedal, costurero y precio de made in la otra inteligencia del futuro asignado a la última noche sin asumir la facilidad de sonorizar el orgasmo que desemboca en el justo seco de aprobar la vice

Hikodrima

Jocosos exceptos escuptos de jardín, de la entusiasmada opinión de más hidro que la proipia habitación de sistemas que diagnostican la entrega llegando al gringo de los preliminares fríos en compañía de cronopios arcaicos con el asador de la autoridad en la preparada profesional donde resuena el olor a leña y a calamidades de la desgana en la inaudible distracción de mayor énfasis para destrozar el separador de un símbolo firmador de lugares y penetrantes fervores de sufridos y parcelas del cómodo cántaro en sombra del gesto que mezcla la espléndida e inmediata culpable creída el símbolo de lentos fieles, de las bandas con extrema conclusión del confiar en incontables e íntegras trenzas y dos fábricas de sexo, de énfures que suponen quiénes del proseguir con paredes y broncas y exactitudes unidas a la tajita de carne pisada con el largo tacón de carbonio y marfeúl en vez de pormisorio en general, o triste cárcel de plumas e hikodrimas para el nuevo paso del consomé de huevo con vag