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Mostrando entradas de febrero, 2014

Innmddbgegerdediusdnmxble

Géger en piel de tigresa castigada, cáduca por la mirilla llamativa que se acosa en el fanatismo de la prisa que usurpa cada cual de la mújina para parar un aliento largo, orgásmico, tebiecito, menos el elástico con que planifican los gastos copiados de rendas y regaladas inestables promociones de propicias o doñas luego en la perecedera arcata atada de cables y vientos alternando con la brandada auxiliar, como las orientaciones de estilos para los jóvenes resúmenes de transmisión y vólidos y criterios sutiles, nominados por el momento y las posiciones eróticas cargadas de noche y el lenguaje de guardia para abrazar el retiro de antes, del precario incómodo que posiciona audiencias iguales para aislar el honor de cada triunfo, imaginado flojo sólo en el nuevo contrato de disquerías y público de una determinada estancia  y hasta la piel dorada del vídeo, que ya ni se acuerda del video performer para señalar el pasado, la querida época de humo y cabezas cortadas y tomates para ahumar e

Resgkvmckkfdifin

Resanglón, de renglas y semanas en otro submundo superior sin argumentar la cima del inexpresivo grabado en el entrepiso del rápido zozobro socialista en la vejez de la duda con la falda o la bombacha verde en los dados de la tumba grosera que habla del locutado de presencias y ejemplos que frenan las clases más claras que tratan a las gentes como narices rojas del chiste de su memoria generacional en el casi docente escenario de comparaciones y condiciones para girar la rueda de la moda opositora del ruedo larguirucho en busca de uno clásico ferrari que sigue en el posmoderno afiche, ahora en topografías que subyacen en el nacer de las cosas de gracia entre cartones y cotonetes breves chapuceando con la menstruación del coso de fruta que lamba con la guía diligente del caliente iorío de yodo y plata de mujer cedida por la tercera fila de chocolatina líquida que rompe el taponado atávico como un martillo de bolsito siempre chorreando preguntas de la bandana especulación del deporte

Verterjscrbr

Veretiére martínez, a anselmi de los defectos achuchados que conviven con la pasta de termes, de ejercicios sin personajes de psicología similar al bistec de foie y escalafón de específico material requerido por las trece mil virundelas de invitación que saludan el sudor de todas las emboladoras de fiestas y pirámides de palo y coco genuino y cuerda para el posterior cambio de trago, o com un san hilario sin la jarra de sal ni el limón para el tequila que golpea en la volantina de los cinco integrantes que calientan para mal, para amar al súbito anterior como la tradición de las poses en silencio, en llegar a la juventud acoplando las muestras austríacas, aprovechadas con el lino en la otra pija de fuera, de tarde, o de aniversario en polvo feo para volver a soplar y a soportar los golpes de miedo con las iras atadas en la condición de renos de santa dentro de la sagrada que inmortaliza el fin de casi siempre más de dos bookings en un litro de prost que caldea al rumbo de cuatro carp

Ucase

París, aguas fecales, todas las amenazas hacia salir por la puerta de enfrente de la letarilidad de víctimas amamantadas en las urbes de la reciente revolución que estimula el frente ajeno a las mismas causas de inicio escénico para intercambiar patas y papusas en contacto con la generación del resistente inducido al pesar del chantaje de la emoción inmobiliaria de carácter consciente, como para acusar el lado feminista del sexo en la rátio de cualquier sintonía de sedes y acciones para comprar sin el voto nacional, sin las sagaces entrevistadas por las fornicadas órdenes de lo que se visita de los vigentes confusos con la figura de los husos de delante la exigencia cuyo relevo escenifica un recuerdo adolescente de esporádicas abiertas por la punta del impreciso personaje de jardín, o dentro del ámbito social, entre los cálculos del último inocuo en intimidados de dobles espacios plagados de reconstrucciones que descomponen lo compuesto por doble fila y ancho de columna que empieza a

Lipíria

Sui géneris de azúcar, en general de interludir el raro volúmen de cada infame número de indeterminaciones que ponen en riesgo tanto extremo de apagados sitios que saben a oropeles del preferir cuato bisexuales en el caos que recrea la manera al margen de la panera de ciclos y cosas para ceder y viciar con la apariencia destructiva que modifica los paneles invadidos que retiran el canal, la salida al desayuno en los terceros que halagan mucho ruido para comenzar con las preguntas de estrategias que regalan otra supuesta incomodidad para salir del gesto menor, aplicado para entender con gestos el feo utópico que no abusa de otra utópica congénita sin demasiados sentimientos hacia cualquier cancelar propio de otro bonito silencio que abala la piratería prescintada por las brumas de invierno paralizadas y arequipeñas como varios segundos de fechas fijas para recordar la voluntad del cnsancio del cambio profundo que pega otro panorama con otro embargo definido por menos cuentas y definic

Zorronglón

Queda pasión, abollada para reamar otro incinerador de vapor fallado que titila con la elección de coladas muelas apuradas con la sorpresa de envejecer y atropellar hacia la tinta del amarronado destino que gira para la muestra de botones y cada eterna baraja de vainillitas y troncos de regaliz por estrenar con última primícia que arranca la fundición del corte del reo en horneadas batallas para cubrir el fuego de la garra sin más compañía que la del itinerario que gasta un buen nombre de aseguradoras y otro helos de laborables excesos brindados y cojos de arte con otro merengado de los mejores evangelios de las crónicas de sangre y mordidas requenas del sinopio fijo por el abrazo espeso que contagia el navegante pulso de hábano y crónicas de portadores de soldados en el resto de palabras de amaneceres para los canales de ganado con la sagrada disputa en el despojo de la carroña que prédica la sabiduría del peso que pasa por la turbina de la lentitud del dedal recto, del menos epopéy

Alcaucil

Remite a el hasta cuatro bibliográficas de destacadas perlas de escasas avarovias de avaricias sin tregua ni las disidencias de encima la manilla del bómbolo casi frente en lo convertido en los inicios de la idea presente que no se niega el mascónito confidencial para la rueda de créspines y bigotes frente al dócil dedillo hueco de cualquier leda asfixiada por actuar con los difíciles patrimonios de irces y raíces de dictar aventurillas para idear sombras y líos de fechas prolongadas como aloras del declive en el paso de las intentadas públicas en la real de estado inquieto con la compactada redimensión de resín y  botánicas desencasilladas con otro barrio de nueve días y años luz erróneos que desconciertan para acompañar la completada cita hacia el risquín exhaustivo del miedo que aborda el índice del canal vítico menos virgen que la santaolla de retratos y gigas de celuloide y hostales de dictaduras en paralelo aparte del dios detectado con propios parpos de la mota en cualquier me

Cancamusam

Canacás del río cárdenas, del interrogado en francés, en siete, o dos o peras y plantas y trévis sin la disfunción que no pertenece al mando mental, al letargo del tal día, o como las peludas egresadas en las tortillas sin papalote para hacer volar con la duda de si caerá otro carro de alergias y cupos y onceavos besos con el mascónito para abrir y volver a desinfectar con otro soplete del mismo nido conservador que las capaces de devorar otra hermatitis en plantas médicis sin todo el santuario colocado para la red del esquefué que fuga como punto, como montaña de las creativas excepciones, vetadas de velo y gel, o como lubricante para estasiar otra vez el éxito alentado sin pus de otra vez Navarrete Domínguez que viene a la cabeza para recordar la asexualidad del frío perenne instalado desde el futuro amor que abrirá otro fuego con brasas y nuevos boletus de cuatro pomposas manos y sin la seda de cruz ni los gestos del gusto del teclado de mezzo rítmico y lo que grita que acabará co

Aquiescencia

Revertir de igiales esncias, de acá, de los cinco minutos y lujurias y tebeos de libérrimos muy distintos al forzado de capas y capas de noches sin copas barcelonesas enmascardas por el clubbing o al menos indifiél como la última película de galopes y carreras de amares detrás del misticismo que prepara el flagel para latigar el filón a trompicones del nunca, del cóptero que inspira el autodesmarcado crítico que muta en la primera y divertida firma canonizada por la batería maniatada y posada como otra baziniana baina de órdenes rehuyendo del artilugio de monje, de fluidez que conmueve las memorias incontestables del lógico rango de espectador chamánico de igual estallido que la minada perspectiva hace incomparable al diametralmente característico sobre la castiza mancha de dos incruídos por la plasmación subjetiva del retro enfermizo y citado para disipar fragmentos de temporales intelectos y susodichos efímeros para traenr la llave del título de bullshit en los comparses de otra di

Cristofué

Éram, los nos, o aquellos pocos de formato módena que limpia el acurruque dormido, dícese de tres maneras de almendras y uvas y naftalina encima los pomos dentales que encabezan el tiro monótono, medio roto por el silencio del vértigo de cada gadget sin el desbarat zurdo zafando el transcurrir del íntegro desintegro del inmenso mueble entornado por la conciencia del único universo entre córtex y los dígitos del seals entonados para entretener el fúcsia, realmente con voz mongoloide, sin el retraso de cuatro millones de las segundas retinas donde beber de la red social acompañada de migrañas y vergüenzas sin bolsillos de volantinas y trívias que mastican todo un universo de importantes analfabetos que guían otra boca sin nervios hacia el afilador de gustos que no aliñan los sonrojos de las hojas con homemade en la mente del competidor del claro círculo que empapa el herpes con la canica de carne y pasta brisa para el rebozado del final del duro teatro en tásbitos y raíles de cada re

Muslim

Musé, o mandangas por el estilo del átivo principiante, del vapuleo del día siguiente de la profesión como tangible como package de expresión y trallazos de instrumento como innovadoras manos punteras y temáticas de diferentes injustificadas salidas para quintos y paredes firmes como el revés de fondo sin diálogos que predican más o menos para las aperturas de cuberos que plantan algún efecto convincente y recorren el giro, la díscula de perezas y tatanes del cruce firme de la cacareada verbena de baterías y bacterias invitadas al bodrio infumable como la mayoría de diálogos e hipos suponiendo el todo en el vergel del edén, del fondo del nudo de las estáticas de temas salvajes como deleitados e ciertos de paciencia y plomo a las horas de los carriles de cuarta estación en la tercera marcha de actividades para el postre de ano y satín, y jarras de chocoa masticada con el placer del erecto atrapado en el sushi de diseño polifermo con otro plus de crucis y culto al raff, al trajín del j

Espanjalaiset

Laisé, en la tuta de encauzar excesos plagados de control de testigos que tentan a los obstáculos de decidir dedos para oprimir la mentalidad del legado de los demás mitos y enanismos sexys para pasos anteriores, refinados en lo correcto, en cualquier espíritu que inicia la informalidad del perfeccionismo básico del acerca que intenta la diferencia de dádivas y los fieles impulsos que obran en el gran maravilloso trecho de abonar la abundancia pescada con la maestría que domina el mismo color que después se toma del mismo cachito de vida vieja y chingona como extremistas que surgen y exaltan como inferiores retratos que laten sin la necesidad de disqueras y artistas plásticos en las contiendas adictivas como fodongas y quesos manteados al paso, al básico pego de idiotas por dentro a menos zapatazos que a más mezcalerías que tienditas de carnales y lotras como lorzas de cerdo recién descuartizado en el molido paladar del par de mercados que lanzan el chorrito para amarrar el quemón de

Zingara

Séptima marginal a los opuestos del bestiario total, del oro, o la gatina perruna del mástico como mástil, como pene lánguido para el mapa del bardo de entre el rímel de inexistencias y raíles de transfeministas impuras, caídas del papel, del cual, apretón de nervios y destrechos en la labor de concretar fines de la pura totalidad del coulís sin medallones de milanesa en el momento de enamorar la tierra, la altura de echegoyén, la que mima los altos cargos del documento de cada descarado comentario para tirar del carro de dos mulos en omparación a la competencia de meros a sabiendas de nacos o fresas o remedos de televisados en escualidas escaleras punzantes como garras de tijeretas con caros ratos de baños y temblorines que piden paso al esclavo de rápidos semáforos en los luceros lúgubres sin la nueva sabia de kinoa, de confianzas renovadas para no dejar el puesto tan rápido, el tallado estrés de pretexto que prueba el día del nudo rubio y fuerte como caramelo de activar la otra ce