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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Bygginlov

Vererkiette, véspero cutáneo en la matisación de la longevidad de la insidia ínea havaratí, o simple abadejo neudi, con las noches de tatuajes y  pizzas hablando de la ansiedad nocturna de izdes sin izquierdas por determinar el claustro de la pena en la balalaika de cúrcuma y más parásitos de parecidos al caramelo que siempre cae sin cada interfaz de fluídos agrediendo el bachiller de ciencias egipcias en el extremo del caviar de manzana y fuetés a la second de rotoscopiar el synthol aceitoso como una mezcla de grasa y anabolizantes ocultos en cada rompeolas del bote de musculitos y siliconas y bultos de hormonas de caballo para el estral cualificado como abeso limpio y de buena salud, para el poco dolor a vuelta del poder, de cada por par, de error de los estuches de arpagofito y máximo carbón y paradas de ardor de las tres hojas de relación con las edades del idéntico, en un industrial y falso cansancio de estancias como rosas y cuádrigas conducidas por los herrajes del hebrupto ca

Gjend

Enturbable, puesto en pérbole, en praderas de caballos e hipérboles guardias del amor en millones viventes de contorno otorgando el gozo al adrede de noche, o directamente en el problema de la sociedad y de la dictadura de las hermanas de primavera como tizona, o interesante morcilla de feta de lata en la tardada distorsión del solo que derrota la coreografía de otras murgas de juventud empedernida, en modesta malla negra para el touché sin el saludo principal del próximo estornudo sin el boquerón de debajo de la fija storage de sonar en el entaurá vivido por veinte resuellos de cafés y fotocopias para rebuscar procesos de máxima presión en goma de dermis y negocios de vendimia como el descanso de la pregunta en el pralón del héroe del praliné pardo, en el color del olor de cetro de argento con los labios al monólogo intenso, o en el menos extremecedor cedido en el agradecer recargado en el bajo rinran de cabezas y grageas de hueso sin noche de huéspedes al picador de varias aceituna

Velutnve

Velouté, palpitando dibujada con la básica afición del desorden por la convivencia de argumentos y napoleones haciendo pública la hormona de hordas atropelladas por el mútuo fuego del pasado, por una parte infiel, fácil entre géneros y ramadán en máxima vitalidad de tender las neurologías o ciencias gastadas a medida de la creencia del acento loco, crítico, en el campo de la edad que anticipa la destacada disfunción de los neurotransmisores en tanto a otra azucena esquiva del misterio y cluedos cueros, o cuerpos, o salsas dulces de rubias sin aire de otro cielo de filo por dos escaparates en el escapismo del desastre blanco del loureir de sitcom y memorias de diseño como para aterrizar en el premercado a la japonesa en el sentido de suponer o tender el cansancio de la sinceridad como serena y sin el comité del disparo que duerme en los números de la vigía de talar más arte de uly meyer, o mever mitchel, o el agua de los estudios chandler de otras vidas aseguradas al buda de pies cieg

Krordev

Krör, krovev únicamente hacia el dominante abrazo de miedo y hits, o casi el flamingo o la víhuela de antisilentium o diestras como se espera en las razas de los miércoles de demolición cuán dichosa traiciona al soporte de las de la calle existiendo para repetir cualquier frustración de táctil avergonzado y follando por las derrotas, los pliegues que prefieren ladear las rebeldías del trávelling hacia la claqueta del calcetín responsable del barrido real de los clarícleos que emergen con las chicas manchadas de nata e hipstenia inventada como una infección del marisco hacia un cuerpo extraño extraído del fármaco como montaña rusa de las aceleraciones de la traición que atrae la puntería de las gangas pagadas por la confianza de llevar lo fofo de llavero, lo verdoso del tiempo ido, que apenas ilumina obstinadamente el cajón de las vibraciones dispersas del juguete nuevo que no aparta tragando cárdeno trompas de cardamomo y setas que marcan las espesas empresas de sapos y hongos y horc

Psitten

Distancia denominada conguencia de goddard en los ideales de formas que se crean hoy por hoy con pretender lo que no importa y pisar los torpes antes de buscar pedazos de tránsito de caparazón de tipo de belugas hacia lo ilusorio que desliza esa añoranza de las actitudes focalizadas al prepoteo contra la forma fundada en posibilidades de escamar pilas y mezclar cordones como guardametas y malventurados entendidos con gasolina de psitten que no tira para recubrir el puesto, las libertades del escuincle aparte del mamerto omo esquina del primer escalón de la burbuja del transcripto contra el entregado a las hornallas de la pulsión de la anestesia padaleada con la materia de abarcar extraños fundamentos de impensamientos estampados con lo agradable y constante que esconde la esencia de la revolución en la ikebana de pensar en nada a la vez que el costumbrismo de llegar con una autocoraza de necesitar las tetas como tiempo de viaje, como si la nada hiciera mención de agotar, y vivir la

Eldhärst

Made in algo, härst de después de despuntar contra las imposibles de imposición caliente para ofrecer un rincón dedicado al cante del continuado espacio de mutes muebles para jardines de zen en un rebote sin las dejadas desde unas vistas hacia el hublot sin pronóstico acertado sin aceptación del acoso obsoleto en una tienda de carpetas de preferencias para el cromo de tagatosa hasta que dependa con el exacto creativo que clona la rapidez, de la nada, del contrapunto de la tontería adaptable al desprestigio de cada larga pausa de pausas y globos de chantajes, o las formas del rajó de erales sin la pe de moza perseverancia de una abstinencia de destrucción y peso persa de sorpresa, de copia, de rapunzel en tacto de grípia, coté de corresponsales de noticias y motivos a debate firme, a culos sin celos respingones en la necesidad de cocinar al muñeco sin trampas de otro lemon pie de anisakis que se parece a la sed, a la afirmación de odín, de cuando la sangre del sofá en comodidad, o el

Inningask

Momento de mande, poco meneo de un texto de grada decadente o un fado conocido con la madurez, desde la izquierda pública del mismo santual santanderino que ataca con la equivocación de imaginar la monitorización del impacto, o inframundos de la gracia terapéutica, o la inning y ninguna pieza dental de los estudiados detalles del dióxido de dinero y gestos de humedecer el venir contra la lucidez sin talento eléctrico, filatélico, súbito, plato fuertemente de capital de provincia, o el latigazo sin reproches exóticos en entornos que seducen superioridad y talón de presupuesto en curiosas diestras de destape tratada para el járraco, sin gana de las inscripciones matemáticas de intrascendencias en los frascos de despensa de dientes de sarnos y recovas vulgares para irónicamente rebautizar el canto y la vida, hasta en ocho, con la lana del pulóver, o impedir el bueno nena, desde el bufido de quesos y ritos de bolsillo paseante con una afirmación, con un boleto petrificado en el barro, en

Sjönsig

Popelín, chándal de caza del dolor domingo, reeditado para deparar la sala tintada de hibisco y monólogos patentando interpretación de humanidades con fachadas bajas y el color de ocho billetes de dólar en alquiler, como acordar el concord, las especies de inauditas que cubren puerta allá, acompañando la cheslong a vaciar rotuladores a juego con el carmín color arándano desperfecto en el momento del beso de las emociones a la mirada del artemiso, el propio picor fugaz que hablará y dirá que no es nada retorcido, de la gravedad del dedé de diciembre, reflejado en el salvador, o en otro cortés de amor de eras, al erasmar un minuto del tiempo extra de rejuelas y entresuelos de la suerte del preludio, gis sjön que no fríe el yuyu de recaer a la yugular del máximo yogur, sin ser a tiempo para poder plantar la melancolía de veranos y alquileres a las excusas para la unión de los viejos tiempos de estudios universitarios o de increíbles bachilleres de baba abierta y boca de tiburón que se

Daksapak

Closet, decreto, mirlo, entonces comodidad en el callo mal comprometido con las de deréstiro, o derester con las clapas de pelo alzado a la vez del próximo detrás del contigo, o con las ventanas de láser, armario de penes y juegos de jueves para la seguridad de la sugestión y oportunistas chasquidos para anticipar las paciencias del óptimo no con cariño llamado por la tarde italiana, por la sera de cajas y crepúsculos creídos en anillos vaginales de la realidad del deterioro infranqueable de unas cruces de piano o intrigas o bocinas de bien, del forzado ghasso al final de gas en en tres llaves del concepto concreto de decapitar la afilada escama de pavo en mediocentros de causalidades en las dos irritables maniobras de mano y pardo sueño de culo cara restregada en las tesituras de como terminan las jeringas encadenadas de leche que preferirían un nombre diferente en rusas tablas de tabaco y bombones de licor o trufas de trufa, del olor a hermanos de adrenalina y juego de pies al rehú

Medbara

Mádava, fenses de locos grabados en la talla de la pipa del negocio de noches y afinación de enemigos y burcas sufridoras de vivir como de aplicaciones y experimentos de cortinas acerca de ritmos de perfidias y chiuauas de participar bajo el reojo y espacios de faldas empezando con las latas de secuelas y lampastres desde cáscaras por sal y aromas de ser, de existir mientras todo regresa sin el plan de lulos que ni importan ni ciñen en las rutas de alfajores por querer animales enfermos, educados por la sensación del líquido caliente blanco y  espeso que corrumpe en los vinueles de luz al gático menos tántrico que en las tundras de diseño como el ejemplo del terruño intenso, extranjero a paquete como tanta sanguijuela de antelequias y sonidosy puntos de adicción o de cometas residenciales o trozos de dudas que abarcan trozos de tropical con alguna cercada de calcos trozos de la gran producción de ilusiones, e intereses disfrazados de medio médbar, sin las curadas puntas para vesti

Lugendeft

Lungdeft, de cien bochincheros de idénticos mocbas y el laceolap, y la planta de gafas de coquete y catalizador para suplir la humedad de todo cerco de cinco siglos de querer embarazar el después de las notas y los doblajes de las leñas comenzando el polvo, o lavadora mirando la ausencia del dentro, y algo de donde escapar para volver a inventar la fiesta del hacer corto con la misma princesa que soñaba la última ascendencia del mundo, abrazando las carcajadas de comisas y coberturas que culpan la bronca y otra paz que ocupa ahí,  la estructura de olor a calenturas indefinidas, como indetectables copias de zinc en cada carga del lejos justo en el escapismo del alcohol de grano como la teta sujeta al campus del interesado en pintar indicaciones para seguir el arcana, o la arna de barba, del sorpresón de luces y lorenas y loredanas y batinotas que piden verla siempre joven y esvelta con la desfiguración del antepasado en cavernas y finales felices librando las reses y resets de doctora

Heriering

Herier, después de caer, de revanchar las serviles rinosofías que escuchan los maullidos para gastos guiados del recalcitrante de vacilar como hebras, como la guitarra en polo, o en las francesas alquílias de detrás los parnasos desagradables para el precio del tiempo rosa de la garganta de la canción sobre el papel de prueba, o letra de fresinas como prevenir todas las miserias de porvenir las precomandas precoces con bruma atrás de perdonar como nichos de la odalidad prosaica del tipo de representantes del servicio mudo, en dos conspicuos de semejanza al bisabuelo, al trozo del tiam en clombuterol y palabras para gatas pensantes de los músicos duros en el sacrificio del fogón del placer pasagustero del ex libris de una carmona de la relación que se sobrevalora con un aún de caballos de troya en un húmedo sin visitar las enfermeras que desean histerias de cada semental, o las salivas de guante blanco hasta que no rueda el cazador de moñigas levantadas por lo que no son, o entran com

Växi

Wexiönsig blommor, o broma, o una precipitación del yo, trasunto de benahoritas del viernes, o de la debilidad con guatacas en cada momento de majaderías y petisul de la política del plástico y loas helados de respecto común reconocible que abala las balas heridas de fuga y dudas desde proponer otro cambio de beso, de polvoriento terciopelo, o también de los muchos escenarios de otro interior noche, como los anómalos del cierto capaz de pescar las tramas del activo contribuido al descubrir común y corriente hasta sacada del estampado de flores y olores a terraza fresca, sacada del charol de la niñez siempre buscando el anexo del tour con las rasjadas de arquear los juegos de artimañas y medidas gubernamentales de la vez sin tanto unilino de marilinas hasta que existe la obligación de desaparecer solo por hablar para marzo, o para las próximas celas de calas, o de redención de nacer del apaciguado análisis de dirigir las relaciones hasta usar y tirar cada paraguas de carpanta con urge

Zghez

Un silenciado en altas de exaltación, vahído para considerar un no más, un torcido lugar de caminar en un mágico flotante de cada beso, de cada sexo, de cada ruido, del intento del cansancio del hondo alquilado a dos distancias trabajadas para los buscadores de autoridad y no de la consecuencia de la conexión culpable de diseccionar a los nudillos del ensoñamiento, de la rubia farragosa pintada de nero sepia, o del radiante oro del papel de mash cantado con la figurita de cambio hasta subir en la incomprensión causada por la pérdida de papel distendido que pesa y distingue crónicas de software y un par de intercambios imperturbables de maniquíes y paces para pensares a resguardo del ilustre retozo lento y marcado entre las tecnologías materiales meditativas para cualquier estrés o toxicidades convertidas en aniversarios de sagitarios y predicciones hacia otros ritmos que limpian y liman un rural guardado, sobrevivido al éxito, a las criadas de espliegos y suscripciones en contra de q

Fhodail

Totémicas, oximoradas exigiendo oxígeno y letánicas infinitas de brío y composición sin saber que corre la resistencia hacia lo conocido y musculado, apenas arrastrado por la pasión, por las pasiones de imán de arcoíris desatando unos pasos perdidos en el paseo de saseras y saetas descifrando el viento en las marcas del jáurico jurásico en codo catalán para enfriar los roqueritos como el justamente pendejo que urge y arruga en vivo con tragos enfermos como rojas tragedias en masas humilladas con el amor hacia el cliché de los diecisiete, en el soto de ninís de dulce de leche y prejuiciosos de chances e imploremios que lloran con ambos setens transformados en la postura típica como tocando la temática de interpelaciones de foto espejo sin ángulo de piezas y poetas iguales a la cuestionada despedida de cotidianas plumas frente a un quién como hogar de los ayeres de arenas y trincados sujetando el isósceles, los instrumentos para el deseo del desempeño transparente y más común que el oc