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Mostrando entradas de marzo, 2008

Al paletto

Crudo, o casi, al paletto decimotercero empezando por el norte de la embriaguez, de la locura colírica, de la paleta pro captu de algunas américas recomendadas por terceras ediciones granas, desmesuradas enormemente de la sua mezza desbordada por la regatera abrazada a su flanco, laburanta, hecha de besos jugosos, de babas de caballo húmedo, en celo, horas puente por lo menos, mirando el pubis deseado, imaginando los besos mojados, las primeras veces, emociones del encuentro redactado por el acopio del destino permitido en las primeras visitas guiadas retirándose de manera, movimientos lentos, obligados a permanecer clavados en la penetración indecisa sobre su delicado ego, sobre sus cópulas obligadas por la marca, por la mente perturbada que se aferra a la única razón de peso que contradicciona la primera hora de la mañana en el fonde de cada bolsillo lleno de deditos, vibradores en forma de conejito lulú, en forma de dientes, de zanahorias, detimbres calurosos, y luego goces, y gemid

Al contrario de darnos

De aquí existe un nombre con millones de links. Son cinco, completos, que escapan y raptan poderosamente por paredes y techos de alfalfa sin alma, sin ningún poder especial, sin darse cuenta de lo contrario que va como un lujo de algo que no es imbécil, porrompompero porrom, algo que pasa contemplando la vida y los últimos seis meses rancios, bárbaros como dioses agotados, más las cimas reconociendo errores y adoptando una lengua moderna, subliminal, precisamente porque no ostentan las palabras ni toses sinusíticas, delirantes, completas a oro para el público que baja, y las batallas, puro deleite refinado, fatalmente circunscrito entre letras y cartas y más sobres, sellos, delirios, hoscamente ceños, fortales misteriosos, blasfemias, citas a ciegas, barbáries, unos especímenes deleitosos que saben actuar en el momento M acace fuera de la red.

¿Dónde estan los títulos?

Ocho horas, y la tarde se precipita y quiere darse prisa para saber y preguntar doko, dare, nani, si son las seis, si viene a comer o a chingar a las dieciocho con la rubia del cuarto, como equipo en cintas y ediciones carnales y ejemplares en todos los ámbitos seguros de su próxima aparición en público, sobretodo dos palabras, o modesta máquina de oficio editorial de un año cualquiera, del saber la diferencia gratificante y la família; visitas, insistencias de querer y no querer y luego si, no, si, no, hasta la vida desmesurada del sentido de retener como aceitunas en escabeche, y mais tarde decapitar al prójimo con su alma gemela azul, encapuchada, esperando cualquier atentado Smurfff que llama y no va de la misma forma como llegó y tenía que sacarse a Blaya y latas de comida para alimentar al prójimo que no mama, ni succiona los pelos cortos de su madrestra, cortados por la duda del marido y el tocamiento de tetas que hace delante de los clientes para excitarlos y masajearlos suavem

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v

Hay caracole

Inflapintan los kepdeps los mucho oracio o grazzia, ponen birris, asaltan bromas y de momento no desconeúteu las bandas que no van y te hechan mucho de menos y te reaman, te calientan la crema para las estaláctictas y piden perdón a las nubes y te perdonan los puntos, te toquetéan el mando, te cambian el chip, te mienten y te escupen en la cara y te toquetéa la cara de caballo el codo de pollo que te pellizca los pelos de punta cuando cantan el himno espagñolo y pasa para reservar su porción de semen, de muebles chinos, de juguetes y la ropa de los ahogados. Que importa la poesía? lo importante es que ha sido un gusto conocerte, te diré que los niños aún siguen perdidos por la superficie de la tierra y todo son palabras en blanco sin palabras que te dicen que podés volver y podés volar en esta hoja sola como un niño enfermo entre el tiempo asesino que ha llegado sin luz y ha dejado su vocecita de cianuro y ha arribat y yo sigo aquí, hundida, sola sola sola en todo. http://perro-invisib

Divendres, faves tendres

Doncs ara que ja és una mica tard i les oques van descalces i els ànecs també, diria. Que m'agrada el que em provoques, que d'aquesta intimitat només en pot sortir una cosa molt amiga de caminar sense sabates i quasi salada. No. Salada. Que tot això que pensem a la vegada. I que mirem. Que mantenim en secret. Això que et preguntes és: Què hi ha aquí, darrera la cortina? És el Tortell Poltrona dient Casum Dena? O és aquella impressió estranya que fa el diumenge quan s'atura el comerç? Gràcies pare nostre, per donar-nos el son. Gràcies a tu per no dormir. Un. Dos. Tres. Desperta. Or non smoking? L'últim dia de l'any, torno a provar de...inventar una cosa que no ha inventat ningú abans i no em trobo gaire bé perque m'he cansat molt i he pensat tant que no sé com ajuntar els meus neurotransmissors amb les meves neurones. La plastilina no m'acaba de funcionar i no trobo cap substància més tòxica que provoqui l'electroxoc necessari per recuperar-me. L'ulti

Kepdep

Lo que más y lo que menos, la copia que aparece de celuloide como un disco de vinilo de cincuenta pulgadas, algo que escupe las incertezas de la vida y lo convierte en mentirosos kepdep que aguantan y arrastran las vacaciones prusianas, así como éstos, ahora ya son tres, hasta ahora nada, hasta el momento que tenía que llamar a la puerta y entrar corriendo a simple vista, golpeando lo viejo para apoderarse del teclado y las palabras cortas, sordinas, sordonas, meras palabras, absurdas chorringas delirantes, meras, meras, meros delirios, a chorrones viajes que suenan a segundas épocas y forman y viven lo que más y lo que menos, y se ríen de sí mismo sin víctimas ni gracias sucias que engañan y sacan mocos de niños tapándose los oídos de la canela con leche merengada, de sus menos y sus mases que amasan y amasan la boca para dejarla limpia de bacterianas antiestresantes y cables de enredos, vinilos, cubiertos, pajuelas que se tapan y salen a la primera sin estrujar nada para apoyar profe

Norhin

Por estos caldos llegan caricias que se dejan matar y deshielan otros cantos para comenzar la hondura eternidad del placer dependiéndo del momento o de las cosas en que ocurren, nada se sabe, se mira y no se chupa, nada es con certeza madmoiselle, todo es mentira tapada con una capa de lucha interna entre las dosis y los lecheros y digerirla entre los moluscos que te esperan en el motel para la ruta de la inmaculada concepción y a nadie le interesa saber de que va esta locura que me quiere a mí y a vos, puedo imaginar, dar una vueltita con equis ayuda de las sombras y disimular, arreglarte el estropajo con los dedos y puedo imaginar donde todos morimos hace cuatro noches y todos empezamos de nuevo, en tus labios cremosos, de eso se trata esta terapia en block que te ama y te besa entre las morfinas y es en ese final donde ella pasa como retorciéndose el mostacho apretado de su kiwi frente a la última mirada del mayordomo. http://perro-invisible.blogspot.com/

Muchas veces Dante

La realidad es que hasta ayer, generalmente después del auto-encuentro, nacido y eclipsado por otros seres queridos y futuras ganancias militontas húmedas, y ya frente a ella, frente a todo el pánico que seguía buscando el encuentro fortuito, con el Yo que no se descubría e imitaba muchas veces dante con pocos propósitos, y entrevistas por no entregar los ahoras borrachos, somnolientos de humo y ojos de pez enfocando al punto más lejano, a viejos privilegios y pantumflas desiertas, incorporadas sobresaltando cualquier salida a la espera del mejor momento, curva y mazo, crudo, y la carta misma, irónica, fácil, como de primera clase, con el nombre de la compañía bordado en hilo dorado que viene para llamarte y hacer posturitas almohacadas pero al revés, delirar, delirar, dejarse llevar por la compañía bordada, incorporada, que sobresalta almohacada, salida a la espera de viejos privilegios, auto-encuentros, generalmente eclipsados por ciertas realidades importantes, inmediatas, Clive....

22 tortelinis

Otra vez la Italia un 22 aparece dejando gabachos y baguettes para la paella,... por la cabeza del toro espagñolo que pasa mi tele que me pasa, comienza a salir, viene chorreándo sangre por la boca el niño Luis Enrique, el codazo de Tassoti y su ñata y la bestia Monica Bellucci. De acá pá delante no podremos salir de estas tres fotos. Esta madrugada me levante para hacer pis medio boleado con la sombra y el nuevo pie del silencio y ví junto a los rooollos de papel higiénico de patitos rosados al niño Luis Enrique chorreándo sangre, después me pareció que me seguía Tassoti con unos carabinieris por los árboles para darme camoranesi y dejarme fetucchini y pomorolo. En el trabajo me pareció estar atendiendo a Cruyff, muy parecido pero no era, mientras tanto Luis Enrique seguía chorreándo abundante sangre, medio boleado por la piña de Tassoti que dice que ya pasó y es verdad Camoranessi era un niño y cuando estaba en la cola de Caprabo comprando espaguettis y salami me saludo Sofia Loren c

Más previsible Odiere

Bois bois de l'Epau foret de Vendome l'Odiere más previsible recién alla bolognesa repasando carreras y excusas para el parecer que no quiso compartir andamios, ni citas listas para introducirse a cualquier puesto de la croise rouche junto a lechos redactados más propios que prioritarios con tan sólo el fin de quedar bene y luego despistar duras atenciones compartidas a la viceversa de la falsedad de algunas citas y dichos para tranquilizar y pasar el rato jugando a viejos cuños absurdos, llenos de deliciosos dulces y sueños eróticos con sexo y palabras que no avanzan y andamios de fierro para salir del paso, para inventar nuevos enemigos ingeniosos que caen a primeras aún soñando funcionar su imaginario y poder delirar lo suyo dejando fluir cada líquido corporal, raro, con la imaginación de sentirla a las espaldas que abrazan ansiedades para golpearlas luego y faltarles el respeto con el mecu-mecu de las tetas, pareciendo a Mutenroshi, o una guarra que solamente quiere quitar

Stracciapist

Apenas queda el festín, la stracciatella aventurada, interrumpida con la visita de estafas y anhelos de la sospecha parada en el café de siempre, de ese día que llega y pasa por la ventanilla para fichar los peatones justo antes del acto concluido, de la cena que sale de la boca que hay fideuá o pasta crujiente con baldosas y ruiditos de foie en el fondo del comercio, que se detiene para cenar la pasta y entrar en contacto con los suburbios más expertos del saque, o del mate argentino del no cumplir después de un tiempo que duerme sin demasiados achaques, o términos similares, y secreciones en lugares no aptos para nada crujientes con baldosas que se repiten con la ensalada de stracciatella, y sus secreciones aptas lejos de matas quieren que eso se alargue pero al autor de esas líneas se le termina todo por momentos y sus ideas se hacen las estrechas y no quieren decir los adióses a otras palabras que no quieren y tendrían que salir sin forzar una más de pasta con aceitunas rellenas de

Todo lo que viene

Todo lo que viene se irá de puntillas, silenciosamente para dar paso a tomos dorados con permisos que divisarán identidades para entender mucho más y ver el ritmo del juego, esperantos y más pasos que no terminarán nunca hasta la evolución completa, y luego se verá el reflejo de las ansias azzurras para anunciar papelitos y nuevos tiempos espirituales, arcángeles de todos tipos hasta una nueva reencarnación in córpore y listas de comedias románticas, la más poderosa cuarta y séptima posición, más niveles de los de Fabio que seguirán viviendo y creando celebraciones y seguirán siendo corto de época en comienzo de otras épocas y delirios de los autores no enterrados, ni convertidos en arcángeles falsos, precarios, con muchas incertidumbres más contundentes sobre los próximos pasos y sobres cerrados sin sellos de mármol por tan sólo una hora.

Escupukup

Eú, sinceramente no me recordo cuando fue el polvo mas mágic que me pasó con su olor a licor de huevo, cuando fue que la sentí por primera y última vez susurrándole al oído rodeada de chistorras y alcachofos llenos de polvos en bolsitas con pastillas para la eyaculación y sus limpiezas de nubes en la cama, en el auto o en las babas del aire que vibra entre las aguas de los miembros erectos como hongos. Yo no me recordo exactamente cuando fue, en que lado de mi piel me falsificaron los ojos y en que lado me durmieron los codos y empecé a lamer su vientre y ella me abrigo en su acantilado y empezó a besarme la frente y a escupirme la cara. http://perro-invisible.blogspot.com/

Labios menores

Uno a uno, privado y mixto para el flash de aquella unión esperanzadora que lo define como landa de los ilustres orgasmos de seis nuevos caos en directo, como baracas de plata fuera de carta azul turquesa, no el típico color tirando a naranja anoréxico del rollo cien mililitros con buenas noticias interminentes que ya seguro llegan con conference call y rapapolvos en el despacho de los delirios chungos, adjuntos con otras palabras y más conference calls después de 27 años super mini only one, depende de cada color anaranjado.

Cutis

Bombones arañados, explosiones de placeres cremosos y jugos de traseros con flujos y meandros de balance haciendo la guagua como colitas pijas que esperan a hacerse la cera trufada de variedades a la menta de cada fettuccini verde con salsa de ajo y guindillas blancas recién levantadas de la mesa, de cualquier albóndiga con ciruelas morunas que no entiende el tercer pedido tras el segundo con sabor a poco, un poquito mayor, con más esperanzas del posible reencuentro Franz Fabio Uri, en cuelquier lugar, pero mejor si han pasado ya ocho años y si es en platja, en el Paupizza con Miquele y toda su pandilla, entre ellos los Salvati y Banderas júnior con las dos modelos y la chica del loro del tip-top. Pero las fantasías abundan y se dejan llevar por tisanas y batidos cada vez más caros del Madriles, el dueño de la trastienda más cara, pero rica, y una de las mejores en habaneras y habanos finos de aguja, conciertos y farras hasta las tantas de la madrugada, hasta que suena el pitido de un

Verde moruno

Intentando reservar exactamente como en la comedia el control de la euforia pasa por ocho o diez pases de baile , construidos rudamente con estancias perdidas en la honda nostálgica fijamente ante si, ante vírgenes cuidadoras, aprendices irrefrenables del oficio sin más, sin educar los cultos, ni el verde moruno rítmico, dotado de poseer el don de la pronta marcha atrás, con una leve visión de futuro cargada sin indicar nombre para empezar, tremendamente, de esas tres variedades de aparatejos sutiles con contramaestres a segundos, audacias, tremolinos mediterráneos, geneidades a su mundo, prefacios sin puesto, biografías putrefactas de dionisios y cucharas de verde moruno mezclado con otros cha, y gaseosa masticada.

Inbouche

Soltando un pelo, uno de estos arcángeles que vienen de soltar fatigas, con estilo de artificios contados, fieras desequilibrantes dentro de la cancha, promesas del más allá, hormigas, palomas, darrés al lado de la sombra comilona y revestida de charol fino, con algunas citaciones escritas en la gabardina, probablemente escenas meditadas anteriormente, sacrificadas, que reclaman referirse de improvisto hablando del mar, donde un empleado habló de un vendaval descollado entre violetas y un pollo de chacra descuartizado. Sólo una seguridad, cuatro palabras verdaderas contando lados y baños con chamacos vestidos de níquel antes de mascullar la delada, antes de la llamada execrada como cochinitos de la India moderna, como pláticas o pausas inmediatas con voces de bronce y ciruelas carcomidas por el trayecto de la vuelta loca que atribuye delirios y pensamientos expertos desde una punta del cuarto oscuro, el que pertenece al ayer, como si el miedo bastase para conocer el sentido de la vida,

Fabela

Concluido el rescate en el fondo, sobre el sueño que arrastra de volver a los originales del buen momento que no cambia por nada, sigue lejos de Veracroise, con las caretas descoloridas, enjauladas por las aventuras de hoy bajo la lluvia, por lo de Veracruz que acerca otra noche prohibida, inhibida por el paso del tiempo de una jugosa merienda, parecida a una mamadera, y sucede un germen de optimismo que recuerda que no hay que volver aún con rubores tocados que venden quesadillas a doce pesos y confirman sentir hernán parado, instalado por fin en la lluviosa sede Panamericana, por haberle ganado las dudas y temores de la vida, y reírse con Rudolf de este mundo discreto que no conduce perfectamente a ningún stop, ni intenta comunicar con leyendas, guasas, ni contundencias escritas de insomnio ante la sonata de cada mariachi.

Simplemente sí

Simplemente afirmaciones positivas, formas sincrónicas, días después que eyaculan y derraman la mjölk como gotitas de lluvia dorada al oeste del bar, camino hacia el norte, el cunilingus, el clítoris húmedo que espera el miembro sentado en la barra de ella, para no soportar una vida sin nadie, sin todas las palabras adheridas, concentradas como el siglosemen de Karakeosián que pierde fuerza y no contesta desapareciendo entre recuerdos y abrazos distintos abrigados en el edén. Un pequeño silencio, erróneo, que sigue vivo pero no responde, desaparece por momentos, dejando solamente un pequeño rastro en el cunilingus, en la lluvia dorada, satinada, con la mirada perdida en el mundo de Rudolf, revistiéndose frente al espejo, siempre en la 249, con la relación directa, fija en pantalla para piano dejando de pensar.