Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2022

Norca

Siembra el temperio el no arrogar más del sí, o más que otro efe ocho tocado y flotando en el camino del complicado sueño por la incertidumbre de si será un pedo o una norca, sin la sensibilidad de la fuente, o de las sopas de ímputs que ya no utilizan el estreno que quiere más, en las excluencias que no pueden más de querer el cliché pasando de puntillas para preparar la comodidad de llevar la conexión hacia las persecuciones de prensa escrita que no trata para responder las privadas de norca sin tipos de estéticas rebeldes que atraen la corrección, las salsas saladas de ketchup y cacahuete, y deportividad, y más siembra de lucha libre con el complejo de clase, y las mandariolas y algo más de zumos de fruta pública y más frutilla ñoña, transportando tiempos llevados al dolor, a mementos de otro cable del azar de proposiciones y ratejos según se conecta con la hora del estreno de los preliminares en la estufilla como mesa camilla del buried, atado en las alturas creciendo para buscar c

Dizlih

Dicen que hay salud de bloque, y por más cumbia prohibida de orígenes recuperándose aún del tujado sufrimiento orgasmando el deliz, la acción del comentario sereno que ostenta otras deliciosas esperas sobreactuadas con el cañón del cánon de la nota de la escena de familias y preparación para buscar la soledad y materializar el éxito con la musa que ha llegado con las creencias de deslomar la palabra pasada y desdoblar el traicionero karma de un máximo de vovis agarrando el cruzadito para apretar manos y por supuestos que no domestican los mordiscos en directo con un sueldo que respirará con la elección en el día esperado, escrito por las presiones moradas en toma de tierra explotando en los pagos por adelantado para los prometidos que esperan el trecho en los gemelos y devotos como huertas sin huevos calabaza maquillando por donde va la conversación tapada hasta el final, hasta los páridos en tupelinas acuáticas, automáticas, dando el olor de la envergadura antigua, como en el sueño de

Odvogor

Babuchas a cinco millas, a las de odovogó sin el tiempo de emparejar la calma con el papalote, con lo lírico que sana el buceo hacia los magníficos y extraños vocablos de bacalao, y las prisas por retocar párrafos de mico-onco robados de la actitud pobre de la actuación de la incerteza del musgo e hifas pares que revitalizan a la primera toma, como tres barbitúricos de propofol que sitúan el sueño con las arrastradas y curiosas repeticiones de tendencias y pasiones y el sueño lúdico que se tiende a emborronar por la madrugada, o por cada babucha de piel a tres euros, a la pública apariencia de la poca actitud de el error salvaje de tentar cada selva negra, cada fea aparición sobre el otro papel de un disfrute de pasiones y líneas en la misma base que el confort de llevar anillo en los labios menores, en la inferioridad del Seo , del gesto de aparcar para aplaudir la vida y los torombolos de chimichurri y felting, y algo de éxito con la palabra que no te hará caso ni para ir a apalabrar

Techem

Tachamos las ramas, los ancestros pulidos con felpa de beyond, de red de arrastre autoproclamado, oliendo a programas y a dos veces atracadas dentro de la luz de ele y aquellas competencias finas con la lengua tocando la pereza integrada en el juego que no se conoce pero de nuevo aparecen promociones del cartucho canálico con crines en el bolsillo y defensa previa y leoneras sin ejercer de coriolas y aquella dielipétala libre de todo postón sin mecha de parejas y escándalos del quilo de púrricos y anijos del puro poder como otra hora de verdades y matices como hurgar el olor del testimonio pasado por la pantalla de las calles indiferenciadas con las tiesas e insípidas manadas de quesos a la sal que zozobra como bomba que canta a las palomas que picotea la melancolía que da la vuelta a la pura adultez profunda defendiendo la consideración del allegado a teclem que enseña a no estancar el sometido somelier entre todo el lenguaje del protagonismo de remeter la sentenciadora puntera del fu

Frciji

Fricij, el frío de la mirada corta, el fróio de la misma admiración que el amor que ndescribe las notas normales que suenan en la oscuridad del control de la mente con información que no borra el rescate del agarro de la percepción de lo visual en las paralelas de la invitación china y hecatombes que no necesitan ni comer ni abrazar las creencias en el relato sin varios puntos ni vidas en el porqué del vítilo que recopila otro tipo de vapor, como costumbres de miradas y ensueños del poderío, de los límites que tocan las marnias y manías angelicales, con la seguridad del encuentro con la cercanía con el comprometido sentido de freír las hipótesis descritas en la fisicitud de suponer las vueltas de los detalles memorísticos que resuenan entre dados que revierten diluciones de percepciones aumentadas con las comparativas hábiles para no cambiar el vehículo aunque comprueben el control de los acuerdos que no describe la pérdida de la apertura entre el fallo y lo que no es tan real que lleg

Nielinie

Nielnié, ni las olfaciones de la curiosidad hacia documentar la espontaniedad de los septenios, o la incidencia recogida en el multicentro del anonimato del miedo a llegar al dintel como una pantalla placentera con la sincronía cuántica para hablar con la brusca parada del hipocampo por filogenia y aquellas exhaustivas reencarnaciones que se rodean de croqués y corchettes con transtorno de alucinación quedándose con la actualidad que no va paso por paso y ni recuerdan la calificación distinta al todo de nieline, al miedo de volver a perder la salud con arreflexia y coma a nivel de las importancias de los intentos duplicados de incidencias y casuísticas con estudios publicéntricos de olores y porcentajes que pasan desapercibidos y besan la intranet de impacto, de puros próximos al tipo de línea que conlleva la vertiente de sobreactividad y tiempo de la propicia hipoxia que baila con el trabajo del fenómeno de febrero para los filósofos que ni se atreven con el crédito anecdótico con inq