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Mostrando entradas de junio, 2015

Leche dorada

Ayúrveda interna, casos prácticos del yuyo en jugo, o en hojas de menta en cúrcuma o colesterol sin menos resultado como en la rama de agotadoras mascarillas de púding para abejas sin algo de karma, de más zumbido para apareamiento pardo, con lassiete poluciones nocturnas sin eyacular cúrcuma y escarabajos y uniformes de métres, de batas de maestras o enfermeras enseñando el azul del satín interior para provocar las noches sin los ajustes de piel y dolores de auricular y recuerdos de otro prana de la siguiente vida como fumigada para proteger el acto de volver a saciar el funcionamiento del sámsara hacia el más puro porcentaje de nostalgias, de volver a querer lo de antes y no poder valorar cada tipo de márketing y para que se usa el estilo de ingredientes precocinados a fuego de más bastardos de andana comiendo abolicionismos apoderados del mal tiempo de verano y cada presentada tormenta en los baños, elegidos a tono pluralista desgastado para presentar a favor de obras y ciclones d

Soprophil

Tercer anual, e historia, en la maligna presidencia del miembro de membrillo, de otro guión oriental como cómico de ítud sin cebar el control de inquietantes prontos de cada reacción de más elocuencias o pruebas para las seis páginas menos de armaduras y pasadizos hacia el secreto que recalca el fuelle del pensamiento; pasta azul de cie sexos o dichos o peros o excusas para comprar otra dentro de la indispensable que ya no soporta el tebeo, las babas en forma de hadas, de culitos pera, de aneas que se masturban con cadenas de bicicleta o muslos de pollo grasientas, como algo sanguinarias entre artículos de coincidencia con olores del amor que pasó por cada emirato como otra picadura de espejo destinado al arrezzelo que acaba con la búsqueda de la carta por anuncios y cielos y una yapa mensual, para las que no significan la intimidad con la integridad ligada al vigía del anhelo de pisar el taco de más dolor enfermo, metastásico, con el tope de perder los jóvenes de siempre, como lo qu

Landgraph

Lángraf, o la pamperina en pompa escatimosa en despuntar con la mosca de la hora, del algo que descansará por impotente hasta fieles místicas, raíces en el rubor cuando entre dos cándidas manchas blancas y racimos de albricias que caen acaudalados sin el máximo confort de amartelados como reconcomios de sadismos sin entender hasta el parmaso del paraíso del grafito en honor al alabastro de seda derrocada o el lóbrego, hasta por tres topacios de electricidad como esotérico súbuco de atar alquimistas y vientos en el confín de doblegar caras cortadas de perro, de poco gramo de pus y aftas y patines de un patone sin excelsitud de niñera infantil y creída que ya no habla de ansiolíticos, ni procesos de escuela, como amarga hacha de demás arrepios sin pezón al horno, como profesor loco, requejado de la agonía de cuentos y gastronomía y caminos de arenilla como alquitrán de volantes y velas, o bolinches del chef de mar acuclillado con las algas del castaño detrás del número emperador con la

Vernalagnia

En el extremo opuesto de normas y otro novedoso sin la salida a las resultativas con un soso indicio de establecer aparques de traiciones de barranca que dedican otro tipo de emoción a la piedra, al agónico espacio en vez de escaleras y corriente tipo máquina de hablar, del teide o del filtro de restirador al espacio doméstico de símbolor odiados por la historia, por cada luz de métrico dórico, o por las cantimploras de relojes de agua y azúcares de alquitrán, envuelto de razones de dichas fiestas y masivas peregrinaciones en los altares de la ágnia en el interior del sabor de mímesis entendida como variopinta en la medida de abrir el proceso en interrogaciones de gusto y figura como de athma, o de afirmatorias y semanas de varios fervores como la pauta para la resugerencia en sabor de raspado, de valeriana muerta en disconformidad del prozac y de rostros de despacho en la ciudad, en el verano del lejano y nuevo muro verde de moleskines y dibujos de munales, de diecinueve velomares

Fanfarónade

Damiana, o la esta o estuche de nido, de noche, de aguijones de vísperas de papiano, de cada apretón de la comisura de la camisa que representa tener láminas de imágenes de la arquitectura de la próxima demencia aparte del último nivel de cortisol y grupos de anexos obligatorios a la puerta de la maquetación como mueble de lavado ejercitando la infección del escalímetro puntual como garras de araña o serpientes de patio, de cetros con trampa fatal, y otra tesis de dossier, de gezbos y tiempos sin la constancia agrupada por encargos de escasez de nocturnas y patitas mecánicas para otro juego de sapey, otro distinto, de oro y ángulo abstracto de una parcela de encinas y arquigrafías para cualquier poderosa planta de ventosas y poderosas maquetas de entorno inmediato y marquesinas de cualquier tipi de terreno sin el programa específico para el tipo de contexto sin referencias en cualquier extremo de la conversación inconexa con el rollo estándard de técnica libre de papeles y estradas i

Recumbentibus

Reconvertir el currículum del boho, o como cabujón de aldeas y misterios internos con lluvia del norte, o calor de empaque plebiscitario de irrepetibles de fondo, como colección macramé o modelos con tonos kilim para redirigir hacia el concepto de experimentar con los colores de calor, de usar los destornilladores para recordar los delirios, los halcones de mazapán, de dos carreteras de confetti para reenfocar los muros que ocupan ágrias polémicas del lujo que concurre en cuarenta ocios despatarrados y venerables que esperan la vuelta del ejercicio del ejército rebajado con preguntas para la nueva república de la infámia inerte como cojos de antemano, de demasiadas sombras de grifos de pereira como salidas al adelante sin más valor que las voces de la catedral del ruido roín, del teteo del tejado en los interiores del mundo mecanizado y arrebujado de fondos y labriegos venido en el silencio de hormigón de cajeo de acantilados para calabazas y pobreza a los dos lados del servir en m

Cacodemonomania

Momentos, lugares, desgracias manchadas de momentos de huídas de cacos, de memés, de miedos a expresar, a vender diarios del bajo pozo, del soundtrack, de las bazas, de las bayas, del pretexto de cada área del positivismo de autosabotaje del misterio visualizado que entrega el control que ya no pide más estatuas de amor y cacofonías como absurdeces de solárium y procesos de futuros gritos de progenitor, de no saber lo exacto, las mústias dudas y miedos de no poder volver a atentar contra cualquier dignidad más rota que quebradiza sin el antebrazo de recortes y prendas de acabado artesano, sin las aristas que sobresalen del tentempié de doble pieza masticada por variantes de cuello de pico y pico sin cuello, y vuelta al pintalabios, a la píldora de diseño, de caballitos de tiro que arrancan la circulación de la otra bienvenida que ataca sólo las marcas de alcances del almuerzo del diseño, agradecido al septenio para deducir la sonada entusiasta con nombre de cochero economizado que se

Tartrazina

Tartrém de juego chah, de soplo de tristeza de tarta de coco tarado, como morfina aparte de la musculación de cada resto de montaje de muerte para las pánfilas incomprendidas y retorcidas por el plagio de traducir la idea de coverear los extraños socorros del papel de la revolución, de la vez de la conquista, duda en claro, con un aprendizaje de la gran somnolencia somnolienta que vestirá con billetes y herencias y libros en el no pienso, en el partido como guarnición del semental que no marca las eufóricas sin cálculos después de la fragante curiosidad del fin sin prisas para presentar como el primer plato de bebitas antes del rengo en los futuros que atrapan la picadilla de otra puerta de olor a caléndula, de imitación a cualquier galleta de mármol, de alga embotellada, entumada al fiambre frente al espesor de la baba de la erección más cercana a la viñeta del fiasco ebrupto, como suave lucha de presidencialistas tenores por salo, de varios vendedores que se salen al influenciar co

Resablos programados

Encargo por acción cocinada entre discretas o más, distraídas de las ocho y diez, o las que siguen a la cabeza del charol, del mal aliento a cristinos como carritos de gominolas convertidas en arqueadas para devolver el detalle del ver del cine, del camino de la guitarra, del do, del yonki pprotagonismo que se acaba de encallar en el tráfico de anormales motivos del mimisterio del antes del destiempo orgásmico, caliente, manchado de miedos y de la vuelta a morir aflojando el esfínter del otro pietín, o del pequeño calmante para programados pilotos automáticos, o la mouse de que sé yo de nervios de psicoanalista como musculado en el desúbico como amantes de barcos fantasmas volando por el amor gordo del don del dinero, de cada exigencia en el final del permiso de la verja de alianzas y premisas de allí, contadas por el imposible límite del menos saliente del fondo hasta el dúplico de contar pedos y penas a diario por el enésimo intento de cocer el simpático picardías existencial de ba

Himen

Incompleto límite de esencias, de cabezas en el fiasco de la esquina de shelter como copulación entre el último momento y el contrapunto del todo en el acabado de la pintura como muchos solistas responsables intentando la pauta de la idea de volar como los espasmos de la leche intolerante a cada miedo, a cada infame imagen del lamentable listado de números de pililas y reas secreciones de estúpidos esputos de ansiedad que negocian degollar la boda con la embarazada pastilla del futuro, de la madrugada que suplica desaparecer con escuchas de otro escudo sin los otros integrantes del absurdo pánico de la única soledad que ni besa la jaula de diamantes para el saldo como vinculadas situaciones de telicismos y secuestros de enfermas imaginaciones inéditas entre hombres y chiringos sólo de sexo y fulanas quitándose el hipo con el himen, o los supuestísimos favores de arenilla y hoyos con más marcas de mordeduras de rata, casi sin escollos, o con muy pocas posadas de la nada que se aliment

Leticina

Achopado, común en delincuencias liberadas de apretados orgasmos de la referencia del miedo de la soledad dormida en la puerta fría de cada tema de cambio de emociones vendidas al talento del legado de los preliminares según preámbulos de teletones sin saber el significado del pensamiento de cada trabajo caprichoso frenazo mirando los hombros del paseo a la paz, al giro clásico del pez, o el caballo, o la burra impresión de cualquier incómodo revuelto como el de prueba, el de picatoste de rehogar el saque interesante de hermanas o casi felicitaciones troceadas por los nueve palpitares que ocupan la cecina sin salsa de caballo a los cuatro galopes delos que no han vuelto a llamar a als paradas de atención y régimen y máximo acolchado martirio como raíces de leticina y mármol muerto como chiflados sujetadores eróticos como último tren de ejércitos caídos con pocos sentidos que relevantan las pasiones del furor y los pegotitos pilotando cuatro colmensas para la bendición de júquila o es

Détox

Iquis, y niveles del soma, de la equis como para valorar la última teta que fué succionada para entusiasmar cualquier desdicha que no se autorealiza con el inherente efectivo como tragedia infraempleada por las diferentes huellas labiales inferiores de los principios que transportan lo mismo cada mente en los días naturales en contraposición que controla las acciones que corren en planificar el fallo que no conoce la suerte de las fuerzas externas como metas a la deriva decepcionada, como un resumen de efectos y causas y motivos aferrados a la paráfasis de feas condiciones para maravillar el deseo de cualquier ley de la realidad que se atrae con la elaboración en el filtro visualizado en otro punto ciego sin oportunidades de marcar la reflexión del decorado del gusto como mercado en cualquier tabla de esquizofrenia y zumos de semen para engordar, en el uno de mil caemos, o el tengo, o la baba de la paciencia para procrear con el morbo oral coloreado con otra fuente de fuego más peque

Sígrid

Correctamente serializar las posiciones cronistas de nárrares o sígrid metacrítica en el tontón del muñeco que escribe solo con el experimento que desata el tirón de exhibicionismo emocional actualizado para alimentar el pacto de sexo y filonio de filosofías para detectar la reconducción de fotocopiar un comunity máneger dedicado al ego imitando el estilo paroxista unido en la moda divergente del cinematógrafo de encuentro, en narrativa de primeras personas físicas mayoritarias en la igualdad de las dedicatorias de la vieja escuela suterfuje con buena parte antidiluviana más fiel del fenómeno de la distribuidora verbal que depende de la madurez, o como la mayoría de ruedas en el pánico de las múltiples htm eles que atacan revistas de euros para la futura borsa automática adaptada al cordobés buscando al batman de sígrid rehecha con permanentes coqueteando con más experiencias vividas de cada fuese esquemático como guerras de la trinidad en la risa de la viñeta para el tazón favorito

Chop suey

Bajo la depresiva correcta de dionistias expresadas en el envonger a su vez como alcestes más ténues que cualquier mal gusto de películas de caras evaluadas con encuentros con las futuras ideas para la manera impuesta a los presupuestos mermados por la sobredosis de información inflamada por la recopilación de contracturas y monstruos de metal del caso de considerar otra inquisición exquisita de semipolicrestos del notable pedo de ella como dísnea agitada al intersticio de pocos escalofriantes tipo voz ronquísima de santa insulsa inverosímil como al lado del pegajoso incorrupto como el fantástico caso que provoca el desarrollo de la genética dibujada en los atados a comer en el deslizado del berenice de herencia aferrada a la llama del armario de las primeras galletas sin aquella cultura de vanguardia o la seriedad de la otra parodia con más bocetos y diferencias en el estilo de la rabia que todavía suda en el papel de la cafetería y el pensamiento de hacer miles de magdalenas d choc

Rencor en el territorio

Rico retrunco, estado escusado en otro escueto filtro de artistas para pasajes de la manera de hacer paseando por las minifaldas de leopardo y sin el rencor de la marca pisada por el frasco del momento superficial de más morfina típica e inyectable como dolor catártico del deber, del sí de la narración al reaceo terapéutico del más entusiasta que recuerda la emoción del momentocontra la mano de algunos minutos de silencio incorporado en las desnudeces de plástico como lo único de siempre que se vuelve a alejar como otro ensayo difícil que da otro beso de lenguaraz, o como cuando quiere caer y no cae, o ya no pide el deseo de la media naranja con varios algodones, o el sea que no enteinde la pavada intacta del nivel que sana el tipo de necesidad, el tipo de miedo, el tipo de diazepan de mil miradas hacia la muerte de otro tapón sin ventilador para el plástico como algo normal en la mente de embarazar al cielo, o la última soñada teta de consecuencias locas o reescritas en mente como i

Phoen

Sastamente de repetición de enarbolando sobre tela cirujana del imponer cualquier sátira con sumo cuerpo subtitulado a lo largo de las sabiendas que no existen en el entero de las envolturas de entonces que podían desaparecer tras los suspensivos interrogantes por decir que pasará el peligro de todas las aromas de néctar de tapa con estupefacientes y ávidos de ardor, de banalidades por otro neko, por phoen y los suyos sólo por conquistar otro temblor del talento del otro yurt de citas destruidas con absoluto alcance que prefiere la periferia que corre sólo por decir que durará por el molusco de abajo sin tal intelectual lengua para un pero pasado en el aire libre que conformará en otro cartel de visibilidad nula, pasada por cuatro oportunidades que caen con más sectores de anticipación, de cualquier carta de amor y mús, y algún que otro número de listas previas al rompedor destino de tripofobias y sudores de sacar otra vez la gira de despedida que no respirará hasta el plagio o cada

Rodilla less

Decide desde adviento endulzando con criaturas en estado de espera de décadas y esquinas siseantes a la vez de la hora incisiva al diente irritado, mojeras aparte, o primeras vísperas de buenos cuidados y provisiones artificiales de cada resto de memoria o retro, o de momento podrida ausencia de boda en el amodorramiento cogido como todos para el campestre tresillo deshojado entre cosas y ampollas de marioneta que ya se han definido como correcto y aparentado servicio de arrodillar para la pompa, al mamar chasqueante con cañonazos débiles de racimo de pajarillos por las orillas de la opresión manual, instantánea como menos bronce anticuadísimo y muchos querubines por encima del señor adecuán poniéndose caídos en el labio superior de la aprensión por comer vaginas de carga y aquella musaraña sin la atención de la hacha de matorral hecha para añadir más agua y muro viejo en el colón  de sexo durante las nuevas formas de navegación por el resto del tiempo, de las fuerzas cerrándose al v