betteredge

Se me ha olvidado la razón de un niñato que se toma su ingenio como un cuento salvaje de sus escenas de un matrimonio feliz, que nunca contesta a las encuestas de la calle sin saber contestar su última palabra, sin mirarse al espejo, sin tener frescos los recuerdos de la infancia. De unos recuerdos sin bises que juegan a los cabrones inofensivos de no volver nunca más, que recuerdan los médiums parlantes que dicen, que hacen la compra, la cena, la dieta que se cobra con la comunicación de los juegos eróticos, del límite del stress de los 18.000 euros, de la ayuda de la salsicha tontorrona con huevo, con el arroz, con el pollo coqueto rebozado que pincha los preservativos para entrar en la operación baby.

Dejándolo fundir se consigue la textura deseada, la que hace que cada cliente se gire cada vez que pasa una bella dama por el paseo central del espeso bosque castigado por el paso de los años, por los recuerdos de los enamorados que se conocieron allí compartiendo los bombones de helado y cada una de las tortículis forjadas entre sorbos y periódicos de mazapan formando figuras inquietas, sin el sentido del almuerzo ni de la vida, o de cualquier pueblecillo andante desconocido por sus millones de habitantes habituados a no comer churros, ni beber batidos de coco, ni nada por el estilo de una juventud completamente perdida.

Se acomodan a los sitios menos esperados dejando atrás una serie de situaciones, de callos, de voces inquietas por el mal tiempo, si, salió en menos de cinco minutos. Otras necesitan cesarias, forceps, estereotipos de gallumbos mad sin ser mad world, fajas, kleenex, compresas, tampax compact, verificaciones de los pies en el suelo, pies planos, con plantillas, sin plantillas, con ranchos, sin ranchos, básicamente con todo tipo de objetos preciados por los coleccionistas de amantes sin rumbo.

Parece que sí, los síntomas son los mismos, corre que hay trabajo, yo estoy en el paro pero hay. No puedo mais, necesito leer el periódico de hoy porque no hay nada de repostería para merendar, ni pan con nocilla, sólo hay dos croisants rellenos de aire, vacíos de vicios y de susurros silenciosos y bikinis con tomate y queso, sin contar con el camarero que no encuentra nada de lo que busca y tampoco sabe si servirme algo picante con trocitos de perejil, o un ajo blindado con papas fritas, o la llamada de la família. Tiene dudas sobre las seis mesas que se tiene que fumar acompañadas de un refrescante Malibú con piña y cuarenta euros en efectivo con el hipo cinco y diez.

Dejaron todo anotado menos el café, el white wine servido con una botellita blanca repleta de acciones innecesarias e incomprensibles. Era bueno, un poco picante para mi gusto, pero no era de la marca del carnero, ni de los sabios profetas que maravillosamente no ocultaban su grial, ni sus perversas tradiciones ocultas entre sus deseos frustrados sin importancia con el punto de mira lejos, en un lugar desconocido, donde otras interesantes marcas de la vieja escuela japonesa. Estamos a medio camino, ya queda menos para llegar al destino solicitado por las traducciones divorciadas y el vino sigue igual de rico, como el primer sorbo, pero se acaba. Do you want some wine? No, prefiero terminarme el nescafé descafeinatto y el apple juice de la chica de los zapatos de oro.

Davinia, no me molestes ni me des ningún consejo para la publicidad, no es momento de quitarse la cartera con los más de mil euros para dársela a cualquier desconocido para despistar la explosión del sabes que, de la gente que corre para ganárselo, sin pensar directamente en mi, ni en Julio Cortázar, ni en las mujeres que quieren tener más pecho y no lo consiguen, y se lo tienen que poner de silicona, y antes de comer se tienen que tomar fat control para reducir el colesterol y la grasa corporal. Corred, ya empieza, ponla donde quieras cuanto antes, cuando puedas y tengas acceso a ella. Parece complicado no saber manejar el nudo aunque Camilo la llevaba roja.

El frío busca los sitios, las tierras, las bicicletas, las llamadas que se pierden entre los recuerdos pasados, ligeros de ropa o con un traje de papel blanco lleno de repollos arrugaditos como un kleenex recién usado, pasá página de todo y usá otro kleenex con aromes de Montserrat. A lo qu íbamos, hay un pique tremendo por el bla, bla, bla, mientras Dandy se come un milhojas de bacalao a la creme du chocolá con fresas y pasas. Ahora no puedo parar, estoy demasiado inspirado, pero tengo que ir a comer arroz con rape y tomillo, presionando en la oscuridad durante un registro de libertad en la esquina, en la acera de su último refugio, justamente al lado donde se quema vudú.

Mientras tomaba café en uno de los mejores bares del pueblo entró una moza espectacular y se sentó a mi lado, en la barra. Se trataba de la chica de las bragas "EAT ME", cómeme la enorme fresa que llevo dibujada en el chirimiri, no, ahora no se puede, además, no se trata de una fresa enorme en medio del chirimiri, ni un fresón, sino de millones de manzanitas rojas, pero la dueña de los panties quiere que se los dejes blancos, que te "EATS ME" todas las manzanitas, que se pueden comer todas de un bocado, pero siempre en la intimidad, o en una habitación de lujo, en un hotel de five stars, desarrollador cinco estrellas, pero el niño es demasiado pequeño para ser comido por un monstruo, dentro de una zamburguesa de plástico, está indefenso, como una galleta María dorada marbú mojada en leche a punto de ser comida por cualquier individuo tratando de imitar al monstruo de las galletas de Barrio Sésamo, o como la enorme galleta de Shrek 2 que fue catapultada por litros y

Era el viaje de su vida, con la cifra de pacientes ingresados, con sus piernas de flan y sus curvas, con los autores del atentado entre tés y kalashnikov, con el debate de la nación, con las circunstancias innatas se nos va, sin saber cual será su destino, sus curas y remedios, su reino de Saba, su colegio barcelonés, sus bravos, sus audemars piguet, sus vacaciones ideales, sus azúcares, sus servilletas, sus comentarios, sus guias experimentados, sus nórdicos, sus talantes, los nuevos fichajes de la liga española, sus hoteles IBIS. Te imaginas un golf GTI Sport? Un chino acusado de violación fija la mirada antes de lanzar el segundo penalti pero lo falla, como el primero, no reacciona, no se mueve ni un milímetro, los dos, cara a cara, face to face, cheek to cheek. Nada debe ser un ring de boxeo, ni un pequeño consuelo, ni un campo de fútbol sin unidad ni educación, ni la magia de los sentidos, ni un turco empleado, ni un duro golpe de efecto, ni cualquier discurso, ni buscar los tres

El almuerzo lo devorarás sin acordarte de mi, sin la cena que te la jactarás sin dejarme ni una migaja del pan de cada dia, oh baby, pensé que seria fácil el olvido, pero el desayuno aún no está listo, ni la leche ordeñada, ni mi confianza totalmente etnregada, aún falta. La mesa viste un mantel de hilo blanco bordado. También se hospeda en ella una botella beaujolais primeur a punto de ser descorchada, pero no hay nadie que la descorche porque no hay comensales, no llegan, disfrutan de su tiempo muerto, de sus clases de japonés, pero falta Keiko, la chica del lubricante que unta la puntica con manteca de mandarina mientras espera que le sirvan el tallat descafeinat de sobre con doble de sacarina, sacarosina, titina, minina, generosidad en tallas grandes, pequeñas, en sujetadores y ropa interior masculina, pasta cárnica, me tienes que decir si puedo acunar tus soñolientos párpados ebrios de cansancio, de sencillez, el color del alba hará su jugarreta sin decir que hay sabiduría indígen

Ayer emprendiste tu último viaje por un mundo que ya tienes por la mano, ya controlas, como muchas de tus imágenes captadas en cada una de tus largas aventuras, como el RAW, y seguro que también como tus clases. Ahora ya tienes lo que querias, y además estás estudiando antropología, pero falta Guillermo, otro de los grandes, falta un laboratorio, faltan las clases de Antonio, falta el Adonis y falto yo. De momento no puedo retomar mi última aventura en GrisArt porque aún no me veo capaz de volver al 2004. Todo seria distinto. Ni la misma gente, ni la misma clase, ni los mismos espacios, ni tampoco habría otro viaje a México para volver a ver el tio Jo. No sabes las ganas que tengo de encontrarme, ni te lo puedes imaginar. Watashi wa dare nan desu ka? no lo se, y mira que voy preguntándomelo cada momento desde hace casi un año y no obtengo una respuesta clara, no tengo la imagen ideal de mi. Ostentación, Vanidad, Presunción, ¿sabes quien soy? No tienes que hacerlos todos, solo tómate to

900 huevos, 22 kg de bacon, 15 kg de salsichas que no fueran de frankfurt, nuestra conejita playboy, 6 jarras de aliños, 54,8 millones, 24 botellas de tinto, 6 botellas de Vodka, alkoholiker, gallumbos, sobrasada, el neceser de American Crew, los pasos, las risas, las toses, la tele de fondo, la última llamada a México, la pequeña estancia de tres dias en Platja d'Aro, el fin de Florest Hill, San Juan, San Pedro, San periquete de los palotes, los cohetes, la coca, el coco, el bacalao marinado, el destino incierto, los pocos dias que quedan para la boda del año, las locuras del hombre invisible, todos los demás super héroes, karakeos, pelota de trapo, la libreta vacía, , el récord de los tres meses sin ansiolíticos que hay que superar, diazepan, trankimazin, Robertoglez, Roberto de Asís, Roberto Dueñas, la Roberta, el efecto deseado, la chica de los huevos de oro, betteredge, la calva de Krilin, este pupurri incontrolado, y chau mancha, la liga del último partido, las 23:41, las tre

La morte addosso toma interés para que el viajero se adapte a la realidad, pero la realidad es otra que el viajero ni se imagina, tiene la flor en la boca, no en otro sitio, eso queda feo decirlo, no es propio para nadie, ni inpropio, pero el café podia esperar. ¿El café ole? no, éste no quiere discutir, solo piensa en huir de la realidad, ya que él es el payaso number one que quiere terminar su sueño a las Galápagos, pero prefiere esperar 33 años más para no cometer errores no forzados. Ya gana, sin esperar los exquisitos tres chocolates del mesón, y su tallat amb la llet natural, y sus risas tontas, da igual, ahora Luigi quiere ir a cenar, a comer churrasco con setas, parrillada, crepes de espinacas, flan de foie, font picant, Jamón cocido Argal, crema de boletus con pasta fresca para acompañar, y de postre, un huevo mollet a fuego lento.

Desconectinc con tutti merci a la Semana Santa y a sus santas y santos y merci por esta tranquilidad con un poco de sushi en la Wirhlpool, adeu a los istéric de cartón, adeu a los políticos mentirosos, a los desesperados por comer, a los auténticos insoportables, a los depre, a las caras de jamón y queso, a su cara de vicio de 60 euros, a los fluorescentes, a los de plástico, a los de mantequilla diet, a los ojos de la señora del Mercedes, a los amargos, a la ansiedad unos días, a las gambas del caballo de la 56 al melón de la 7, a la compota de la 45, a los presos pesados a los especialistas en escupir pollos a los que se comen los palillos o a los que van intactos como los doctores y los agentes secretos, a los tripartitos, una Semana Santa desconectando unos instantes de las prisas, de las babas, de las palabras de su cara de tomate frito cuando no tiene mesa y viene con sus tias armenias recién llegadas de Buenos Aires y piden cosas sin sentido. En fin, merci Santa Semana, se ha qu

Yasai no, tempura, pescado, sakana, todos comen pescado, a ratos fosquitos y panteras rosas, pero solo hay dos verbos en el tercer grupo. Quien se acuerda de la vida? ichi, ni, san, yon, ikimasu, ikimasen, no se donde voy, ni si hay un to para compañia, para compartir con el señor Tanaka mientras se toma un chá. Doshita no? dozo yoroshiku, no, no es un placer, domo sumimasen, gomen nasai, perdón, este es mi hermano mayor, nani go shite imasu ka? Hiroyuki lo explicó pero ahora no viene a cuento, nada viene a cuento, como el post que tampoco viene a cuento, ni los autores de la idea fija que tomaban zumo de naranja antes de acostarse con pensamientos despeinados. No puedo más, me sigo asfixiando como un embrión que le falta algo, me falta oxígeno, como el feto que ella perdió el pasado octubre, o dice haber perdido solamente para disculparse, onegai shimasu, mi nombre necesita un tiempo muerto.

Llora pequeño, llora por este amor no concebido que se escapa por momentos, llora por la depresión que creías haber salido pero aún estas metido en ella, llora por un pasado que ya no volverá y por un futuro lejos de GrisArt y de la Granés, dos lugares que han marcado un antes y un después, la masa para bizcocho Nestlé está a punto de caducar, con el trankimazin que pronto dejará de hacer el efecto deseado y pueda que vuelva la agonía, el terror y room 666. Añadale algo al bizcocho, para que suba bien y no se queme, para que no se pudra por culpa de los ansiolíticos y la falta de levadura, huevo, harina, y todos los ingredientes restantes. Me encuentro haciendo mi bizcocho preferido, con la receta d'en Santino el pastisser, con el libro de cocina de mi infancia, con el que he crecido y he aprendido a amar la cocina y sobre todo la repostería, pero veo que el maestro galletero está en plena forma y me supera en todo. Todo va muy rápido, azucar moreno, vainilla, cuatro ingredientes m

Dale la espuma que se deshace en la boca, como algo inédito, como aquel horrible viaje, como la escuma del capuchino y la sífilis producida por la población carcomida por la encuesta de Gestop. Tira la fruta ahí, Barcelona no quiere okupas como hermanos en "inisfree". Todo empieza aquí, otro viaje, otras palabras, otra gente, otra manifestación política; elige tu destino de semana santa al mejor precio, vete a Platja d'Aro a buscar el mejor restaurante chino. A buscar la música de Irlanda del norte, a buscar el viaje ideal, a buscar Salou, a buscar Cambrils, a buscar Menorca, Mallorca, Tenerife, Lanzarote, Londres, París, Roma, Sicília, Venecia, Duvrovnik, Malta, Estambul, Tunez, a buscar el pupurri del domingo, a buscar la vida, a buscar adicciones incontroladas, encuentros de ida, encuentros de vuelta, el reencuentro con el Txeni y a la vez con el RAW, con la fotografía, con GrisArt, con el futuro desconocido, con los pies de Carlos Pazos, con la mano de Dios. Detrás de