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Mostrando entradas de febrero, 2022

Stýfir

Heroína, cámaner no pisa, ni las movidas chinas y cholas y palitos de cangrejo y vainas como en otro nanai poniedo leyes al azar, thipaine del medio ejecutorio en ímpetus de la cercanía del resuello, y de aquellas soñadas nalgas saliendo del color inventado por el recuerdo de los efectos de la jugada sin contestar el momento de cada igualdad entre masturbación de martes y cada valor del coitocentrismo creado por la actitud del frío psicópata añadiendo la épica puntuado, teniendo el chorretón sin preámbulos antes de meter boca en las partes de igualdad con un puzzle de stýff en la música de comunión en bucle para hablar del pedo púbico en pepino liado en el porqué para no salir del estudio como amiga del contacto carnal seco, y más, chistando el contacto como interpretación para bravar el juicio y la noción del popper tomándose el tiempo de las voces paraafilar el tímpano de la pregunta sin la bajada veloz engatillada y jugando a las setas de mucha agilidad posbaja sobando algo de brill

Jarsdótur

Eslogan concreto, rápido vehículo cuatro faltas y targets clásicos que son como tíos de todos y performances y gatos para moratt y ganas de bailar al toro, en las pulsaciones de la pija sin la misma definición de dificultad para respetar el bolo del empezar de cero y manosear la demócrata que manipula el negocio de la conveniencia y las palomitas delante la entrada de la levantada como suele llamarse rompiendo esquemas y creando bajo las parras de la miel que no deja entrar el coro de pizarros cantando fatal para que haya tormenta y nieve más sensacionalista que la cultura comprometida con el más allá que abarca la totalidad del cosmos inabarcable que espera la larga lista de menos dolor, o burbuja de la inexistencia hablando por boquita de leucocitos reivindicando la consecución del campo abandonado responsable de la calcinación del camuflaje en vejez del frenillo de cuerda y habaneras con aquellos espejos de calidoscopio y algo de hiel, como ausencias sin presencia de valor y vuelco

Ezquiesea

Ezquiés, devons, tos, hachazos de un limbo, o lingotazos de gases, de seseras y terrenos del tonel interno, del sásafo de purria, o de la mesa chaquetera que intenta internar las trías del escusato en alguna repetición de hurto o palabro, o clave, o clavo de harina, o suciedad parecida a la última limpieza del orgasmoque aparece en la multiplicación de la lavadora y del templo de marketing que cuelga del espacio zen, o del mindrón mandarino que ocupa la corrupción del espacio firme, esquiezea, como parto del burro gentil, co los más de nueve meses de pura gestación en las carreras de cuadrigas, gritadas y armadas por el abrigo de la añoranza gritada la salvatierra, o las paredes bajo tierra, bajo gusanos e insectos heminópteros como bajo la cuba del cimbrel, sin apellido del coco y las dieciséis ventanas abiertas del vinilo interno y calmado en prado y pascal pantonimia de desconfianza como reproducción en que pilla el feo como piripi dentro del sofoco en plan de ver acumulado el resca

Sintze

Pathways, snizee sin los hechos de acidez de la lluvia, o el nombre que habrá puesto sin el interés de haber soñado con los minutos e instantes de tacos e insultos y lamentaciones desvirgadas por detrás y pillando el verde sin hacer de la hija, en cualquier spoiler de la risa de perra, y de los falsos salseros catapultados con la comunicación de malas ideas y helenas y kabelkas en la lista de musas para releer autobiografías y pilos abiertos de patas y retirando una verdad que acosa a la vez la burla con acento cubano con otra cuna y varia sombra del caribe caliente, lleno de ternura para colgar los hábitos y el medellín de las pelucas de hábitos y un más allá de los cuarenta y tres días de sensación y de la baja toda bailando y buscando la hermosura en la orilla del trasero arrestando hacia el mejor sueldo para autónomos y arrendatarios del paté de hígado, o fusión entre coros y culos de alocadas y jóvenes estrellas del restaurant, o cineastas o fulanas que sólo quieren jugar y aprove

Órpendam

Órpen, sin el motivo de maquiavélicos sirusos para violar la situación, hipnotizando la higiene de las campanas y algas y manos, y morros, mo, mo, mo, mo, mo, mo, me, ma, miles de tonterías escritas en cada nota de la plaza del hongo del gorgonzola, y la ingenuidad del volver a sentir la vida después de eternidades enterrando bajo la colonia fija, tristezas, analgésicos, tranquilizantes, terapias de parejas piscodélicas como la morocha perdida con la fah, sin el paño del agobio de responsable de sala, ni la erección del bichito responsable de las enfermedades mentales de cada metralla, de cada cultura, de cada caos en la nieve roja, pura sopa de menstruación, pura boquita de la excitación en mayor medida que se sigue colgando el cartel de solterón de oro, además de cuarentón, de ópendarm, gigoló, striper, mo, mo, mo, mo, mo, mo, la explosión de pus, de semen, para ultimar el cunilingus de mañana a partir de las once con el mediador maquillado a uno, desde hace más de un año, pero no im

Sudplublo

Suplencias del suflé, del pero no hay facesittings concretos con aquellos pensamientos arraigados al no, al estigma de farmacias fantaseantes con alcohol y gominolas mirando al cocktail sólido de frambuesas y nata y aquellas músicas del hay que cambiarlo y rehacer el viaje del dibujo con cortañas y carantoñas de niño, o puestos para reescribir más tiempo, como los antaños del caballo o las joyas, o los lindares del ñoño pajarito enamorado de la nostalgia, de cuando se hablaba idioma idiota, en puro trazo lacabero, medio engañando lo que se sabe pero no se quiere evocar de nuevo al reeducto de la educación, eructando que ya no será, de aquella manera que se tenga que acompasar uno u otro costado del gorrino, entre las paredes de la vena que cubre el futuro paseo por la fama, o por aquellas cuatro casa de hola y adiós, que empiezan a germinar brotes verdes de esperanza para encontrar las nuevas vacaciones con otro cambio que se espera ser el de muchos años, que no dure solamente tres ver