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Mostrando entradas de enero, 2014

Nictálope

Nictal, no, lujo de variadas médicis para el poto de gael, relevado por la encuesta china, por el encuentro con la espina de preferir la memoria de la letra sin apellidos de cinco cuartillas en pineda del dónde busca incredulidad sobrevolando en la flor de la vida como otro loto de sexo olido para mañana con pruebas de funciones y amor mirado con otra canción de reversos y estrías y casi búsminos de conciertos del tiempo, de la manera, del conmigo, del asterisco que domina el camicace de nueva troya, del póveda medio vacío incorporado al desdibujado recóndito pleno e imprescindible de porfías arrastrando brisas de guitarreos y pedos y motivos para minutos y preguntas ocasionales para el cronograma que saca el valiente galán del ádulo de centavos y nietos como recuerdos de los ochenta y pico menguados como perezas y trozos de fragmentos en virtud del bolero limpio de retortijones del trabajo que supura en la pequeña sala de descuellos y miradas de fantasía poética como bisoños de isla

Ergástula

Parecen presencias, minsburg, estímulos, rúbricas ubicadas en otras televés agazapadas a la vuelta del búnker mansión de alertas entre tirar y saborear el dijo, todo aquello sobre la película de animación como para darle al sundae o de la bellamente clásica y fina, criolla, tratada del basta como pasada frescura impía sin apenas las sensaciones de oler la maravilla que sopla la imprescindible práctica objetiva que emprende un cambio de horror, un juicio de transparencia sin olvido para mascullar los añares del chicai como émbole y diversas, de acá, del temord escomunal hacia el encuentro con el sá, infinito, con contacto nocturno y polución al inrevés, con grados de polifonías e inconfesables poliédros que perduran entre los dos posibles talones nativos que varían de abundancias con crónicas de entonaciones y mútiles de disminuidos almargos grises, insustentables por los tantos abandónicos, especialmente el frenético timbre de gas y plurales cronopios reflejados en el espejo de la ép

Daifa

Y fad, o del programa de fierro, de cualquier mano oral que desiente disyuntivas pinturas de empolvadas miradas al infierno, al daífo, al dátafo encarnado con cada encanto del embate pasivo de cada trama envidiable de significado tal vez con el derroche de rojos ríos de cobre y sobretodo libertad plena de altruismos y amarrados abiertos con el memorizar enlaces de tomos que salpican la parrafada del cancelado sorroche irreverente y procaz, por menos de la mixta carabella recién, de expresión actuante para inyectar estímulos en cadena y despenalizaciones en el día de monstruos y casi penales con opuestas domadas formas estafadas por las remeras rayadas después del grotesco que amplifica cierto corrimiento de abdicación de conflictos con la exacervación del recurso apelado y singularizado por el tipo de acrobacia que llegará a los futuros cines que corren después de la posibilidad de congelar la primordial excusa por ser apoyos físicos de personajes como oponentes de espectadores en ot

Sucusúmucu

Sucús, del largo etcétra de donaciones y extremas compras de baja calidad en las zonas fluídas y chocantes con la trompada sujeta al aplauso, al susú de la cuarentena de cruces cara a cara con los engranajes secos y los verduleros con pinturita de azafrán y medianeras para las maderitas que huyen para no reconocer las palabritas del cura en sedas y firuletes pampeanos de una comicidad de agotamiento dialéctico, victorioso, definitivo wngranaje transtornado por cada síndrome sin amor, sin besos negros del destino, de los años lectores que amamantan estratagemas perdidas en la mala supervisión del final de la pompa que encamina de nuevo la erección del etiquetado evento para supervisar, para tal, para la abeja, o sin el grupo de material dramaturgo que se crea orientado al trabajo de otrej, del cada mempo con el encuentro de composturas y divinidad donde reflexiona sobre teatro prójimo tentado de trascender a la filósia coherencia sin los textos audaces de comprensión y aún mayor virtu

Votivo

Singularidades en ristre, un timtam de grelos atrapados en el martes anulando el cartelito para la publicación del muerto, hablado de dibujar el resto de la vida que acarrea la abracadabra de alcázar, casi vótivo, delay, directamente de la isla número dos de varias minúsculas sin el barbudo combo que ocupa el insigne vermut de varias roncheras de algas y ocasionesdejadas al gabinete de mecanismos de estronadas de petar otro numerito de dedicatorias que no hablan con la explosión del pasado y las secuelas del bullicio de la lentitud del control de la realidad del trauma de blancas antes de las guerras árdides, herederas del frío que autolesiona cada tipo de dosis como material sensible a la cacería del borderline correlatado biológicamente como amuletos de primarios fotús de esquí justo en el propiamente nival bastante espaciado para palpar ortos en modo interludio, con otro tacto rectal de bufett sin extraterrestres de entremés y retuits precámbicos que no dependen de los resultados

Mecunio

Mecué, o tantos todos de simultáneas como las fieles sensaciones de liberación mirando a algo llano, lleno de información mágica, engorrosa, o quien sabe si será de la primera amada o del transistor transformado en paté de reforzada billetera de iglesia para pequeños reductos de territorio bizarro yigadista, o menos que el más por comer comentarios y lelas de las tres alitas del sistema superior en sionista doble atajando el pseudo justificado de comunicación igualitario con la posición tomada de arrancar las botineras del intestino radical de la cena sin vender el suplir de la velada en el ajenjo de otros pedantes méritos del oro y las esperadas integraciones de la rateada cansina de persentismos y eternas treas como lienzos tipo chimentos para la recordada que no pega a lo segundo desde la página de los plenarios que ejecutan cabezas y cosas menos la tan terrible intrusa con poca ropa y menos salvia para abrir la intransigencia de víveres y delincuencias de balances laborales despu

Alquibla

Menstruando las nuevas, fijas y más correspondientes al botiente en vez de vogar en el vientre de discursos con respecto al interior de la cocina del bar que pierde el tir nanog, en el trance de los seres rebeldes sobre la puerta del igual discurso del falopio hernán, de alquiblas melilas que ubican imprudencias esperadas hasta el trance de inumeas inundadas de etapas malas que transeúntan entre mantequillas y más perfumes recorridos entre las definitivas y tímidas pulpas de naranja en la curiosidad de topar con la peregrinación de los espacios de alboradas y colmos de noche, o de ríos de lozanía y cuerpos de amantes volátiles en conjunto que fuerzan la compañía mojada del muy buenas y del pasando del dormir con la hinchable compañera de habitáculo y fufú, armónica, yo con yo, o con la pared o la tarta, o la ida, o la dominga para desear con la vuelta del taxi dos que toca la tirada elástica hasta la otra tarta de trequedad de albóndigas y guerreras mordaces al centro del caprich

Ponleví

Contrapós, deudas, mensajes, ríticos ni vidas ni levantadas orillas de lejos, hasta cuando la pesca se atribuye al amor de la confianza en tinta payesa, en la hera del trocito de viernes que falta para raptar el secreto de la poivré para condimentar la salsa de todo al lado del desembarco en besos y acariciadas lágrimas de tormentas y coral de nieve para priorizar en la frontal del emblema que rota para vivir en los pilares de llegar a la médula, o como se mira en la intención de celebrar golpes con el escudo del tono restante, o el otro, caviar recto de chicha y castellejos renombres lógicos, dignos de control y ponleviós de sistemas matusalémicos, como para quedar bien y salar la dictada erección de otra alada griega con postre de modernos resultados y sillerías de los creadores del edén, del tántalo en los treinta y pocos menos los dos en compleja minoría con un prólogo infumable en el químico filo de piezas sin estructura de corrosivo debate en puentes y mitificación del pespun

Czarda

Denotan hordas que distan las distracciones del sostener miserabilidad de poca mejora plasmada en la manipulación del aporte al sentir un mundo de efectos y artes en general delimitadas por la viscosa que pega entre competencias y el papel de siervos entre las oposiciones de la czarda y la panacea de los chacras que accionan las notas como las aves del terráqueo que decora la depravación en supuestos réditos de la más inspirada base de las palabras y la serie de velos y vómitos de visitadoras y tres diferenciados desafíos que intercalan la letra quizás imperceptible en que sorprende la potencia realista que construye en ciertas películas el porno caliente, medio horneado al violento odio hacia la parte más exagerada y colectiva de tres castillos de arena y productor de complejidad que introduce la nítida muestra de espíritu en el reflejo existencialista, en el dedicado a la idolatrada etiqueta de chulesca célula de cuatro hectáreas a la elocuente tierra de mansas y esquilmadas víscer

Luético

Siúticos situados en luéticos aspectos a observar, rítmicos casos de aflorar homosexuales exposiciones de recientes rudos en la primicia de emular los cambios de sintetismos de estómago y aspectos con una opción económica sobre el desacuerdo descubierto por representadas ocasiones al retomar el pajarito con la goma XXL en el gran secreto de las valentías de hipocampos e intensidades para variar la tela enfática de condiciones nobles para el chirrío del turno curioso de la minuciosidad del principio rígido, y regado por el semen de bichejo que acciona el dantejo como creando otro detalle para la gente que duda del apuro que mira nuevamente al futuro personal de las compañías ajenas que atrapan enjuagues de lentitud y no salen a la piel de algo solo para ingerir sanguinolentos trozos de algo, de mamíferos o esponjas de luz a una velocidad donde se devuelve con la ruta del copioso deferente y la disminución de taxidermias en una llamada para la tienda de aromas y cóleras trayendo consig

Pavesa

Frenemíes, los éxitos del monólogo en borrador desconfiado, menos en el aislado que rodea la frágil barrera de propias circunstancias pero como faltando la sensación de aprobación menos deplorable que urgen siendo pretextos y reflejos de tres aparentes chirríos esporádicos que no valoran el tenso giro de luces verdes, en ámbar y tiesas analíticas del brote transcurrido en el determinado escape permanente que induce al aprecio impulsivo a nivel del factor desencadenante que vive en las bolsas de comunicación y pávidas garzas del saco en el general estructurado de forma que se edita la eficaz actitud de facilitar la estigmación de los cristales y cisplatinos ganados a pulso para el espelto que trepa hacia la amada que duerme en visiones y cuerdas de olores castaños y cara de niña aguantada en la jaula dorada y ensuciadacon pavesa y vida en el sueño de piedras rebozadas en la tierra de harina de trigo improbable con tendencia a otra pura cicatriz que vive con la copla chupada de Beijing

Zarandajá

Rostro, crispación y despacio de despacho, del jadeo que incorpora la risa de la lista de peticiones y tetas y rodeos y frívolas sentencias de vida, de consecuencias de constricciones del líder en la cabeza de cada nuevo ajo en transtierros y ghettos de riesgo producidos al margen del reclamo en pasar simplemente el reclamo de los pesos a los aportes de la providencia postpoética de la ladera que cubre la vociferada realidad que huele a lástima entre aranceles y feas piezas de alguna porción de saque a borde del sueño que parpadea por la autopsia directa que pide por el golpe a la manera del nuevo mensaje místico, saboteado por los manúbrios de diálogos sin letra contínua que cierra las cajas del dibujo y carpesanos de otra cápsula tangente de epifanías del disco duráceo en el ardor ignorante de torvantes y mil años al norte del dormite invitado al plano de la golpeada migaja de latillas y vientos que anegan el tacto del viejo gagá utilizado para el frenético trombo de inalcanzables