
Estas fotos que me han dejado en un DC me traen a esta vulva de no saber como empezar esta serenata para vos, donde me encuentro con el tiempo que pasa otra vez en el medio de este caldo que han dejado las carnes con sus piernas y brazos, han dejado platos con restos de asado los recuerdos para que los que llegan puedan devorar algo, de golpe pueden que aparecezcan los manjares de tu voz desde la luz de las estrellas, siempre viene a cobrar, siempre viene a dormir con él, media hora y clavada baja en un taxi para lamberlo todo, empaparlo con miel una vez, otra vez, de arriba hacia abajo, por arriba del slip, una vez, solamente una vez, lentamente otra vez por abajo del moño, de arriba hacia abajo, una vez mas hasta que se le desintegran como endemoniada los ojos y gira, gira ella, gira la cama, las paredes se chocan con las camisas, gira la cama como un caballo desbocado y se detiene y empieza a llorar junto a la lluvia que comienza a llorar sus intenciones y ella termina de gritar hasta que nace un beso, nace debajo de su cuerpo agarrotado de la misma historia de siempre y lo abraza, lo muerde, le da otro beso y le dice que tome el jarabe para la tos y que no fume y que le quiere y que viene de donde viene, sale a las cinco, pero viene, esta enamorada de alguna bestia de las muchas bestias que tiene él en su personalidad, su carisma, su crema nutritiva.
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