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Humor Amarillo


Castillo de takeshi, chino cudeiro, japo Madeiro, tropecientos concursantes compitiendo para ganar el premio final del Gran Prix del verano 2006, mientras Ramón García está ordeñando su vaquilla particular en el portal de belén. Se llama Ramona, pero no es pechugona ni la más gorda de mi pueblo ni mucho menos. Sólo se llama así por Ramón, su cuidador, que le puso Ramona porque al principio si que era un poco pechugona, sólo un poco, y no daba suficiente leche. Pero todo cambió cuando le dieron hierbas y arroz integral del chino cudeiro y muy poca cosa del japo Madeiro, pero Basilisco Porcioles ayudó. Él era una auténtica zebra del Kilimanjaro, aunque Madeiro le llamaba zebrón porque comía mucho, no paraba de comer bocadillos de potitos Nestlé para que los niños malos que pululan y rompen cosas se deslicen por la rampa para superar la prueba de la sopa o del tazón. Mucho maribú para tanto barabá, ahí se ha quedado la falda de la chica de siete piernas mientras las zamburguesas se hundían en sus pies. Ahí está el camino, que harán estos dos? el objetivo es el carrito de la compra lleno de ilusiones vírgenes recién compradas, por eso hay que abrir el sobre. En definitiva, terremoto Yamamoto es solo un juego.

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