
La distancia desesperada desaparece en medio del olvido entre tu y yo, me siento solo, muy mal, no se donde ir, necesito recurrir a cosas del pasado que aún me hacen daño, pero esta no es la solución. Casi seis meses sin hablar, sin saber nada de tu vida, sin poder compartir nuestras experiencias diarias, nuestro amor, nuestros sueños. Ya no hay cariño, ni desayunos tíbios de deseos locos, no hay el amor de antes, ni la confianza que tenia en que eso duraria eternamente. Que es lo que dura eternamente? Nada, ni siquiera mi viaje a México del 2004, ni el primer momento en que te ví, ni tu último beso, ni tu cara desconcertada sin saber que hacer ni donde ir. Kay, cuando te decidas llámame a mi y a Raúl y quedamos los tres para anunciar nuestro compromiso.
Comentarios