Duré, edernó, y o sea, traiga, haga el auge como papotas y protestas sin holgar a bocadillo en manteca de tabaco confitada, y delicatessen de piedra negra, más carcelera que el cuchitril del sentir, en mirillas de humus, de daikiri fresco e inguinal tragando hambre para nada, para el tiempo sin colomejos silbando como un pescador mortal o largas colas para verla arcaica del siguiente agosto, del tiovivo a la nave, a la traga overdue y congelar el nido de golosinas con jardines y huertos verticales, y la maraña de cañas hedonistas y la apnea al pie de la cama, en la caterva giralda comiquita de migajas y el destino con la duda del superarte de desnivel sobnoliento, o igual cada minuto de seguridad que de repente dudá de si hay inseguridades dormitadas en la dedicatoria guerrera, arrecha ironía muerta con el autoestima, y el balbuceo que llora pegado a cada razón que no pasa de acá, de la picona de la calle, de mí mientras me usás como querés sin la contaminación de la posdata reciclada ...