Ir al contenido principal

Cotolailo

Tantos todos, de haber la evitada punta del auto líbido coleccionable al óleo, al ñoño paso de adelantar los automatismos futuros y expectativas de hazañas escasas, o de una corta jornada sin comparar vidas ni las nenas ni las flores de regalo que crecen para aplastar palomitas del lado del luego sin dinero para la madrugada de caricias en la esquina de la próxima erección que no deja de acomodar el pensamiento retorcido de violar al pasado con más estrella en el presente que guía los bajos entre los labios de la imaginada contínua que ya merece la rápida adaptación al tocho sorpresa que representa la manga de la ansiedad, la manada de propofol preparado para otro trazo de vida, otro sueño de moscas comunes que buscan hadas probables pasando de la mierda al puro éxito de cualquier otro semental sin cultura de la fe que no encuentra agonizantes traseros hablando del comer el coto rasgado, inundando venas y vasos hasta supurar por todas las diminutas conexiones que fallan en los neurotransmisores de la mejilla corroída por las palabras de sal, de otro hueso ahogado en la cocina sin contexto de conocimiento del matrimonio que se queja de la profunda energía que siempre falla en el mismo punto verde, cara a volver a acariciar el miembro para cambiar la postura del deseo de objeto como modificación de las últimas neuronas sin recursos de volar por la pared del lecho que ya existe como el mago del silencio que muestra el casco de la mamba con cara triste y sin el veneno que después echará al pozo de los acusados para llorar el desamor en un párrafo de tango privado mientras hay muecas, al igual para saberlo de golpe que todo se camufla en algún tipo de teoría de persistencia de jodidas migajas tópicas sin aliento para seguir escribiendo y despeinar que ataca al año de cambios infelices, menguantes que sorprenden al vaivén del vacío color atardecer entreabierto sin la velocidad desalineada y entreabierta que cala y estira el deseo hasta convertirlo en cotolailo, en musgo para pintar otro óleo, otro balneario de historias perdidas y bancos de calles de un color  manchado de eternos sombreados psicodélicos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f...

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v...

Pitilingorri

Pitis, o lingus con salsa de pasajeros y barazares casi embarazadas de brazalete, o informatizadas con el chip de conocerse e imitar las guarradas en cada pitilingorri o cerros volcados en una galleta aislada y encajada para el sabor rozado de madrugada con fruta de temporada o bosquejos o huellas del otro telele que sigue juzgando con el sentido negativo, con las oscuras y blanquecinas iniciales del todo, de aislar coleccionistas de silencios y rechazos por parte de adosadas lagunas y quizás calles o terrazas de cafés, de horchateras soluciones para no salivar con los cuartos, con cada desorden de verbos, adjetivos, sustantivos y promesas para el glande, para volver a rugir como semental, como cereales sin conocedor de anticuarios que sobreviven definitivamente para dialogar con el amor de volver a doblar la picha sin tijeras, ni la cabezada pop, ni la evolución del nini takami, del otro tatami de rosas y pajaritos fúcsiasfornicando en el hostel reservado especialmente para futuras ...