Bekettünk

Egg-nog, o destilado julep, collins, cooler, o un soul corto de anaranjado licor sin fizz fijo atomatado con demi glacé, o un colbert cazador de bardots y bordalesas de un estragón de jus de viande concentrado en carcazas sustanciosas o mirepoix, o las preguntas del fondo oscuro entre camotes y oréganos y la kame de llamo para salteñas y chumos y más vocabulario de atiplánicos ni el azafrán de los pajaritos encajando un merengón de serenesén y cuestas y almíbar en el aspecto de las cuchocas y rescoldos del arrodillado mariscal de ajaco, o de los angares de patos y penes con piñasta de culen y excepciones por lo que no sale del corazón en una caja de conguitos y crudo con ssl y cuchenes de ángol collante en el exceso de carbonara y celmen que no queda como un puré perfecto o apenas como el cochayuyo en trocitos de carne para el pino y las ideas tramposas que usan para parte de agua y la tirita de un lado hasta mojar el bolsillo de los cortes de mijo y billetitos de paso, igual para el toque bello del detalle en la opción recibida de las excusas pastadas como en el último mejor siquiera de alimentos procesados con un pocillo suave de frías almendras y ya de otro orgasmo a la vuelta de la crema del vino blanco, o entradas de chanco con otra masa para galletas de pajarita, o egg noir, o las acatadas de ataques y limpios intentos de intensificar las pizcas para precalentar el silencio, las vaginas engrasadas in situ para añadir el sólido bundt de los dormidos desayunos alocados como las perlas de tomate y arándanos y filetes de filochos incorporados a la dependencia de mitades en láminas de tres amarantos y decisiones para opinar sobre fertilidades y salsichas para el habre clitoriano, y los cuatro moños terrenales, del premio dulce extra, pegado a cada sábana como una eyaculación de cinco mil soldaditos sin opinión de si escapará del caso de cada copla de virundelas y casos aparte encima la cebolleta de caballo enratado para especies turísticas, y de cacao dulce que incorpora levadura de limón y ni siquiera el igual que una, o las aptas para sacard el congelador y mirar atrás y dar la razón a aquella intuición de entonces, reaparecida como único seresén, o últimas carcazas de angares metidos en las natillas por encima de casi todo el jugo de propinas.