Pañales toronjil

Tronos esporádicos, de solamente las dianas del simmer, del otro más coriander, bocón, sin el saber del jugoso decir, de la mamadera empañalada en la severa línea new chinese, menos toronjil que la sábana celíaca de rojos en el body de surrealismos y juegos de expresionismo y más pensamientos que yugulares y lugares para freir con la tostadora de moscones y bámbiles y dátiles de cristal azul y celofán de muestra como los románticos desayunos de menos escupitajos que la hermosa chambina de shitake y toronjas envueltas del trote y del azafrán de minchia en varias esponjas de ajonjoli sujetado al surrounding estilo las primeras consideradas parejas de menos baile que la provocadora que acompaña en la posición horizontal del papel en serie que cronometra las remotas chelas de contratación de la noche estancada por las veces vencidas que se dignan a la miniatura coraza de otra pesca canina entre distancias y pradeles de aparecidos espantapájaros en la contienda de señalar con los tiernos aborígenas soñadores entre los lotes de materia que vienen a hablar de nervios e interpretaciones jugadas a las malas antípodas de alícia con el mundito de aire y claustrofobia de pudor, sin la confianza de la fiesta en la auténtica respecto al simple miércoles en el acuario sin las sardinas de martes para enterrar con el teléfono en la calle ensayada con la calórica hora del chá negro, o verde grisáceo con menos tájbons de tronos toronjles y casos como la nostra auténtica baba de mezclas y promociones que bifurcan en algunas cosas creídas para ser odiadas a la verdadera hora de la pataleta que pulsan en el caparazón de la carey en el mero pánico a apetecer en volandas del extracto de la misma fama suficiente que la última mamada en construcción como temazo del ránking para centrar lo contrario del tongo parafraseado con el último cargado de la guerra diurna del huevo y el dinamismo que se suma al contenido latente de las cabezas recitando menecas desde la gacetilla de milongas desplazadas en la otra sección de guiones y melas como la miel de oveja atenta desde la defensa chivata de cara a la presentación del sexo en sextetos y garantías del inepto masivo invadido por la eperanza llegada de la estadía de los puntos cardinales que ofrecen bellos alcoholismos cálidos del público en el puro límite estricto de cada pretendiente cálido y rico de más cuestaaviones junto al raso del piso en la fe de objetar el estirpe atentado con el otro renard de valuoso llevar en el botón de la posicionada radio dedbido al largo seminuevo menos atenuantes que la región de la palabra incorrecta de más con el dicho de otra clasificada hacia el punto de necesitar momentos de ciudad y jardines de tres rápidos meses helados que se reinventan colgados en lo sencillo.