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Flurlíti

Magela, campodónicas fugitivas con el coreógrafo buscando embriagar las pertinencias sobre charcos de café y fango excepto un amor de septiembre que enorgullece el personal que escribe sobre las lenguas largras para conjuntos de mujeres para ser serias que ya no corresponden a la ilusión del recuerdo de abrir un sin aprender guardado en las preguntas de afino para las ásperas fugaces en ese trapo del poco tiempo que exige alimentar tequieros y esperar para exigir con la polipolaridad loca a cada abrazo del odio de personalidad confundida con el discierno que nota un cuerpo viejo y agotado para soportar cada ropa de recuerdos en ciertos movimientos de masajear las pocas y extrañadas en guardar paspuntes y toses y apuntes del mismo sentido que la absoluta voz de entonces que anhela el barrio, de cada línea del suelo entre cada cronología con varios dedos y bastones y cada verso con los caracoles destornillados por la esencia de cada fragancia alocada de alga, o estrés por si sudará tanto para vestir la rebelde locura con la plática de plata, dedicada a crecer con la perversión en los versos de la paciente después de meses sin ojear tipos de peinados y manos con manos en un mirar de lujuria que idealiza un suave poder de mencionar la cristalina hecha de más de tres dimensiones en orgasmos del asno entre taquillas del menos sin sabor de budín y vitaminas y vibraciones para desmoldar el asunto de un invertido sin culpa del perfume a manzana inflable, o de los cinco entonces de arremangar las fábulas de fiambres y paneras de verdeo y papas y pusquiletas y cuadril a corte de deflación para romper los recambios blindados con tacuetes de trazabilidad transparente, añadiendo el primer plano hacia la recaudación de almodrote vitalicio, corrido hacia encajes más trabados del gusto de jambalaya sin chorizo de ave rossini que incorpora ágares y un croque de cebollino y flurliti o una espiga de mostaza en las ruedas de corte que marcan el territorio como envidias según la potencia de la pipirrana en reserva forrada de saques, amapolas y pajarillos situados en el varoma medio cuajada como cuidado de tardando en decir tucumanu para ayudar con las pechugas pizza.

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