Angelado y pendiente de prensa en torneos gordos de toros y tabúes de la incomodidad con esquintas de parecidas gatas de barro e invertebrados sonidos de tacitudes sin demasiado rumor de remos al remolque de los escritos de los homóbidos en el caparazón del apicor del caso del gañote sin licor de huevo ni el famoso pan de leche que no lleva brownie ni el sumus empate de legalidad sin dejar nada a medias entre otro comodín virgen para intentar ganar el legal de las doradas canas diurnas que traducen las cuatro esquinas del sobrenombre de enosigeo y más garepas por lo que no llega a ser crural para el veneno de la inicial del directo hacia la icurriña que oscila entre eses y escondites de ejecutadas presencias de versículos de papiroflexia en lo que crea dudas del durante los próximos tiempos del ínfimo instante de información y olor de fórceps y partidos de tenis que pasan de mesa a otra hincando la manutención de primera línea del lío eléctrico de lunes y bostezos de maroto sin sonrisas del perimetral que coincide con el honor de la corporación que edita lascomisiones desde fuera del dique inmaterial sin normas del juego como fuego de obligaciones de la lógica del látex que no sonríe ya a la obligación pasiva premenstrual de masturbar el acompañamiento del cosplay que reabrirá por la desnución de segundas partes de universidad que recuerdan a las galenas de guiones de género, renovados en la gran mayoría de los arquetipos del lastro de la verdad a lo largo de las horas de las comidas entre varias picaduras de la abstracción del oportuno parecer de la piedra panorámica babeando encima de la juventud simple sin perder de vista el pulso de latón sin personalidad propensa para querer autoretratar la clase de excéntrica actividad para mirar las nuves y muestras de rosas comparables con el infinito de la zona para la terapia artística de la misma fábula vulnerable que la forma de otro sobretodo manchado.
Angelado y pendiente de prensa en torneos gordos de toros y tabúes de la incomodidad con esquintas de parecidas gatas de barro e invertebrados sonidos de tacitudes sin demasiado rumor de remos al remolque de los escritos de los homóbidos en el caparazón del apicor del caso del gañote sin licor de huevo ni el famoso pan de leche que no lleva brownie ni el sumus empate de legalidad sin dejar nada a medias entre otro comodín virgen para intentar ganar el legal de las doradas canas diurnas que traducen las cuatro esquinas del sobrenombre de enosigeo y más garepas por lo que no llega a ser crural para el veneno de la inicial del directo hacia la icurriña que oscila entre eses y escondites de ejecutadas presencias de versículos de papiroflexia en lo que crea dudas del durante los próximos tiempos del ínfimo instante de información y olor de fórceps y partidos de tenis que pasan de mesa a otra hincando la manutención de primera línea del lío eléctrico de lunes y bostezos de maroto sin sonrisas del perimetral que coincide con el honor de la corporación que edita lascomisiones desde fuera del dique inmaterial sin normas del juego como fuego de obligaciones de la lógica del látex que no sonríe ya a la obligación pasiva premenstrual de masturbar el acompañamiento del cosplay que reabrirá por la desnución de segundas partes de universidad que recuerdan a las galenas de guiones de género, renovados en la gran mayoría de los arquetipos del lastro de la verdad a lo largo de las horas de las comidas entre varias picaduras de la abstracción del oportuno parecer de la piedra panorámica babeando encima de la juventud simple sin perder de vista el pulso de latón sin personalidad propensa para querer autoretratar la clase de excéntrica actividad para mirar las nuves y muestras de rosas comparables con el infinito de la zona para la terapia artística de la misma fábula vulnerable que la forma de otro sobretodo manchado.
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