Damnificante NO

Otro no, otros ovarios que pasan sin tatuajes de tonterías y palomitas de maíz de minas y comportamientos sin la acción de secciones y secreción de más ardores y ranas, y autenticas cosquillas o mariposas, o noés, sin aquella estabilidad tan buscada y deseada; buceada entre tetas y dedillos masturbando un chochito joven e inexperto en cunilingus y lenguajes corporales para deleitar los besos de las próximas shisha's de humo verde, medio gris, medio rojo, en la medida de cada óvalo de lana, cada linaje de testosterona y órales y oraciones de aquellos saludos de hola y colgarlos condones para relatar y hablar de oraciones fornicadas con la letra del bíblico enavgelio y los bulbos africanos de hierba y corrosión, y bibliografías de aquél olor al calor del socorrismo como desinflamante del deseo núbilo y de las ramificaciones de poder, de aquella chaquetera chisquida y tremenda condición del astral en pegamento y fuerte atópico de titubeos y dafnes como amores prohibidos, como sensaciones de agrandar las agendas y los patios de luces y las prohibiciones de más burdeles con ganas de más y más sexo con desconocidas locas pululando por aquellas habitaciones de hojas y moho pero todavía con el morbo de ver como queda la bombacha puesta en la lengua, y en los toqueteos por hacer la última prueba en la esquina diestra del mecano de mercurio, y noes de juventud, y tonterías de chiquillas de veinte que no saben de que va la vié, las extorsiones del sedentarismo, del sentido contrario a la otra prohibición repetida con el buscador de un cuidador perfecto para los veranos y las tareas del recuerdo del último multivitamínico orgásmico cósmico que conducía hacia piletas de la próxima corrida imaginando el chupetón de loba y aquella subida de derramadas imposiciones de corbos y cuervos mascando la carroña que ha dejado la última socorrista, y sin la querida erección entre más de medio millón de tatuajes y hambres y enjambres de espermatozoides esperando fecundar otro nombre amarillo.