El almuerzo lo devorarás sin acordarte de mi, sin la cena que te la jactarás sin dejarme ni una migaja del pan de cada dia, oh baby, pensé que seria fácil el olvido, pero el desayuno aún no está listo, ni la leche ordeñada, ni mi confianza totalmente etnregada, aún falta.
La mesa viste un mantel de hilo blanco bordado. También se hospeda en ella una botella beaujolais primeur a punto de ser descorchada, pero no hay nadie que la descorche porque no hay comensales, no llegan, disfrutan de su tiempo muerto, de sus clases de japonés, pero falta Keiko, la chica del lubricante que unta la puntica con manteca de mandarina mientras espera que le sirvan el tallat descafeinat de sobre con doble de sacarina, sacarosina, titina, minina, generosidad en tallas grandes, pequeñas, en sujetadores y ropa interior masculina, pasta cárnica, me tienes que decir si puedo acunar tus soñolientos párpados ebrios de cansancio, de sencillez, el color del alba hará su jugarreta sin decir que hay sabiduría indígena, ni paz primaveral, ni chaparras esperando a que les sirvan gyunyu fresca, recién sacada del animal.
La mesa viste un mantel de hilo blanco bordado. También se hospeda en ella una botella beaujolais primeur a punto de ser descorchada, pero no hay nadie que la descorche porque no hay comensales, no llegan, disfrutan de su tiempo muerto, de sus clases de japonés, pero falta Keiko, la chica del lubricante que unta la puntica con manteca de mandarina mientras espera que le sirvan el tallat descafeinat de sobre con doble de sacarina, sacarosina, titina, minina, generosidad en tallas grandes, pequeñas, en sujetadores y ropa interior masculina, pasta cárnica, me tienes que decir si puedo acunar tus soñolientos párpados ebrios de cansancio, de sencillez, el color del alba hará su jugarreta sin decir que hay sabiduría indígena, ni paz primaveral, ni chaparras esperando a que les sirvan gyunyu fresca, recién sacada del animal.
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