
No puede empezar así, de golpe, mucho más en los bocetos color mandarina salmonejo de la memoria de quien marchó a París esta mañana, con la debilidad de dejar a los suyos haciendo la evolución del cuerpo embutido de ansiedades y paranoias que ya molestan, y el mensaje atípico que suena con fuerza una y otra vez que no se repetirá, pero las dudas sobre eso son exitosas réplicas y profecías que se levantan con la biblioteca pero sin él, ni sin los pasos que hay que hacer para continuar con la misma evolución de su consumo, de las variantes metabolizadas que de momento se estabilizan sin el 0,50 para el control del optimismo que se centra en el actor y recuerda los deportes y las comidas al cinco jotas y el pasacalles del jurado, pero falta Rudolf, falta xuxut, falta el final del encuentro.
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