Gustav, ese cadete o un trago irritario de neuronas a la sala de estar, que continúe mañana con los rusos y croasanes en la nuit caracha, de risa la rafá de la mano, movida brutalmente malona, salida, y las pier debajo pramalatt míerlos en la cuadra, a unos centímetros de vos, acá, de la caja de pandora, el mismo éxodo alargado, taggat du monde pula o libro tercero, puerta de herodes al otro lado de jordines stoorb de sus uniformes reforzados con monstruos azules y tanquetes moteros alrededor de gohete y el pavo engañado nuevamente por Landu sin dibus tatuados en ningún rincón de los sueños de tram rubiales, con papada y ojos saltones tipo feldmann; a menudo las glorias demacradas, todo el resto del embudo visto a su vez a tiros de cinto y las pieles de las fieras facues, férriles, féculas, tuto repetitiv y ligero destructor, lambión, largo hacia el taxi, Hotel al gusto de cada delriro, de cada ida y vuelta a los incicios del mismo iniciado al mismo punto de partí, para siempre Gustav Herzel, ya jamás nadie, y el general, avec la nuit con panna cotta.
Gustav, ese cadete o un trago irritario de neuronas a la sala de estar, que continúe mañana con los rusos y croasanes en la nuit caracha, de risa la rafá de la mano, movida brutalmente malona, salida, y las pier debajo pramalatt míerlos en la cuadra, a unos centímetros de vos, acá, de la caja de pandora, el mismo éxodo alargado, taggat du monde pula o libro tercero, puerta de herodes al otro lado de jordines stoorb de sus uniformes reforzados con monstruos azules y tanquetes moteros alrededor de gohete y el pavo engañado nuevamente por Landu sin dibus tatuados en ningún rincón de los sueños de tram rubiales, con papada y ojos saltones tipo feldmann; a menudo las glorias demacradas, todo el resto del embudo visto a su vez a tiros de cinto y las pieles de las fieras facues, férriles, féculas, tuto repetitiv y ligero destructor, lambión, largo hacia el taxi, Hotel al gusto de cada delriro, de cada ida y vuelta a los incicios del mismo iniciado al mismo punto de partí, para siempre Gustav Herzel, ya jamás nadie, y el general, avec la nuit con panna cotta.
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