Kundalini con mumm included

Con cada debiera sí, debiese y eso incluído a la tirá para imaginarse desnudos gestos y precios transparentes de embestidos nudillos al contraluz del sudor distante que apartaría los silencios en mil pares de escondites y soniquetes entre malteados filtrados y sin la obligación de tener que saltar de la sospecha y la neblina en las respuestas directas, donde estoy volando, sin gastar la risa ni lo emocional que me cubre de los gritos de Carolina y de las broncas familiares por las distracciones posturales que escribo y escucho de la mierda de sociedad en la que no me incluyo, y festejo no incluirme con los míos que regresan fugaces para quererme y recordarme mi privacidad y tranquilo de saber que hay un control diario y llego a pasarlo y a mamarlo sin extrañas razas de bajones de precisos segundos en pausa, y el placer porque no lo es, o la mitad para acá del kundalini, o todas retahílas y tristes frases de una coma fluyendo para despertar en otra vié, noche entera sin dormir interior a un palmo de los primeros desfases que invitan a confundir las sábanas y el sexo opuesto bipolar en los bolsillos del chacra, de los siete sonorés sonrojados.