Teoli

Otro jueves cobarde, teoli y miel de orgasmo frente a los sentidos gigantescos, manantiales de elogios sinceros y caprichos de frutos dulces y tetas y tatas a la vulgarcita que tiré la primera grosería y expresé teoli con la esencia del crédito y la escasez respeto a las normas y patrañas parceras, y no sé si te conozco transcurrido el accidente con la anestesia púrpura y la noche de mil maromos en tu pubis primiparo haciendo ardores en tu cocina y pasteles y checando los orificios y las nalgas de hojaldre y pasas desde el donde continúo la viceversa astucia y me meto en otras cocinas de hojalata para hurgar y que hurguen el bistro y el ejemplo para el acto pertinente o camelado para excitar la primera penetración en el pensar en verla y amar la promesa de los huéspedes y espasmos y voces ancladas al seguro de vida donde mora la reacción y la metáfora incorpora el encuentro suspendido en las propias noches, en los propicios ficticios del exactamente después de eternidades y efemérides varias, siempre el memento y el enchufff con la eternidad del recuerdo disfrazado de depacio, callado, sin sol en la jaula de los basta míos llenos de vos y yo, y nuestras locas ideas de consultar a Pessoa versos de amor y arcano sueño por la travesia llegando a cada araca de egoismos insensibles.