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Copetiá

Hace copias de Mármaras y risas de las letras deteniendo el encanto a la venta del niño libre en la zona de juegos y entremeses al cano de salvajes haciendo el resumen en tres actos chava maqueta a la vuelta por el confeti y los cascarones y lloraderas de terquedad del no querer fanatismos y aguas toconas en vano un poco alejados de algunos detalles y penes y copichuelas en tercera terapia específica de cada luto que llegá con el vaso de la otra jodida, más para el quilito que apacentar en la sangre fría de las descripciones orales y felaciones de suburbios y subcapítulos por estar con el habré y con las retóricas que se repiten en secreto, al sentir de la impresión de la mujer infeliz pegada en Santiago, en escalar simplezas y entretes por libro maduro y contento por el dejar amanecer la esperanza de las promesas del mañana para presentar por obligación peleas y suciedad alojada en el aparato omitiendo su existencia para armarla de pesadez del mismo vientre que el montón de fetos y umbilíques que esperan a los viejos ante extraños contra la vergüenza de cerrar los intentos de sonrisa y fiestas que pasan todas embriagadas de lábura horrible, coplas de carnaval feministas, guasas, otro cuadro que se baja para los feriados hablando en mirajes de moda por época y patria perdida en las cercanías del perro y el dolor al galope invitando al cumplido y hasta los tiros a platero tocan la seda del tibio miedo y finitud, rocamos la araca con tormenta y gato y el regalo de escucharla con la mamadera entre nalgas y resolpando la cosota en la entrada del misterio insoportable que comiqueta invitados charlando a solas con lujitos para desbordar orígenes expresos entre editoriales y la bilis a partir del juego.

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