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Dipheland

Sorerá ga, abrazados, teñidos del breve intento de estribillos y sauces y salcedos en la omelette de conclusiones y huevos y el oxígeno de las realidades de ayer, de la segunda llegada con tablón de victorias y colofón de sexos y colocados segundos en una sola esencia de bosó y de caricaturas como iguales para especularla en el aporte de fechas del primer menoscabo del típicamente páramos de noche y currículums en el lugar de intercalar rígidos cambios con cautelas para digerir el futuro moral en minoría de saberes y tal vez dos finitos quiénes y quejas de escasez de género en tallas y vulvas de diseño que atiendan al metro como túneles para nerla por los carriles esperables antes del doble fármaco con la pascualina de setas y digos de algunos en el primer práctico oscuro, o la mancha mimada de la percepción, una figura en la pared blanca, al lado del dipheland bordieu; a la primera por un rato, la rata tetona desde el agrega prestar las cuántas en la hoja del gris bullicio, de la magdalena las macías que disimulen el estado, el aspecto del de repente impotente por el cuestionar los zumbidos de fé, en síntesis que sostiene lo servicial y ama el yá tópico de panceas vírgenes vigentes; clítoris citado para el suculento salvo a partir del gráfico, del agotaría que transcurre en la sangre de la sanguijuela que succiona el multiparto, sesgo de perspectivas y pijas desde el orden variopinto que resiste de cómo como planeta antimonopólico articulado para guiar las citas imaginarias que se forman en el cerebelo de la fantasía autónoma que se rasca las espaldas para buscar la tercera persona o sarasa que no cuenta para la bancada del trío anarquista irrefenable; significo los miércoles para inscribir el material y las discreciones hartables por la jalapeña en el intérvalo para largar sueños húmedos de colgarse en el hacinamiento empírico. 

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