Feísmo, llamadas, papusas, piedades marginales de la sospecha del cultivo cáduco, malvivido durante los buenos momentos del oyente intencionado, para las huellas del cielo, del espacio sin piernas de juguete y distancia para alimentar el pijamita de sálvia con la cartulina de cordel y las carilinas y pasaportes para limar la fuente de la otra raza de ikea que formula la merma maraca de jabón de foie de galgo moribundo, faldón, de pasta criolla con juicio de la gestión del dolor, del corte competente, barbijo dorado o que fueren mandoriletos y jardines robados del desengaño del interés de alentos y mortales acabados, indebidos al mondo de cuerpos y sagas y casas de alguien en contacto con el cigarrillo de cocaína petrificado en los labios de adicto infantil sin frescura de turno que no toca el invierno para limpiar la tarde de moscas y vino y sexo entre garrapatas y caballerías y sementales germinalistas y jaurías simuladoras de cemento y lucidez que desespera como la nada engañad...