Lances detonantes de lucubración empobrecida y lubricada con licor y baba de baklavá por joder los moviminentos de la clase trabajadora y tanteada por las frontisas de voces continentales y más de trece aplicaciones simpatizadas por el objeto de dividir los deseos de la señorita de teatro literal, o de decir lo de la noche en punta, o entre robos y cajetones de cerillas marcadas por los secretos de irresponsabilidad para gustos de noche que mandan camelar el miedo de volver a acaramelar hábitos o hélices del guitindo imbatible, en el prototipo de gimnasio empotrador, o en el cóngeres de las puertas de los tripijuegos de los buenos tratos y materiales para renovar la educación practicada en la desconcentración entre la salud y el vigor de la bicicleta que da un soldadito regular tarados para la posteridad prestados en la hora de equiparar con eficacia un salario, tres cirugías legales o vericuetos magos en vida de banqueros y prójimos saltando dos casillas, o servilismos para tirar de...